15 de junio


A mediados de junio, las dos primeras torpederas llegadas, realizaron un raid de 13 días haciendo escala en Alicante, Tarragona, Barcelona y Rosas y luego pasaron a realizar funciones de defensa antisubmarina protegiendo la salida y regreso de la Flota republicana a Cartagena.


21 de junio


En ésa fecha, llegaron las otras dos lanchas torpederas tipo G-5 al mismo puerto de Cartagena, a bordo del mercante «Aldecoa», perteneciente a Francisco Aldecoa, propietario de la Compañía Marítima de Nervión, de Bilbao.


Además el buque trajo, ocho torpedos "53-27" de 533 mm., 200 cargas de profundidad de tamaño grande (M-l de 36 kgs.) y de tamaño pequeño (VM de 22 kgs.) y seis ametralladoras DA de 7,62 mm.


28 de junio

Se incorporaron, las otras dos torpederas rusas, recién desembarcadas del «Aldecoa» y, con las cuatro se forma la denominada "Flotilla de Lanchas Torpederas", recibiendo los numerales 11, 21, 31 y 41, que fueron pintados sobre la torre de mando.

Julio: Base de Portman


En el mes de julio de 1937, las cuatro torpederas rusas 5 pasaron al pequeño puerto de Portman antiguo puerto de origen romano, cerca de Cartagena, donde fue instalada su base habitual y definitiva.


En la villa de Portman, en lo que entonces se conocía por la casa grande de Miguel Zapata Sáez, "el tío lobo", se fueron instalando los oficiales y las tripulaciones españolas, así como los oficiales, mecánicos, motoristas e intérpretes soviéticos, que en algún momento llegaron a alcanzar la cifra de doscientas personas, entre ambos grupos.


La zona del muelle del puerto de Portman, fue declarada zona militar y se instalaron alambradas, prohibiéndose el paso a los pescadores del pueblo.


Desde julio de 1937, a las torpederas de la clase G-5 les fue encomendada la misión de salir al encuentro y convoyar a los mercantes «igrek» ("Y") que traían material de guerra desde Rusia de los puertos del Mar Negro, como Feodosia, Kerch, Odessa, Sebastopol, a la España republicana y de éste modo realizar la defensa antiaérea y antisubmarina de los mismos.


La elección de Portman por los marinos soviéticos, como base para instalar a sus lanchas torpederas, no fue el fruto de una mera casualidad.


Once años antes, por Real Decreto de 13 de julio de 1926, se estableció un nuevo Plan de Defensa y Artillado de las Bases Navales españolas.


Este Plan no solo afectó a la propia ciudad de Cartagena, sino también a sus alrededores, entre los que se incluía la bahía de Portman, por su situación geoestratégica.


Se trataba de artillar las nuevas baterías con piezas de costa de 38,1 y 15,24 cms., así como antiaéreas de 10,5 cm, con alcances 35.000 y 21.000 metros, respectivamente para las dos primeras y techo de 7.000 metros para las antiaéreas.


Este nuevo material permitía a Cartagena, evitar un bombardeo naval sobre la Base, al quedar bajo el fuego de éstas baterías de costa los buques de guerra que trataran de efectuarlo a menos de 35.000 metros, lo cual quedó ampliamente demostrado durante la guerra civil española.


Las dos Baterías de Costa de Portman, una de ellas fue situada sobre el monte Las Cenizas, con una cota de 305 metros de altura, fueron instalados dos cañones de 38,1 cm y 45 calibres, Vickers-Armstrong modelo 1926


La otra situada junto al faro de Portman, con una altura de 48 metros sobre el nivel del mar, denominada La Chapa, por estar situada en el cerro de su mismo nombre.


Para dar cobertura antiaérea a éstas dos baterías de costa, en 1931, se emplazó una batería antiaérea, sobre el monte de Las Cenizas, sobre una cota de 280 metros, recibiendo el nombre de batería de Cabo Negrete.


En la batería de costa de La Chapa, fueron instaladas cuatro piezas de 15,24 cm y 50 calibres, modelo Vickers 1923.


En la batería antiaérea de Cabo Negrete, que daba cobertura antiaérea a las dos anteriores, fueron instalados cuatro cañones de 10,5 cm y 43,5 calibres, con montaje abierto, modelo Vickers 1923.

30 de julio: pérdida de la lancha torpedera 41


Según el teletipo oficial de fecha 30 de julio, enviado desde Barcelona por el jefe de las lanchas al jefe del Estado Mayor Central de la Armada, éste día ocurrió el primer incidente grave.


A las 01-50 horas, las lanchas torpederas 31 y 41 fueron atacadas por un "avión faccioso C 55 a la altura de San Pol de Mar", cerca de Barcelona, cuando prestaban escolta a un mercante republicano con material de guerra.


Ambas sufrieron graves daños personales y materiales.


En la lancha 31, resultó muerto el cabo torpedista Ricardo Lage López y heridos el comandante José Ríos Martín, el capitán maquinista Alejandro Silvestre y el cabo motorista Andrés Aneiros.


Según los historiadores rusos M. Monakov y Yuri Ribalkin, aunque en el telegrama oficial (cuya copia se acompaña) no figuran, también resultaron heridos tres tripulantes rusos : el jefe de patrulla, teniente de naíio V.P. Lijoliotov, el mecánico de la flotilla Eremin y el jefe de la sección de motoristas Uzhvenko.


La embarcación, fue alcanzada por 15 impactos que le averiaron uno de los motores GAM 34.


Al alejarse el avión, consiguió con grandes dificultades, atracar en el puerto de Barcelona, pero necesitó una reparación de 25 días.


Por otra parte, la lancha 41, fue atacada por el mismo avión cuatro veces, resultando heridos el cabo motorista Juan Moreno, el marinero Juan Vallejo y el jefe de la sección de motoristas Vrodlivets (que tampoco figuraba en el telegrama).


La torpedera, se vio obligada a seguir rumbo a Barcelona, con un solo motor y a una velocidad de unos 6 nudos.


Perseguida por el avión, la lancha se acercó a la costa para disimular su presencia, pero fue localizada a la altura de Arenys de Mar.


Fue atacada nuevamente tres veces más con proyectiles incendiarios, que le originaron un gran incendio.


La ametralladora antiaérea de la lancha 41, había quedado fuera de combate y la tripulación no estaba en condiciones de repeler el ataque, por lo que se optó por embarrancar.


A las 17- 15 horas, la lancha explotó.


En el telegrama se aseguraba, que en la "lancha 41 muertos no hay", pero según J. Meister, en ésta acción falleció su comandante, el teniente de navío N.A. Lariokov, primer marino soviético muerto en la guerra civil española.


El ataque aéreo fue perpetrado por hidroaviones Heinkel He 59 de la AS/88 de la Legión Cóndor, que avistaron un convoy republicano, a unas 15 millas de Arenys de Mar.


Este convoy estaba compuesto por el mercante griego «Laris» ,que navegaba camuflado como panameño con el nombre de «Chepo» y que venía con un cargamento de armas, escoltado por los destructores republicanos «Almirante Valdés» y «Escaño» y las citadas lanchas torpederas 31 y 41.


Según el parte oficial, a consecuencia del ataque, resultaron alcanzados el mercante con impactos en popa, un destructor,el «Almirante Valdés» con daños a proa y destrozada una lancha (la 41).


En el «Chepo», hubo cuatro muertos y se vio obligado a encallar cerca de Calella, siendo alcanzado de nuevo en la misma playa por una bomba SC 250 que le lanzó un Heinkel He. 59, cuatro días más tarde.

5 de enero


Según un escrito de ésa fecha, enviado por el entonces jefe de Estado Mayor de la Flota republicana, capitán de corbeta, habilitado de capitán de navío Horacio Pérez y Pérez, al jefe de la Flotilla de Lanchas Torpederas, se indicaba textualmente lo siguiente:

"De orden del Mando de la Flota, cuando llegue a esa Base la lancha del ingeniero Negrí (lo que efectuará cuando amaine el tiempo), se servirá Vd. entrenar una dotación para su servicio, avisando cuando esté entrenada para salir dicha lancha para Cataluña acompañada de la C-19 a la que se hará un recorrido general.


El mando de estas dos lanchas lo desempeñará el comandante más antiguo."


De acuerdo con lo anterior, el jefe de la Flota republicana envió un Teletipo urgente al jefe de Estado Mayor de Marina, ordenando textualmente lo siguiente:


"Estando próxima llegar a ésta, según me comunica el Jefe de Flotilla de lanchas torpederas, la construida por Negri, le he dado orden para que inmediatamente que llegue sea probada con torpedos y seleccionada una dotación.


También le ordeno aliste la C-19 para desempeñar larga comisión.


Creo quedará lista plazo 20 días fecha en que calculo lo quedará también la de Negrí.


Si no recibo órdenes en contra las ordenaré salir para Barcelona a las órdenes E.M. de Marina por si considera que sus servicios pueden ser útiles en la Base Naval de Rosas ya que no son aptas para operar con las rusas.


Ruego aprobación a ésta determinación".



5 y 6 de marzo


La gran ocasión de éstos diminutos buques de guerra se produjo a comienzos del mes de marzo de 1938, cuando el mando republicano proyectó una operación contra el fondeadero de Palma, que quedó plasmada en las Ordenes de Operaciones números 142-A, 142-B y 142-C, que daban a conocer los objetivos proyectados, de acuerdo con la propuesta del consejero naval soviético, capitán de navío Nicolaii Alekseevich Piterskü, asesor del entonces jefe de la Flota republicana, capitán de corbeta Luis González de Ubieta y González del Campillo.


La composición de la fuerza participante, quedó articulada en tres componentes a los que correspondía cada una de las Ordenes de Operaciones.


El primero estaba integrado por las tres lanchas torpederas rusas de la clase G-5 supervivientes: es decir, las números 11, 21 y 31.


Las lanchas 11 (insignia del jefe de Flotilla) 21 y 31, deberían salir en la tarde del día 5 de marzo, aprovisionadas de Alicante, para reunirse en la mar a las 18-30 horas, en un punto situado a 14 millas al Este de la bella ciudad alicantina, con los destructores de la 1a Flotilla «Escaño» , «Jorge Juan», «Ulloa» y «Almirante Valdés».


Su misión era atacar durante la noche, a los tres cruceros nacionales «Almirante Cervera», «Baleares» y «Canarias», que según los últimos informes dados por la observación aérea, señalaban su presencia en la bahía de Palma.


Además, la Orden de Operaciones número 142-A llevaba como Anexo, un plano en el que se detallaban la posición de las redes de protección antisubmarina, el fondeadero habitual de los buques de guerra neutrales.


La misión de las lanchas torpederas era, sin duda la más importante y a ella se subordinaban la de los demás componentes de la fuerza.


Una de las medidas previstas por los consejeros soviéticos para enmascarar el fuerte ruido de los motores de las lanchas, consistía en hacer coincidir su aproximación al objetivo con un bombardeo de la aviación republicana sobre la bahía de Palma, según narra en sus memorias el capitán de navío Piterskü.


El segundo componente lo constituía la Flotilla de destructores formada por: el «Jorge Juan» (alférez de navío Ignacio Figueras), insignia del jefe de la Flotilla, teniente de navío, José García Barreiro; «Escaño» (alférez de navío Luis Núñez de Castro Mínguez); «Ulloa» (teniente de navío Diego Marón Jordán) y «Almirante Valdés» (alférez de navío Juan Oyarzábal Oruete) con la misión de: "Convoyar, proteger y aprovisionar a las lanchas torpederas 11, 21 y 31 en su ataque a la Base enemiga de Palma de Mallorca y atacar al enemigo en caso de encontrarlo.

El aprovisionamiento de combustible a las tres lanchas torpederas, se debería realizar por tres destructores designados al efecto, a la altura de la Isla Formentera y duraría una media hora.


A continuación, las tres lanchas proseguirían solas hacia el objetivo.


El tercer componente estaba formado por el grueso de la Flota republicana constituido por los cruceros «Libertad» (teniente de navío, habilitado de capitán de navío Eduardo Armada Sabau) y «Méndez Núñez» (alférez de navío Abelardo López).


En el crucero «Libertad», arbolaba su insignia el jefe de la Flota republicana, capitán de corbeta Luis González de Ubieta y González del Campillo, cuyo jefe de Estado Mayor era el capitán de corbeta, habilitado de capitán de navío Horacio Pérez y Pérez.


A bordo del «Libertad» figuraban entre otros: el consejero soviético, capitán de navío Nikolaii A. Piterskii, el Comisario General de la Flota Bruno Alonso y el 2º jefe de Estado Mayor de la Flota capitán de fragata (Habilitado) José Núñez Rodríguez.


La escolta del grueso de la Flota la formaba la 2ª Flotilla de destructores integrada por: el «Sánchez Barcaiztegui» (teniente de navío, habilitado de capitán de fragata Álvaro Calderón Martínez), insignia del jefe de la 2- Flotilla, capitán de corbeta, habilitado de capitán de navío, Fernando Oliva Llamusí; «Almirante Antequera» (teniente de navío, habilitado de capitán de fragata Ricardo Noval Ruiz); «Lepanto» (teniente de navío, habilitado de capitán de fragata David Gasea Aznar); «Gravina» (teniente de navío José Luis Barbastro Jiménez) y «Lazaga» (teniente de navío Ramón Guitart de Virto).


La misión de éste componente era: "Efectuar una descubierta en dirección Este para proteger a la Primera Flotilla de destructores entablando combate con el enemigo caso de encontrarlo".


La ejecución de estas órdenes no requería más que la confirmación de "la presencia en la bahía de Palma de los tres cruceros enemigos" Almirante Cervera, «Baleares» y «Canarias»".


La aviación republicana ya los había avistado en la mañana del día 5, por lo que el mando, "a la vista de los últimos partes meteorológicos, que eran favorables", decidió aprovechar ésta oportunidad.


Por otro lado, la Flota republicana debería procurar que la permanencia en la mar fuese la mínima. Según el Parte de Campaña Núm. 26 del Estado Mayor de la Flota Republicana, de fechas 5 y 6 de marzo de 1938, el segundo (1ª Flotilla de destructores) y tercer componente (2ª Flotilla de destructores más el grueso de la Flota) recibieron la orden de salir a la mar desde Cartagena a las 15-38 horas y 16-10 horas, respectivamente, mientras que el primer componente (lanchas torpederas) debería salir desde Alicante a las 18-00 horas.

Alcanzado el objetivo, la Flota (el grueso y 2a Flotilla más la 1a Flotilla) se concentraría a las 07:00 horas en un punto situado 6 millas al Sur de Cabo Palos para regresar a Cartagena.


Es decir, la operación tendría una duración máxima de unas 17 horas aproximadamente.


Cuando la 2ª Flotilla de destructores había salido ya de Cartagena, se recibió a las 17:00 horas, a bordo del buque insignia «Libertad» un radiograma cifrado del jefe de los consejeros navales soviéticos, capitán de navío V.A. Alafuzov, comunicando la imposibilidad de salida de las lanchas torpederas a causa del temporal de agua y nieve en la zona de Valencia.


Que había mal tiempo, quedó fehacientemente acreditado en los Radiogramas cifrados Núms. 151 y 154, del día 5, en los que el jefe de la Base Naval de Mahón, informó al jefe de la Flota republicana, a las 16-50 horas. y a las 19-30 horas de la situación meteorológica de la zona, que señalaba a las 18-00 horas "cielo algo nuboso 3 décimas cubierto altos cúmulos marejada, cúmulos-cirrus".


Sin embargo, según Bruno Alonso, Comisario Político de la Flota republicana, el jefe ruso que mandaba las lanchas, no se quiso arriesgar y puso el tosco pretexto del mal tiempo, para hacer fracasar la operación.


También, el gran enfado del jefe de la Flota, capitán de corbeta Luis González de Ubieta, quedó reflejado en el Radiograma cifrado Núm. 185, del día 5 enviado a las 17h. 15m., al jefe del Estado Mayor de la Marina que textualmente decía:


Las lanchas regresaron a Portman pretextando mar. Con esto tiene que suspenderse esta Operación por mucho tiempo.


Informaré de ello verbalmente pues lo sucedido no me sorprende por causas pueden suponerse y que no puedo yo resolver. Ruego se lo comunique a Ministro.


Aquí efectivamente hay un poco de levante que probablemente es local ya que en Barcelona y cabo Creux no hay este viento.


El jefe de la 1ª Flotilla de destructores, teniente de navío José García Barreiro, a las 17-35 horas recibió el Radiograma cifrado Núm 184 del jefe de la Flota, en el que se le informaba que las lanchas habían regresado a Portman" y se le ordenó que "espere órdenes en el sitio encuentro con lanchas por si puede conseguir que salgan".


Tras esperar inútilmente a las lanchas a la altura de Alicante, a las 21-00 horas, mediante Radiograma cifrado Núm. 186, recibió la orden del jefe de la Flota, de hacer una exploración hacia Freu San Antonio-Ibiza recalando a 06-30 horas a 10 millas al E. de Cabo Palos, incorporándose al grueso.


Velocidad de 20 nudos. Y mordazmente se añadía: "Lanchas no han intentado nada como temíamos".


En el puente del «Libertad», el jefe de la Flota republicana, capitán de corbeta Luis González de Ubieta y el consejero naval soviético, capitán de navío Piterskii, analizaron las posibilidades que se les presentaban al quedar descartado el cumplimiento de la misión principal.


Entonces Piterskii, propuso seguir, idea a la que González de Ubieta dio su conformidad, no obstante haber regresado las lanchas a Portman.


Decidida, pues, "efectuar la parte de la operación encomendada al grueso de la Flota", la presencia de la Flota republicana en la mar, condujo al fortuito encuentro nocturno del día 6 de marzo con la Flota nacional, que motivó el torpedeamiento y hundimiento del crucero «Baleares».

2 de mayo


Según radio T.S.H. urgente de la fecha, enviado por el jefe de Estado Mayor de Marina al jefe de la Flota republicana, a las 00 horas de ése día salieron de vigilancia las lanchas 11 y 21 y más tarde entraron en el puerto de Tarragona.


Repitieron vigilancia, la noche del 2 al 3 y la del 3 al 4, recalando en Valencia en la amanecida del día 4.


16 de mayo

Por Orden Ministerial de la fecha, a propuesta de la Jefatura de la Base Naval de Cartagena y de acuerdo con la de la Flota republicana, el Ministerio de Defensa Nacional a través del Subsecretario de Marina dispuso que pasara a depender de la Base Naval de Cartagena, la Base de Lanchas Torpederas de Portman, con todo su personal, enseres y cuantos servicios tuviera la misma establecidos en tierra.


17 de mayo

Según radio T.S.H. urgente de ésa fecha, enviado desde Barcelona, por el jefe de las Lanchas Torpederas al jefe de la Flota republicana, un hidroavión leal Vickers Vildebeest de la extinta Aeronáutica Naval, capotó fuera del puerto de Barcelona, saliendo la lancha torpedera 31 en su auxilio y regresando sin novedad.


Ese mismo día, embarcaron en la referida lancha 31, los cabos radio Ceferino Granja y Plácido Álvarez Ferreiro


22 de mayo

Según radio T.S.H. urgente de la fecha, enviado por el jefe de Lanchas Torpederas, se informaba que la lancha 11, que se hallaba atracada en el puerto de Barcelona, tenía una avería en el colector de escape que la tenía inutilizada por completo, por lo que solicitaba que urgentemente por avión, le remitiesen uno que había en Portman, procedente de la lancha 41, con un peso aproximado de 4 kilogramos.


La reparación, se realizaría en Barcelona, con una duración aproximada de 4 días.


15 de octubre


Mediante escrito de la fecha del jefe de la Defensa Móvil Marítima, capitán de corbeta Federico Monreal y Pilón al jefe de la Flota, se dio traslado de una Orden Ministerial Comunicada de 11 de octubre, en la que se disponía que: la Base de Lanchas Torpederas de Rosas, pasaría a depender de la Jefatura de la Base Naval de Rosas.


La Base de Lanchas Torpederas de Barcelona y Tarragona, dependería de la Jefatura de la Flotilla de Vigilancia y Defensa Antisubmarina de Cataluña.


Y finalmente, la Base de Lanchas de Valencia y Javea, pasaría a depender de la Jefatura de la Flotilla de Vigilancia y Defensa Antisubmarina de Valencia.


5 de noviembre


Ese día, al parecer, durante un bombardeo de aviones nacionales al puerto de Cartagena, una de las bombas cayó tan cerca de la lancha 31 que la hizo zozobrar, siendo reflotada y se procedió a su inmediata reparación.


Noviembre

Al regresar a su país los marinos y técnicos soviéticos, las tres lanchas torpederas rusas de la clase G-5 supervivientes, quedaron bajo mando español, siendo el oficial 2ª Naval Manuel Domínguez Fernández el comandante de la 11; el oficial 1ª Naval José Hermo el comandante de la 21 y el oficial 2ª Vicente Criado el comandante de la 31.


Estas tres lanchas torpederas (11, 21 y 31), al mando del entonces jefe de Flotilla de las Lanchas Torpederas, José Troyano de los Ríos, efectuaron durante este mes de noviembre de 1938, cuatro viajes entre Barcelona-Mahón y regreso, Barcelona-Valencia y Valencia-Portman; todos ellos, a elevadas velocidades de entre 30 y 35 nudos.

3 de enero


El mando de la Flota republicana, al tener noticias de que los nacionales iban a desembarcar en la costa catalana, había ordenado el traslado de la Flotilla de Lanchas Torpederas, desde su base en Portman hasta Barcelona.


En esas fechas, la Flotilla sólo disponía de dos lanchas rusas: la 11 y la 21, pues la 31 estaba en reparación, al resultar averiada en un viaje de Barcelona a Mahón.


El traslado a Barcelona estuvo lleno de dificultades, pues el mal tiempo les obligó a arribar a Javea.


El día 6 de enero, lograron llegar al puerto de Valencia donde sufrieron varios ataques de la aviación nacional.


La 11 varó en Cullera y tuvo que reconocer el casco y los ejes. El día 8 por fin entraron en Barcelona.


El día 13 de enero, a las 19-20 horas con noche cerrada, mientras los cruceros nacionales «Almirante Cervera» y «Navarra» navegaban para situarse por babor del crucero «Canarias», el «Almirante Cervera» avistó una lancha torpedera que, a gran velocidad, intentaba cortarle la derrota, de estribor a babor.


Según, el parte que rindió el jefe de la Flotilla de Lanchas Torpederas, la citada lancha le había lanzado al crucero «Almirante Cervera», dos torpedos a una distancia de unos 250 metros, que le pasaron por popa, no pudiendo utilizar éste, las 3 ametralladoras antiaéreas Rheinmettal-Bórsig de 20 mm.Flak 30, por la proximidad de la lancha (le pasó a 70 metros por popa), ni tampoco la artillería secundaria compuesta por 4 cañones Vickers antiaéreos (A/A) de 101,6 mm., porque se desconocía la situación exacta del «Canarias» y del «Navarra» y su empleo hubiera podido originar una lamentable confusión.


A las 19 horas 23 minutos, después de recibir por radio señal del avistamiento de una lancha enemiga, el «Canarias» dio una guiñada a babor, y al instante, el puesto "A" comunicó haber oído ruido de motores y el puesto "B", señaló "torpedos por aleta de babor".


Dos minutos después el comandante del «Canarias» ordenó caer con toda la caña a estribor, aumentar la velocidad a 25 nudos y tocar zafarrancho de combate.


Algún serviola del puesto "A" aseguró haber oído un silbato, método, que al parecer, utilizaban los comandantes de las lanchas torpederas para dar órdenes, dado el gran ruido que producían los dos potentes motores GAM.


A la llegada a puerto, el día 14 de enero, se supo que las emisoras de radio republicanas dieron por cierto el torpedeamiento de los cruceros nacionales «Almirante Cervera» y «Canarias».


Del análisis del Radiograma N-173, de fecha 15 de enero, enviado por el jefe de Flotilla de las Lanchas Torpederas, se desprendía la autoría de una sola lancha, la 11, de ambos lanzamientos y el conocimiento anticipado y preciso de los movimientos de esta agrupación nacional y hasta del punto de recalada.


Por otro lado, como quiera que la Orden de Operaciones nacional, fue recibida por radio con fecha 12 de enero, del almirante Moreno, Jefe de las Fuerzas del Bloqueo a bordo del «Canarias» cuando estaba fondeado en Pollensa y entregada en mano a los comandantes, el jefe de la División de cruceros, contralmirante Moreu, dedujo en su Parte de Campaña, que el enemigo tenía conocimiento anticipado de los movimientos de los buques nacionales, bien porque estaba en posesión de la clave y captó el radiograma, o bien porque alguien del personal de esa Base o de Burgos había dado esa información; a lo que añadió el almirante Moreno, de puño y letra en una nota al margen, "o de cualquier Departamento Marítimo, por los (radios) sorprendidos".


En el mes de febrero de 1939, y en el Boletín de Información I-400, del Estado Mayor de la Armada, se dieron a conocer importantes detalles del servicio de inteligencia militar republicano.


Este disponía de una red de gonios, dependiente de la Sección de Información del Grupo de Ejércitos, para la localización de los buques de guerra nacionales y, con ayuda del espionaje, mantenía sobre una carta de navegación el dispositivo nacional.


Todos los movimientos se comunicaban al jefe de la Flota republicana, lo que explicaría el último y sorprendente ataque de las torpederas rusas al servicio de la Flota republicana española.

POSGUERRA

Al término de la guerra civil, los nacionales encontraron bastante deterioradas a las dos lanchas torpederas sobrevivientes (11 y 21) en su base de Portman y las incorporaron a la Marina de guerra nacional, recibiendo las denominaciones de LT-15 (ex 11) y LT-16 (ex 21), prestando sus servicios en la Base de Puntales (Cádiz).


Por Orden de 8 de marzo de 1941, se dispuso que la lancha LT-16, por encontrarse lista, pasara a tercera situación, a partir del 1 de enero de 1941.


Con fecha 5 de julio de 1941, fueron nombrados comandantes de las lanchas LT-15 y LT-16, los tenientes de navío Agustín Albarrcín López y José Fernández Cantalejo, respectivamente.


Por Orden de 23 de julio de 1941, se dispuso que por encontrarse lista la lancha LT-15, pasara a tercera situación, a partir del día 10 de julio de 1941.


Por Orden de 15 de diciembre de 1943, se dispuso que la lancha LT-16, pasara a segunda situación a partir del 10 de enero de 1944, quedando afecta al Departamento Marítimo de Cádiz.


Finalmente, por Orden de 12 de marzo de 1946, se dispuso que a partir del 14 de marzo de 1946, las lanchas LT-15 y LT-16, causarán baja en la Lista Oficial de Buques de la Armada, como tales lanchas torpederas, siendo consideradas como embarcaciones menores afectas a sus respectivas dependencias.




Fuentes; RGM marzo 2006, Las Lanchas Torpederas rusas y el hundimiento del crucero Baleares, por el Teniente Coronel de intervención Don Cesar O'Donell Torroba, // Revista Española de Historia Militar nº 72 junio de 2006 por Don Cesar O'Donell Torroba, // Buques de la Armada Española del Siglo XX , por Alejandro Anca // Buques de la Guerra Civil Española, Cañoneros, Minadores y otros Buques de Dionisio García // archivos personales

Aunque quizás esté un poco fuera de lugar, me gustaría reseñar que hace ya unos años, cierto fabricante de maquetas se hizo eco de que en breve iba a sacar estas torpederas a escala 1:35. Todavía no se sabe nada.

Por otra parte, el trabajo y fotografías de este hilo, como siempre, es sobresaliente.

Felicidades compañero Sotacómitre.

Un saludo,

Juan de Carranza

Aparentemente han aparcado el proyecto, tras realizar hace tiempo algunos estudios virtuales en tres dimensiones, después, nada...

Amigo gcoenders, a esa misma me refería.

Un saludo,

Juan de Carranza

Como ya habéis escrito más arriba, las LT-15 y 16 pasaron tras su baja en la LOBA a considerarse embarcaciones menores.
Existe la conjetura de que, una vez en dicha condición, se hayan convertido en lanchas seguidoras de torpedos pertenecientes al tren naval, que llegó a tener cinco o seis numeradas ST-1 a ST-6.
Felicidades por el artículo, pero sobre todo por las fotos. Creía que lo había visto todo en relación con las G-5 españolas, pero aquí he encontrado varias fotos que desconocía por completo.
Saludos

Leyendo el artículo fuente mencionado por Sotacómitre de la Revista Española de Historia Militar nº 72 junio de 2006, me encuentro con la siguiente octavilla distribuida por la República, en la que figura la silueta de tres buques rebeldes, y con la que la Flota Republicana solicita información a los compañeros de la costa.

El asunto no deja de tener su gracia, pues ya me dirán ustedes como se puede exigir certeza, solo con la observación y comparación de esas indefinidas siluetas. Y encima te piden la velocidad.

Y...¡cuidado con equivocarte, que la puedes fastidiar, compañero!

'

Esta muy bien, sobre todo pedir al pueblo que los identifique, que llevasen reloj para la hora (entonces no había productos chinos y no todos llevaban reloj), lo del rumbo ya es para morirse y calcular la velocidad, pues no se yo, pero nunca la pude calcular, en el mío si, pero en otro y a más de una milla, pues como que no.


No está mal la forma de "combatir" al fascismo, así les fue.


Menos mal que no dice que se le tirasen piedras con onda a ver si hacían blanco.


Un abrazo.
.

Hola, respecto al armamento secundario de las G-5 españolas, ahí fuentes en otros lugares que indican que era la DShk de 12’70 mm, me parece un error, si bien es cierto que este arma las montaron bastantes G-5 durante la segunda guerra mundial, dicho modelo era de 1.938, nuestras lanchas llegaron el 1 de mayo y 21 de junio del 37, tampoco veo referencia alguna a esta arma en ningún libro militar, incluso he leído que podría haber sido la versión de 7’62 mm de la DSHK de 12’70 mm, creo que también es un error, de este último modelo se fabricaron muy poquitas, probablemente veo más acertado que fuese la Maxim-Tokarev de 7’62 mm que llegaron el mismo día que las primeras lanchas G-5 el 1 de mayo del 37, pero tampoco se pueden descartar las Maxim de 7’62 mm mod. 1.910/30, aunque este último modelo no era muy acorde para la defensa antiaérea de las lanchas, yo me decanto por las Tokarev…

Por lo que veo han eliminado el proyecto de la lista pública de desarrollos futuros. Nos vamos a quedar sin una interesante caja de montaje.

He encontrado la casa de maquetes semi-artesanales brengun que produce una caja de montaje en resina y metal fotograbado a escala 1/144. A este tamaño la maqueta no llega a 15 cm.

https://www.brengun.cz/e-shop/1-144-cons ... d-xiii-986

Estas maquetas se producen en series cortas, pero por ahora la tienen en catálogo, y he visto que algunas tiendas por Internet la tienen en stock.

Ahora sí que sí. En plástico, a la impresionante escala 1/35. Casa merit. A ver si me la traen los Reyes.

https://merit-intl.com/meritnew/index.ph ... =MIL-63503