El 29 de noviembre, el Pelayo, convoyado por el crucero Cataluña zarpa de Mahón con destino a Cartagena. De este último puerto ha salido el Princesa de Asturias para relevar al acorazado.

En diciembre se presenta al Congreso el Proyecto de Fuerzas Navales para el año 1913. Dice lo siguiente:

Escuadra de Instrucción.- Plana Mayor de la Escuadra y de la primera y segunda división, doce mese en tercera situación. Buques que componen las dos divisiones de la Escuadra: acorazado España, seis meses en período de pruebas y seis meses en tercera situación; acorazado Pelayo, seis meses en reserva de primer grado y seis en tercera situación; crucero protegido de primera clase Emperador Carlos V, doce meses en tercera situación; crucero protegido de primera clase Princesa de Asturias, doce meses en tercera situación; crucero protegido de primera clase Cataluña, doce mese en tercera situación; crucero de segunda clase Reina Regente, doce meses en tercera situación; crucero Extremadura, doce meses en tercera situación; crucero Río de la Plata, doce meses en tercera situación; contratorpederos Osado, Audaz, Proserpina y Terror, doce mese en tercera situación.

Buques para comisiones en las posesiones de África, Canarias, Baleares y servicios de aguas jurisdiccionales.- Cañonero Infanta Isabel, doce meses en tercera situación; cañonero Doña María de Molina, doce meses en tercera situación; otro cañonero del mismo tipo, doce meses en tercera situación; otro cañonero del mismo tipo, doce meses en primera situación. Cañoneros Laya, Bonifaz, Lauría, General Concha, Marqués de Molins, Hernán Cortes, Nueva España, Temerario, Vasco Núñez de Balboa, Mac-Mahón y Ponce de León, todos ellos en tercera situación; lancha cañonera Perla, doce meses en tercera situación; guardapescas Dorado, Delfín y Gaviota, doce meses en tercera situación; lancha Cartagenera, doce meses en tercera situación; cinco escampavías, doce meses en tercera situación.

Servicios especiales.- Aviso Urania, doce meses en tercera situación; aviso Giralda, seis meses en tercera situación y seis en reserva de primer grado; transporte Almirante Lobo, doce meses en tercera situación.

Buques escuela.- Corbeta Nautilus, doce meses en tercera situación; corbeta Villa de Bilbao, doce meses en situación especial, afecta a la Nautilus.

Contratorpedero y torpederos.- Contratorpedero Bustamante, doce meses en tercera situación; torpederos de primera clase números 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7, doce meses en tercera situación; torpederos de primera clase 41 Halcón, doce mese en tercera situación; torpederos de segunda clase 42 Orión, 43 Ordoñez, 44 Acevedo y 45 Habana, doce meses en tercera situación.

Estaciones torpedistas.- Mahón-Fornells, un mes en tercera situación y once meses en reserva de segundo grado; Cádiz, un mes en tercera situación y once mese en reserva de segundo grado; Cartagena, un mes en tercera situación y once meses en reserva de segundo grado; Ferrol, tres meses en tercera situación y nueve meses en reserva de segundo grado.

Buques desarmados.- Guardacostas Numancia, en cuarta situación todo el año.

Para finalizar este año 1912, un apunte.

En el libro Buques de la Armada Española a través de la Fotografía (1849-1900), de D. Agustín R. Rodríguez y D. Juan Luís Coello, se dice lo siguiente:

Poco después volvió a Marruecos, participando en un simulacro de desembarco sobre la bahía de Alhucemas, en pleno corazón del Rif, preludio del decisivo que tendría lugar en aquel mismo escenario en septiembre de 1925 (página 135).

De este episodio señalado en el libro mencionado, se nos dice que se produjo en el año 1912. Pues bien, he buscado a fondo información en este sentido, no encontrando nada que me indique que el simulacro de desembarco se llevara a cabo este año. Creo más bien, que el episodio al que se refieren los autores del libro, es el protagonizado por el Pelayo sobre los poblados de Tensaman el 15 de septiembre de 1911, y que ya narramos anteriormente (ver año 1911).

El Pelayo visto por su proa. La pieza que asoma en la parte alta de la roda es una Schneider-Canet de 14 centímetros (Fuente: fotografía cortesía de D. José Ramón García Martínez).

1913

Antes de comenzar con el nuevo año 1913, una aclaración. Decia al final del año 1912, que en el libro Buques de la Armada Española a través de la Fotografía (1849-1900), sus autores escriben que el Pelayo participo en un simulacro de desembarco en las costas de Alhucemas en 1912.

Bien, no es la única fuente que asegura este extremo. En su libro El Acorazado Pelayo, D. Alejandro Anca nos dice lo siguiente:

En este año, 1912, se recrudeció la actividad rebelde en Marruecos, que hizo que al Pelayo se le incorporase a la agrupación naval enviada a la zona al mando del capitán de navío Carlier, que realizó un simulacro de desembarco en Alhucemas para distraer la atención de las cábilas que frecuentemente surgían frente a nuestras posiciones en Melilla.

Es el problema de consultar seis o siete fuentes diferentes, de vez en cuando uno se despista.

Pero vayamos al grano, sigo insistiendo en que yo creo que el simulacro de desembarco se dio en septiembre de 1911, he vuelto a repasar los periódicos de la época, y nada encuentro que asevere que el simulacro se realizo en 1912. Pero, como no quiero, ni mucho menos, cuestionar la opinión de tan ilustres historiadores, dejo expuesto este comentario y prometo revisar, más a fondo si cabe, el asunto. La “cosa” tardara un poco, ya que tanto D. Agustín como D. Alejandro, no sitúan el desembarco en un mes concreto, lo que me llevara a repasar la prensa de la época día a día.

El ocaso.

En octubre de este año, el nuevo y flamante acorazado España, entra en servicio con la Armada Española. Como dice D. Alejandro Anca: “este hecho marco un punto de inflexión en la importancia del Pelayo como “Capital Ship” dentro de nuestra marina”. Comenzaba para nuestro Solitario una lenta pero inexorable cuenta atrás. Cuenta atrás, en la que nuestro viejo pero orgulloso buque, cumpliría con gallardía todas y cada una de las misiones que se le encomendaron.

El 14 de enero, nos dice La Correspondencia de España, embarca en el Pelayo el primer condestable D. Ginés Hernández, y el 5 de marzo, el ministro de Marina, pone a la firma de S.M. el Rey un Real Decreto confiriendo el mando del acorazado, al capitán de navío D. Pedro Vázquez y Pérez de Vargas (coincide con el listado de D. Alejandro Anca).

El 5 de febrero, fondeado en Cartagena, es visitado por el ministro de Marina que pasa revista a las fuerzas de infantería de marina que le rendían honores. El 28 de este mismo mes, el periódico La Vanguardia informa que, ha sido puesto a disposición de la Autoridad de Marina por el juzgado del distrito de la Lonja, el desertor del acorazado Pelayo Antonio Rus García.

Entre mediados de marzo y finales de abril, encontramos al Pelayo moviéndose entre Santa Pola y Cartagena. En el último puerto citado lo encontramos fondeado el 24 de abril. El 10 de mayo, en Cartagena, una lancha del Pelayo abre fuego sobre el vapor Pinta con la intención de sumergir el buque, a bordo del mismo se ha declarado un importante incendio siendo inútiles los esfuerzos para extinguirlo, los disparos de la lancha no logran el objetivo deseado.

Entre junio y octubre encontramos al Pelayo en una constante ida i venida, desde los puertos españoles del sur, principalmente Cádiz, hasta las plazas del norte de África, principalmente Tánger.

06-06-1913.- Fondea en la Carraca y recibe órdenes de estar preparado para su probable marcha hacia las costas africanas.
07-06-1913.- El periódico La Vanguardia informa que nuestro buque ira a Ceuta, desde donde vigilara la costa entre Benzu hasta Río Martín.
12-06-1913.- Se recibe en San Fernando un telegrama procedente de Alhucemas participando que el Pelayo y el crucero Reina Regente han llegado a las tres de la tarde procedentes de Cádiz. El telegrama añade, que los dos buques utilizando su artillería de gran alcance, comenzaron a cañonear en seguida a los moros que ocupaban la playa y las alturas cercanas a Alhucemas.

Con respecto a este último asunto, es posible que sea el mismo episodio que D. Alejandro Anca nos narra en su libro El Acorazado Pelayo, página 22:

En junio de 1913 en compañía de los cruceros Carlos V y Reina Regente patrullan entre Ceuta y Río Martín, bombardeando los aduares situados entre Alcázar-Seguer y Punta Malabata.

Lo único que no coincide es la presencia del crucero Emperador Carlos V, fondeado en el Ferrol en esas fechas. Posteriormente, la prensa de la época informa de un nuevo bombardeo de la costa por parte del Reina Regente, pero no he encontrado ningún episodio, en el transcurso de junio, en que los tres buques aparezcan juntos.

14-06-1913.- Lo encontramos fondeado en Tánger. Siendo visitado por el encargado de negocios y el secretario, Sres. Cano y Muguiro.

29-06-1913.- Lo volvemos a encontrar fondeado en Tánger, siendo recibidos a bordo nuestro representante en la ciudad Sr. López Roberts, y los Sres. Cano y Muguiro.
08-07-1913.- El periódico La Correspondencia de España informa que, ha sido destinado al acorazado el segundo médico, D. Pedro Amalio Pérez.
27-08-1913.- Se informa que el Pelayo y los cañoneros Infanta Isabel y Laya han fondeado en Cádiz.
29-08-1913.- Se informa que el buque ha zarpado con rumbo a Tánger, en esta ciudad sustituirá al crucero Princesa de Asturias. Fondea en este último puerto el día 30.
12-09-1913.- Fondea en Cádiz procedente de Tánger.
20-09-1913.- Emprende nuevamente viaje a Tánger, donde fondea el 22, relevando al crucero Río de la Plata que marcha a Ceuta.
21-09-1913.- Se informa que han sido destinados al buque los primeros maquinistas D. Juan Benito Méndez y D. José López, ambos habilitados como maquinistas mayores de segunda.

Del 8 al 13 de octubre del mismo año, y con motivo de la visita del presidente de la República Francesa a nuestro país, se concentro en Cartagena gran parte de la Escuadra, formada ésta por el España, Pelayo, Carlos V, Princesa de Asturias, Reina Regente, Río de la Plata, Extremadura, Audaz, Proserpina y Osado, revistando en compañía de nuestro Rey dicha flota. Durante su estancia, ambos Jefes de Estado se entrevistaron a bordo del Giralda, asegurando Alfonso XIII la neutralidad de España si llegaba a estallar un conflicto bélico generalizado en Europa. Terminadas las conversaciones, el mandatario francés embarcaría en el acorazado Diderot que le conduciría hasta Marsella. (El Acorazado Pelayo. Alejandro Anca).

También en el libro Buques de la Armada Española a través de la Fotografía (1849-1900), página 135, se asegura la presencia de nuestro buque para la ocasión señalada.

Bien, tras repasar la prensa a fondo, estoy en disposición de asegurar que nuestro Pelayo no estuvo en Cartagena en aquellas fechas. No estuvo en la visita del presidente francés, ni en la posterior ceremonia de entrega de la bandera de combate al acorazado España. Valga como muestra lo siguiente:

La Correspondencia de España, 9 de octubre de 1913.

Cartagena (miércoles tarde).- La bahía presenta un aspecto magnífico, pues, además de los buques franceses, están fondeados el acorazado España, los cruceros Reina Regente, Carlos V, Princesa de Asturias, Cataluña y Extremadura; los destroyers Proserpina y Audaz, y los torpederos 1, 2, 3, 4, y 5, de reciente construcción.

El periódico El Imparcial, con fecha 10 de octubre de 1913 confirma la presencia de los mismos buques citados por La Correspondencia de España, también lo hace La Época con fecha 9 de octubre. Otro dato significativo es que los dos periódicos dan como insignia de la Escuadra Española al crucero Carlos V. Y como colofón, este otro dato sacado también de La Correspondencia de España y de La Vanguardia:

14-10-1913.- Fondeado en Tánger, el Pelayo saluda con su artillería la llegada de una escuadra francesa formada por los acorazados Patrie, Democratie, Republique y Justice, y los cruceros Jules Ferry y Edgard Quinet.

Todo apunta a que nuestro buque está fondeado en Tánger desde el día 22 de septiembre. De hecho, ninguna de mis fuentes habituales sitúan al Pelayo en Cartagena.

12-11-1913.- Se informa que ha sido destinado al buque, el primer médico D. Joaquín Sancha.

Benemérita fue la protección que el 26 de diciembre de 1913 ejerció, junto al Extremadura, Proserpina y Lauria ante la varada de un buque inglés cerca de Ceuta, sin duda para evitar hechos tan luctuosos como los ocurridos a la dotación del cañonero General Concha meses antes. (El Acorazado Pelayo. Alejandro Anca).

Se trataba del vapor inglés Ludgate, de la matricula de Londres, de 6.000 toneladas (otras fuentes hablan de 2.300 toneladas) y con un cargamento de carbón mineral, encallado en la segunda cala, entre Ceuta y Tánger. El buque comunico por la telegrafía sin hilos con Gibraltar su situación, acudiendo al lugar varios buques de salvamento, que fueron tiroteados desde la costa africana. El primer buque de guerra en llegar a la zona para prestar protección fue el crucero Extremadura, posteriormente lo harían el Pelayo y el destructor Proserpina. El 27, los moros vuelven a hostilizar al buque inglés. El comandante del Pelayo, que se encontraba protegiendo los trabajos de salvamento, hizo que un destacamento (40 hombres) del mismo pasara a bordo del Ludgate con cañones de tiro rápido. Con los disparos de estos y el respaldo de proyectores, se consiguió poner en fuga a los atacantes. El 28, puesto ya a flote, el vapor llega al puerto de Gibraltar.

El 24 de diciembre el buque zarpa desde Cartagena con destino a Tánger, donde sustituirá al crucero Princesa de Asturias, que regresa a Cádiz.

Vista del Pelayo por su amura de estribor. Cartagena, 1918 (Fuente: fotografía cortesía de D. José Ramón García Martínez).

1914

La primera mitad de este nuevo año encontramos al Pelayo, como viene siendo habitual, recorriendo los puertos del sur de España y las plazas africanas, Tánger se ha convertido en uno de sus principales fondeaderos, pero el inicio de la Primera Guerra Mundial obliga al gobierno de España a modificar el despliegue de la flota. El Pelayo es enviado, junto con cuatro torpederos, a Palma de Mallorca como medida de precaución. Desde agosto, hasta la finalización del año, nuestro buque se moverá exclusivamente entre Palma y Cartagena con alguna pequeña “incursión” por el Estrecho de Gibraltar.

El viernes 23 de enero el Pelayo fondea en Cádiz procedente de Tánger, al día siguiente entrara en la Carraca para carbonear.

La Época, 6 de marzo de 1914.

Cartagena 6.- Procedente de San Fernando ha llegado a Santa Pola el acorazado Pelayo, que todos los días sale a alta mar para hacer ejercicios de tiro. Se le espera uno de estos días en Cartagena.

El 27 de abril fondea en Tánger.

El viernes 8 de mayo, el acorazado fondea en Ceuta procedente de Tánger. A bordo viaja el jefe de la segunda división de la Escuadra, general D. Miguel Márquez. El 11 de este mismo mes lo encontramos zarpando desde Algeciras con rumbo a Puente Mayorga, donde tomara carbón, y el 13 fondea en la ensenada de Río Martín. El 31, fondeado en Cartagena, se procedió (a bordo del buque) por parte del comandante de la segunda división de la Escuadra a la imposición de la Cruz Laureada de San Fernando al teniente de navío D. Rafael Ramos Izquierdo, por su heroica defensa del cañonero General Concha.

El 29 de junio se encuentra fondeado en Ceuta, preparando su marcha hacia Melilla.

El domingo 12 de julio el Pelayo, fondeado en Tánger, es visitado por el conde de Romanones, unos días más tarde, el 13, cambia los saludos de ordenanza con una escuadra italiana, que fondea en la plaza, compuesta por los buques Etna, Américo Vespucio y otro buque no identificado. El 14 fondea en Cádiz.

La Vanguardia, 30 de julio de 1914.

Cádiz.- Ha zarpado el acorazado Pelayo. También ha zarpado para Larache el vapor Canalejas.

El Pelayo, el Cataluña y el Princesa de Asturias saldrán para las Baleares, donde se les incorporaran el España y varios torpederos que forman la división naval del Mediterráneo.

El día 4 de agosto el Pelayo fondea en Mahón. El 23, el periódico La Vanguardia informa, que han sido pasaportados a Mahón, con destino al Pelayo, 16 condestables y un maquinista. Este mismo periódico, con fecha 18 de septiembre, informa que también se ha pasaportado a Mahón, con objeto de incorporarse al buque, el sargento de Infantería de Marina D. José López.

A mediados de octubre, es pasaportado para Mahón el capitán de fragata, D. Rafael Guerra, nombrado recientemente segundo comandante del acorazado.

La Vanguardia, 24 de octubre de 1914.

El acorazado Pelayo, fondeado en el puerto de Mahón, ha recibido orden de marchar a Cartagena para entrar en dique, acompañándole a la ida los torpederos números 2 y 6, y al regreso los 4 y 5.

El 5 de diciembre el Pelayo y el crucero Cataluña fondean en Cartagena. Nuestro buque ya no saldrá de este puerto en lo que resta de año.

Vista del Pelayo por su aleta de babor, fondeado en Barcelona. Fotografía anterior a su modernización. (Fuente: http://www.diba.cat/).

1915

Apenas tenemos noticias de nuestro buque en el transcurso de 1915. Las islas Baleares siguen siendo su fondeadero habitual, realizando viajes a Cartagena para reparar ligeras averías y limpiar fondos.

Lo cierto es que cada vez hay menos noticias del Pelayo, parece como si nuestro buque, cuanto más se acerca su final, más discreto se vuelve.

08-01-1915.- Lo encontramos fondeado en Cartagena.
16-03-1915.- Es nombrado comandante del Pelayo, en sustitución de D. Pedro Vázquez y Pérez de Vargas, el capitán de navío, D. José Gutiérrez Sobral (coincide con el listado de D. Alejandro Anca).
31-03-1915.- Cumpliendo órdenes del ministro de marina, zarpa de Cartagena con destino a Palma de Mallorca. Permanecerá en las islas el tiempo que dure la ausencia del crucero Princesa de Asturias, que presta servicio de apostadero.
10-04-1915.- Es pasaportado para el Ferrol el tercer comandante del buque, capitán de corbeta, D. Alfonso Vázquez y Díez.
11-04-1915.- En el vapor Miramar es embarcado el marinero desertor del Pelayo José Torrellas Valls.

La Vanguardia, 29 de julio de 1915.

De Gobernación.

Dicen desde Algeciras que desde el acorazado Pelayo, situado en el Estrecho de Gibraltar, se vieron anoche grandes hogueras en el territorio de la cabila de Anghera. Supónese que su objeto fuese hacer un llamamiento a los moros de otras cabilas.

27-09-1915.- Zarpa de Cartagena con destino a Palma de Mallorca, con objeto de relevar al Pelayo, el crucero Cataluña.
29-09-1915.- El Pelayo zarpa con destino a Cartagena.
01.10-1915.- El buque fondea en Cartagena. Entrara en el dique para limpiar fondos.
08-11-1915.- El juez instructor del acorazado interesa la comparecencia del marinero Baltasar Cañada Hervadas, procesado por el delito de deserción.
16-11-1915.- El acorazado fondea en Palma de Mallorca.
18-11-1915.- Un falucho tripulado del acorazado colabora en las labores de salvamento y posterior recuperación de un bote de pesca zozobrado en la bahía de Palma.
21-12-1915.- Embarca en el Pelayo el teniente de navío, D. José Rodríguez y García.
24-12-1915.- Con motivo del santo de S.M. la Reina, el Pelayo y el fuerte de San Carlos hicieron las salvas de ordenanza.

Diagrama del Pelayo cortesía de Ensenada. El mismo también se puede contemplar en las páginas centrales del libro "El Acorazado Pelayo", de D. Alejandro Anca Alamillo.

1916

El 20 de enero, el acorazado zarpa desde Palma de Mallorca con destino a Cartagena con objeto de carbonear y reparar ligeras averías, es sustituido por el crucero Princesa de Asturias.

El lunes 31 de enero la guardia civil intercepta a dos marineros cerca de Albatera, que trataban de esconderse en el reservado de un tren. Detenidos e interrogados, ambos confiesan ser desertores del acorazado Pelayo, del que se fugaron el día 23. Se trataba de los marineros Antonio Selfa, de veintiún años, natural de Alicante, y Emilio Palls Borrell, de veinte años, natural de Alcoy. Conducidos a Torrevieja, fueron puestos a disposición de las autoridades de Marina.

El sábado 12 de febrero, el periódico La Vanguardia informa que el acorazado esta nuevamente fondeado en Palma de Mallorca, y que ha recibido órdenes de partir al día siguiente con rumbo a Mahón.

La Vanguardia, 29 de marzo de 1916.

Cartagena.- El acorazado Pelayo ha recibido órdenes del ministerio de Marina, de que se encuentre preparado para salir en comisión de servicio al primer aviso.

El 29 de junio, en una operación combinada del Ejército y la Armada contra la cabila de Anyera, el Pelayo, junto a los cañoneros Don Álvaro de Bazán y Bonifaz, bombardea posiciones enemigas en los enclaves de Uad el Marsa, barranco de Aui Xixa, poblados de Haudek Yebel dalia, Hauma, parte baja de Alcázar-Seguer, Hasaana, poblado de Melíex, poblado de Uad el Liau y el de Haudak Sarara. Mientras, columnas del Ejército partian desde Tetuán, Ceuta y Laucien. Se trataba de tomar Alcázar-Seguer y otro punto de la costa, con lo cual se cerraría la zona internacional, quedando los anyerinos encerrados en un círculo.

Según nos cuenta D. Alejandro Anca en su libro El Acorazado Pelayo, “el bombardeo fue asesorado por dos moros conocedores del terreno (Hamed Beu Mohamed El Fasi Bulaixix y Did Mohamed Beu Hamed Bulaixix), haciendo de intérprete el sargento de la Guardia Civil D. Francisco Barceló Guerrero, que habían sido embarcados en Ceuta para dicho fin. Durante esta acción se dispararon 64 granadas semi-perforantes de 14 centímetros, sistema Canet, y 153 cartuchos de 57 milímetros Nordenfelt”.

La Vanguardia, 8 de julio de 1916.

Cartagena.- Ha zarpado para Tánger el crucero Cataluña para relevar al acorazado Pelayo, que vendrá a este apostadero.

El mismo periódico, con fecha 14 de julio, informa que el acorazado ha fondeado en Cartagena y que efectuara reparaciones en el arsenal.

El 30 de septiembre se presento frente al puerto de Cartagena, el vapor danés Normandía, de 400 toneladas que, procedente de Nápoles, se dirigía a Saint Michael. El vapor comunico al semáforo del castillo de Galeras que conducía a bordo 26 náufragos del buque italiano Venus, hundido por un submarino, y pidió botes para desembarcarlos. El Pelayo envió un bote de vapor que recogió a los náufragos, conduciéndolos al lazareto para posteriormente acomodarlos a bordo, donde fueron agasajados. Poco después subió a bordo de nuestro buque, el canciller y cónsul de Italia para hacerse cargo de los náufragos.

El 8 de diciembre el Pelayo se encuentra fondeado en Algeciras, junto al crucero Reina Regente, escuela de guardiamarinas, y el cañonero D. Álvaro de Bazán.

Distribución interior del Pelayo, cortesía de Ensenada. Este plano también se puede contemplar en la página 10 del libro "El Acorazado Pelayo", de D. Alejandro Anca Alamillo.

Puerto de Barcelona, 1919. El submarino Isaac Peral abarloado al costado de babor del Pelayo. Esta fotografía fue publicada por el periódico ABC el 29 de enero de 1919, siendo su autor D. José Branguli (Fuente: la fotografía es copia de la que figura en la obra de D. Alejandro Anca Alamillo y N. V. Mityukov, escrita en ruso, "Acorazado español Pelayo", y con la siguiente anotación: "from the collection of N. V. Mityukov).

1917

El principio del fin.

El 7 de enero de 1917, el periódico La Vanguardia informa del Proyecto de Ley que ha sido aprobado por las Cortes, y publicado por La Gaceta, detallando las fuerzas navales para el actual año. Por vez primera el acorazado Pelayo deja de pertenecer a la Escuadra de Instrucción, y es asignado a servicios de Comisión. Es el principio del fín de nuestro buque.

Copio literalmente lo que el periódico de Barcelona publica:

Escuadra de Instrucción.- Acorazados: España, Alfonso XIII y Jaime I.
Cruceros de primera: Reina Victoria Eugenia y Princesa de Asturias.
Contratorpederos: Bustamante, Villaamil, Cadarso, Osado, Audaz, Proserpina y Terror.

Segunda división.- Crucero protegido de primera: Carlos V.
Torpederos: los números 1 al 22, Halcón y Habana.

Comisiones en África, Canarias, Baleares y aguas jurisdiccionales.- Acorazado Pelayo.
Cruceros: Cataluña, Extremadura y Río de la Plata.
Cañoneros: Infanta Isabel, Doña María de Molina, Don Álvaro de Bazán, Marqués de la Victoria, Recalde, Laya, Bonifaz, Lauria, Marqués de la Molina (supongo que es un error y se refiere al Marqués de Molins), Hernán Cortes, Vasco Núñez de Balboa y Mac-Mahón.
Dos lanchas cañoneras, nueve guardapescas y seis escampavías.

Servicios especiales.- Avisos: Urania y Giralda.
Transportes: Almirante Lobo.
Un buque petrolero y un buque de salvamento.

Buques escuela.- Crucero de segunda: Reina Regente.
Corbetas: Nautilus y Villa de Bilbao.

Tres sumergibles.

Debo consignar llegado este punto, que D. Alejandro Anca sitúa la salida del Pelayo de la Escuadra de Instrucción en el año 1918, en concreto, D. Alejandro nos dice:

Meses más tarde se le separa de la Escuadra de Instrucción y pasa a ser catalogado dentro de buques para comisiones. Podríamos decir que este cambio de destino significó su verdadera muerte como unidad de combate.

El hecho que fuera en 1917 o en 1918, no reviste la mayor importancia. Lo importante es lo que remarca D. Alejandro, tras 27 años de servicio a España, el acorazado Pelayo inicia un camino sin retorno. Nuestro barco se apaga lentamente.

El 27 de enero, en Tánger, el Pelayo es abordado por la proa del mercante francés Koning-Si de 4.000 toneladas, produciéndole ligeras averías. Comentar a este respecto, que el nombre del mercante francés arriba señalado, es el que aparece en el libro de D. Alejandro Anca. Revisando los diferentes periódicos de la época, me he encontrado con un autentico galimatías de nombres diferentes.

El 1 de febrero el ministerio de Marina confirma la noticia, publicada en varios periódicos, de que en rada de Tánger un buque francés produjo averías, a cusa de un temporal, al acorazado Pelayo, en la proa y en el ancla de babor.

La Correspondencia de España, en fecha 1 de febrero de 1917, nos narra el episodio, dando cuenta de las averías sufridas por nuestro buque:

La Avería del acorazado Pelayo. Noticias oficiales.

Según los informes que nos han facilitado en el ministerio de Marina, carecen de importancia las averías que sufrió el acorazado Pelayo en la bahía de Tánger.

Al levar anclas el vapor francés Hamalfi, a causa del gran temporal que reinaba, chocó contra la proa del Pelayo, y a pesar de que este buque filó cadena, aquél le deterioro la porta del cañón de 14 centímetros de proa, estropeándole también primeramente el zuncho izquierdo del disparador del ancla de babor.

Son de tan escasa importancia las averías que a bordo mismo serán reparadas.

El 2 de febrero, el Pelayo fondea en Cartagena tras una accidentada travesía desde Tánger a causa de un fuerte temporal. Nuestro buque reparará las averías en el arsenal cartagenero. El comandante del buque, capitán de navío Sr. Gutiérrez Sobral, considerando peligrosa la estancia en una rada abierta como la del puerto africano, decidió salir a la mar arrostrando el temporal. En el transcurso del viaje varios tripulantes resultaron heridos por los violentos golpes de mar.

A finales de febrero el Pelayo es protagonista indirecto de una autentica novela de espionaje. Se han detectado en aguas de Cartagena varios bultos, en lo que parece ser una operación clandestina de aprovisionamiento de submarinos alemanes. Varios súbditos de esta nacionalidad son detenidos y conducidos a bordo del Pelayo mientras las autoridades judiciales investigan lo sucedido.

El Imparcial, 15 de marzo de 1917.

Firma del Rey.

Marina.- Proponiendo para el mando del acorazado Pelayo al capitán de navío, D. Enrique Pérez Gros.

El 11 de mayo nuestro acorazado se encuentra fondeado en Cartagena, siendo recibido a bordo del mismo, el ministro de Marina general Miranda, de visita en el arsenal. Tras un almuerzo a bordo del Pelayo, el ministro visitaría posteriormente el submarino Isaac Peral, y los talleres de electricidad y torpedos. Más tarde visitaría las radas donde se estaban construyendo varios torpederos y un submarino de igual tipo que el Peral.

El 9 de agosto, a las once de la mañana, nuestro buque zarpa del puerto de Huelva. El Pelayo ha permanecido en la capital onubense durante las fiestas colombinas. La salida del buque se realizó hora y media antes de la pleamar, atravesando sin problemas el canal de la barra. Este hecho dio pie a la prensa de Huelva a comentar que todos nuestros acorazados podían, sin problemas, visitar este puerto, y alegaban para ello “que el Pelayo es más difícil de gobernar y su diferencia de calado es insignificante comparada con la de los otros buques de guerra”. Cuando el Pelayo zarpo, los muelles estaban abarrotados de personas que tributaron al acorazado una emocionante despedida.

El pie de fotografía de esta imagen dice, textualmente: "Vista de los astilleros del SECN con los torpederos 15, 16, 17, 18, 19 y 20. El Pelayo a la derecha, ya al final de sus días. Abril de 1917" (Fuente: del libro Obras SECN. Año 1916, fotografía publicada en el Blog http://vidamaritima.com/). Si la fotografía fue realizada en abril de 1917, difícilmente pudo ser publicada en el libro citado, recordemos, Obras SECN año 1916, a no ser que este libro fuese publicado a partir de abril de 1917.

El 28 de noviembre, con el buque fondeado en Tánger, fallece su comandante, capitán de navío D. Enrique Pérez Gros, víctima de un ataque cardíaco.

La Época, 30 de noviembre de 1917.

El comandante del Pelayo.

En el ministerio de Marina se ha recibido la noticia de la repentina muerte del comandante del acorazado Pelayo, de estación en Tánger.

El Sr. D. Enrique Pérez Gros era uno de los más brillantes jefes de la Armada. Profesor de electricidad de La Escuela Naval, de El Ferrol, algunos años; oficial torpedista después, fue uno de los que tuvieron mando en los primeros torpederos de nuestra Marina.

En la Guerra de Cuba se distinguió, mandando uno de los cañoneros guardacostas, y en Marruecos concurrió últimamente, con el cañonero Laya, a las operaciones que allí se llevaron a efecto para la toma de diferentes posiciones, mereciendo ser propuesto para una recompensa por el alto comisario.

Con el Reina Regente prestó a España excelente servicio en Constantinopla, cuando la guerra de los Balcanes.

Jefe de personal, y más tarde de material, en el ministerio fue uno de los colaboradores más inteligentes del general Miranda, hasta ser nombrado para el mando que actualmente desempeñaba.

La noticia de su muerte ha producido sentimiento entre cuantos lo conocían, especialmente en la Marina, en la que gozaba de justa reputación.

Reciba su distinguida familia, y especialmente nuestro amigo y compañero D. Rogelio de Madariaga, hermano político del Sr. Pérez Gros, nuestro sentido pésame.

El 5 de diciembre, S.M. el Rey firma un decreto confiriendo el mando del acorazado Pelayo al capitán de navío, D. Adolfo Gómez Rube (coincide con el listado de D. Alejandro Anca).

Diciembre de 1918. El submarino alemán UC-74 amarrado al costado de estribor del Pelayo (Fuente: fotografía cortesía de D. José Ramón García Martínez).

1918

En enero, fondeado en Tánger, pierde una de sus anclas de seis toneladas, recuperada posteriormente con la ayuda del buzo del buque.

El 15 de abril el acorazado zarpa desde Cádiz con rumbo a Huelva. El periódico La Correspondencia de España informa que nuestro barco va a carbonear, para posteriormente dirigirse a Tánger, donde quedara de estación. Nos dice asimismo que el buque ha sido sometido a reparaciones de importancia en Cartagena.

30-05-1918 (La Vanguardia).- Ha embarcado en el acorazado Pelayo el alférez de navío D. Gabriel Fernández de Bobadilla y Ragel, que prestaba sus servicios en el cañonero Recalde.

El 30 de julio el Pelayo se encuentra en Cádiz. El buque ha sido preparado para emprender viaje a Huelva, con objeto de asistir a las fiestas colombinas. Embarcara a bordo al comandante general del Apostadero, así como a fuerzas de desembarco que tomaran parte en las fiestas.

A primeros de agosto, con nuestro buque fondeado en Huelva, un suceso luctuoso viene a empañar las festividades. La explosión accidental de material pirotécnico mata al joven de trece años Miguel Moya, dejando además gran cantidad de heridos. El día 5 se celebran los funerales del muchacho, participando en la comitiva fúnebre, una compañía de desembarco del acorazado. Presidiendo el duelo, además de la totalidad de las autoridades locales, se encontraba el comandante del buque, D. Adolfo Gómez y Rube.

También a primeros de agosto, concretamente el día 4, nos dice D. Alejandro Anca (El Acorazado Pelayo), lo siguiente:

En la madrugada del 4 de agosto, cuando se encontraba el buque fondeado en Huelva, se produjo un triste suceso: el cabo fogonero Ángel Fernández García cayó al agua, apareciendo su cuerpo sin vida al día siguiente en uno de los muelles del sur de aquel puerto.

No he podido encontrar nada en la prensa referido a este hecho. Además, resulta cuanto menos extraño el que toda la prensa hable de la participación de los hombres del Pelayo en los funerales del día 5, y ni siquiera se mencione la pérdida de uno de los tripulantes del barco el anterior día 4. En fín, un dato más al que tendré que hacer un seguimiento especial.

El 16 de noviembre, el Pelayo y el crucero Cataluña zarpan desde Cádiz. La prensa cree que los dos buques tienen como destino final Barcelona, en realidad su destino es Cartagena.

17-11-1918 (La Vanguardia).- Ha sido destinado a la tercera comandancia del acorazado Pelayo, el capitán de corbeta D. Sebastián A. Gómez y Rodríguez de Arias.

El 15 de diciembre, procedente de Cartagena, el Pelayo fondea en Barcelona, en la dársena de San Beltrán, amarrando sus cabos de popa en los norays de la parte sur del muelle de Barcelona. El 23, el submarino alemán UC 74 es trasladado desde el muelle del Morrot (¿?) al de Barcelona, quedando al costado de nuestro acorazado.

La información que acompaña esta fotografía dice lo siguiente: El acorazado Pelayo, fondeado en la bahía de Palma. Este acorazado fue el único de su clase, del que dispuso la armada española durante el siglo XIX. En la visita que realizo a principios de abril de 1891, estuvo, junto con su escuadra, realizando prácticas de fuego en nuestras aguas durante doce horas.

(Fuente: https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=584889408220457&id=190648064311262).

En la página 2, post 11, escribíamos lo siguiente (año 1891): "El 4 de abril los dos buques (se refiere al Reina Regente) fondean en Palma de Mallorca. El 8 de abril los buques de la Escuadra practicaron ejercicios de fuego durante doce horas en aguas de Palma de Mallorca". Parece que no íbamos desencaminados.

1919

Antes de comenzar el año 1919, una aclaración. En la fotografía que encabeza el año 1917, el Isaac Peral al costado del Pelayo, decía que la misma podía haberse realizado en mayo de 1917, en Cartagena, en el transcurso de la visita que el ministro de Marina realizo al arsenal de cartagenero. Pues bien, no es así, la fotografía esta realizada en el puerto de Barcelona en enero de 1919. Esta fotografía es publicada por el periódico ABC el día 29 de enero de 1919, su autor, según el diario, Branguli. Ya lo he corregido el pie de la fotografía.

A partir del mes de marzo el Pelayo es habilitado en Cádiz para albergar la escuela de aprendices marineros, posteriormente nuestro buque marchara a aguas gallegas. El Pelayo ya no se moverá de este destino.

El 10 de enero el Pelayo está fondeado en Barcelona. A las diez de la mañana de ese mismo día se produce un importante incendio en el vapor inglés War Soldier. Con presteza, dos botes con bombines de mano y marinería de nuestro acorazado, del cañonero D. Álvaro de Bazán y del torpedero número 1, dieron ayuda al personal del buque siniestrado. Tras tenaces trabajos, a las doce y media el fuego estaba controlado, y una hora después, con la bodega inundada, se consiguió extinguir el mismo. Al mando de las fuerzas de marinería se encontraban los tenientes de navío D. Adolfo Leria y D. Vicente de Castro, el médico D. Mariano Reboso y el maquinista D. José Ruíz.

El 18 de enero, con el Pelayo fondeado en Barcelona, nuestro buque vuelve a servir de prisión provisional para elementos revolucionarios e independentistas detenidos en la ciudad condal.

El 19 de enero entra en el puerto de Barcelona el submarino Isaac Peral, fondeando en la dársena de San Beltrán, quedando abarloado sobre el costado de babor del acorazado Pelayo. Al día siguiente, lo harán los submarinos A, número 1 Monturiol; A, número 2 Cosme García; A, número 3; el torpedero número 18 y finalmente el acorazado Alfonso XIII.

El 24 de enero con motivo de la fiesta onomástica de S.M. el Rey D. Alfonso XIII, los buques de guerra surtos en el puerto de Barcelona fueron engalanados, haciéndose posteriormente tres salvas de ordenanza por el castillo de Montjuic y los acorazados Pelayo y Alfonso XIII. En la Capitanía General se celebro una recepción a la que acudieron, tras las autoridades civiles, el vicealmirante D. Antonio Eulate (nuestro mítico comandante del Vizcaya) acompañado de los comandantes de los acorazados Pelayo y Alfonso XIII, cañonero D. Álvaro de Bazán, torpedero número 18 y de los cuatro submarinos fondeados en el puerto, así como los jefes y oficiales francos de servicio de los mencionados buques.

El 25 de enero, a bordo del Alfonso XIII, se procedió a la celebración de la ceremonia de entrega de la bandera de combate al submarino Narciso Monturiol. Jefes, oficiales y marinería de todos los buques fondeados en el puerto, participaron en la ceremonia.

El 6 de febrero, los elementos revolucionarios detenidos a bordo del Pelayo, son desembarcados y conducidos a prisión por agentes de la Guardia Civil. Ese mismo día el Pelayo abandona Barcelona poniendo rumbo a Cartagena.

El 9 de febrero el Pelayo fondea en Cádiz.

27-02-1919 (La Vanguardia).- Del transporte Almirante Lobo, han desembarcado los terceros maquinistas D. Juan García Bazán y D. Antonio Clemente, los dos pasan a prestar sus servicios en el acorazado Pelayo.

El Imparcial, 6 de marzo de 1919.

Cádiz 5.- En el arsenal de la Carraca están terminándose las obras que se realizan en el acorazado Pelayo para convertirlo en escuela de aprendices marineros. Cuando se concluyan los trabajos el buque marchará a Marín, donde tendrá su residencia oficial.

17-04-1919 (La Vanguardia).- Ha sido destinado al torpedero número 11 el segundo maquinista D. Antonio Santos, que prestaba sus servicios en el acorazado Pelayo.

29-04-1919 (La Vanguardia).- Embarca en el acorazado Pelayo el alférez de navío D. Eduardo Marín y Domínguez.

La Vanguardia, 17 de mayo de 1919.

Ferrol 15.- Se ha recibido orden del ministerio de Marina disponiendo que salga para Cádiz el acorazado Alfonso XIII. De allí volverá al Ferrol, acompañando al acorazado Pelayo, que viene a este arsenal convertido en buque escuela.

27-05-1919 (La Vanguardia).- Desembarca del acorazado Pelayo, por embarcar en el cazatorpedero Audaz, el maquinista oficial de primera D. Andrés Galán.

31-05-1919 (La Vanguardia).- Desembarca del acorazado Pelayo el teniente de navío D. Vicente Pérez Baturone.

10-06-1919 (La Vanguardia).- En el acorazado Pelayo ha embarcado el teniente de navío, D. Manuel Tejera Romero.

18-06-1919 (La Vanguardia).- Del acorazado Pelayo ha sido trasladado al contratorpedero Audaz el maquinista oficial de segunda, D. Abelardo Rames. El teniente de navío D. Manuel Tejera Romero ha sido destinado al cañonero Marqués de Molins. Transborda del cañonero Marqués de Molins al acorazado Pelayo, el teniente de navío D. Enrique Pérez y Fernández Chao.

23-06-1919 (La Vanguardia).- Pasa del cañonero Marqués de Molins al acorazado Pelayo, el tercer maquinista D. Casimiro Silva Castro. Desembarca del acorazado Pelayo para embarcarse en el cañonero Marqués de Molins, el tercer maquinista D. Juan García Bazán.

El 2 de septiembre (desconozco el día en el que el Pelayo ha llegado a aguas gallegas) el buque zarpa de Vigo con destino al Ferrol, donde limpiara fondos. Al día siguiente zarparan con el mismo destino el crucero Emperador Carlos V, el contratorpedero Terror y los torpederos números 3 y 9.

El 16 de octubre, tras una reunión del Consejo de ministros, el ministro de Marina informa que sometería un expediente para adquisición de tuberías con destino a las calderas del acorazado Pelayo, y que como se debían adquirir en el extranjero, se necesitaba el acuerdo del Consejo.

El 4 de diciembre, S.M. el Rey firma el decreto en el que se concede el mando del Pelayo, al capitán de navío D. Eduardo Guerra y Goyena (coincide con el listado de D. Alejandro Anca). D. Eduardo será el penúltimo de los comandantes del Pelayo.

La única información que dispongo de esta fotografía es la que figura en la misma, pero, sin duda, nos encontramos en la última etapa de la vida operativa de nuestro buque (Fuente: https://santanderantiguo.usace.es/el-aco ... layo-1900/

1920

El 5 de enero se informa que se trabaja con urgencia, día y noche, en las obras del acorazado, convertido en buque escuela de guardiamarinas. La prensa asegura que entre los tripulantes figurara uno de los hijos de S.M. el Rey, y que en cuanto el buque se halle listo emprenderá un viaje de prácticas.

El 21 del mismo mes, con el Pelayo varado en el Arsenal, son despedidos varios obreros carpinteros por negarse a colocar las escoras en el buque. Los obreros fundaban su negativa en que la grua que suspendía las escoras estaba boicoteada por el hecho de ser manejada por esquiroles. La prensa señala que no tardara en estallar un conflicto, dado que, los demás obreros están dispuestos a secundar a sus compañeros.

El 12 de septiembre, nos dice D. Alejandro Anca en su libro El Acorazado Pelayo, “sufriría un pequeño incendio sin consecuencias”. Por lo que señala la prensa, el incendio fue en la noche del 13 de septiembre. Veamos como trata este asunto uno de nuestros periódicos:

La Correspondencia de España, 14 de septiembre de 1920.

Ferrol, 14.- Anoche se celebró en la bahía una fiesta marítima, que fue presenciada por enorme gentío.

La muchedumbre que presenciaba la fiesta se dio cuenta de que en la cubierta del acorazado Pelayo, que estaba fondeado en el puerto, se había declarado un incendio.

Del barco salían imponentes llamaradas.

El público que estaba en las embarcaciones que rodeaban el buque incendiado, temeroso de que el fuego llegase a la santabárbara, huyó a toda prisa.

Afortunadamente, el fuego fue localizado con los auxilios de a bordo y el que se prestó por los demás buques de guerra.

Hicieron explosión dos tanques de gasolina destinados a los botes automóviles.

De no haberse sofocado el incendio con tal rapidez, la catástrofe hubiese sido terrible.

A varios marineros se les incendiaron las ropas, y se salvaron de una muerte segura arrojándose al mar.

Se cree que la explosión de los tanques fue originada por la chispa de uno de los cohetes que se dispararon con motivo de las fiestas.

Las autoridades a bordo.

Ferrol, 14.- Fueron a bordo las autoridades de Marina para enterarse de las causas que motivaron el incendio del Pelayo.

Los heridos.

Ferrol, 14.- Son varios los tripulantes que están heridos y que sufren quemaduras.

Los desperfectos causados por el incendio fueron de escasa importancia, entrando nuestro barco, el día 16, en el Arsenal para repararlos.

La Vanguardia, 6 de noviembre de 1920.

Ferrol.- Mañana se celebrará en la Capitanía general un consejo de guerra por juzgar al marinero Adolfo Castejón, por robo en el acorazado Pelayo. Presidirá el tribunal el capitán de navío D. Luís Forquín.

El 28 de diciembre, y medio de un duro temporal, al acorazado Jaime I, fondeado en la dársena del Ferrol, se le rompieron las amarras yendo a caer sobre el Pelayo, al que causo ligeras averías.

La información que acompaña esta fotografía dice lo siguiente: "El Cardenal Cisneros. Al fondo el acorazado Pelayo. Colección Juan Padrón Albornoz. Base de datos de la Universidad de la Laguna. (Fuente: https://picasaweb.google.com/lh/photo/S ... NAGV1zSUlQ.
Una fotografía interesante, se puede apreciar como el Cardenal Cisneros está pintado de gris, mientras que el Pelayo aún conserva los colores negro, blanco y ocre. Desconozco el año y el lugar donde se tomo la fotografía.

1921

El 9 de febrero un suceso triste y luctuoso tiene por protagonista a nuestro acorazado. Un grupo de guardiamarinas que cursaban sus estudios a bordo del Pelayo salieron del buque para realizar maniobras en el torpedero número 9, al llegar a la ría de Ares embarcaron en un bote para dirigirse a la playa, y al regreso se hundió el mismo. Perecieron ahogados los guardiamarinas Sres. D. José Catalá y D. Manuel Rodríguez, además de un marinero cuyo nombre no he podido averiguar.

El 29 de marzo el periódico ABC pública un artículo de opinión, con tintes ciertamente “guasones”, acerca del estado de la Armada Española. Como el artículo en cuestión cita al Pelayo, lo paso a transcribir completo, es interesante:

Impresiones de un hombre de buena fe.

Algunos periódicos han publicado una noticia sensacional, pero tan empequeñecida y tan recóndita entre la abundancia de otras informaciones, que la atención de las gentes no se ha detenido en ella.

Un contralmirante de la Armada, el jefe de la segunda división, ha salido de El Ferrol para la corte. Este viajero es portador de malas nuevas: viene a comunicar al Gobierno que tres de nuestros buques de guerra, el Pelayo, el Carlos V y el Marqués de Molins, se hallan inutilizados para el servicio.

Naturalmente, esto no debe comunicarse en un oficio ni en un telegrama. Si el Sr. Fernández Prida se entera así, de un golpe, que el Marqués de Molins, y el Carlos V, y el Pelayo, han fallecido -¿Qué otra cosa es sino la muerte para esos tres buques?-, sufriría una emoción demasiado fuerte. Acaso pensase en dimitir, porque, ya sin Marina, ¿cuál es el papel de un ministro de Marina? El contralmirante le dará la noticia por grados, con toda suavidad.

Parece –dirá acaso- que el Carlos V no está todo lo fuerte que debiera.

Si –murmurará el Sr. Fernández Prida, del que no se puede decir que haya consagrado su vida entera al estudio de estas cuestiones-; no me extraña; el estar metidos siempre en esa humedad no debe ser bueno para los barcos.

Temo –añadirá el contralmirante- que no pueda ni aun moverse sin remolque.

¡Gran Dios! ¡un buque menos!

Porque, decimos nosotros, si la más poderosa escuadra del mundo viese salir, al alcance de sus cañones, las innúmeras naves que llevaron a Ulises y a sus compañeros hasta las doradas playas de Troya, ¿cometería la crueldad de disparar contra ellas, de arruinar tan preciosas reliquias?

No olvidemos que cinco o seis acorazados y siete u ocho cruceros del último tipo no bastan para un país de nuestro litoral…., y son muy caros. Mientras que una escuadra que tenga el severo prestigio de un museo de antigüedades o que despierte la misma simpática curiosidad que un bric-abrac es algo original, imponente, respetable y barato.

W. Fernández-Florez.

Cuánta razón la del articulista. Pobre España. Afortunadamente para él Pelayo, su tiempo se acababa rápidamente, nuestro viejo y orgulloso buque dejaría pronto de “arrastrar” su proa por los mares españoles. Convertido en viejo pontón, nuestro barco esperaba paciente el momento de su jubilación. No así el Emperador Carlos V, que continuara su “carrera” en la Armada hasta los años treinta. Otra cosa diferente es que se hubiera tenido la idea de preservar alguno de estos buques para el recuerdo, como museos, por ejemplo, pero, ¡ay!, eso es pedir demasiado a nuestra casta política.


El 3 de junio S.M. el Rey firma un decreto proponiendo para el mando del acorazado Pelayo, al capitán de navío D. Nicasio Pita y Estrada, que de esta forma se convertirá en el último de los comandantes del acorazado.

La Vanguardia, 11 de junio de 1921.

Ferrol 10.- Un voraz incendio ha destruido tres pabellones instalados en el muelle donde se hallaban establecidas una fábrica de sierras y unos almacenes de madera y efectos pertenecientes a propietarios de barcos de pesca.

A pesar del pronto auxilio prestado por el personal del acorazado Pelayo, del cañonero Marqués de la Victoria y del torpedero número 21, poco pudo salvarse.

16-07-1921 (La Vanguardia).- Ferrol 15. Mañana se reunirá en la Capitanía general el consejo de guerra para juzgar al marinero Manuel Tovar, por el delito de agresión a bordo del acorazado Pelayo.

30-07-1921 (La Vanguardia).- Se dispone que vuelva a ocupar su destino en la dotación del acorazado Pelayo, el teniente de navío D. Manuel Nieto Antúnez.

El pie de esta imagen dice, textualmente: "El acorazado Pelayo en estado de origen" (Fuente: dibujo de la Revista de Navegación y Comercio. Año IV. Núm. LXXIX de 10 de enero de 1882, dibujo publicado en el Blog http://vidamaritima.com/). ¿Enero de 1882?, el Pelayo ni siquiera era un proyecto. Supongo que se trata de un error, tratándose en realidad de enero de 1892.

1922

El 12 de abril el Pelayo entra en el dique del Arsenal del Ferrol para efectuar reparaciones.

El 4 de julio se produce una explosión en la enfermería del buque. Un marinero entro en la enfermería con una bujía encendida, que prendió fuego a un líquido inflamable. Gracias a la rápida actuación de la marinería el posterior incendio solo se redujo al local de la enfermería. Cuatro marinos resultaron heridos leves.

El 5 de agosto de 1922, el Diario Oficial del Ministerio de Marina publica la siguiente Real Orden:

<<En vista de que las obras necesarias para poner el acorazado Pelayo en condiciones de navegar importarían una cantidad en modo alguno compensada por los servicios de dicho buque, el Rey (que Dios guarde) se ha dignado disponer que pase a primera situación, cuarto caso, concediéndose un plazo de sesenta días para su desarme.

Los alféreces de fragata alumnos de segundo año se alojarán en el buque, bajo el régimen que oportunamente se dictara>>.

El 15 de agosto La Gaceta publica la Ley de Fuerzas Navales para el año 1922. Entre la distribución habitual de los buques, podemos leer:

Buques que comprenden la división naval de instrucción.- Crucero protegido de primera clase Emperador Carlos V, doce meses en tercera situación; acorazado Pelayo, doce meses en tercera situación.

Otros buques que comprende la mencionada división son el contratorpedero Terror, la corbeta Nautilus, la Galatea (escuela de guardiamarinas) y la Minerva (escuela de aprendices marineros).

El 11 de septiembre embarca en el acorazado el que, posiblemente, sea su último primer capellán, D. Francisco Borrego Esteban.

El Imparcial, 23 de septiembre de 1922.

El Drama del Pelayo.

Ferrol 22.- El próximo mes quedará totalmente desarmado el acorazado Pelayo, y entonces desembarcará su tripulación. Lo propio se hará también con la corbeta Nautilus, pues debido al mal estado en que se encuentra, el viaje que ahora realiza será el último.

Apenas se conoce el desarme de nuestro viejo Pelayo, comienzan a surgir voces que solicitan preservar de una u otra manera el buque:

ABC, 28 de septiembre de 1922.

Ferrol 27.- Acordado el desarme del Pelayo, realizanse gestiones cerca del ministro de Marina para que el veterano barco acabe sus días amarrado en el Arsenal, sirviendo de escuela o de asilo para acoger a las nuevas generaciones de marinos, evitando así el que sea vendido en pública subasta para que lo desguace el mejor postor

El referido acorazado cuenta treinta y dos años de vida; fue construido en los astilleros franceses de La Seyne, siendo entonces el barco más poderoso, y servía de modelo para las nuevas quillas en todas las naciones.

Quizás el articulista exagera un poco con lo de “servir de modelo para las nuevas quillas”, de lo que no cabe la menor duda, es que en la época en la que el Pelayo comenzó a navegar, fue uno de los más poderosos buques de combate del mundo.

También existieron voces críticas en contra del Pelayo, y para muestra un botón:

La Vanguardia, 4 de octubre de 1922.

Vida Marítima.

Al fín se desarma el Pelayo.

Cuando las Cortos discutieron el presupuesto de Marina, el marqués de Buniel, que consumió el primer turno en contra, pronunció un discurso notable, por el conocimiento que demostró del estado de nuestra Armada. Estamos tan desacostumbrados a que un paisano hable con tino y discreción de las cosas navales, que nos sorprendió la inteligente actuación de dicho diputado, de quien desconocíamos que se hubiera dedicado a los estudios marítimos.

Sostuvo el marqués de Buniel la tesis, que nosotros compartimos, de que podían introducirse importantes economías en los gastos de la Marina desarmando definitivamente algunas unidades inservibles o, por lo menos, anticuadas para las necesidades de una flota moderna: el «Pelayo», el «Carlos V», el «Cataluña» y el «Princesa de Asturias», entre otros.

El ministro, contraalmirante Rivera, se manifestó de la opinión contraria, diciendo que en las marinas de guerra no debía tenerse exclusivamente, en cuenta el valor combatiente de sus barcos, sino la utilidad que en servicios secundarios y auxiliares podían prestar, y que, por lo tanto, debían conservarse, al menos de momento, los citados barcos. Y efectivamente, el Pelayo figura en la vigente ley de fuerzas navales todo el año, en tercera situación, o sea, en activo completo.

Ello no obstante., recientemente ha dado orden el ministro para que se proceda al desarme del «Pelayo», cuya operación ya ha empezado en el arsenal do El Ferrol. Ha terminado, pues, la vida militar del viejo barco, que era el decano de los acorazados del mundo. Sus coetáneas de otras flotas, y aun bastantes de los que se construyeron más de veinte años después, ya habían desaparecido del servicio.

Da a continuación el columnista una descripción de las características técnicas del buque en el momento de su incorporación a la Armada, que por lo conocido del asunto, no transcribo.

Continúa el columnista:

La primera época de la vida del «Pelayo» fue brillante, en apariencia, cuando menos. Entonces podía conceptuársele como un acorazado realmente poderoso. Además, los franceses, maestros en la «reclame» de sus cosas propias, siempre habían mirado a nuestro acorazado como algo en cierto modo suyo, ya que era producto de su industria nacional. Aun hace poco, el comandante Balincourt, en su última edición del anuario «Les Flottes de combat», dedica, al «Pelayo» cariñosas frases de elogio corno barco de guerra. Pero en 1885, el ministro Antequera, a quién se debe la construcción del «Pelayo», nombró una comisión inspectora de sus obras, presidida por el entonces capitán de navío don Pascual Cervera, y ahora que el P. Alberto Risco ha exhumado los papeles del ilustre almirante, al escribir su biografía, se han conocido algunos documentos curiosos, que demuestran lo que Cervera sufrió luchando con la casa constructora, que pretendía hacerle pasar gato por liebre, especialmente en cuanto a los blindajes.

EJ «Pelayo» navegó de puerto en puerto de la península, y acudió a casi todas las solemnidades navales de carácter internacional. No había jefe de Estado europeo que no le hubiese visitado. Así es que se hizo popular dentro y fuera de España, por su condición de ser el único acorazado español, y por su relativa movilidad, aunque jamás se apartó de los mares de Europa.