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Combate Naval del cabo de Santa María. 16/I/1780.

Este combate tuvo lugar, en las proximidades del cabo de la costa del Algarbe, en el sur de Portugal, librándose el día dieciséis de enero del año de 1780, entre una escuadra al mando del general don Juan de Lángara y otra británica al mando del almirante George Rodney.


Las fuerzas españolas de tierra y mar, permanecían con su bloqueo de Gibraltar desde el mes de junio del año de 1779, al finalizar del otoño siguiente la situación de la plaza era muy precaria, por lo que en el Reino Unido, se llevaban a cabo los preparativos de una gran expedición de socorro, compuesta de un gran convoy, que transportaba, víveres, municiones y refuerzos suficientes, para prolongar indefinidamente su resistencia.


El convoy iría protegido por una importante escuadra al mando del almirante Rodney, al que se le habían dado las órdenes, de que primero llevara el convoy a Gibraltar y después continuara viaje, con rumbo a las Indias Occidentales.


De todo esto se recibieron en Madrid noticias muy anticipadas, por lo que la Corte, de acuerdo con la francesa, decidió el intentar interceptar el paso del convoy, procurándose para ellos la composición de dos importantes escuadras, una española y la otra francesa.


En Brest, desde el año anterior estaba concentrada, la armada que había realizado la campaña naval del Canal, la cual terminó sin combate y estaba formada por una escuadra jamás vista de más de sesenta navíos; debían alistarse veinte navíos españoles y otros tantos franceses, cantidad que se estimaba más que suficiente, para impedir el paso de la escuadra británica, pues se suponía que la mandada por Rodney no sobrepasaría de los veinticinco navíos.
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Pero en prevención de que el almirante británico, lograra esquivar a tan temible oposición, se preparó una segunda escuadra compuesta de veintiséis navíos, todos ellos españoles, de los que dieciséis estarían al mando del general don Luis de Córdova, quien se haría a la vela desde Brest, con rumbo al estrecho, donde se le unirían diez navíos más de la escuadra del general don Juan de Lángara.


Esta segunda escuadra de refuerzo al tránsito de la británica, debía de fondear cerca de la entrada del Estrecho, con el fin de cortar el paso a Rodney, en caso de que logrará escapar al primer encuentro, estimándose que aunque la flota británica lograra pasar a través de la primera escuadra concentrada en el puerto francés, debía quedar muy dañada en su encuentro, lo que representaría que la segunda ya la recibiría en muy mal estado y con todas las ventajas.


Pero todo este plan fracasaría, pues el Dios Eolo, casi siempre estuvo de parte de la pérfida Albión, por lo que a continuación veremos las circunstancias tan desfavorables, en las que se produjo el combate.


La expedición británica, se hizo a la vela desde varios puertos el día veintisiete de diciembre del año de 1779.


Rodney, con una escuadra de protección, compuesta por veintiún navíos y nueve fragatas, tenía que dar escolta a un impresionante convoy de más de doscientas velas de transporte, que llevaban los efectos ya mencionados, para llevarlos en socorro de los asediados en la plaza y peñón de Gibraltar.


En estos momentos, todavía no se habían alistado, en la base naval de Brest, los veinte navíos franceses, que para el primer propósito estaban previstos, por lo que Rodney lejos de encontrar una resistencia efectiva, se encontró libre de movimientos al atravesar el océano Atlántico, con rumbo a Gibraltar.
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Además y a pesar de lo avanzado de la estación, lo realizo pegado a la costa, con muy buen tiempo hasta el golfo de Vizcaya, llegando a las costas de Portugal y el día ocho de enero del año de 1780, se permitió el lujo de al estar frente a nuestras costas de Galicia, atacar a un convoy español con quince buques de transporte y protegido por un navío de 64 cañones, que se dirigía desde San Sebastián a la bahía de Cádiz, logrando apoderarse de todas las embarcaciones; le siguió acompañando un muy buen tiempo, que le proporcionaba un viento de dirección norte, que si cave aún le ayudó más a realizar el trayecto en menos tiempo.


Continuó el británico su rumbo, doblando el cabo de San Vicente, poniendo proa al Estrecho, pero en ese momento el viento roló de dirección al sudoeste, lo que precisamente necesitaba para que le impulsara, para atravesar rápidamente el Estrecho.


¿Pero donde estaba la segunda escuadra que debía interceptarlo?. Pues sencillamente no existía.


Don Luis de Córdova, había salido de Brest con la suficiente antelación al frente de quince navíos, dejando los veinte restantes a las órdenes de don Miguel Gastón, para que formara parte de la primera escuadra de oposición a los británicos.


Pero en los puertos de Galicia se habían quedado cuatro de sus navíos, bastante maltratados por los fuertes vientos contrarios, con el fin de reparar sus averías y los restantes once prosiguieron su rumbo a la bahía de Cádiz.


Mientras tanto, don Juan de Lángara, que esperaba a la Córdova en la entrada del Estrecho para incorporársele, con otros once navíos, sacados del bloqueo de Gibraltar, se vio obligado a pasar el Estrecho y salir al Mediterráneo, como consecuencia de haberse desatado un violento temporal, que averió gravemente a varios de sus navíos, por lo que tuvo que arribar a Cartagena para intentar repararlos lo antes posible.
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Al llegar don Luis de Córdova al lugar convenido de encuentro y no hallándose Lángara, fondeó a la entrada del Estrecho en espera de él, con la mala fortuna, de que se desencadenó entonces otro temporal de mucha intensidad, que empujo a sus navíos contra las costas africanas, donde estuvieron a punto de zozobrar, lo que lógicamente le impidió el arribar a la bahía de Cádiz, en busca de refugio para sus buques.


Mientras tanto, Lángara que ya había reparado lo imprescindible para hacerse a la mar, volvió a cruzar el Estrecho, viendo que tendría que hacer frente él sólo, con sus once navíos a la fuerza enemiga, que en esos momentos era el doble que la suya y al mando de Rodney, lo que él mismo lo conceptuó como una verdadera temeridad, pero había que hacerlo o al menos tratar de hacerlo, ya que los buques de Córdova, aún pudiendo llegar a tiempo, no estarían momentáneamente en condiciones de navegar y menos aún de combatir.


Como se podrá dar cuenta el lector, más infortunios y en menos tiempo no pueden ocurrir, y es que el hombre propone y Dios dispone, lo que dio al traste con todo lo planeado y tan cuidadosamente elaborado, para tratar de evitar la arribada del almirante británico, en socorro del peñón de Gibraltar.


El día dieciséis de enero del año de 1780, hallándose don Juan de Lángara, a la altura y aguas del cabo de Santa María, fue avistada la masa de árboles de la escuadra británica al mando del almirante Rodney y el convoy, entando la escuadra sólo a unas doce millas de la española.


La escuadra británica del almirante Rodney se componía de veintiún navíos, de ellos tres eran de tres puentes, uno de 100 cañones, otro de 98 y el restante de 90, más dieciocho de dos puentes de los que dieciséis era de 74 cañones y dos de 64, más las siempre presentes fragatas, que eran nueve de 44 a 24 cañones, totalizando 1.864 bocas de fuego.
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Contra esta escuadra el general español don Juan de Lángara, sólo podía oponerse con sus once navíos, de los cuales uno era de tres puentes y 80 cañones, mientras que el resto eran diez de dos puentes, de los que nueve eran de 74 cañones y uno de 64, más dos fragatas de 34 cañones, por lo que el total de bocas de fuego a oponerse eran de 878, lo que no hace falta ser ningún matemático, para apreciar que suponía menos de la mitad de potencia de fuego que los británicos.


Un poco pasadas las 13:30 horas, Lángara dio la orden de virar por redondo, con el fin de mantenerse a distancia y a barlovento, que en ese instante mantenía la dirección del sudoeste.


Sobre las 15:00, se observó que los enemigos acortaban la distancia rápidamente, y que la escuadra española tenía todas las probabilidades de perder, pues la diferencia de fuerzas era más que manifiesta, por lo que trató de no entablar combate, aún así ordenó consejo de comandantes, quienes después de oír a su general, le manifestaron cortésmente estar de acuerdo con su planteamiento, por lo que se llevó a efecto, que no fue otra que ordenar el cargar velas y poner rumbo a la bahía de Cádiz.


Rodney, viendo la proximidad a la que se encontraba, ordenó formar la línea de combate de frente, pero media hora después viendo su superioridad, la cambio por la de <<caza general>>, dejando en libertad de movimiento a todos sus capitanes y que iniciaran el ataque, pero advirtiéndoles que se cuidaran de mantenerse a sotavento, lo que indicaba el evidente propósito de cortar así la retirada a los españoles.


En aquellos momentos los navíos británicos eran más rápidos que los españoles, por llevar ya en casi todos ellos los forros de cobre, pues era una innovación, que aún no se había adoptado por la resistencia de los maestros carpinteros, a que esta sobre obra impedía el que pudieran ser reconocidos con exactitud las obras vivas de los buques, lo que dificultaba su reconocimiento y el valorar de antemano, el importe de lo que se tenía que reparar, lo cual les ponía en un grave aprieto, pues la Hacienda no solía admitir sobre cargas económicas, a lo ya presupuestado.
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Así sucedió que una división, que estaba formada por los navíos más veleros de la escuadra británica, los Edgar, Resolution, Defence y Bedford, todos ellos de don puentes y 74 cañones, fue acercándose a los buques españoles más retrasados y poco antes de las 16:30 horas, el Edgar alcanzó al navío Santo Domingo, también de 74 cañones, que era el más rezagado de la escuadra de don Juan de Lángara, porque además tenía averiado el aparejo de la tormenta anterior aún no reparado totalmente, comenzando el combate con un bombardeo del británico por la aleta de babor, al ser ya alcanzado por el primero, pronto se le unieron dos británicos más, que se colocaron por las dos bandas y de través, por lo que sumando los tres el esfuerzo y después de una bizarra defensa, pero que nada podía evitar el bombardeo enemigo, fue dañado de tal manera que poco después de las 16:40 horas, el navío voló.


Varios navíos más de la escuadra española fueron alcanzados y por lo tanto combatidos, incluso por los de la retaguardia británica.


De esta forma fueron sucumbiendo, luchando contra tres o cuatro enemigos al mismo tiempo, el Diligente, el Princesa, siendo los dos de 74 cañones.


El Fénix, que era el navío insignia, era un viejo buque de tres puentes y 80 cañones, fue atacado, cuando ya era casi de noche cerrada, por el navío británico Defence, del porte de 74 cañones, que se colocó a su costado de babor, con lo que se cañonearon muy duramente, logrando el español que el enemigo se le apartara, pero poco después y guiado por el fuego, se incorporó al combate el navío Bienfaisant, de 64 cañones, que se puso en la aleta de estribor, pero aún así el tres puentes y 100 cañones Royal George, se le coloco de enfilada por la proa, lo que provocó el ser batido por tres navíos al mismo tiempo, y sólo uno de ellos ya tenía mayor potencia de fuego.
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Por lo que desde las 18:00 horas, el español tuvo que soportar un fuego terrible, pero favoreció a su defensa el mal estado de la mar, pues ésta era gruesa y de ambiente tempestuosos, por lo que los fuegos no eran tan eficaces, pues de lo contrario el Fénix no hubiera podido materialmente aguantar tanto tiempo, a lo que se añadió que sobre las 19:00, se unió un cuarto navío del porte de 74 cañones, que sumó sus fuegos a los de sus compañeros en contra del español.


El general don Juan de Lángara, por dos veces resulto herido, lo cual no le impidió el permanecer en su puesto, pero como a la tercera va la vencida, de ésta perdió el conocimiento.


Pero el navío se mantuvo en su sitio, combatiendo en un círculo de fuego, oscuridad y de los desatados elementos, a lo que sobre las 21:00 horas, todavía se unió un quinto enemigo, que inmediatamente comenzó a batirlo, por lo que no habiendo más lugar por donde bombardearle sus compañeros se abrieron un poco, para dejarle espacio, pues él llegaba fresco y ellos ya comenzaban a estar cansados, lo que dio lugar a que el español, ya casi sin gente, desarbolado completamente y materialmente acribillado, tuvo que arriar su pabellón y rendirse.


Por lo que los británicos consiguieron apoderarse del San Julián, de 64 cañones, y del San Eugenio, de 74, después como siempre de mantener una desesperada y fuerte resistencia, los dos.


Sobre la media noche, el Monarca, de 74 cañones, fue alcanzado por dos enemigos, que se le colocaron en las dos aletas, a los que posteriormente se les unió el tres puentes de 90 cañones Sándwich, que era el navío insignia de Rodney, que sobre las 02:00, imposible de mantener el fuego por falta de gente y desarbolado, tuvo que rendirse.


El resto de navíos españoles, logró llegar a la bahía de Cádiz, sin mayores contratiempos, que los que ofrecía el estado de la mar.
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Por lo que de los once navíos que formaban la escuadra española, se perdieron siete y consiguieron huir cuatro, que se refugiaron en Cádiz.


Pero como al combate siguió, el empeoramiento del tiempo, que a medida que avanzaba la noche se iba convirtiendo en un fuerte temporal, las dotaciones de los navíos San Eugenio y la del San Julián, aprovechando esta ocasión de oro, pudieron, en un golpe de mano reducir a la dotación de presa británica, que era la encargada de marinar los navíos, por lo que volvieron a tener el mando y control de ellos, logrando al final y con muchos esfuerzos, hacer la derrota para unirse a sus compañeros en la bahía de Cádiz.


Por lo que las pérdidas efectivas se redujeron en esos dos navíos, quedando así en sólo los cinco; uno volado y cuatro apresados por los británicos.


Rodney, tuvo que soportar con grandes dificultades el temporal, en el que estuvieron a punto de perderse sus tres navíos mayores, por aguantar menos la mucha mar.


Después de soportar este temporal, el día dieciocho, cambió el tiempo, por haber cambiado el viento de dirección, al rolar al noroeste, lo que le permitió pasar el estrecho sin ninguna oposición y fondeando en las aguas del peñón de Gibraltar, acompañando a su convoy que permanecía intacto y además, llevando a remolque a los cuatro navíos españoles apresados.


PD: En este combate, como se podrá apreciar, el dios Eolo, no influyó para nada en su resultado final, como en otros tantos de la Historia Naval de España.




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Un buen relato, claro y conciso. Me sorprenden muchas cosas de este combate. Empiezo por los planes franceses y españoles para interceptar a la escuadra y convoy de Rodney. En realidad era muy sencillo y muy bien explicado por todoavante. Poner dos líneas de ataque, una en el Atlántico y otra en el Estrecho. Los españoles conocían los planes británicos desde finales de octubre. En Brest quedaron 20 navíos españoles al mando de Gastón de Iriarte, que, con los 20 navíos del conde Du Chaffaulk de Besné, eran los encargados de atacar al paso del convoy, en cuanto las fragatas y otros buques menores dieran el aviso de la salida de Rodney.

El 9 de noviembre zarpó de Brest el teniente general Córdoba con 15 navíos y otros 10 buques menores para apostarse en el Estrecho y cumplir la segunda parte del plan, en unión de la escuadra de Lángara.
Los problemas comenzaron desde la misma salida de Berst. Córdoba no había recibido la ayuda necesaria del arsenal francés para hacer las reparaciones, tan necesarias después de una larga travesía en alta mar, por lo que , a su paso por Galicia, tuvo que dejar allí a cuatro navíos al mando del brigadier Ignacio Ponce de León. Con sólo once navíos llega a Cádiz el 19 de noviembre, pero no puede entrar en puerto para reparar los navíos, al ver que la escuadra de Lángara no se encontraba en su puesto. Así estuvo hasta finales de diciembre, que entró a causa de los fuertes temporales que soportó y causó más averías. Por esas fechas zarpaba Rodney. El 4 de enero el convoy destinado a las Antillas se separa de las naves de Rodney.

La primera parte del plan había fracasado. Pero ¿cual fue la causa?. Quizás las fragatas no encontraron el convoy, a pesar de ir costeando la costa francesa. ¿Tenían los franceses interés real en capturarlo?. Hay que tener en cuenta que Gibraltar era un objetivo español y no francés. En todos los artículos y libros que mencionan este combate, dicen que las escuadra francesa de Besné no estaba lista para interceptar a Rodney, menos aprestados estarían los navíos de Gastón.

Una impresión personal, (no he podido confirmarlo) es que los franceses estaban más preocupados enviar esta escuadra a sus colonias en las Antillas. De hecho, una escuadra de 16 navíos y 4 fragatas zarparon de Brest el 3 de febrero rumbo a Martinica, escoltando a 85 mercantes, escuadra que estaba al mando del conde de Guichen. Me supongo que tamaña escuadra y convoy no se apresta de la noche a la mañana. El único dato que he encontrado al respecto es un artículo de Enrique Manera Regueyra en la Revista General de Marina y dice que el 25 de diciembre zarpa de Brest una escuadra francesa de 20 navíos rumbo a América, mencionando que no pudo por ello interceptar a Rodney. Creo que se confunde en la fecha de salida de esa escuadra.

Pero, lo peor de todo fue que no informaron a Madrid de la no interceptación de esa escuadra, o que no estaban en disposición de zarpar, creyendo en Cádiz que Rodney, si llegaba, estaría dañado por los combates.

Por hoy, ya es suficiente el rollo que os he soltado. Otro día más.

Saludos a todos.
BlasdeLezo.

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En todos los listados de la batalla, la composición de la escuadra de Lángara era de 11 navíos y 2 fragatas, mientras que los británicos contaban con 22 navíos además de numerosas fragatas. Realmente, ¿cuántos se enfrentaron al enemigo?.

El 13 de enero había sufrido Lángara el infortunio de un temporal que le había dejado con daños en los aparejos. Además, los navíos San Genaro y San Justo fueron destacados a interceptar unas velas que habían avistado, siendo imposible regresar con Lángara, pues también soportaron los rigores del temporal. Hasta aquí, nos encontramos con dos navíos menos y la escuadra era por tanto de 9 navíos y 2 fragatas.

Después del consejo de capitanes, se ordenó regresar a Cádiz, pero se hizo de una forma desordenada, cada uno con su mayor o menor andar, siendo así que los navíos San Agustín y San Lorenzo entraron en Cádiz sin disparar un sólo cañonazo contra la escuadra de Rodney. Los navíos españoles fueron "cazados" uno a uno. Muchos son de la opinión que Lángara debió buscar un esfuerzo conjunto. Creo que el resultado hubiera sido el mismo, mejor dicho, se hubieran perdido otros dos navíos, por eso pienso que Lángara hizo lo correcto.

Aunque se comportó de forma valerosa, Lángara cometió varios errores. Contando con dos fragatas, no las utilizó para la exploración de la escuadra puesto que las velas enemigas fueron descubiertas desde su buque insignia, siendo ésta una de las razones por las que no pudo escapar, pero hubo más. En un principio creyó que la escuadra británica era el convoy español salido de San Sebastián, alargando el tiempo de reacción. Recordemos que se sabía de la pronta llegada del convoy británico, por lo que debía haberlo sospechado o tomar precauciones.

Al darse cuenta de su error llamó a los comandantes de sus navíos para consultar la decisión que se debía tomar, perdiendo aún más tiempo, estando además muy claro que es lo que se debía hacer ante un enemigo más numeroso. En definitiva, Lángara perdió un tiempo muy valioso y pudo haber escapado hacia Cádiz, algo que no sería desonroso. Ya lo hizo meses antes el almirante Hardy en aguas del Canal, que con sus 37 navíos huyó ante 66 franceses y españoles y en ningín momento fue tachado de cobarde.

Si hubiese Lángara podido entrar en Cádiz con su escuadra a salvo, eran más navíos a sumar a los que disponía Córdoba, que también hay que recordar que se encontraban reparando en el arsenal. Por lo menos podía haber sumado a su escuadra unos pocos navíos más y salir al encuentro de Rodney a su paso hacia el Atlántico. Pero la historia fue de otra manera y ya no hay forma de cambiarla.

Un saludo a todos.


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Buenas.

Segun las fuentes, inglesas o francesas, los S Julian y S Eugenio se acaban perdiendo en las costas, pero no son represados por sus tripulaciones, sino que estas ayudan a marinarlos buques ante la tormenta.
Es ello asi?

Represados en cuando que hubo una lucha posterior al combate, pues no. Tras el combate, los dos navíos fueron remolcados y marinados por los británicos. A causa de la tormenta posterior, los británicos piedieron ayuda a los españoles para salvar a los navíos y su propia vida. Los españoles accedieron a cambio de hacerse con el mando y los británicos prisioneros. Llegaron a Cádiz con los británicos prisioneros.

Hay una versión, en la que los británicos forzaron la despensa durante el temporal y bebieron vino en exceso y en situación tan apurada no estaban en condiciones de controlar el navío San Julián. Bien pudo haber ocurrido este suceso pero dudo que fuese la causa principal de la entrega del navío a su comandante marqués de Medina.

El San Eugenio no se perdió en el temporal, acabó su servicio en 1804. El caso del San Julián es más controvertido. La mayoría de las fuentes afirman que llegó a Cádiz y se perdió a causa del temporal y su mal estado a los pocos días, o por faltarle las amarras. También dicen otras fuentes que es desguazado ese mismo año de 1780 por su mal estado y dado de baja en las listas en 1782.

Buenas.
En la wikipedia por ej en la version inglesa dan por perdidos los 2 buques por el temporal.

Para que te fies de wikipedia y de los britis. Nada nuevo bajo el sol.

Buenas tardes a todos!!!!

Vuelvo a pedir su ayuda!!

He buscado y rebuscado en literatura naval, webs, foros y no he conseguido ningún dato sobre el OB de la armada al mando de Luis de Cordova en el momento del combate de este hilo.

He encontrado lo ya referenciado que de los 26 que tenia, se adelanto con 15 y llego a las cercanias de Cadiz con 11 ...

¿Pero que buques eran estos?

Ya si consigo averiguar numero de cañones montados y capitanes a bordo ...

Bueno, sea el resultado que sea un fuerte abrazo a todos de corazón!



Saludos,
Andreu

PD./ He estado ocupado en un ... bueno ... ya veran proximamente ...

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Pues. . .no se donde has mirado, pero en nuestra web está esto:


https://www.todoavante.es/index.php?titl ... aria._16/I


Ya nos dices si te sirve de algo.


Ah, no estaba al mando de don Luis de Córdova, si no de don Juan de Lángara. A ver si buscas otro combate.


Un saludo.
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Gracias sr. Ensenada pero no es esa la información que busco ...

El OB que vd. me da es el de la armada de Juan de Langara situada en el estrecho y que tenia que unirse a la flota de Luis de Cordova que habia partido de Brest para unirse y atacar al convoy ingles de Rodney.

Se que Luis de Cordova tenia bajo su mando a 26 navio en Brest, que partio solo con 15 ante la lentitud de los preparativos y que tuvo que dejar a 4 en El Ferrol por daños en un temporal.

Querria saber cuales eran esos 15 o 11 buques que podrian haber marcado la diferencia en el combate de cabo de Santa Maria.

Gracias de nuevo!

Saludos,
Andreu

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Pues se me explique.


Porque entonces de donde hay que partir para sacar tus datos es del O.B. de la escuadra española que fue al canal y se quedó en Brest, de donde a su vez salio y en esta ocasión sí estaba al mando de don Luis de Córdova.


https://www.todoavante.es/index.php?titl ... _la_Mancha


A esta le restas la anterior y sólo habrá dudas con los cuatro. Porque tu no buscas un O.B. concreto si no la escisión o división de la escuadra fuerte al mando del jefe don Luis de Córdova en su subida al canal de la Mancha.


Más no se puede hacer.


Bueno te puedo apuntar la escuadra que se quedó en Ferrol al mando del teniente general don Antonio de Arce, compuesta por los navíos: San Vicente Ferrer, insignia; San Luis; San Carlos; San Fernando; Arrogante; Guerrero; Dragón; España; Brillante; Guipuzcoano y Miño.


Ahora si que no hay más.


Un saludo.
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Muchas gracias de nuevo sr. Ensenada

Vere que puedo hacer porque no todos los buques de Langara estuvieron en Brest ... voy a trabajar para poner en orden las listas y vere si puedo luego informarme uno a uno de los navios que bailan en las listas (como el San Jenaro, Santo Domingo, San Justo y San Agustin)

Por cierto, en el OB de 1779 aparece el San Eugenio como buque de 80 cañones cuando tenia 70 y hay una saetia con el nombre de San Agustin (¿llevaba el mismo nombre que un buque de linea de 70 cañones?)

Bueno... me pongo al tajo a ver que saco ...

Saludos,
Andreu

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Estoy en ello pero ahora ya no puedo seguir.


Hay algunos que incluso salieron en la escuadra de Solano a las Antillas y Penzacola.


He visto lo del San Agustín, no se yo, pero si que se dieron casos de repetir santos.


Antes de cerrar rectifico al San Eugenio es una ida de dedos, lo que no es nada raro al manejar tantos al mismo tiempo.


Te cuento cuando lo tenga y a ver si coincidimos, o salimos de dudas.


Un saludo.
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Por los historiales de los buques, que se encuentran aquí también, puedes sacar algo de punta

Van aqui mis primeras pesquisas, leo en la historia de la marina de Cesareo Fernandez, Vol.7, pag. 253:

"Para este segundo punto se dispuso que se restituyese a Cadiz, desde Brest, D. Luis de Cordoba, con sus 16 navios, que unidos a los 10 de los del bloqueo de Gibraltar, al mando de Juan de Langara, serian 26."

De esos 16, descontamos al San Eugenio, Princesa y Monarca que al no quedar maltratados si pudieron unirse a la flota de Langara. Y deberemos tambien descontar cuatro barcos que quedaron en El Ferrol al mando de Ignacio Ponce de Leon.

Si pudiese saber que buques eran esos al mando de Ponce ya tendriamos el OB de Cordova en Cadiz... tq

Saludos

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He mirado y sobre los del mando de Ponce de León, no hay datos.


Tenía algo preparado, no se si se ajusta a los que ya tienes o te puede dar una idea sobre el tema, por ello te doy mis datos y a ver que puedes sacar en claro.


Escuadra al mando del teniente general don Luis de Córdova

Navío Santísima Trinidad, de 120 cañones, insignia. Cmte. Capitán de navío don Fernando Daoiz. Teniente general don Luis de Córdova.

Navío: San Rafael, de 80. Cmte. Brigadier don Juan de Postigo. Regreso.

Navio: San Nicolás de Bari, de 80. Brigadier don Francisco Morales.

Navío: San Pascual, de 70. Cmte. Brigadier don Ignacio Ponce de León. Regresó.

Navío San Francisco de Paula, de 70. Cmte. Capitán de navío don Alonso de Rivas. Regresó.

Navío: Oriente, de 70. Cmte. Capitán de navío don Domingo Perler. Regresó.

Navío: Atlante, de 70. Cmte. Capitán de navío don Antonio Casamara. Regresó más tarde. Junto al Serio.

Navío: Serio, de 70. Cmte. Capitán de navío don Francisco Morales. Regresó más tarde junto al Atlante.

Navío: Galicia, de 70. Cmte. Capitán de navío don Juan Clavijero. Regresó.

Navío: San Pablo, de 70. Cmte. Capitán de navío don Carlos de la Villa. Regresó.

Navío: San Isidro, de 70 Capitán de navío don Justo Salafranca. Salió de Brest el 19 de noviembre entrando en Cádiz con vía de agua.

Navío: San Isidoro, de 68. Cmte. Capitán de navío don Diego Quiroga. Regreso con dudas.

Navío: Astuto, de 60. Capitán de navío don Estanislao de Velasco y Coello. Regresó.


Mira a ver si alguno te coincide, no se si sobran o faltan, pero hay la duda sobre uno, los demás casi seguro regresaron.


Un saludo.
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Se lo vuelvo a agradecer sr. Ensenada por desgracia no me ha sido de mucha ayuda porque esa lista es minimo de marzo-abril de 1780 porque incluye buques de la escuadra de Miguel Gaston. Esos buques partieron de Brest con posterioridad a la salida de la de Luis de Cordoba y tambien sufrieron los temporales llegando a Cadiz separadamente.

Lo que si he hecho es revisar los historiales uno a uno y hasta ahora tengo esto:

Escuadra de observación de Luis de Cordoba en Brest

Santisima Trinidad ------------------ Confirmado en Cadiz por ser el buque de Cordoba.
San Nicolas ------------------------ ?
Monarca --------------------------- Confirmado en Cadiz - Pasa a la flota de Langara
San Pascual ----------------------- Confirmado en Ferrol por estar al mando de Ponce de Leon.
San Rafael ------------------------- Confirmado en Cadiz
San Eugenio ----------------------- Confirmado en Cadiz - Pasa a la flota de Langara
Princesa --------------------------- Confirmado en Cadiz - Pasa a la flota de Langara
Atlante ---------------------------- Permanece en Brest - Pasa a la escuadra de M. Gaston
San Francisco de Asis--------------- Confirmado en Cadiz
San Francisco de Paula ------------- ?
Velasco ---------------------------- Permanece en Brest - Pasa a la escuadra de M. Gaston
Galicia ----------------------------- Confirmado en Cadiz o parece
San Isidro -------------------------- ?
Oriente ---------------------------- Dañado con vias de agua (¿Ferrol?)
San Isidoro ------------------------ ?
Astuto ----------------------------- Confirmado en Cadiz

Saludos

Pd./ ¿Podria haber datos mas precisos en algún archivo? ¿Se podran pedir por correo o habria que ir fisicamente?

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Primero deberíamos centrar el número exacto de ellos que regresaron con Córdova.


Segundo bien por los historiales de los buques o biografías de los mandos, ir descartando hasta centrar el tema.


No conozco ningún dato concreto escrito sobre el regreso de Córdova, de ser así no habría ya dudas. Y dudo que exista documentación al respecto, de lo contrario alguien la hubiera descrito, sólo me queda pensar que exista algún documento de la capitanía del puerto con la llegada de ellos, pero ni idea de donde puede estar, a no ser en el Viso del Marqués, en todo caso yo preguntaría antes si disponen de algo así, y desde luego si dijeran que si habría que acercarse pues el tema va muy lento por otro medio.


Con Gaston se quedaron 20 navíos.


El San Nicolás de Bari después paso con Solano a la Habana y Penzacola.


Con el Oriente no tengo el dato de sufrir vías de agua y en mis papeles regreso sin problemas.


Tampoco hay tantas diferencias con la aportada por mi, pero ya digo que hay dudas.


Un saludo.
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