Lo malo es que todavía tardaron, bastantes años en llegar esos barcos de su clase; hasta que Ferrándiz, comandante del «Pelayo» en la escuadra, de Cámara aprobó su ley de escuadra de 1908, por la q que se construyeron los «España.», que ya nacieron viejos, puesto que su tipo es el de un dreadnought reducido, y el último de los «España», el acorazado «Jaime I», ha sido terminado cuando dreadnought y superdreadnought estaban pasados de moda. Considérese pues, cuál sería el valor actual del tipo «Pelayo».

Pasa a la historia el «Pelayo» después de una prolongada vida, durante la cual no puede registrarse a su favor nada de particular como buque de guerra. Sería, curioso saber cuánto dinero ha costado al Tesoro el vetusto y popular acorazado, entre carenas, pequeñas reparaciones y gastos de entretenimiento.

Juan B. Robert

No quiero en modo alguno quitar la razón a este caballero, el Pelayo fue lo que fue, y a lo largo de toda esta historia cada cual habrá sacado sus propias conclusiones. Pero sí que es verdad, que todo en nuestro buque tuvo su explicación, y que así, a “bote pronto”, se me antoja un poco injusto lo escrito, sobre todo, lo de “que no puede registrarse a su favor nada de particular”. Por otra parte, me reservo para el epílogo de este trabajo cumplida respuesta al artículo de marras.

Curiosamente, este mismo periodista, en el mismo periódico, y con fecha 1 de septiembre, decía lo siguiente:

Se ha promulgado la nueva Ley de Fuerzas Navales para el año vigente, con innovaciones de alguna importancia, el viejo Pelayo se retira al parecer definitivamente del servicio, y bien merecería un recuerdo.

1923

El 3 de agosto se le da por primera vez oficialmente de baja; decimos por primera vez, porque otra disposición del año siguiente rectifica ésta, señalando como nueva fecha de baja del buque el 1 de mayo de 1924. (El Acorazado Pelayo. Alejandro Anca).

1924

El 8 de febrero, a bordo del cañonero Doña María de Molina, llegaron a San Fernando, procedentes de Melilla, los restos del que fuera comandante del Pelayo, capitán de navío D. Enrique Pérez Gros, para ser enterrados en el cementerio de esta localidad.

El Imparcial, 9 de agosto de 1924.

Ferrol 8.- Se ha dispuesto por Real Orden que el acorazado Pelayo sea dado de baja en la lista de buques de la Armada y que se proceda a la venta del casco, máquina etc., previo expediente de subasta.


ABC, 21 de octubre de 1924.

Ferrol 20.- Se ha dispuesto se le quite al acorazado Pelayo, dándola por inútil, la artillería de grueso calibre.

Nos dice D. Alejandro Anca, que la artillería de grueso calibre fue lo único que quedo en Ferrol, donde acabo siendo troceada, pudiendo contemplarse bastantes años después en el Arsenal los restos de sus cañones.

El 27 de noviembre, en el Ferrol y en medio de un furioso temporal, el Emperador Carlos V garreo, lanzándolo el viento sobre el Pelayo, pudiendo las tripulaciones, a costa de grandes esfuerzos evitar el choque.

1925

Sacado a pública subasta en 1925, y tras dos salidas para la venta, no había comprador del mismo, hasta que finalmente fue adquirido por una compañía holandesa. (El Acorazado Pelayo. Alejandro Anca).

La Época, 27 de octubre de 1925.

Ferrol 27.- Se ha recibido la Real Orden del ministerio de Marina en la cual se ordena la venta en subasta pública del histórico acorazado Pelayo, que está fondeado en la dársena. Últimamente el buque había sido escuela de alféreces de fragata.

Todavía hubo gente que abogo por preservar al Pelayo:

La Vanguardia, 30 de octubre de 1925.

Cartagena.- La prensa local pide al gobierno que anule el anuncio de venta del acorazado Pelayo, que se encuentra en el arsenal del Ferrol y que se destine a buque escuela.

1926

La Vanguardia, 29 de enero de 1926.

La segunda subasta del acorazado Pelayo ha quedado otra vez desierta, por cuyo motivo se ordena la celebración de la tercera subasta con precio reservado.

ABC, 24 de abril de 1926.

Ferrol 23.- En cuanto amaine el tiempo será remolcado a Rotterdam por dos vapores holandeses, para ser desguazado, el acorazado Pelayo.

Esto ocurriría tres días más tarde, el 26 de abril de 1926.

Lamentablemente para mi barco, para nuestro barco, no hubo temporal que rompiera sus cables de remolque, y que lanzado sobre la costa se hundiera orgullosamente, como ocurrió con la Numancia.

El acorazado “Pelayo”

Javier Remis Fernández

Conocido también con el nombre de «El Solitario», porque era el único acorazado español existente hasta la conversión de las fragatas «Numancia» y «Vitoria» en acorazados costeros, éste fue el nombre de uno de los buques insignia de la Armada española de finales del siglo XIX. Construido según el diseño de Lagane en los astilleros Forges et Chantiers de la Mediterranée de La Seyne, en Tolón (Francia), mediante orden del 12 de noviembre de 1884 se puso en grada en febrero de 1886 y fue botado el 5 de febrero del año siguiente.

Para este barco la excelentísima Diputación de Oviedo, en representación de la provincia, mandó construir un mueble en homenaje al buque que llevaba por nombre el del líder que abanderó en las montañas de Covadonga el inicio de la Reconquista. Proyectado y construido en Gijón por el ebanista de la villa don Juan Antonio Muñiz, en él se emplearon nobles maderas de Covadonga donadas por el ilustrísimo cabildo de la real colegiata. Compuesto de tres cuerpos artísticamente tallados en madera de nogal, en el de la izquierda aparece representado el escudo de Asturias con la inscripción: «La Provincia de Asturias»; en el de la derecha el escudo de Gijón y la inscripción: «Al Acorazado Pelayo»; en cambio, el central son dos puertas que en lo alto forman el escudo de España y que, a modo de armario o estuche, servirían para guardar la bandera de combate del barco.

Esta bandera, sufragada por suscripción popular y en la que las señoras y señoritas de Gijón doña Virginia Sampedro, Dolores Horcasitas, Marciana Valle, Joaquina y Adela Iglesias, Lola Gil, Lola Menchaca, María Vivero, Emilia, Mercedes y Manolita Alvargonzález, Filomena Zulaibar, María Díaz de la Sala, Salomé Rodiles, Eustaquia Pelayo, Eugenia Menéndez, Encarnación Vallina, Margarita Menéndez, Joaquina Villaverde, Ignacia Cabo, Manolita Marinas, Sara Rionda, Josefina Laviada y Paz Nava bordaron el escudo de España (salvo la cruz que remataba el mundo de la corona, que fue bordado por la propia Princesa de Asturias), fue bendecida solemnemente en Covadonga el 10 de junio de 1888 por el ilustrísimo señor obispo de Oviedo Fray Ramón Martínez Vigil. Al acto, al cual asistió la condesa de Revillagigedo en representación de la Princesa de Asturias, así como numerosas representaciones civiles y militares de la provincia, contó también con numeroso público venido desde los más diversos lugares de la provincia de Asturias.

Comisionado el 3 de junio de 1888, el acorazado «Pelayo» fue un auténtico representante de España por el mundo. En 1891 estuvo en el Pireo, donde fue visitado por los reyes de Grecia, al año siguiente participó en Génova en los actos del cuarto centenario del descubrimiento de América; en 1901 llegó a Tolón, donde le esperaba el presidente de la República francesa; en 1903, Eduardo VII de Inglaterra lo visitó en Lisboa, y un año más tarde, en Vigo, fue testigo de la entrevista entre Alfonso XIII y Guillermo II de Alemania. También participó en operaciones navales contra los rebeldes rifeños de Marruecos, pero los treinta y siete años que estuvo en servicio fue gracias a que en 1898, durante la guerra de las colonias contra Estados Unidos, que supuso la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, reformó sus calderas y cambió su artillería en los mismos astilleros franceses en los que había sido construido. De no ser así, suponemos que hubiera corrido la misma suerte que el resto de la flota española.

Destinado a luchar junto a la escuadra del almirante Manuel de la Cámara y Livermoore, tras la derrota del almirante Patricio Montojo en la batalla de Cavite, salió del puerto de Cádiz rumbo a Filipinas, pero cuando llegó al canal de Suez fue retenido y, tras la derrota de la escuadra de operaciones del almirante Cervera en Santiago de Cuba, recibió órdenes de regresar a España.

Tras el desguace del acorazado, en 1925, el cabildo de Covadonga instó una petición al Ministerio de la Marina solicitando la custodia de la bandera para ser expuesta en el museo del santuario. A esta petición habría que sumar la de la opinión pública, que, gracias a la campaña que llevó a cabo el diario regional «El Carbayón», hace que tan sólo dos meses más tarde se obtenga una respuesta satisfactoria por parte del jefe de la Subsecretaría de la Sección de Campaña, quien mediante real orden dispone que, «vista la solicitud elevada por la real basílica de Covadonga para que se custodie en aquel real sitio la bandera de combate del acorazado "Pelayo", S. M. el Rey (q. D. g.), de acuerdo con lo propuesto por la Sección de Campaña, ha tenido a bien resolver se acceda a lo solicitado, procediéndose, por la dirección del Museo Naval, a efectuar la entrega de la referida bandera de combate, con su estuche, a la persona que se designe en esta corte en representación de la real colegiata basílica de Covadonga».

A finales del mes de marzo de 1926 ya se encontraban el mueble y la bandera en Covadonga. Estuvieron expuestos al público en el museo donde se guardaba el denominado «Tesoro de la Santina», al menos hasta la guerra civil, época en la que previsiblemente desapareció la bandera del santuario, conservándose por fortuna aún hoy en día el mueble en buenas condiciones.

REMIS FERNÁNDEZ, Javier, “El acorazado Pelayo” en La Nueva España, Oviedo, año LXXII, núm. 23.468, 11 de abril de 2008.

La Ilustración Española y Americana, 8 de diciembre de 1888. Estuche, o, armario, donde se guardaba la bandera de combate del Pelayo, lo único que se conserva hoy en día de nuestro buque.

Una fotografía, una pasión………………., una historia.

Todo comenzó con esta fotografía. La descubrí por pura casualidad en la página norteamericana dedicada a la Guerra del 98 http://www.spanamwar.com/. Ni siquiera me acuerdo porque la visite. De esto, hace ya más de cinco años.

En esta página me tope de bruces con los viejos barcos del 98. Fue la primera vez en mi vida que veía tan nítidamente, los barcos españoles de la Escuadra de Operaciones de las Antillas. Siempre he presumido de ser un amante de la historia de España, de sus ejércitos, de su Armada, pero mis conocimiento no llegaban más allá de los de un buen estudiante (solo de esta materia, todo hay que decirlo). Sabia de la Guerra del 98, del desastre del 98, pero nunca me había puesto a estudiar a fondo aquel conflicto. La visita a esta página lo cambio todo.

De una manera casi compulsiva comencé mi búsqueda de datos, y cuanto más almacenaba en mi ordenador, más necesidad sentía de escribir. Escribir y darlos a conocer, porque también me iba dando cuenta del tremendo olvido al que habían sido sometidos aquellos viejos barcos.

Pero volvamos al Pelayo. Fue también la primera vez que el Pelayo y yo nos conocimos, hasta entonces desconocía completamente su existencia. Cuando lo vi, cuando vi aquella impresionante mole, creo que fue el momento en el que me di cuenta de que era mi barco. No es la mejor fotografía del Pelayo, pero me resulto absolutamente fascinante, y al igual que me ocurrió con los otros buques del 98, comencé la búsqueda de datos del acorazado, con la única salvedad, de que el Pelayo fue la prioridad absoluta.

Más tarde vino el libro de D. Agustín R. Rodríguez y D. Juan Luís Coello Buques de la Armada Española a través de la Fotografía (1849-1900) y sus magnificas once páginas dedicadas al Pelayo. Después la soberbia obra de D. Alejandro Anca, El Acorazado Pelayo, y finalmente cientos, casi diría que miles de horas “buceando” en la red.

Como ya dije antes, llego un momento en el que sentía la necesidad de dar a conocer todo lo guardado, de escribir. Entendí que lo mejor sería un foro de internet, había unos cuantos dedicados a la historia de la Armada Española, y aquí llegamos al 2 de diciembre de 2007, fecha histórica, en la que Ensenada tuvo a bien registrarme como nuevo miembro.

Mis primeras líneas del Pelayo las volqué el 7 de enero de 2008, apenas unos días después de registrarme. Al principio, supongo que producto de la emoción del novato, todo fueron datos y más datos, pero de forma inconexa. Con el tiempo decidí que aquello no me gustaba demasiado. Comencé por ordenar como Dios manda todos mis archivos y me plantee una manera diferente de dar a conocer al Pelayo. Como eje fundamental, tome las obras de D. Agustín y de D. Alejandro, continué con los diarios de la estupenda Hemeroteca Digital y añadí todo lo demás, lo que guardaba en el PC.

Y esto es lo que ha salido.

Dice D. Alejandro Anca en su libro, que se le permita transmitir el sentimiento de tristeza que le produjo comprobar como un buque de la importancia del Pelayo, haya pasado por las páginas de la historia de nuestra Marina de manera tan anónima y gris. Comparto plenamente la opinión de D. Alejandro.

El Pelayo fue lo que fue, y nadie podrá cambiar esto nunca. Pero creo necesario mirar su historia de otra manera. Ya hemos visto que algún periodista de la época en la que nuestro buque era dado de baja, comentaba que a lo largo de su dilatada existencia “no puede registrarse a su favor nada de particular como buque de guerra”. Mirado de esta manera, tan fría, no le faltaría razón al periodista. Pero sinceramente, creo que es muy injusto.

Nuestro barco no tuvo su momento y llego tarde a lo que tendría que haber sido su cita con la historia, aquel desgraciado verano de 1898. El Pelayo no tuvo su “descubrimiento”, como la Santa María, ni tuvo su “primera vuelta al mundo”, como la Victoria, ni fue el primer blindado en dar la misma vuelta, como la Numancia. El Pelayo no tuvo su Lepanto, ni su Trafalgar, ni siquiera tuvo su Santiago y su Cavite. El Pelayo llego tarde.

Pero nuestro barco tuvo algunas cosas. El salto cualitativo que supuso para la Armada Española la incorporación del Pelayo, pocas veces se ha dado. Pasábamos de las preciosas y románticas fragatas de hélice y de las, en otro tiempo, poderosas fragatas blindadas, a un autentico y poderoso buque de combate. Nuestro compañero gcoenders, siempre al “quite” con estas cosas, nos da una idea muy exacta de lo que supuso para España la incorporación del Pelayo (lamentablemente no me acuerdo en que hilo, a ver si me puedes ayudar), pocas naciones tenían en sus arsenales un “arma” tan determinante.

El Pelayo fue insignia de la Armada Española durante muchísimos años. Antes y después del 98. Antes, fue admirado haya donde fue, después, asumió la pesada carga de la derrota.

El Pelayo debió ser retirado del servicio mucho antes de lo que lo fue. Para mi gusto se le debió retirar cuando comenzaron a surcar los mares los primeros “dreadnought”. Pero España no tenía otra cosa que ofrecer a su Armada, y de esta manera, nuestro buque debió seguir asumiendo la responsabilidad en una Escuadra, como algunos decían, de auténticos espectros navales. Ni siquiera la aparición de los cruceros de la clase Princesa de Asturias y del nuevo Reina Regente, podían dar sombra al Pelayo, con todos sus años a cuestas, el Pelayo era infinitamente superior a todos ellos.

Por las cubiertas del Pelayo pasaron generaciones y generaciones de jefes, oficiales y marinos. En las cubiertas del Pelayo se formaron los hombres que posteriormente mandarían los buques de aquella tímida y renaciente Armada Española.

Yo creo sinceramente que el Pelayo debe de ocupar un puesto de honor entre los grandes buques españoles de todos los tiempos, y me apena enormemente el fin que se le dio. Entiendo que preservar para la posteridad un buque de estas características es una empresa difícil, y más en España. El Pelayo debió morir como lo hizo el acorazado Iowa, el que debió ser su rival en el 98, hundido a cañonazos por sus propios compañeros, pero eso sí, con toda la emotividad, con todo el honor y con toda la gallardía que el “odiado” enemigo sabe dar a estas históricas ocasiones.

No acaba todo sobre la historia Pelayo, me refiero al foro, quedan innumerables datos que dar a conocer, fotografías por “colgar”, y seguro que algún que otro “descubrimiento”. Pero lo principal está hecho.

Comentar también, que no ha sido mi intención polemizar con mis autores de referencia, según qué aspectos de la historia del Pelayo. Prometo revisar a fondo los datos. En todo caso, tengan o no tengan la razón en algunos casos, no importa, ellos abrieron el camino y de ellos es el merito de habernos dado a conocer la historia del buque, con su trabajo, los demás lo hemos tenido fácil.

Con que halláis disfrutado de este relato, solo una decima parte de lo que yo he disfrutado, me sentiría enormemente satisfecho, el Pelayo se sentiría enormemente satisfecho.

Amigo Ensenada

Hace un tiempo te hable de la posibilidad de escribir un libro sobre los barcos de la Escuadra de Operaciones de las Antillas. Bien, no es precisamente de ese tema, pero creo que ya tengo mi libro. Con algunos retoques por aquí y por allí, creo que ya lo tengo.

Dedicado a mis compañeros de Todoavante.

Un saludo.

Querido compañero Cervera.

Mi más franca y afectuosa enhorabuena, y muchas felicitaciones por "el incunable" que has hecho sobre el "Pelayo".

Las palabras no me suelen faltar,...., pero siempre hay excepciones.

Y ésta es una de esas veces. Pero es una muy dichosa excepción.

Tu trabajo con el "Pelayo" me ha parecido realmente magnífico y extraordinario.

Y el epílogo me ha parecido sencillamente magistral. Además, ayuda mucho a entender todo.

Muchas gracias por todo ello.

Afectuosamente.

Juan Ignacio.

'

Amigo Cervera


Si Anca Alamillo, publico su folleto sobre el mismo buque, tu trabajo y ganas le da cien vueltas por segundo a la tierra.


Es una trabajo de tiempo, ganas, esfuerzo, constancia y dedicación, ya que esta última para los que trabajan y tienen familia, no disponen de todo el tiempo que quisieran, pero tú lo has conseguido.


Mi más enhorabuena y ojala te lo publiquen, si es así, yo lo compro, pero vienes y me lo dedicas, que menos por tu intendente.


Sobre todo por compartir tan gran empeño y la forma que le has ido dando, ha quedado como se lo merece nuestro < Rey Solitario > que de haber sido otros los mandamases, de éste al menos hubieran habido tres y con un buen apoyo de carboneros, otro gallo hubiera cantado en Santiago de Cuba y quizás en Cavite, ya que entonces allí si se hubieran podido enviar alguno de los Vizcaya.


Un fuerte abrazo.
.

Estimado Almirante Cervera, ahora que conozco su vínculo inicial con el Pelayo y el origen de su devoción, veo claramente que no fue casual ese encuentro. El destino tenía preparado un rumbo directo al navío, que hizo avivar su curiosidad investigadora llevandolo a sumergirse éstos largos cinco años en las entrañas mismas del buque, hasta sacarlo a la luz y rescatar un verdadero patrimonio histórico español.
Estoy seguro que ésta historia no termina con el "epílogo".
Su afán descubridor seguirá desenterrando la historia del "Rey Solitario".



Amigo mío, hasta Julio del año pasado, no lo conocía a usted y mucho menos al Pelayo.
Ahora me siento muy dichoso de conocer a ambos y de presenciar el nacimiento de el libro sobre "su" buque.

Salvando la investidura de nuestro Intendente General, quisiera comprar el segundo ejemplar con su respectiva dedicatoria......, despúes de todo soy su comandante "virtual"....


Ahora el Pelayo comienza su singladura más importante...: la de ser redescubierto


Un abrazo

Se me habían olvidado las fuentes.

Fuentes

Libros:

*.- Buques de la Armada Española a través de la Fotografía (1849-1900). Agustín R. Rodríguez y Juan Luís Coello.

*.- El Acorazado Pelayo. Alejandro Anca Alamillo.

*.- La Guerra del 98. Las Campañas de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Agustín Rodríguez.

*.- Política Naval de la Restauración (1875-1898). Agustín Rodríguez.

*.- CD Cruceros Vizcaya. Causas verídicas del desastre de 1898. José Ramón García Martínez.

*.- Apunte biográficos del Excmo. Sr. D. Pascual Cervera y Topete. Alberto Risco.

Hemeroteca Digital:

• El Imparcial.
• La Época.
• La Correspondencia de España.
• La Correspondencia Militar.
• La Ilustración Española y Americana.
• Nuevo Mundo
• El Mundo Moderno.

Otras hemerotecas:

• La Vanguardia.
• ABC.

Internet:

http://www.spanamwar.com

http://1898.mforos.com/

http://www.vidamaritima.com

http://www.abamia.net/El%20acorazado%20Pelayo.pdf

http://es.wikipedia.org/wiki/Acorazado_Pelayo

http://www.navweaps.com/Weapons/WNSpain_126-35_m1884.htm

Planos:

*.- Los planos en color son obra de nuestro antiguo compañero Julio Pillet. En su día, amablemente, me autorizo su uso.

*.- Los planos en blanco y negro proceden de un libro, escrito en ruso, que podéis encontrar en el siguiente enlace:

https://www.wunderwaffe.narod.ru/Magazin ... /index.htm

*.- Los planos del año 1892 los encontré en la siguiente dirección:

https://maquetasenpapel.mforos.com/

*.- Los planos del año 1895 los encontré en Wikipedia.

Fotografías:

La mayoría de las fotografías y pinturas provienen de diversas fuentes de internet.

Otras fotografías y pinturas:

*.- CD Cruceros Vizcaya. Causas verídicas del desastre de 1898. José Ramón García Martínez.

*.- De este enlace:

http://www.wunderwaffe.narod.ru/Magazine/Escadra/2004_01/index.htm

Es posible que me haya olvidado algo. Si así fuera, tratare de corregirlo en el futuro.

Un saludo.

Gracias por vuestras amables palabras, son muy reconfortantes.

Por cierto, si os habéis fijado, desde el post “El final” ya no he colgado ninguna fotografía, y no lo he hecho porque ya no queda ninguna como Dios manda. Las que me quedan son en formato muy pequeño, y al tratar de ampliarlas compruebo que quedan excesivamente borrosas.

Por tanto, si alguno de vosotros tiene alguna diferente (que lo dudo) a las “colgadas” en el trabajo, le agradecería su colaboración.

Con un “pelín” de tiempo insertare las pequeñas.

Un saludo.

Estimado general, deja Vd el listón muy alto. Esto ya se veía con el contenido, pero sus fuentes hacen caer a uno de espaldas.

Supongo que es un hecho conocido por pocos que España tuvo un acorazado oceánico "moderno", el buque más poderoso que surcaba los mares en aquella época, durante 35 años. Yo me enteré por un suplemento sobre historia de los acorazados que sacó La Vanguardia por los años 80 y que desgraciadamente no conservo. Hasta aquel momento sólo había oído hablar de los acorazados alemanes, ingleses, americanos, japoneses, etc.

Su aspecto, con sus panzudos costados, sus barbetas laterales sobresalientes y su bien dimensionado puente y mástiles son absolutamente imponentes. Más allá de lo naval, representaba el anhelo de algunos políticos lúcidos de superar el atraso secular del país. Espero que su trabajo sea un primer paso para que lo conozca el público en general.

Cuente siempre con la fiel escolta del monitor Puigcerdá cuando navegue por aguas someras.

Hola Cervera. Atendiendo a tu llamada, creo que esta foto no la tienes (por lo menos, yo no la he visto).





Batería de 280 mm



.

Gracias por tus comentarios gcoenders, y completamente de acuerdo, era un “bicho” soberbio.

Gracias por la fotografía Mariner, mirare donde puedo colocarla.

Aprovecho para informar que he colocado algunas cosas más:

En el año 1889, un dibujo de las piezas de 32 y 28 centímetros en la fábrica de Trubia.

En el año 1891, un dibujo del acorazado fondeado en Barcelona.

En el año 1895, un dibujo de la Escuadra Española en Kiel.

En el año 1898, una fotografía del que fuera comandante del acorazado D. Emilio Hédiger y Olivar.

En el apartado dedicado a la bandera de combate, un dibujo del armario donde se guardaba la misma.

Un saludo.

Ten confianza en el equipo, querido Almirante. Somos barcos mucho menos poderosos,....pero tenemos nuestro "punto"...., y muchas ganas de colaborar y aportar nuestros pequeños granitos de arena al buque insignia.

Con tu permiso, Almirante, hubo un juego de fotos que me gustaron mucho, y que colgaste en "Comentarios". Trataba sobre los cambios que hubo de los cañones de la batería de estribor, donde comparabas el antes y el después. Creo que era muy ilustrativa, y pedagógica.

El día de mañana cuando se hable del Pelayo y se citen las fuentes habrá que añadir:

Cervera, todoavante.es

un cordial saludo

Antonio

No hay mucho más que decir.

Solo felicitarle Almirante por todo lo que ha conseguido transmitir para la historia de nuestra Armada con su escrito.

Le deseo toda la suerte del mundo con la posibilidad de editar el libro y le ruego siga delitándonos con la Historia como lo ha hecho hasta el momento.

Un cordial saludo de un agradecido asturiano.

Jose Luis.

Realmente IMPRESIONANTE (así escrito... en mayusculas); ante este gran trabajo, solo cabe quitarse el sombrero.

Gracias por vuestras palabras Orfebre, Pedro Menendez de Aviles y Takashi, me queda claro que el esfuerzo ha merecido la pena.

Últimas modificaciones:

Armamento secundario (1ª página). He añadido unas líneas con el título “Modificaciones en el armamento secundario”.

Final del año 1890. He añadido una fotografía del capitán de navío D. Luís Pastor y Landero, segundo de los comandantes del Pelayo.

Año 1891. He cambiado el pie de fotografía de la batería de 12 centímetros, donde ponía lo siguiente:

Una fotografía polémica. Vista exterior de la batería de estribor del Pelayo. Polémica, porque unas fuentes indican que se trata de piezas Hontoria de 12 centímetros, mientras que otras, aseguran que son las nuevas piezas Schneider-Canet de 14 centímetros.

Como ha quedado meridianamente claro que las piezas que aparecen en la fotografía, son las originales González Hontoria de 12 centímetros, el nuevo pie de fotografía reza lo siguiente:

Vista por la banda de estribor de las piezas González Hontoria de 12 centímetros, de la batería original del Pelayo.

Año 1899. He añadido una fotografía de la nueva batería Schneider-Canet de 14 centímetros. Es la misma fotografía que nuestro compañero Mariner colgó en “Comentarios al Acorazado Pelayo”.

Año 1917. He añadido una fotografía del Pelayo fondeado en Cartagena.

Año 1922. He añadido una fotografía en la cabecera del año.

Un saludo.

Lo dicho, Almirante, que has elaborado un verdadero incunable, y has creado una referencia obligada en la bibliografía y conocimiento acerca de este barco.

Y suscribo al ciento lo ciento lo apuntado anteriormente por otros compañeros: Cervera.todoavante.es

Un placer ir a bordo contigo.

Juan Ignacio.

En la primera página (armamento secundario), he añadido una interesantísima descripción del armamento torpedero del Pelayo. La fuente es el estupendo CD, Cruceros Vizcaya. Causas Verídicas del Desastre de 1898, de D. José Ramón García Martínez.

Merece la pena echarle un vistazo.

Un saludo.

Otra fotografía del Pelayo varado en Mahón, 22 de noviembre de 1902 (Fuente: un Blog excelente y de visita obligada para todos los amantes de la mar, http://alfonsobuenaventura.wordpress.com/

Un saludo.

Esto es, de momento, el trabajo de un verdadero artista. En la siguiente dirección podréis ver paso a paso como, “Heinkel 111”, va construyendo nuestro buque………. ¡en papel! Increíble el resultado.

http://maquetasenpapel.mforos.com/1395638/8778256-disenando-el-acorazado-pelayo-1888/

Lo dicho, un trabajo de artista. Realmente impresionante.

Un saludo.