Clase: Antelo


Construido por: Constructora Naval Española, ex Vea-Murguía, en Cádiz


Colocación quilla: 20 de marzo de 1901


Botadura: 28 de octubre de 1901


Entrega: septiembre de 1902


Baja: 19 de septiembre de 1931

Desplazamiento máximo: 355 Tm


Eslora máx: 39,50 m.


Manga: 6,81 m.


Puntal: 3,92 m.


Calado máximo: 2,42 m.


Propulsión: máquina vertical de triple expansión de acción directa // una caldera multitubular // una hélice.


Potencia: 650 Cv


Velocidad: 13 nudos máxima.


Autonomía: desconocida


Combustible: carbón


Capacidad: 31,5 Tm.


Dotación: 18

Tras la Guerra del 98, la Armada se enfrentó a una profunda y necesaria reestructuración de todo el material a flote que quedó después de nuestra guerra contra los Estados Unidos, pues buena parte de estos buques se encontraban obsoletos o inútiles para el servicio.


El Ministerio de Marina, con acertado criterio, ordenó una política de bajas que derivó en la venta por gestión directa de muchos de ellos, pero esta decisión provocó a su vez una grave carencia en nuestra flota, al no poder reemplazar con nuevas unidades las que se retiraban debido a la difícil situación económica por la que atravesaba el país en aquellos momentos


Dentro de este contexto se enmarca el Real Decreto de 3 de enero de 1900, que autorizó la construcción de un remolcador para el servicio de arsenales, especificando que la adjudicación del mismo se haría "sin las formalidades de subasta dada la urgente necesidad de disponer de él en el menor plazo de tiempo posible".


Como consecuencia directa de la norma citada sería el Antelo, el primer buque que tuviera el honor de ser la primera unidad, sin temor a equivocarnos construida para la Armada en el siglo XX.


De la construcción del mismo se encargó la sociedad llamada "La Constructora Naval Española" de Cádiz, que no era otra que la "Vea Murguía, Noriega y Cía." responsable de la construcción de mi querido Crucero Protegido Emperador Carlos V.


La quilla del entonces denominado simplemente como Remolcador Número 1 se coloco en marzo de 1901, para lanzarse al agua en el mes de octubre siguiente.


De muy buenas condiciones marineras, sus características eran las siguientes: 39,50 metros de eslora; 6,81 de manga; 2,42 de calado; y 3,92 de puntal.


Desplazaba335 toneladas a plena carga.

La máquina era vertical de triple expansión de acción directa le daba una potencia máxima de 650 caballos, alcanzando una velocidad de 13 nudos.


La dotación estaba compuesta por:


Un contramaestre mayor de 2a clase como patrón,

Un primer maquinista,

Un tercer maquinista,

Quince marineros.


Las pruebas de amarras y de estabilidad se verificaron a finales del mes de enero de 1902, entregándose a la Armada en el Arsenal de La Carraca a comienzos de abril, desde donde viajó inmediatamente a prestar servicio en el Arsenal de Ferrol.


Como ya se ha comentado, al principio se le denominó, como Número 1, para más tarde, en enero de 1905 y a propuesta del Capitán General del Departamento de Ferrol, asignársele el nombre de Antelo.


La figura del personaje a que debe su nombre: fue Don Andrés Antelo, nacido en Ferrol, y operario de este arsenal en los últimos años del siglo XVIII, se distinguió por su gran inventiva e ingenio; entre otros trabajos participo activamente en la construcción de las bombas del dique número 1 del astillero ferrolano, además de dotar de reloj a la torre de la catedral de Santiago.


Un hecho poco conocido es que el Antelo tuvo el honor de ser uno de los primeros buque portaminas (en concepto moderno) que tuvo la Armada Española.


El 26 de junio de 1915 se dispuso su transformación para este propósito como resultado de las enseñanzas de la Primera Guerra Mundial en el mar, dotándosele de los medios necesarios para que fuera posible desde el mismo la conducción y lanzamiento de minas submarinas.

Estos trabajos fueron realizados por la "Sociedad Española de Construcción Naval" en su factoría ferrolana, ascendiendo su importe a 6.487 pesetas de la época.


En el dilatado historial del Antelo nos encontramos con la varada que sufrió el 26 de abril de 1917 cerca del cabo Prioriño Chico.


A pesar de lo aparatoso del accidete, el buque sólo hacía un poco de agua por la cámara de máquinas y la popa, ya que las piedras sobre las que quedó no penetraron en el casco.


Rápidamente acudió a su auxilio el acorazado Alfonso XIII, descargando las minas que tenía a bordo para así facilitar su rescate.


Al día siguiente se le intentó reflotar sin éxito con la ayuda del remolcador civil Consort, pasando a encargarse de los trabajos para su recuperación la Sociedad de Salvamento de La Coruña, que tras llegar a un acuerdo con la Armada por el cual si conseguía liberarlo cobraría una prima de 50.000 pesetas, consiguió ponerlo de nuevo a flote el 3 de mayo.


El 14 de marzo de 1919 tuvo que perseguir por la Ría ferrolana al submarino alemán UC48, que recordemos que el 23 de marzo de 1918 permanecía internado en Ferrol a causa de las averías producidas tras entablar combate con tres barcos enemigos.


Esta acción fue protagonizada por su comandante, el T.N. Helmuth Lorenz, que prefirió hundir su sumergible a la salida de la ría antes que entregarlo al enemigo, aprovechando una autorización del Jefe del Arsenal para que probara las máquinas de su nave dentro de la dársena.


No sería el Antelo, al mando del Contramaestre Mayor de Segunda D. Antonio Torrente López, el único buque español que intentó interceptarlo, ya que el crucero Río de la Plata abrió fuego sobre él, así como el torpedero 41 (ex Halcón] que regresaba de La Coruña.


Mientras que se pensaba que el objetivo del U-boot no era otro que escapar, pues aparentemente se sumergía con este objetivo, pronto se comprobó que los tripulantes escapaban de él, siendo recogidos de las frías aguas al poco tiempo por los buques perseguidores.

Un hecho poco o nada conocido del historial del remolcador es su abordaje al "bote automóvil grande" perteneciente a la Comandancia General del Arsenal ocurrido el 31 de octubre de 1921 poco después de la botadura del Cristóbal Colón un vapor de la Compañía Transatlántica.


A primeras horas de la tarde de aquel día el citado trasatlántico había tocado las aguas de la ría con toda felicidad ante la presencia de numeroso público que tanto a pie de grada como embarcada en pequeños botes no querían perder detalle de tan magno acontecimiento.


El patrón del Antelo, el citado Contramaestre Mayor D. Antonio Torrente, había recibido órdenes para conducirlo al Arsenal, por lo que una vez verificada la ceremonia de la botadura ordenó a su maquinista "avante poca" y puso rumbo hacia él para tomarlo a remolque.


Paralelo a él, por la banda de estribor, navegaba una lancha de vapor que transportaba a unas sesenta personas.


El Sr. Torrente, al ver como de manera repentina la lancha se le echaba encima, y con el fin de evitar el abordaje, ordenó meter la rueda toda a babor, parar máquinas, para seguidamente mandar dar atrás a toda fuerza.


A pesar de la rápida maniobra, fue inevitable que ambos cascos se rozaran; al igual que fue inevitable que el "bote automóvil chico" patroneado por el Contramaestre Mayor D. Toribio Montero, afecto al servicio de la Comandancia General del Arsenal, que a su vez remolcaba el "bote automóvil grande" en el que se encontraba toda la familia y varios amigos de aquella autoridad, y ante el cambio de rumbo del Antelo, se encontrara sin quererlo de repente cruzando la proa de estribor a babor del remolcador.


A pesar de los gritos que desde el Antelo, y de que en el último momento el Sr. Montero mandó a su timonel largar el remolque, el impacto recibido por el costado de babor con el tercio de estribor del Antelo con aquel, hizo que naufragara irreversiblemente.


Con el fin de que los náufragos no fueran destrozados por la hélice del remolcador, su patrón ordenó parar máquinas y recogerá la gente, si bien aquellos fueron rápidamente rescatados por el resto de embarcaciones que se encontraban en las inmediaciones del accidente.

El Comandante General del Arsenal, Vicealmirante D. Emiliano Enríquez Loño, que ordenó de forma arbitraria la prisión preventiva del Sr. Torrente, designando al día siguiente del suceso al capitán de corbeta D. José María Meras Pico como Juez Instructor del oportuno procedimiento judicial para esclarecer los hechos que comenzaría a instruirse veinticuatro horas después.


Dicho magistrado, luego de tomar declaración al encausado, consultó al Capitán General del Departamento, Almirante Ignacio Pintado Gougn; sobre la pertinencia de que el suboficial continuara detenido en base al posible carácter judicial del procedimiento.


Al día siguiente la Superior Autoridad consideró que al tratarse de un abordaje entre un buque de guerra y un bote perteneciente a la Marina no cabía tal posibilidad, ordenando que fuera dejado en libertad antes de que se cumplieran setenta y dos horas desde que fuera detenido, dictando el Sr. Heras de inmediato la oportuna providencia para que se llevara a efecto su excarcelación.


El día 4 se realizaría en "La Fosa" una inspección ocular del bote siniestrado, resultando que a tres metros y cuarenta centímetros de la popa y a cinco metro de la proa presentaba el costado de estribor cortado hasta la quilla entre otros importantes desperfectos.


También, como no podía ser de otra manera, tomó declaración del patrón del bote así como de la marinería de ambas embarcaciones, dándose por concluidas las diligencias el día 10 de noviembre.


El Acta fechada el dieciocho de noviembre siguiente que daba fe de la reunión de la "Junta de Asistencia" presidida por el Almirante General del Departamento y a la que fueron convocados el Comandante General del Arsenal y los contralmirantes Jefes de Estado Mayor y de Armamentos, respectivamente, D. Antonio Rojí Echenique y D. Eloy Montero Santiago, capitán de navío D. Luis Pasquín Reinoso y el segundo Jefe de Estado Mayor D. José María Franco de Villalobos, actuando como secretario, y con el fin de informar respecto al incidente llegó a la conclusión de que:


Se hicieron todas las maniobras posibles para evitar o detener el abordaje, juzgaron, por unanimidad, ser un accidente de mar inevitable dadas las circunstancias expuestas, considerando no haber lugar a responsabilidad alguna por ninguna de las dos partes.


En octubre de 1929 el Antelo participaría aguas del archipiélago balear en las más importantes maniobras navales que hasta esa fecha había efectuado la Armada Española, participaron un total de 58 unidades divididas en dos bandos, y que fueron dirigidas personalmente por el Ministro de Marina, D. Mateo García de los Reyes.


Fue precisamente en aquellos ejercicios cuando ocurriría a su bordo un hecho sumamente trágico, pues encontrándose el Antelo navegando frente a Valencia, murió su comandante, el alférez de navío Velasco Romero.


El Antelo continuó realizando sus labores habituales durante el resto de su vida operativa hasta que fue dado de baja en las listas de la Armada el 19 de septiembre de 1931



Fuentes:
Remolcadores y Lanchas Remolcadoras de la Armada, 186-1940, de Alejandro Anca.
Buques de la Armada Española del siglo XX, de Alejandro Anca.
Revista Vida Marítima, Año 1. Num. 17 de 20 de Junio de 1.902