El 23 de noviembre de 1895 el periódico La Época publica un artículo con el título “Vigilancia de las costas de Cuba”, en el mismo, el periódico señala las fuerzas navales destinadas en la isla de Cuba cuando estalla la insurrección (1895), las fuerzas navales enviadas por el Gobierno liberal y las fuerzas navales enviadas por el Gobierno conservador del Sr. Cánovas del Castillo. Entre las primeras, el periódico solo señala tres cañoneros de la clase Ericsson (se supone que son los tres últimos supervivientes de los 30 construidos): Contramaestre, Criollo e Indio.

La Correspondencia de España, 21 de septiembre de 1896.

<<Una lancha que conducía víveres por el río San Juan fue apresada por los rebeldes en virtud a la poca resistencia que pudieron oponer sus escasos defensores, más el cañonero Contramaestre, acudiendo en su auxilio, batió al enemigo y recuperó la lancha con todo su cargamento>>.

La Correspondencia de España, 22 de septiembre de 1896.

<<El general Beránger también ha recibido otro cablegrama de la misma autoridad manifestándole que el cañonero Contramaestre ha realizado un brillante hecho de armas.

Según el referido cablegrama, un bote insurrecto apresó al pailebot Delia, próximo a Punta San Juan, internándolo en el río, pero otro pailebot testigo del hecho, avisó al bizarro comandante del cañonero Contramaestre, teniente de navío D. Ramón de Carranza, que estaba cruzando por aquellas aguas.

El barco se dirigió inmediatamente río adentro en persecución del bote filibustero, logrando darle alcance e impidiendo el saqueo del pailebot.

El Contramaestre puso en precipitada fuga a los mambises, causándole numerosas bajas.

El pailebot Delia, que había sido varado por los insurrectos, fue puesto a flote por el Contramaestre, no sufriendo afortunadamente su dotación daño alguno.

Después el cañonero remolcó al pailebot al puerto de Cienfuegos.

La conducta del bravo comandante del buque, Sr. Carranza, ha sido muy elogiada>>.

La Correspondencia de España, 17 de octubre de 1896.

<<Habana 10 (Recibido a las 9’52 n.).- general Molins, regresando de Trinidad en cañonero Contramaestre, desembarco para reconocer boca río Hondo con fuerzas marinería y ejército, al mando teniente de navío Carranza y comandante Reina, batiendo enemigo y ocupando 500 fusiles, cureñas, municiones, medicamentos y correspondencia, todo procedente de reciente desembarco. Tuvimos cinco heridos>>.

La Correspondencia de España, 18 de octubre de 1896.

<<Al ministro de Marina el comandante general del apostadero.

Habana 10.- Tengo la satisfacción de participar a V.E. que por sospechas de desembarco en río San Juan, envió bote a reconocer las proximidades el comandante del cañonero Contramaestre, siendo recibido con nutrido fuego, y no pudiendo, por su calado, forzar la barra, buscó y encontró al cañonero Ardilla, que conducía para Cienfuegos al general Molins.

Ambos buques volvieron sobre el río, y embarcando el comandante del Contramaestre con quince hombres en el Ardilla, forzaron la barra y desembarcaron treinta hombres bajo la protección del fuego del cañonero Ardilla, que tuvo que sostenerlo cinco horas en unión con la gente de desembarco contra el enemigo, al parecer unos trescientos que trataban de impedirlo.

En reconocimiento se encontraron dos botes cargados pertenecientes al Dauntless, y se recogió todo el desembarco, compuesto de más de setecientos fusiles, papeles importantes, municiones, medicinas, ruedas y todo el atalaje de un cañón que ha sido conducido a Cienfuegos, donde se forma expediente, habiendo tenido en dicha operación once heridos y dos contusos.

Hechos tan distinguidos me mueven a proponer a V.E. para la cruz de María Cristina al teniente de navío D. Ramón de Carranza y D. Manuel Bausá, comandantes de ambos buques, reservándome elevar propuesta por correo al resto de las dotaciones>>.

La Ilustración Española y Americana, 8 de diciembre de 1896. El Comandante, Oficiales y Marinería del cañonero Contramaestre, quienes apresaron un importante alijo de armas en la desembocadura del río San Juan.

La Correspondencia de España, 19 de octubre de 1896.

<<Habana 16 (Recibido a las seis y media de la tarde).- Otro hecho de armas acaba de realizar el cañonero Contramaestre, que hace cuatro días aprehendió un alijo de armas entre río Hondo y río San Juan.

Vigilando la costa entre Trinidad y Cienfuegos, destacó un bote con algunos marineros que ocuparon unas cajas de municiones, y reforzados por los fuegos del buque, hicieron huir a los insurrectos que merodeaban en los alrededores.

Navegando después a hora avanzada de la tarde, vio a lo lejos un buque sospechoso que no respondió a seña alguna.

Salió en persecución de él y lo cañoneo mientras estuvo a su alcance, perdiéndose luego de vista porque era de mucho andar y huía a toda máquina.

Se tiene por cierto que el buque filibustero fuera el Laurada.

El hecho ocurrió cerca de Punta Casilda (Trinidad).

Se hacen grandes elogios del comandante del Contramaestre, Sr. Carranza>>.

La Correspondencia de España, 2 de enero de 1897.

<<El cañonero Contramaestre envió un destacamento a tierra con objeto de practicar un reconocimiento en el río San Juan, habiéndose comprobado que no verificó desembarco alguno de hombres y armas, el vapor filibustero Tres Amigos, como falsamente han dicho algunos periódicos extranjeros>>.

La Correspondencia de España, 10 de enero de 1897.

<<Un telegrama del comandante general del apostadero de la Habana, da cuenta de que el cañonero Contramaestre, en reconocimiento de la ensenada de Cochinos, donde desembarcó fuerzas, tuvo fuego con el enemigo, haciéndole dos bajas y cogiéndole tres machetes>>.

La Correspondencia de España, 21 de enero de 1897.

<<El general Beránger ha pasado ayer al despacho de S.M. las disposiciones siguientes:

…………, concediendo la cruz de primera clase pensionada, del Mérito naval al segundo comandante del cañonero Contramaestre, D. Eugenio Pasquín,………..>>.

La Correspondencia de España, 4 de enero de 1898.

<<El cañonero Contramaestre ha apresado cerca de Júcaro una lancha tripulada por cuatro insurrectos, que conducía dos rifles y 22.000 cartuchos, que proceden del parque insurrecto>>.

D. José Lledó Calabuig, en su libro Buques de Vapor de la Armada Española, del vapor de ruedas a la fragata acorazada 1834-1885, señala que el cañonero Contramaestre es dado de baja en el año 1898 al perderse la isla de Cuba, pero nada sabemos de su destino final.

Al comienzo de la Guerra del 98, el Contramaestre se encuentra destinado en Cienfuegos (esto es seguro) junto con el cañonero torpedero Galicia, los cañoneros Vasco Núñez de Balboa, Alsedo y Diego Velázquez, y las cañoneras Gaviota, Cometa, Lince y Satélite.

Nada he podido encontrar acerca de su participación en las operaciones, ni del destino que corrió. No sabemos si fue echado a pique por su tripulación en el transcurso de la campaña, o si, finalizada la contienda fue vendido o enajenado. Lo cierto y seguro es que el Contramaestre no regresó a España con lo que quedo de la Escuadra del Apostadero de la Habana.

El cañonero Contramaestre es, sin duda ninguna, el “buque insignia” de la clase Ericsson. Con 28 años de vida marinera (en 1898), representa como ninguno, lo que un mal barco puede hacer con una tripulación preparada, motivada y bien mandada……….., una tripulación, sin lugar a dudas, de marinos españoles.

Cañonero Nº14 Marinero.

La Correspondencia de España, 5 de junio de 1871.

<<Ha sido nombrado comandante del cañonero Marinero, el teniente de navío de primera clase, D. Enrique Albacete>>.

Curiosamente, y no sé si se tratara de un error o puede darse algún caso parecido, La Correspondencia de España con fecha 19 de mayo de 1876, informa que se ha concedido el mando del cañonero Marinero, al teniente de navío de primera clase, D. Enrique Albacete. La noticia se repite en el periódico El Imparcial al día siguiente, 20 de mayo.

Cinco años después se vuelve a conceder el mismo mando a un oficial de la Armada, ¿se puede dar este caso?, ¿puede recibir un oficial de la Armada el mismo mando que ocupo hace cinco años?

En fín, un pequeño misterio que dejo a la interpretación de los miembros más ilustres de este foro. Lo cierto es que he repasado la información tres veces (se trata del mismo periódico) confirmando lo arriba escrito.

El 14 de febrero de 1879, el periódico El Imparcial, en un artículo titulado “La Marina de Guerra en las Antillas” señala (entre otros buques) al cañonero Marinero “excluido del servicio por inútil”.

D. José Lledó Calabuig, en su libro Buques de Vapor de la Armada Española, del vapor de ruedas a la fragata acorazada 1834-1885, señala que el cañonero Marinero deja de figurar en la lista de buques de la Armada el año 1885.

Cañonero Nº-15 Soldado.

La Época, 17 de octubre de 1870.

<<El comandante de marina al Excmo. señor comandante general del apostadero.- Habana.

El comandante del cañonero Soldado me participa desde Paredón Grande haberse apresado en la tarde de 14, sobre Cayo Romano, el balandro Guanahaní y con cargamento de armas y cápsulas. Los siete tripulantes del balandro ganaron la costa, pero se les persigue por mar y tierra.

En la amanecida del 15 se apreso igualmente al pailebot Margarita Jessey, detrás de los arrecifes de Cayo Cruz. Lo tripulaban cinco individuos, que tiene asegurados a bordo el cañonero Soldado. Se halla en lastre.

Caibarién 24 de septiembre de 1870.- Eduardo Urdapilleta>>.

En fecha 18 de octubre el diario El Imparcial nos da una relación del material intervenido a ambos buques, y que es el siguiente:

• 49 cajas de municiones Spencer de a 1.200 cada una.
• 12 cajas de municiones Remington de a 1.000 cada una.
• 2 cajas de rifles Remington con 20 cada una.
• 1 caja de rifles Remington de a 10.
• 2 cajas de rifles Spencer con 10 cada una.
• 20 rifles sueltos Spencer.
• 3 carabinas Remington.
• 40 fusiles Minié con bayoneta.
• 1 revólver.
• 80 escobillones con baqueta de goma.
• 80 destornilladores.

La Época, 22 de septiembre de 1871.

<<El cañonero Soldado, según las últimas noticias de la isla de Cuba, ha capturado en Cayo Romano al secretario del cabecilla Céspedes y a un jefe venezolano con su hijo, que iban huyendo para Nassau.

Se hacen los mayores elogios del brillante comportamiento observado por la dotación del cañonero y sus comandantes, el teniente de navío de 1ª D. Guadalupe Ojeda y el alférez de navío D. Fernando Rodríguez Batista, quienes con grave riesgo de sus vidas han logrado un éxito tan favorable en la expedición que llevaron a cabo>>.

El Imparcial, 21 de octubre de 1871.

<<El comandante del cañonero Soldado, del apostadero de Cuba, ha hecho entrega a las autoridades de la misma de ocho onzas de oro que la tripulación de dicho buque recogió de poder de un insurrecto muerto en un apresamiento. Hecho por aquel>>.

El Imparcial, 23 de enero de 1872.

<<Se ha concedido la cruz Roja del Mérito militar de segunda clase al teniente de navío de primera D. Guadalupe Ojeda, y la de primera al alférez de navío D. Fernando Rodríguez batista, comandante el primero y oficial el segundo del cañonero Soldado>>.

El Imparcial, 20 de octubre de 1873.

<<El día 17 de septiembre naufragó el cañonero Soldado en las costas de Cuba, entre Cabo Corrientes y Punta Lallana, sin que haya que lamentar otra desgracia personal que la de un infeliz marinero; el resto de la tripulación se salvó milagrosamente>>.

D. José Lledó Calabuig, en su libro Buques de Vapor de la Armada Española, del vapor de ruedas a la fragata acorazada 1834-1885, señala que el cañonero Soldado naufragó el año 1873.

Cañonero Nº-16 Celaje (ex ¿Quién Vive?).

El Imparcial, 2 de julio de 1872.

<<Se han recibido noticias de la Habana por la vía de Inglaterra que confirman la pérdida del cañonero Celaje, echado a pique por el vapor mercante Clara>>.

Esta noticia queda complementada con la siguiente:

La Época, 21 de junio de 1872.

<<Por conducto de los Estados Unidos recibimos ayer noticias de la Habana hasta el 30 de junio. Se confirma la triste noticia de haberse perdido un cañonero que chocó con el vapor mercante Clara.

Habana 3 de junio.- El vapor mercante Clara, armado en guerra temporalmente, andando en busca del Edgard Stuart, chocó ayer por la noche con la cañonera Celaje, rompiéndole el bauprés y las cadenas. La cañonera se sumergió seis minutos después, trasladando antes al Clara la tripulación y la caja del dinero. Las averías del último son insignificantes>>.

D. José Lledó Calabuig, en su libro Buques de Vapor de la Armada Española, del vapor de ruedas a la fragata acorazada 1834-1885, señala que el cañonero Celaje desaparece el año 1873. Evidentemente, y tras la lectura de las dos noticias anteriores, el año que señala D. José Lledó no se corresponde con la realidad.

Cañonero Nº-17 Lebrel.

La Época, 20 de septiembre de 1873.

<<Amplían lo………………….. (¿?) sus noticias sobre la pérdida del cañonero Lebrel, dice que este buque navegaba por la costa de cabo Cruz con las precauciones naturales al servicio que desempeñaba, y por la noche avistó un vapor, a quien hizo las señales reglamentarias para reconocerlo, pero no habiendo contestado a ellas, le largó un cañonazo sin bala, con cuya intimación el vapor gobernó en su demanda, pero con tan poca habilidad que, a pesar de lo bien que maniobro el cañonero, le embistió completamente por el costado de babor, abriéndole un rumbo de tal magnitud, que no bastaron las acertadas disposiciones tomadas por su comandante para impedir que completamente dominara el agua todo el buque, viéndose en la terrible necesidad de abandonarlo. La tripulación se salvó en el Trinidad>>.

D. José Lledó Calabuig, en su libro Buques de Vapor de la Armada Española, del vapor de ruedas a la fragata acorazada 1834-1885, señala que el cañonero Lebrel naufraga en el año 1874. Evidentemente, y tras la lectura de la anterior noticia, el año que señala D. José Lledó no se corresponde con la realidad.

Cañonero Nº-18 Cazador.

Con fecha 14 de septiembre de 1880, el periódico La Correspondencia de España sitúa al cañonero asignado a la división de Manzanillo, que cubre la zona desde Cabo Cruz hasta Cayo Piedra.

Con fecha 9 de agosto de 1882, en un artículo que informa de los buques que componen la Marina de Guerra española, el periódico La Correspondencia de España sitúa al cañonero destacado en Cienfuegos.

El 5 de noviembre de 1882 el periódico La Época, en un artículo titulado “Nuestra Marina en Cuba”, informa a sus lectores que una serie de cañoneros, entre ellos el Cazador, se encuentran en tercera situación y “prácticamente inútiles, o poco menos, ya por su poco andar o ya por el deplorable estado de sus máquinas o cascos, una de cuyas composturas está presupuestada en 28.000 pesos oro”.

Cañonero Nº-19 Cauto.

Con fecha 14 de septiembre de 1880, el periódico La Correspondencia de España sitúa al cañonero asignado a la división de Cuba, que cubre la zona desde Punta Mayaí hasta Cabo Cruz.

La Época, 5 de octubre de 1880.

<<Un despacho de la Habana del 20 de septiembre hace la relación exacta de lo ocurrido con el bergantín americano T.W. Witmore, capitán Camphell. El buque iba de Baltimore para Galveston con 500 toneladas de carbón, y encalló en los arrecifes de Guayaba, a 40 millas al E. de Nuevitas. El cañonero español Pronto, mandado por Fexes, acudió al socorro del buque, y su tripulación ayudó a descargarlo y a cargarlo después, una vez a flote; también le proporcionó anclas y le indicó el rumbo que debía seguir. El cañonero perdió un hombre de su tripulación durante las maniobras de salvamento, que duraron varios días, y nada reclamó como remuneración por sus servicios y sus gastos>>.

Debemos poner esta noticia en “cuarentena”. El periódico informa del cañonero español Pronto, no existiendo nunca ningún cañonero español con semejante nombre, excepto que se trate de algún buque civil armado, cosa que por otra parte, dudo mucho. Mi impresión particular es que el periódico ha tenido un error de imprenta, y da el nombre de Pronto, cuando debió escribir cañonero Cauto.

Con fecha 9 de agosto de 1882, en un artículo que informa de los buques que componen la Marina de Guerra española, el periódico La Correspondencia de España sitúa al cañonero destacado en Nueva Gerona.

El 5 de noviembre de 1882 el periódico La Época, en un artículo titulado “Nuestra Marina en Cuba”, informa a sus lectores que una serie de cañoneros, entre ellos el Cauto, se encuentran en segunda situación y “a media vida y con un andar de seis millas, se encuentran en esta situación, porque no alcanza el presupuesto para que estén armados”.

La Correspondencia de España, 26 de abril de 1991.

<<Londres 25.- Según telegrama de Nueva York, lograron salvarse los tripulantes del cañonero español Cauto, que naufragó en aguas de Puerto Plata (Santo Domingo), según un telegrama de esta Agencia.

Dicho buque de guerra español se dirigía de la isla de Cuba a la de Puerto Rico, adonde iba destinado para prestar el servicio de la comisión hidrográfica.

La causa del siniestro fue debida a haber encallado en un arrecife>>.

En el mismo periódico y con la misma fecha:

<<El cañonero Cauto, perdido en aguas de Puerto Plata (Santo Domingo), llevaba unos 20 hombres de dotación entre maestranza y marinería. Iba mandado por el teniente de navío D. Rafael Benavente. Salió de la Habana a unirse a la Comisión Hidrográfica de Puerto Rico. El referido buque se construyó en 1869 en los Estados Unidos para la vigilancia de la costa de la isla de Cuba, durante la guerra. Todos los informes oficiales señalan que la tripulación se ha salvado>>.

La Época, 26 de abril de 1891.

<<El buque de guerra de la armada española de cuya pérdida, en aguas de la isla de Santo Domingo, dio ayer cuenta el telégrafo, perteneció a la escuadrilla de 30 cañoneros que el Gobierno de la Revolución adquirió en los Estados Unidos al estallar en Cuba la guerra separatista.

Construido por la casa Mystic Bridge y Compañía de Nueva York, se colocó la quilla el 8 de junio de 1869, cayendo al agua el 24 de agosto siguiente y recibiendo el nombre del caudaloso río de la provincia de Santiago de Cuba.

Su casco era de madera, con un desplazamiento de 179 toneladas, eslora de 32,54 metros, manga de 6,76, puntal de 2,40 y calado medio de 1,70.

La máquina desarrollaba una fuerza de 13 caballos y velocidad de 7,5 millas con un radio de acción de 1.080 millas.

El armamento consistía en un cañón Parrot de 13 centímetros.

Su coste total ascendió a 212.500 pesetas.

Mandaba el cañonero Cauto un teniente de navío, estando a sus órdenes un alférez de navío, un contramaestre, un condestable, 3 maquinistas, un practicante, un carpintero, 6 fogoneros y 28 marineros>>.

La Época, 18 de mayo de 1891.

<<Ha llegado a la Habana el crucero Infanta Isabel con los pertrechos y dotación del cañonero Cauto>>.

D. José Lledó Calabuig, en su libro Buques de Vapor de la Armada Española, del vapor de ruedas a la fragata acorazada 1834-1885, señala que el cañonero Cauto es dado de baja en el año 1897. Evidentemente, este año no se corresponde con la realidad.

Cañonero Nº-20 Gacela.

El 8 de noviembre de 1870 el Gacela, junto con su gemelo Centinela y el Hernán Cortes, a bordo del cual viajaban las más altas autoridades españolas en Cuba, es testigo privilegiado del “alucinante” combate naval, frente a la Habana, entre el cañonero prusiano Meteor y el aviso francés Bouvet. Nuestro cañonero presencio el combate a una distancia prudencial, listo y preparado para prestar todo el apoyo necesario una vez hubiera finalizado el combate.

El 14 de febrero de 1879, el periódico El Imparcial, en un artículo titulado “La Marina de Guerra en las Antillas” señala (entre otros buques) al cañonero Gacela “excluido del servicio por inútil”.

Sin embargo, con fecha 14 de septiembre de 1880, el periódico La Correspondencia de España sitúa al cañonero como asignado a la división de Nuevitas, que cubre la zona desde la bahía de Jigüey hasta Punta Mangli (¿?).

Con fecha 9 de agosto de 1882, en un artículo que informa de los buques que componen la Marina de Guerra española, el periódico La Correspondencia de España sitúa al cañonero destacado en Nuevitas.

El Imparcial, 30 de agosto de 1882.

<<Real orden resolviendo la sumaria instruida contra D. Francisco Dorang, D. Juan García y otros sobre la diferencia en los pedidos de pertrechos de artillería para el cañonero Gacela>>.

La Correspondencia de España, 31 de agosto de 1882.

<<MARINA.- Real orden resolviendo la sumaria instruida en el apostadero de la Habana, en averiguación de las diferencias que se observaron en los pedidos de pertrechos de artillería hechos para el cañonero Gacela>>.

La Correspondencia de España, 15 de agosto de 1884.

<<Nuevos detalles de la explosión de la caldera de la lancha Ligera ocurrida en Nuevitas:

El cabo de mar del Gacela, Alejandro Lago, arrojado al agua por la explosión y herido de alguna gravedad, consiguió salvar de la muerte al de su misma clase Francisco Jiménez, que se encontraba casi ciego, efecto de las quemaduras que sufrió, y con una pierna fracturada.

El marinero del cañonero Contramaestre, Francisco Deiza Gómez, contuso en una pierna, ayudó a salvarse a otro del Gacela llamado Antonio Barrena y logró además sostener sobre el agua al maquinista de la Ligera herido de mucha gravedad, salvándole también de la muerte>>.

La Correspondencia de España, 19 de agosto de 1888.

<<Ha quedado instalado el semáforo de Maternillos, en cuya operación han desplegado la mayor actividad el teniente de navío D. Vicente Pérez Andújar y la dotación del cañonero Gacela>>.

Cañonero Nº-21 Telegrama.

La Correspondencia de España, 20 de noviembre de 1870.

<<De Batabanó dicen que el mar se desbordó y anegó la playa, teniendo que trasladarse todos sus habitantes al pueblo, algunos de ellos en canoa. Habían sido derribadas muchas casas de guano en la parte del Este, sufriendo casi todas las demás grandes averías. Quedaron varados el cañonero Telegrama, el vapor España y cuatro goletas>>.

La Correspondencia de España, 2 de mayo de 1875.

<<Ha sido nombrado comandante del cañonero Telegrama, el teniente de navío de primera clase, D. Joaquín Cerquero>>.

El 17 de agosto de 1877, el periódico La Época informa a sus lectores de la visita que el capitán general de la isla de Cuba, Sr, Martínez Campos, gira a diversos departamentos de la misma. Entre lo extenso del artículo podemos extraer lo siguiente:

<<El día 25 pasó S.E. a bordo del cañonero Telégrafo con rumbo a Baracoa, a donde llegó a las doce de la noche. Giró S.E. una visita al fuerte antiguo, donde se ha instalado un hospital que, por su altura sobre el nivel del mar, tiene muy buenas condiciones higiénicas.

El 26 por la madrugada salió en el mismo cañonero con dirección a la bahía de Nipe, subiendo a Mayarí por el río en una lancha del buque>>.

El periódico se refiere al buque como cañonero Telégrafo, tratándose sin duda de un error de imprenta. Sin duda ninguna se trata del cañonero Telegrama. Revisando las listas del libro El Buque en la Armada Española (ediciones SILEX), no he encontrado ningún cañonero español con el nombre de Telégrafo.

Con fecha 14 de septiembre de 1880, el periódico La Correspondencia de España sitúa al cañonero asignado a la división de Manzanillo, que cubre la zona desde Cabo Cruz hasta Cayo Piedra.

Con fecha 9 de agosto de 1882, en un artículo que informa de los buques que componen la Marina de Guerra española, el periódico La Correspondencia de España sitúa al cañonero destacado en Manzanillo.

La Correspondencia de España, 28 de agosto de 1882.

<<Noticias de la Habana recibidas en Nueva York y que alcanzan al 4 del corriente, dicen que en la tarde del día 2, de cuatro y media a cinco, al efectuarse el relevo del destacamento que custodia el polvorín de la Habana, en un bote de la administración Militar, se fue a pique, a causa de una fuerte ráfaga de viento, y se ahogaron cuatro soldados del regimiento de Isabel II y el patrón del bote. El resto de los que iban en dicha embarcación, que eran un tripulante de la misma, un soldado y un corneta del expresado cuerpo, fueron salvados por un bote del cañonero Telegrama y otro particular, que acudieron en auxilio de los náufragos>>.

El 5 de noviembre de 1882 el periódico La Época, en un artículo titulado “Nuestra Marina en Cuba”, informa a sus lectores que una serie de cañoneros, entre ellos el Telegrama, se encuentran en tercera situación y “prácticamente inútiles, o poco menos, ya por su poco andar o ya por el deplorable estado de sus máquinas o cascos, una de cuyas composturas está presupuestada en 28.000 pesos oro”.

Cañonero Nº-22 Criollo.

Con respecto a este buque existe una duda que todavía no he podido despejar, y de la que acabo de darme cuenta. En el trabajo sobre La Escuadra del Apostadero de La Habana, tenemos a dos cañoneros con este mismo nombre, el primero en La Habana al servicio de la Comisión Hidrográfica, y al mando del Teniente de Navío de 1ª, Sr. Pérez; el segundo, presta servicio en Puerto Rico.

Ver: http://foro.todoavante.es/viewtopic.php?f=75&t=2028&start=0

He consultado las listas de buques de la Armada que figuran en el libro El Buque en la Armada Española (ediciones SILEX), y no he encontrado dos cañoneros diferentes, y con el nombre Criollo ambos.

A este respecto en la siguiente página web, dedicada a la Guerra del 98 en Puerto Rico, se puede leer lo siguiente:

Ver: http://home.coqui.net/sarrasin/criollo.htm

Cañonero Criollo.- Cañonero de 3ra. clase, construido en madera en 1869, pesaba 201 toneladas y desarrollaba una velocidad de 6 nudos con un motor de 180 caballos. Estaba armado con 2 cañones Parrot de tiro rápido de 13 cm (5.25") y una ametralladora de 25 mm. Fue vendido a la casa Ezquiaga el 7 de septiembre de 1898.

Es evidente que algunas de las características de este Criollo no se corresponden con las de los cañoneros del tipo Ericsson: el desplazamiento, la potencia de 180 caballos y los dos cañones Parrot (frente a un solo Parrot que portaban los Ericsson). Pero otras, sin embargo, sí: el año de construcción, el buque era de madera y la velocidad de 6 nudos.

El Imparcial, 23 de septiembre de 1875.

<<Ha sido nombrado comandante del cañonero Criollo, el teniente de navío de primera clase, D. Manuel Villalón>>.

Con fecha 14 de septiembre de 1880, el periódico La Correspondencia de España sitúa al cañonero asignado a la división de Manzanillo, que cubre la zona desde Cabo Cruz hasta Cayo Piedra.

En 1881 (desconozco la fecha exacta) el teniente de navío don Cayetano Tejera y Terán junto a la dotación de su barco, el cañonero Criollo, levantó un plano del río Las Casas y de la población de Nueva Gerona, con magníficos detalles de ambos.

La Correspondencia de España, 26 de abril de 1882.

<<Por el cañonero Criollo se han recibido en la Habana noticias satisfactorias del señor comandante general del Apostadero, cuya salud ha mejorado desde su llegada a Santa Fe>>.

Con fecha 9 de agosto de 1882, en un artículo que informa de los buques que componen la Marina de Guerra española, el periódico La Correspondencia de España sitúa al cañonero destacado en Cienfuegos.

El 5 de noviembre de 1882 el periódico La Época, en un artículo titulado “Nuestra Marina en Cuba”, informa a sus lectores que una serie de cañoneros, entre ellos el Criollo, se encuentran en tercera situación y “prácticamente inútiles, o poco menos, ya por su poco andar o ya por el deplorable estado de sus máquinas o cascos, una de cuyas composturas está presupuestada en 28.000 pesos oro”.

El 7 de abril de 1886 el periódico La Correspondencia de España informa sobre un importante decreto, llevado a la firma de S.M. por el general Beránger. Entre otras cosas se informa: “Desaparecerán de las listas de la Armada debiendo clasificarse para su enagenación…………………, cañoneros Almendares, Criollo y Flecha".

El 23 de noviembre de 1895 el periódico La Época publica un artículo con el título “Vigilancia de las costas de Cuba”, en el mismo, el periódico señala las fuerzas navales destinadas en la isla de Cuba cuando estalla la insurrección (1895), las fuerzas navales enviadas por el Gobierno liberal y las fuerzas navales enviadas por el Gobierno conservador del Sr. Cánovas del Castillo. Entre las primeras, el periódico solo señala tres cañoneros de la clase Ericsson (se supone que son los tres últimos supervivientes de los 30 construidos): Contramaestre, Criollo e Indio.

La Época, 28 de diciembre de 1895 (de la Gaceta).

<<……, y un crédito supletorio de 2.427 pesos 10 centavos al art. 1º, cap.4º, Sección 5ª “marina”, del presupuesto vigente de la isla de Puerto Rico, para satisfacer el importe de las obras y carenas indispensables en el cañonero Criollo>>.

La Correspondencia de España, 1 de noviembre de 1898.

<<De Puerto Rico.- Hoy se ha presentado al señor ministro de Marina el capitán de navío de primera clase, D. Eugenio Vallarino, último comandante principal de marina de Puerto Rico, habiendo dado a su jefe cuenta detallada del modo de llevar a cabo la evacuación en la pequeña Antilla, en lo que se refiere a la Marina.

Se quemó la documentación reservada que había en los archivos; quemáronse también las banderas nacionales; todos los oficiales que servían en la capital y en los distritos marítimos fueron pasaportados; se vendieron en concurso, y por hallarse en mal estado, el cañonero Criollo y una lancha de vapor; se vendieron también el carbón que existía en los depósitos, el material viejo del arsenal y el mobiliario de las oficinas, ascendiendo todo a 64.524 pesos, que en letras ha entregado al señor ministro de Marina el Sr. Vallarino.

Además se ha enviado a España la artillería, las armas y las municiones del cañonero Criollo, el material útil del arsenal y cinco torpedos>>.

Tras la lectura de esta última noticia creo despejadas las dudas arriba señaladas referentes al cañonero Criollo. En todo caso tratare de buscar más información sobre el “supuesto” cañonero Criollo estacionado en la Habana.

D. José Lledó Calabuig, en su libro Buques de Vapor de la Armada Española, del vapor de ruedas a la fragata acorazada 1834-1885, señala que el cañonero Criollo es dado de baja en el año 1898 al perderse la isla de Cuba.

Cañonero Nº-23 Ardid.

El 14 de febrero de 1879, el periódico El Imparcial, en un artículo titulado “La Marina de Guerra en las Antillas” señala (entre otros buques) al cañonero Ardid “excluido del servicio por inútil”.

D. José Lledó Calabuig, en su libro Buques de Vapor de la Armada Española, del vapor de ruedas a la fragata acorazada 1834-1885, señala que el cañonero Ardid deja de figurar en la lista de buques de la Armada en el año 1885.

Cañonero Nº-24 Indio.

El Imparcial, 27 de marzo de 1876.

<<Se ha concedido el mando del cañonero Indio, al teniente de navío de primera clase, D. Enrique Santaló y Sainz de Tejada>>.

La Correspondencia de España, 13 de agosto de 1879.

<<La bandera de Cuba dice en su número de 14 de julio que recibimos ayer:

Al anochecer del sábado último, se señalo el vigía de este puerto un vapor de guerra español pidiendo auxilio. El comandante de marina dispuso inmediatamente la salida del Tomas Brochs, con el segundo jefe de la provincia y los auxilios necesarios, y a las once de la noche fue hallado a 12 millas de este puerto el aviso de guerra Don Jorge Juan, que en su viaje a la capital de Haití había sufrido la grave avería de la rotura de un cilindro, que inutilizándole la máquina, le había obligado a buscar este puerto a la vela. A las once de la noche salió también en su busca el cañonero Indio, por orden del jefe de la división, que personalmente salió y pasó a bordo del buque averiado y a la una de la noche, remolcado el Jorge Juan por el Brochs, y convoyado por el Indio se dirigieron a este puerto, donde han fondeado felizmente a las siete de la mañana del domingo>>.

Con fecha 14 de septiembre de 1880, el periódico La Correspondencia de España sitúa al cañonero asignado a la división de Cuba, que cubre la zona desde Punta Mayaí hasta Cabo Cruz.

Con fecha 9 de agosto de 1882, en un artículo que informa de los buques que componen la Marina de Guerra española, el periódico La Correspondencia de España sitúa al cañonero destacado en Santiago de Cuba.

El 5 de noviembre de 1882 el periódico La Época, en un artículo titulado “Nuestra Marina en Cuba”, informa a sus lectores que una serie de cañoneros, entre ellos el Indio, se encuentran en segunda situación y “a media vida y con un andar de seis millas, se encuentran en esta situación, porque no alcanza el presupuesto para que estén armados”.

La Época, 7 de noviembre de 1891.

<<Ha llegado a Puerto Rico el cañonero Indio, afecto a la Comisión Hidrográfica de las Antillas>>.

Cañonero Indio. Fotografía escaneada del libro "Buques de Vapor de la Armada Española, del vapor de ruedas a la fragata acorazada, 1834-1885 (D. José Lledó Calabuig)

<<30 de Marzo de 1893 (Día Civil)

Entrada en San Juan de Puerto Rico.- Como dejo dicho, el Castillo del Morro me hizo señales de esperar afuera, hasta las nueve de la mañana que el cañonero Indio, de nuestra Armada, salió y dio remolque a la Nao.

Como había bastante mar y los demás buques estaban sobrecargados de curiosos, esperaron a la boca del puerto, siendo dichos buques el aviso de guerra Fernando el Católico, todos los remolcadores y un centenar de botes, todos ellos empavesados, y no faltó quien viera en la combinación de los nombres de los buques de nuestra Armada, otra nueva coincidencia histórica, puesto que el Indio fue a buscar y llevó a su casa a la Nao de Colón, mientras que el Fernando el Católico aguardaba prudentemente el resultado, hasta que al ver el giro de la aventura, siguió nuestras aguas, ya que no había más remedio>>.

Líneas extraídas del libro La Nao Histórica Santa María. En la celebración del IV centenario del descubrimiento de América (D. Victor María Concas y Palau).

La Época, 2 de mayo de 1893.

<<Por otra parte, el ministro de Marina, sin perjuicio de lo que hoy acuerde el Gobierno, ha ordenado que el cañonero Indio, de la estación naval de Puerto Rico, pase a prestar sus servicios a la costa de Cuba>>.

La Correspondencia de España, 5 de abril de 1895.

<<El Desembarco.

Dos prisioneros.- Encuentro. Soldados heridos.

Habana 8 de abril (recibido el 4, 8’10 m.)

Gobernador general a ministro de la guerra.

Por noticias de Baracoa, el cañonero Indio cogió dos prisioneros del pailebot embarrancado, y resultando muerto el capitán por negarse a abordar en el punto escogido.

Del pailebot desembarcaron 22 hombres armados, suponiéndose jefe Maceo con Valdés, Flor, Crombet y médico Rodríguez.

Tuvieron encuentro en Duaba con pequeña partida, huyendo en dirección a Cuchillas y Quibican, haciéndonos nueve heridos.

Es posible que hayan unido a la partida Yalagar, que entro el 29 en Santa Isabel de Nipe buscando inútilmente armas en la población.

En vista de estas noticias he dictado órdenes para su persecución al general Salcedo, que opera ya en Holguín.- Calleja>>.

La Correspondencia de España., 11 de mayo de 1895.

<<Habana 9. (recibido el 10).

General segundo cabo a ministro de la Guerra y Ultramar:

Me telegrafía desde Matanzas el gobernador militar, que la partida de Matagás reapareció en Colón, siendo batida ayer, haciéndosele un muerto y teniendo nosotros un herido.

El general Salcedo, desde Santiago, me dice que el cañonero Indio participa que en la Caleta verificaron los insurrectos un desembarco de armas y municiones y que en Jaruco hay una partida de 100 hombres que pretende atacar a Sábana y Guandao.

El enemigo incendio ayer puente del ferrocarril entre San Luís y los Caminos.

En Gibarú tuvimos ligero tiroteo con el enemigo.-Arderius>>.

El 23 de noviembre de 1895 el periódico La Época publica un artículo con el título “Vigilancia de las costas de Cuba”, en el mismo, el periódico señala las fuerzas navales destinadas en la isla de Cuba cuando estalla la insurrección (1895), las fuerzas navales enviadas por el Gobierno liberal y las fuerzas navales enviadas por el Gobierno conservador del Sr. Cánovas del Castillo. Entre las primeras, el periódico solo señala tres cañoneros de la clase Ericsson (se supone que son los tres últimos supervivientes de los 30 construidos): Contramaestre, Criollo e Indio.

D. José Lledó Calabuig, en su libro Buques de Vapor de la Armada Española, del vapor de ruedas a la fragata acorazada 1834-1885, señala que el cañonero Indio es desarmado en el año 1885 y dado de baja en 1897.

Cañonero Nº25 Caribe.

La Correspondencia de España, 5 de junio de 1871.

<<Ha sido nombrado comandante del cañonero Caribe, el teniente de navío de primera clase, D. Indalecio Núñez>>.

El 14 de febrero de 1879, el periódico El Imparcial, en un artículo titulado “La Marina de Guerra en las Antillas” señala (entre otros buques) al cañonero Caribe “excluido del servicio por inútil”.

Con fecha 14 de septiembre de 1880, el periódico La Correspondencia de España sitúa al cañonero como pontón, asignado a la división de Nuevitas, que cubre la zona desde la bahía de Jigüey hasta Punta Mangli (¿?).

Con fecha 9 de agosto de 1882, en un artículo que informa de los buques que componen la Marina de Guerra española, el periódico La Correspondencia de España sitúa al cañonero destacado en Manzanillo como pontón.

D. José Lledó Calabuig, en su libro Buques de Vapor de la Armada Española, del vapor de ruedas a la fragata acorazada 1834-1885, señala que el cañonero Caribe deja de figurar en la lista de buques de la Armada en el año 1885.

Cañonero Nº-26 Alarma.

La Época, 9 de febrero de 1880.

<<En el arsenal de la Habana quedarán en breve listos para prestar servicios y reforzar los cruceros en las costas de la isla los cañoneros Alarma y Yumurí>>.

Con fecha 14 de septiembre de 1880, el periódico La Correspondencia de España sitúa al cañonero asignado a la división de Gibara, que cubre la zona desde Punta Mangli (¿?) hasta Punta Maysí (Maisí).

Con fecha 9 de agosto de 1882, en un artículo que informa de los buques que componen la Marina de Guerra española, el periódico La Correspondencia de España sitúa al cañonero destacado en la Habana.

El 5 de noviembre de 1882 el periódico La Época, en un artículo titulado “Nuestra Marina en Cuba”, informa a sus lectores que una serie de cañoneros, entre ellos el Alarma, se encuentran en tercera situación y “prácticamente inútiles, o poco menos, ya por su poco andar o ya por el deplorable estado de sus máquinas o cascos, una de cuyas composturas está presupuestada en 28.000 pesos oro”.

Cañonero Nº27 Descubridor.

La Época, 6 de noviembre de 1870.

<<El día (¿?) entró en Sagua la Grande el cañonero Descubridor, con la noticia de que el Vigía había apresado en el caimán de Cayo Cruz el balandro Providenciano Britania, en lastre y con cuatro tripulantes>>.

La Correspondencia de España, 14 de junio de 1874.

<<Ha sido nombrado comandante del cañonero Descubridor, el teniente de navío de primera clase, D. Arturo García>>.

Con fecha 14 de septiembre de 1880, el periódico La Correspondencia de España sitúa al cañonero asignado a la división de Nuevitas, que cubre la zona desde la bahía de Jigüey hasta Punta Mangli (¿?).

Con fecha 9 de agosto de 1882, en un artículo que informa de los buques que componen la Marina de Guerra española, el periódico La Correspondencia de España sitúa al cañonero destacado en Nuevitas.

El 5 de noviembre de 1882 el periódico La Época, en un artículo titulado “Nuestra Marina en Cuba”, informa a sus lectores que una serie de cañoneros, entre ellos el Descubridor, se encuentran en segunda situación y “a media vida y con un andar de seis millas, se encuentran en esta situación, porque no alcanza el presupuesto para que estén armados”.

La Correspondencia de España, 30 de octubre de 1884.

<<Bajo el epígrafe de “La tentativa contra el San Jacinto”, publica las Novedades de Nueva York, correspondiente al día 14 del actual, las siguientes interesantes noticias:

El 4 del actual anunció las Novedades la captura de los dinamiteros de Colon, y hasta hoy no hemos visto la noticia en los periódicos de esta ciudad, e excepción de las pocas líneas que confirmándola publicó el Telegram. Por el correo del mismo recibimos ahora algunos detalles que también reproduce el Herald en su número de esta fecha.

El San Jacinto se hallaba en Colon el 26 de septiembre último, próximo a zarpar para el puerto jamaicano de Kingston, cuando el cónsul de España en Panamá, Sr. Rizzo, que tenía conocimiento de los planes filibusteros, obtuvo de las autoridades colombianas una orden para que se registraran el equipaje y carga del vapor. El resultado fue el hallazgo de numerosos bultos de contrabando de guerra, que contenían pólvora, revólveres y machetes, y alguna cantidad de dinamita y arsénico en latas.

En diferentes puntos del buque se hallaron escondidas, además, veintiocho personas, en su mayoría cubanos, y algunos de ellos marineros y fogoneros. Fueron presos inmediatamente, y siete de ellos lograron escaparse durante su conducción a tierra.

La mayor parte del contrabando de guerra fue embarcado como mercancía destinada a Kingston, y se dice que parte de ella debió ser llevada a bordo por algún cómplice de los conspiradores. Sospechóse de cuatro de los pasajeros de cámara y se probó también su complicidad en el asunto, por lo que fueron a reunirse con los otros en la cárcel de Colon.

Noticias de Kingston agregan que al segundo día de haberse hecho a la mar el San Jacinto avistó una goleta que enarbolaba la que fue bandera de los rebeldes de Cuba. El vapor le dio caza, pero la goleta aprovechó el viento favorable y huyó después de izar el pabellón norteamericano.

A bordo del San Jacinto se creía que los falsos pasajeros trataban de envenenar a cuantos iban en él, mezclando arsénico con el agua y después transferir su cargamento a la goleta avistada y volar el vapor.

El cañonero español Descubridor había salido en busca de la goleta.

En un periódico de Panamá leemos que el San Jacinto, perteneciente hoy a la empresa del marqués de Campo, es el mismo buque cuyo capitán, hallándose al servicio del gobierno federal, detuvo al vapor correo inglés Trent y apresó a su bordo a los comisionados Mason y Slidell que los confederados enviaban a Inglaterra para obtener el reconocimiento de su gobierno>>.

D. José Lledó Calabuig, en su libro Buques de Vapor de la Armada Española, del vapor de ruedas a la fragata acorazada 1834-1885, señala que el cañonero Descubridor es dado de baja en el año 1897.

Cañonero Nº-28 Yumurí.

Participa activamente (junto con su gemelo, el Eco) en la gran operación contra los insurgentes realizada en mayo de 1870, y que se salda con la incautación de un importantísimo alijo de armas y municiones (ver cañonero Eco).

La Época, 9 de febrero de 1880.

<<En el arsenal de la habana quedarán en breve listos para prestar servicios y reforzar los cruceros en las costas de la isla los cañoneros Alarma y Yumurí>>.

Con fecha 14 de septiembre de 1880, el periódico La Correspondencia de España sitúa al cañonero asignado a la división de Cuba, que cubre la zona desde Punta Mayaí hasta Cabo Cruz.

Con fecha 9 de agosto de 1882, en un artículo que informa de los buques que componen la Marina de Guerra española, el periódico La Correspondencia de España sitúa al cañonero destacado en Mariel.

El 5 de noviembre de 1882 el periódico La Época, en un artículo titulado “Nuestra Marina en Cuba”, informa a sus lectores que una serie de cañoneros, entre ellos el Yumurí, se encuentran en tercera situación y “prácticamente inútiles, o poco menos, ya por su poco andar o ya por el deplorable estado de sus máquinas o cascos, una de cuyas composturas está presupuestada en 28.000 pesos oro”.

Cañonero Nº-29 Flecha.

La Época, 19 de octubre de 1870.

<<El primer oficial de marina muerto en acción de guerra durante la actual insurrección en Cuba, ha sido el alférez de navío D. Alfredo García de Paadin, segundo comandante del cañonero Flecha. El 1º de septiembre, en un reconocimiento practicado por el comandante de armas de Santa Cruz del Sur, mandaba el Sr. Paadin diez y siete marinos, y al cargar denodadamente sobre una numerosa partida de rebeldes, cayó muerto de un balazo en la frente. El Sr. Paadin contaba apenas 23 años, y era querido de todos sus jefes y compañeros por su excelente comportamiento y brillantes dotes de inteligencia y pundonor. El comandante de armas de Santa Cruz, y los demás oficiales de la guarnición, queriendo rendir tributo al valor desgraciado, solicitaron y obtuvieron del comandante de la cañonera permiso para celebrar y costear las exequias y entierro de su valiente compañero>>.

Con fecha 14 de septiembre de 1880, el periódico La Correspondencia de España señala que el cañonero se encuentra en la Habana carenando.

Con fecha 9 de agosto de 1882, en un artículo que informa de los buques que componen la Marina de Guerra española, el periódico La Correspondencia de España sitúa al cañonero destacado en la Habana.

El 7 de abril de 1886 el periódico La Correspondencia de España informa sobre un importante decreto, llevado a la firma de S.M. por el general Beránger. Entre otras cosas se informa: “Desaparecerán de las listas de la Armada debiendo clasificarse para su enagenación…………………, cañoneros Almendares, Criollo y Flecha".

La Correspondencia de España, 1 de noviembre de 1888.

<<Un marinero del cañonero Flecha se desertó anteayer, embarcándose con dos individuos de tierra en un balandro del que se posesionaron clandestinamente. Parece que hicieron rumbo hacia Cayo Hueso. El vapor Mercedes, del conde de Casa Moré, con fuerza armada, salió en su persecución; pero creemos que no pudo darle caza>>.

Del destino final del cañonero Flecha, nada he podido encontrar.

Cañonero Nº-30 Dardo.

El 23 de noviembre de 1872 es destinado al cañonero Dardo, como segundo comandante, el entonces alférez de navío, D. Isaac Peral (nuestro genial inventor y padre del primer submarino), destacando en varias acciones de guerra en la zona de Nuevitas, lo que le valió la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo rojo.

Con fecha 5 de enero de 1878, el periódico La Época, en un extensísimo artículo relacionado con varios insurgentes cubanos, señala que el cañonero Dardo traslada a los mismos desde Gibara hasta La Habana. Señala asimismo que el comandante del buque es el capitán de fragata D. Luís Bayo, debiéndose tratar esto último de un error, ya que por aquellas fechas el mando de los cañoneros tipo Ericsson lo ostentaban tenientes de navío de primera clase.

D. José Lledó Calabuig, en su libro Buques de Vapor de la Armada Española, del vapor de ruedas a la fragata acorazada 1834-1885, señala que el cañonero Dardo deja de figurar en la lista de buques de la Armada en el año 1885.




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