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Aunque menos numerosas en la Armada española hubo muchas sublevaciones y motines. A diferencia de la británica, los motines en la española implicaban a menos unidades, nunca a una escuadra entera. También se diferenciaban en los motivos. En la británica, la causa principal era el trato cruel e inhumano, en la española era el retraso o incluso la falta de dinero para pagar los servicios.


Empiezo por el que ocurrió en la Habana en 1720 con los tripulantes de los buques mandados por don Francisco Javier Cornejo. Algunos tripulantes se amotinaron y desertaron de sus buques, refugiándose en la iglesia de Jesús del Monte.


El capitán general de la isla de Cuba y gobernador de la Habana, brigadier don Gregorio Guazo Calderón envió tropas para sacarlos de la iglesia. Hubo un conflicto jurisdiccional con el obispo don Jerónimo Valdés. Los marineros, hambrientos, no tuvieron más remedio que salir y entregarse.


Hasta aquí lo poco que conozco del asunto. El resto son contradicciones entre varios autores. La Guardia y Pezuela dicen que fue en septiembre de 1720, José María Blanco Núñez en noviembre. ¿A que barcos pertenecían?. Sariego del Castillo y Pezuela dicen que eran las naves de Cornejo. En esa fecha Cornejo había ya regresado de su expedición a Nueva Providencia y se encontraba preparando su regreso a Cádiz. Blanco Núñez dice que eran los barcos de azogues. Los barcos de azogue eran tres, o cuatro según las fuentes. El navío Begoña, la fragata Infante y el mercante armado Santo Cristo. Estos buques llevaban ya catorce meses en el Caribe cuando ocurrió el motín y en las diferentes comisiones se entremezclaron con los buques de la Armada de Barlovento y la escuadra que dio escolta a esos buques de azogue, además de los buques de Guevara, que según algunos autores colaboró con las tropas de Guazo a rendir a los amotinados.


Tampoco conozco la suerte de los amotinados. Seguramente algunos serían ajusticiados.

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Según dice Pezuela en su Historia de la Isla de Cuba, el 11 de Septiembre de 1720 un centenar de amotinados se hicieron con varios botes y desembarcaron en la playa de Luyanó tras lo cual se dirigieron a la mencionada iglesia a tomar sagrado.

En cuanto a la suerte corrida por estos menciona que, a pesar de la promesa de Cornejo de no aplicarles castigo, el Gobernador Gregorio Guaso ordeno formar breve sumario y a los 3 dias fueron ejecutados. Alguna efemérides anglosajona menciona que fueron ejecutados los cabecillas aunque no he encontrado cuantos fueron estos.

Saludos.