Lanchas Cañoneras para servicio en Cuba

La clase Alerta

Vista por babor de la cañonera Alerta. En algún lugar de Cuba, entre diciembre de 1895 y junio de 1898.

Ante el estallido de la insurrección cubana en 1895, se hizo necesario adquirir con urgencia cañoneros y lanchas que vigilaran las costas de la isla para evitar la llegada de buques con armas y voluntarios para los rebeldes, y que cooperaran a la vez con las operaciones del ejército. El Ministerio de Ultramar de encargó de financiar toda una escuadrilla de estos buques para Cuba, que se compondría finalmente de siete cañoneros y 18 lanchas cañoneras, cuya adquisición se autorizó el 17 de junio de 1895. Buscando la mayor rapidez en la entrega y el menor coste, todos estos buques se construyeron en astilleros británicos, con la única excepción de media docena de las lanchas, realizadas por Vea Murguía, Noriega y Cía. en Cádiz (Buques de la Armada Española a través de la fotografía, 1849-1900)

La escuadrilla, sufragada por el presupuesto del Ministerio de Ultramar costó 150.277 libras esterlinas, incluyendo los buques, su artillería, y los fletes por la comunicación de las lanchas a Cuba. Aunque sin contar el contrato de algunos de los maquinistas ingleses para la travesía de los cañoneros (Política Naval de la Restauración, 1875-1898).

Las cañoneras de la clase Alerta (clase prácticamente igual a la clase Estrella) fue encargada por el Gobierno español en Gran Bretaña, se firmo el contrato el 13 de julio de 1895 con la firma de John Samuel White & Co. Ltd., en East Cowes, isla de Wight.

Caracteristicas generales:

Unidades.- Alerta, Ardilla, Cometa, Fradera, Gaviota, Golondrina

Desplazamiento.- 43 toneladas.

Eslora.- 21,33 metros.
Manga.- 2,65 metros.
Puntal.- 1,90 metros.
Calado.- 1,30 metros.

Propulsión.- Una máquina de doble expansión y 100 cv indicados.
Velocidad.- 10,5 nudos.

Armamento.- Un cañón de tiro rápido Nordenfelt de 42 milímetros en el castillo y un automático maxim de 37 milímetros en la toldilla.

Tripulación.- 23 hombres. Eran mando de teniente de navío.

Modelo de las lanchas que van a ser construidas en Inglaterra por las casas White y Forrestt. Nuevo Mundo, 8 de agosto de 1895.

La Época, 21 de julio de 1895.

<<Se han firmado los decretos designando lo nombres de las lanchas cañoneras que se están construyendo en Cádiz con destino a Cuba.

Se llamaran Almendares, Baracoa, Cauto, Guantánamo y Yumurí.

Las cañoneras que se están construyendo en Inglaterra llevarán los nombres de Alerta, Ardilla, Cometa, Estrella, Flecha, Fradera, Gaviota, Golondrina, Ligera, Lince y Satélite>>.

Consideraciones a esta noticia:

1ª.- De la primera serie, la clase “Almendares”, el periódico olvida incluir a la cañonera Mayarí.

2ª.- Los nombres de las cañoneras construidas en Inglaterra están entremezclados, y, además, el periódico olvida señalar a la cañonera Vigía.

La Época, 17 de agosto de 1895.

<<El señor ministro de Marina ha designado hoy los comandantes para los cañoneros de Cuba:

Para mandar los cañoneros Almendares, Baracoa, Cauto, Guantánamo, Yumurí, Mayarí, Alerta, Ardilla, Cometa, Fradera, Gaviota, Golondrina, Estrella, Flecha, Ligera, Lince, Satélite y Vigía, a los señores tenientes de navío Bonmati, Tejera, Aledo, Avecucho, Carderera, Ozamiz, Montís, Bauzá, Carreras, Pedrero, Pon, Carreras, Costa, Pérez (D. Enrique), Ramos, Folla, Serantes y Gómez (D. Rafael), respectivamente>>.

La Época, 7 de septiembre de 1895.

<<Hoy se han recibido en el Ministerio de Marina noticias muy satisfactorias de Inglaterra; en aquellos Astilleros prosiguen con grande actividad las obras de los buques españoles que irán a Cuba.

Thomson ha botado al agua un tercer cañonero, el Diego Velázquez, y White, los dos de tercera clase Alerta y Ardilla.

Tanto las botaduras como las pruebas de máquina y de artillería efectuadas ya en los barcos a flote, están dando los mejores resultados>>.

El Imparcial, 22 de septiembre de 1895.

<<El ministro de Marina ha recibido noticia de haberse practicado pruebas de velocidad de las cuatro cañoneras de 42 toneladas Fradera, Cometa, Ardilla y Alerta. Las condiciones de velocidad a marcha normal como a tiro forzado han resultado superiores a las contratadas.

En cuanto se terminen las otras dos lanchas se enviarán las seis a Cuba>>.

La Época, 9 de octubre de 1895.

<<El vapor inglés Engineer salió ayer por la mañana de Southampton para la Habana, llevando a bordo las lanchas cañoneras Alerta, Ardilla y Cometa, destinadas a prestar servicio de vigilancia en las costas de Cuba.

A mediado de mes serán expedidas con igual destino las lanchas Fradera, Gaviota y Golondrina>>.

La Época, 19 de octubre de 1895.

<<Anteayer salió de Inglaterra el vapor Cohete, conduciendo a Cuba las últimas lanchas cañoneras Fradera, Golondrina, Gaviota y Flecha>>.

Con la misma fecha, La Correspondencia de España confirma esta última noticia.

El Imparcial, 23 de octubre de 1895.

<<Ayer por la mañana llegó a Madrid, procedente de Inglaterra, donde ha inspeccionado la construcción de los cañoneros, el distinguido teniente de navío D. Antonio Montís, que saldrá para Cuba en el primer correo a encargarse del cañonero Alerta>>.

La Época, 3 de noviembre de 1895.

<<Ayer llegó sin novedad a la Habana el vapor inglés Engineer, que ha conducido desde Inglaterra los cañoneros Alerta, Ardilla y Cometa>>.

La Correspondencia de España, 5 de noviembre de 1895.

<<Han salido de Inglaterra con rumbo a la isla de Cuba, los cañoneros Fradera, Gaviota, Golondrina, Flecha, Estrella, Satélite, Vigía, Lince y Ligera>>.

La Época, 14 de noviembre de 1895.

<<Han llegado a la Habana, procedentes de Inglaterra, las cañoneras Gaviota, Golondrina, Flecha y Fradera, destinadas a la vigilancia de aquellas costas, e inmediatamente saldrán a los puntos que les tiene asignados el comandante general del Apostadero>>.

Cañonera Alerta

La Época, 8 de noviembre de 1895.

<<Según telegramas recibidos esta tarde a última hora, han salido ya a la mar para hacer el servicio de vigilancia en las costas de Cuba, los cañoneros Alerta, Cometa y Ardilla>>.

La Época, 14 de enero de 1896.

<<El comandante general del Apostadero de la Habana ha dirigido al ministro de Marina el telegrama siguiente:

Cañonero Alerta, mandado por Montis, defendió poblado del Puerto de Cabañas de ataque insurrectos impidiendo quema.

Artillero de mar bajó a tierra con dotación marineros para auxiliar 20 voluntarios con un oficial que lo abandonaron, defendiendo solos la iglesia, rechazando enemigo>>.

Con fecha 15 de enero de 1895, el periódico El Imparcial amplia la noticia citada, señalando que el destacamento de la cañonera Alerta estaba formado por un cabo de mar (no un artillero) y cuatro marineros, dado lo escaso de la tripulación de la cañonera. Se trataba del cabo D. Juan Mayor y de los marineros D. Cesáreo Traba, D. Francisco García, D. Juan Ocáriz y D. Felipe Pavón.

El Imparcial, 10 de febrero de 1896.

<<Habana 8.- El cañonero Alerta en Bahía Honda ha protegido con su artillería el desembarco de víveres y municiones del ejército, sosteniendo un nutrido fuego con la partida de Socarras, dispersándola completamente, evitando una sorpresa y verificando la custodia del convoy>>.

La Época, 16 de febrero de 1896.

<<El teniente coronel Leal, jefe de la Comandancia militar de Bahía Honda, en la provincia de Pinar del Río, recibió del cabecilla Sotomayor un mensaje intimándole la rendición y amenazándole con destruir el poblado con dinamita.

Dicho jefe reunió a las tropas, y en alta voz leyó el mensaje del cabecilla, que rompió en mil pedazos, exclamando:

Así contestan los soldados españoles a tan indignos mensajes: ¡Viva España!

Y la fuerza de Bahía Honda se dispuso a recibir al enemigo a balazos.

El ataque de las huestes de Sotomayor fue violentísimo. La defensa de las tropas, sublime.

Esta fue auxiliada por el cañonero Alerta, cuyos certeros disparos produjeron grandes pérdidas en el enemigo.

Los insurrectos vencidos, destrozados, se retiraron en completo desorden>>.

El Imparcial, 26 de febrero de 1896.

<<Entraron anoche en este puerto (Matanzas) el transporte Legazpi y el crucero Alfonso XII, que venían de recorrer las costas de Pinar del río, llevando el Legazpi a bordo al jefe del Apostadero de la Habana, contralmirante Navarro.

He hablado con este señor, que viene muy satisfecho de su viaje porque ha podido observar directamente la escrupulosa vigilancia que nuestra escuadra tiene establecida en dichas costas.

El jefe de la escuadra de la isla continuará en breve su expedición a otras costas.

Durante su viaje en el Legazpi, el cañonero Alerta disparó en dos ocasiones varias descargas sobre las partidas del cabecilla Delgado y otras que estaban acampadas en las costas a Bahía Honda>>.

El 6 de marzo de 1896 (la noticia la da el periódico La Época con fecha 9 de abril siguiente) el comandante general del Apostadero de la Habana y Escuadra de las Antillas, contralmirante Navarro y Fernández, giró una visita minuciosa a los buques bajo su mando. En concreto, el comandante general visitó los cruceros Infanta Isabel y Conde de Venadito; el transporte Legazpi; los cañoneros Hernán Cortés, Alerta, Mensajera, Flecha, María Cristina, Almendares, Cuba Española, y el vapor mercante armado en guerra Praviano.

Se informa que todos ellos se encuentran en perfecto estado militar, y que todos han entrado en fuego, destacándose lo siguiente:

<<pero son dignos de llamar la atención el Alerta principalmente, y el Flecha, a cuyos comandantes se debe el tener la costa libre de bandidos, y después el comandante del Venadito que, con sus buenas disposiciones y constante vigilancia, mantiene cerradas las entradas de los Colorados, que el calado del buque que manda le permite vigilar, y logró salvar del incendio el caserío de los arroyos de Mantua>>.

La Época, 30 de marzo de 1896.

<<El comandante de la cañonera Alerta avisa que las columnas del general Suárez Inclán y del coronel Villa, al mando del general Linares, salieron en la madrugada del 28 de Bahía Honda sobre Maceo, en dirección al Sudeste>>.

Revista General de Marina.

6 de abril de 1896.- El cañonero Alerta, al mando del teniente de navío Montis, convoyó una expedición de tropas de Mariel a Brámales, llevando a remolque la goleta Joven Miguel con 150 hombres de Alfonso XII, protegiendo el desembarco de esta fuera.

Revista General de Marina.

15 de abril de 1896.- El comandante del cañonero Alerta, teniente de navío Montis, participa que al entrarse el día 9 frente a Cabañas, algunos grupos de insurrectos hicieron fuego su buque y un bote que conducía varios soldados; disparo enseguida con metralla y fusilería hasta que consiguió huyeran al interior. Hizo al enemigo tres bajas vistas, teniendo que lamentar una herida grave en uno de los soldados.

Continuó su crucero hasta el 10,que a las siete entro en Cabañas , y al saber se había hecho fuerte en los almacenes de San Claudio la columna del teniente coronel Devós al batirse en retirada por verse rodeado por unos 5000 insurrectos, salió para el lugar indicado a toda fuerza de máquina, y observando poco antes de llegar que grupos insurrectos colocados sobre una loma hacían fuego sobre una goleta atracada en el muelle , comunico con el seño Devós y enseguida embarcó y condujo a Brámales a 20 soldados que iban a un ingenio próximo por municiones.

Volvió a salir a reconocer aquellas ensenadas y tuvo fuego con los insurrectos, que tenían tomado el ingenio San Agustín. Fue a Brámales, recogió los hombres que antes había llevado y con las municiones los condujo inmediatamente a San Claudio. Viendo otra vez sobre las lomas los grupos insurrectos, que estaban en punto invisible para la tropa, volvió a despojarlos con su artillería, teniendo que hacer lo mismo repetidas veces mientras embarcaban 170 hombres de caballería y la impedimenta, que después no condujo a su destino por haber llegado la columna Suárez Inclán.

El Imparcial, 15 de abril de 1896.

<<Maceo ha realizado otra de sus “heroicidades”, aceptando combate contra fuerzas inferiores a las suyas.

El batallón Alfonso XIII encontró a las avanzadas de la partida de Maceo cerca de Lechuzas, trabándose rudo combate. Inmediatamente acudieron numerosas fuerzas rebeldes, hasta el número de 5.000, las cuales atacaron al batallón por varios lados.

La pequeña columna tuvo que sostener en pocas horas varios combates y como observó la superioridad del enemigo, hizo una ordenada retirada hasta encontrar la columna del general Suárez Inclán en San Claudio.

En este poblado se fortificó el batallón de Alfonso XIII para hacer frente al enemigo.

El cañonero Alerta protegió la retirada de las fuerzas leales>>.

El Imparcial, 28 de abril de 1896.

<<Habana 27.- Los rebeldes no cesan en sus intentos de forzar la línea de Mariel. Ayer gruesas partidas pretendieron atravesar la línea por las ensenadas de Mariel.

El cañonero Alerta hizo varios disparos de cañón, que pusieron en fuga a los insurrectos>>.

La Época, 28 de abril de 1896.

<<Habana 27 (general en jefe a ministro de la Guerra).- El cañonero Alerta disparó algunos cañonazos a grupos de insurrectos hacia Tinajas, antes del regreso de la columna Pintos, dispersándolos. He felicitado al jefe de la columna>>.

La Época, 9 de mayo de 1896.

<<Habana 8 de mayo (al ministro de la Guerra).- En los lugares de los combates del día 6, de Serrano, se han visto muchas sepulturas de los muertos del enemigo; la columna Inclán tuvo bajas, cuyo número aun ignoro, no habiendo llegado el parte de las columnas Serrano e Inclán, que llegaron a Bahía Honda conduciendo los heridos, transportados después al lazareto de Mariel por la lancha Alerta>>.

Revista General de Marina.

15 de mayo de 1896.- El comandante del cañonero Alerta, teniente de navío Montis, tuvo fuego con el enemigo entre La Herradura y Dominica, sin novedad.

El Imparcial, 26 de mayo de 1896.

<<Habana 25.- El crucero Marqués de la Ensenada llegó a Bahía Honda conduciendo al general Weyler, a quien acompañaban los generales Ochando y Ahumada. Ninguno de ellos bajo a tierra, recibiendo en el buque la visita del jefe del destacamento.

Después entraron en Cabañas y vieron el fuerte y los barracones de la factoría.

Al salir de allí a las nueve de la noche vararon, y durante toda la noche estuvieron haciendo esfuerzos para salir, pero fueron inútiles.

Por fin, a las cinco de la mañana se presento la cañonera Alerta y a ella trasbordaron los generales, llegando a la Habana a las once de la mañana

Poco después llegó también el crucero Marqués de la Ensenada, que salió de Cabañas sin necesidad de los auxilios que se le enviaron>>.

Revista General de Marina.

2 de junio de 1896.- El comandante del cañonero Alerta, Montis, da cuenta de haber tenido fuego el día 13 con el enemigo entre la Herradura y el río Dominico al disparar contra la goleta Joven Pilar desde unos bohíos de la costa, por lo que se aproximó dispersándolos a los diez minutos de fuego.

El 16 condujo de Cabañas a la Herradura veinticinco hombres que cogieron unas reses y algunos caballos, tenido luego con el enemigo al reembarcarse y causándoles un muerto y algunos heridos.

La Época, 28 de octubre de 1896.

<<Por el último correo de Cuba han llegado las propuestas de recompensas concedidas por el capitán general de la isla a la dotación del cañonero Alerta por los combates de Reina Amalia y Cabañas.

En virtud de las mismas, le será concedida la cruz roja de primera clase del Mérito Militar (¿naval?) pensionada al bizarro teniente de navío D. Antonio Montis, y cruces de plata del Mérito Militar, con distintivo rojo: al segundo maquinista D. Antonio Fuentes, tercer contramaestre D. Joaquín Alarcón, artillero de mar de primera D. José Ruíz, cabo de mar de primera D. Manuel Sixto, cabo de mar de segunda D. Juan Mayor, y marineros D. César Erceba, D. Felipe Palou, D. Manuel Amado, D. José Santiago y al práctico D. José Antonio Soto>>.

Gaceta de Madrid, 25 de marzo de 1898.

<<Administración Central. Ministerio de Marina.

Relación de las recompensas que por Real orden de 16 de marzo actual se conceden a las dotaciones de los cañoneros Reina Cristina, Alerta, Antonio López y lancha Caridad por los hechos de armas desde el 27 de julio al 23 de agosto de 1897 entre Cojimar a los Cayos, Bahías de Cárdenas y Santa Clara (Cuba).

Cañonero Alerta:

• Teniente de navío D. Luís Pasquín y Reinosa.- Cruz de primera clase del Mérito Naval, roja, pensionada.
• Segundo Maquinista D. Antonio Fuentes Barbudo.- Cruz de plata del Mérito Naval con distintivo rojo.
• Cabo de mar de primera D. Juan Mayor Soler.- Cruz de plata del Mérito Naval, roja, con 2,50 pesetas durante servicio activo.
• Marinero de segunda D. Sebastián Antequera.- Cruz de plata del Mérito Naval con distintivo rojo.
• Marinero de segunda D. Felipe Pavón González.- Cruz de plata del Mérito Naval, roja, con 2,50 pesetas durante servicio activo.
• Fogonero de segunda D. José Santiago Fernández.- Cruz de plata del Mérito Naval con distintivo rojo.

La Guerra del 98

El inicio de la guerra con los USA (abril 1898) sorprende a nuestra cañonera fondeada en el puerto de Cárdenas junto con la cañonera Ligera y el ex remolcador de la Trasatlántica Antonio López.

El 25 de abril la cañonera Ligera se enfrenta al torpedero Yanky USS Foote, al que obliga a retirarse tocado y con averías. La Alerta no participó en este primer combate de Cárdenas.

El 8 de mayo el USS Winslow, gemelo del USS Foote, mantuvo otra escaramuza con nuestras cañoneras. Efectuó 60 disparos; la intervención de los pequeños cruceros USS Wilmington y USS Machias le evitó sufrir una suerte similar.

El 11 de mayo los Yankys, decididos a aplastar la pequeña escuadrilla española, reúnen al USS Winslow, el guardacostas USS Hudson y a los cruceros USS Wilmington y USS Machias. De la siguiente manera trató la prensa los citados combates:

La Época, 10 de mayo de 1898.

<<Habana 8 (Capitán general a ministro de la Guerra).- Crucero y un torpedero enemigos trataron hoy de forzar el canal de Cárdenas, empleando artillería contra cañoneros Antonio López, Ligera y Alerta.

Estos consiguieron con certeros disparos, hacer retirar completamente a los barcos americanos, después de media hora de fuego>>.

Al hilo de esta noticia, el periódico El Imparcial (con la misma fecha) informa, como hecho curioso, que el párroco de la iglesia de la Concepción de Cárdenas estaba a bordo de la cañonera Ligera.

De los combates en Cárdenas, el corresponsal del periódico El Imparcial en Cuba, y con fecha 20 de junio de 1898, escribe lo siguiente:

<<El 8, a las cinco de la tarde, las lanchas cañoneras Ligera, Antonio López y Alerta sostienen cerca de Punta Piedra un enérgico combate tres cuartos de hora con dos buques americanos, que se ven obligados a retirarse por el fuego de los nuestros. El 9, una de las baterías del Vedado, en esta plaza, rompe el fuego sobre el aviso de guerra Tritón, que se retira precipitadamente, y varios barcos enemigos vuelve a bombardear el faro de Punta Maya, cesando de hostilizar el destacamento que en él hay apenas contestan a sus fuegos las piezas de la batería de Sabanilla de Matanzas. El 11, a las siete de la mañana, cinco cruceros enemigos rompieron el fuego, sin avisar, como la primera vez, sobre la caseta del cable en Cienfuegos, continuándolo después sobre las baterías y arrabales de la población; hicieron más de 500 disparos y llegaron a desembarcar en la playa de Arimao parte de una expedición que iba en botes armados, protegidos por nutrido fuego de cañón y ametralladora de los barcos; los que desembarcaron tuvieron que reembarcar inmediatamente con numerosas bajas y con ridícula precipitación por el vigoroso ataque de nuestras tropas; el combate duró cinco horas y nosotros tuvimos catorce bajas.

Ese mismo día, a las doce de la tarde, dos buques Yankis de regular porte se destacaron de una escuadrilla que había frente a Cárdenas y forzaron la entrada del puerto por el canal de Cayo Chalupa, fondeando a una milla de los muelles desde rompieron nutrido fuego de cañón sobre la población, intentando desembarcar sin poderlo conseguir por el fuego de una compañía de Infantería de Marina, que, atrincherada en los muelles, mandaba el capitán Sr. Jorquera; las lanchas cañoneras Antonio López, Ligera y Alerta, se batieron denodadamente desde el fondo del puerto, sobre todo el Antonio López que se quedó sin municiones y cuyo heroico comandante, el Sr. Montes, se dispuso a echarlo a pique antes que caer en poder del enemigo. Nuestras bajas fueron pocas, los destrozos en la población de regular importancia y la defensa titánica y sublime. Los barcos Yankis se retiraron por fín y después por telegramas oficiales se ha sabido tuvieron muchas bajas, y entre el ataque a Cienfuegos y el de Cárdenas perdieron el Pecusin (¿?), quedó fuera de combate el Winslow y resultaron con graves averías el Hudson y el Wilmington>>.

D. Agustín R. Rodríguez González, en su obra Operaciones Menores en Cuba, 1898, nos dice que el USS Wilmington fue alcanzado varias veces, quedando inutilizado y sufriendo cinco muertos (incluido el segundo de a bordo, alférez Baygley) y cinco heridos (incluido el comandante, teniente Bernadou). El USS Hudson, alcanzado también, y tras varios intentos fallidos, logró sacar a remolque al destrozado torpedero.

El Antonio López quedó acribillado por 12 tiros, pero a flote, y con sólo dos heridos. No se tiene constancia de impactos y de heridos en las cañoneras Alerta y Ligera.

D. Agustín no hace ninguna referencia a los buques Yankys Pecusin y Tritón, que la prensa señala.

De los combates en Cárdenas tenemos en el foro bastante información:

http://foro.todoavante.es/viewtopic.php?f=220&t=1291

Tras la guerra la Alerta quedo desarmada en la Habana, en espera de su transporte hasta la Península, pero cambiaron los planes iniciales, terminando por venderse en la capital cubana el 8 de marzo de 1900.

Cañonera Ardilla

La Ardilla vista por su amura de estribor. Se puede apreciar perfectamente que no monta ninguna de sus dos piezas de artillería, pudiendo deberse a que la fotografía fuera tomada durante sus pruebas de mar.

La Época, 8 de noviembre de 1895.

<<Según telegramas recibidos esta tarde a última hora, han salido ya a la mar para hacer el servicio de vigilancia en las costas de Cuba, los cañoneros Alerta, Cometa y Ardilla>>.

Con fecha 7 de diciembre de 1895 el periódico La Época informa a sus lectores de la situación de los buques del Apostadero de la Habana, según el mismo, el cañonero Contramaestre y las cañoneras Ardilla y Cometa patrullan las aguas de Santa Cruz, desde las Tunas.

El Imparcial, 20 de diciembre de 1895.

<<……….Dícese que a las ocho de la mañana de hoy (Cienfuegos, 18) ha incendiado el enemigo el puente de Amero de Agua, en la sección de Paraní Alto, que empieza en Cienfuegos entre Hormiguero y Vueltas, cortando el telégrafo, quemando una vagoneta y la casa del guarda agujas y levantando cuatro raíles.

El batallón de Castilla espera en Camarones órdenes del general Marín para recomponer las vías y el telégrafo. Se ha instalado el heliógrafo entre Ciego de Ávila y Santa Clara.

Esta línea sirvió al general Martínez Campos el domingo último para comunicar con el general Marín en Santa Clara, cuando el enemigo cortó el telégrafo, llevando la lancha Ardilla a Tunas el telegrama disponiendo el empleo del heliógrafo>>.

La Época, 7 de enero de 1896.

<<La lancha de guerra Ardilla, fondeada en el río San Juan, pasó la noche del 13 al 14 de diciembre último, rodeada de insurrectos que ocupaban las orillas.

La Ardilla, que hizo un disparo de ametralladora (¿uno?), llevó a Cienfuegos tres balandros y un pailebot con correspondencia, salvándose a nado los tripulantes de aquellos barcos, abandonando víveres y el material de guerra que conducían>>.

La Época, 13 de enero de 1896.

<<El Diario de la Marina, de la Habana, da cuenta en los siguientes términos de un importante hecho de armas realizado por el bizarro teniente de navío don Juan Vilela García:

Al cruzar anteayer por esta costa el cañonero Lince, entró en el río San Juan, donde encontró el guairo Dos Amigos, de la matrícula de Cienfuegos, al que reconoció, encontrando los documentos en regla. No obstante, llamó la atención del comandante el que este guairo estuviera en un sitio peligroso, por lo frecuentado que es por el enemigo, así como también por la gran cantidad de carnes y pescados que vio a bordo, por lo que procedió a un detenido registro, hallando numerosas cartas firmadas por un cabecilla y dirigidas a varias personas del comercio de Cienfuegos, exigiéndoles dinero y otros artículos.

En vista de esto fue detenida la embarcación por el comandante del Lince con sus tres tripulantes. Poco antes de la desembocadura del río fue tiroteado fuertemente por el enemigo, que vagaba por las costas. El cañonero, con el cañón de tiro rápido, contesto el fuego, haciendo cesar la agresión. El guairo fue conducido a remolque hasta Cienfuegos por la lancha Ardilla, y la tripulación que, con la correspondencia recogida por el Lince, se entregó en calidad de detenida al cañonero Indio, que está reparando averías en aquel puerto>>.

Revista General de Marina.

13 de abril de 1896.- En la noche del 29 de Marzo, cruzando el cañonero Ardilla por el puerto de Cienfuegos, de orden del general Pando; al llegar cerca de la boca, a la casa de recreo “La Concha”, del marqués de Apezteguía y caseta del cable, vio su comandante habían pegado fuego a ambos edificios, y al reconocer los y ver a los incendiarios, rompiendo fuego sobre ellos, dejo gente custodiando el faro y regreso para pedir un destacamento de tropa, que condujo al citado lugar al día siguiente.

Revista General de Marina.

5 de mayo de 1896.- Al tener conocimiento el comandante del cañonero Satélite, teniente de navío Serantes, que en la tarde del 23 habían hostilizado al Ardilla desde una especie de fortín situado en la boca del río Hondo, convino con su comandante, teniente de navío Bausá, solicitar auxilio del comandante militar de Trinidad para hacer un reconocimiento.

En la madrugada del 24, con 30 hombres y el oficial Sr. Garrido, pasaron a la boca del citado río, donde, con las debidas precauciones, desembarcaron los soldados y dotación de ambos buques, siendo recibidos a tiros por los insurrectos que allí se encontraban, que huyeron al contestarles los de la expedición y desde los buques; encontraron casquillos vacios, utensilios de cocina y restos de reses; el fortín resulto ser un horno de cal de mampostería aspillerado y preparado convenientemente para la defensa. Después de destruirlo todo se reembarcaron. Al pasar por el río Gucubravo, vieron que habían pegado fuego a un edificio destinado a ser ocupado por un destacamento de tropa; bajaron nuevamente a tierra, y, conseguido apagar el fuego se volvieron a bordo, dando por terminada la operación.

Revista General de Marina.

27 de mayo de 1896.- Los cañoneros Satélite y Ardilla, al mando de los tenientes de navíos Serantes y Bauzá, protegieron las fuerzas del ejército que, al mando del comandante Garro, fueron de Casilda al Estero de las Brujas a efectuar un reconocimiento.

La Época, 21 de junio de 1896.

<<Los cañoneros Satélite y Ardilla, en un reconocimiento hecho en la costa Sur, han sostenido un empeñado combate con los rebeldes, haciéndoles 17 bajas. Nosotros tuvimos dos soldados y siete marineros heridos. También resultó herido levemente, el comandante del cañonero Ardilla, D. Manuel Bauza>>.

La Época, 22 de junio de 1896.

<<Habana 20.- El comandante general del Apostadero de la Habana al ministro de Marina:

Tengo la satisfacción de participar a V.E. otro hecho más de la Marina, con resultado brillante, aunque con el sentimiento de participarle salió herido levemente el teniente de navío Sr. Bauza, comandante del cañonero Ardilla; éste y cañonero Satélite, a petición del Ejército, reconocieron, protegidas por fuerzas de tierra, estero vertiente, sosteniendo fuego con enemigo, causándole 17 bajas vistas, saliendo heridos del Ejército dos, del cañonero Satélite cuatro, y del Ardilla dos>>.

<<Habana 21.- General en jefe al ministro de la Guerra:

Practicando un reconocimiento en Estero, vertientes, vararon los cañoneros Ardilla y Satélite y fueron atacados por 300 insurrectos.

Estaban en difícil situación cuando acudió el comandante del destacamento de Vertientes con veinte soldados, haciendo fuego por retaguardia, dispersándole con 17 bajas; las nuestras fueron: el comandante del Ardilla y cinco tripulantes, dos del destacamento heridos>>.

La Época, 7 de octubre de 1897.

<<Habana 6. Capitán general a ministro de la Guerra.- Capitán Estrada, con 70 guerrilleros de Cienfuegos, en combinación con cañonero Ardilla, en boca río Arimao, cogieron 456 cajas de municiones.- Weyler>>.

La Época, 17 de octubre de 1896.

<<El comandante del cañonero Contramaestre, Sr. Carranza, en la madrugada del día 15 envió a reconocer el río San Juan un bote, que fue recibido a balazos. Dispuso entonces el Sr. Carranza que el alférez de navío Pasquín, con 16 marineros, se dirigiese a batir al enemigo. Al avanzar este segundo bote, los rebeldes hicieron un terrible fuego, resultando dos marineros heridos.

Viendo que era imposible forzar la barra del río, el cañonero Contramaestre fue a buscar el auxilio del cañonero Ardilla, mandado por el Sr. Bouza, que estaba próximo, frente al río Hondo, llevando a su bordo al general Molins.

Enterado éste del caso, se embarco en el Contramaestre, marchando todos de nuevo al río San Juan.

Arribados sin contratiempo, desembarcaron todas las fuerzas y atacaron al enemigo que ya había iniciado el fuego. Cinco horas duro la lucha hasta que el general Molins y los marinos se apoderaron de todo el alijo, menos un cañón que ya habían podido llevarse los insurrectos. Se apoderaron también de dos botes pertenecientes al vapor Dauntles, que contenían 750 fusiles sistemas Mauser, Relámpago (¿?) y Remington, muchas municiones, cajas de medicamentos, varias maletas y otros efectos y papeles de importancia. En tierra se hallaron las ruedas, cureña y atalajes del cañón.

Se calcula en 300 los rebeldes que defendieron el desembarco. Se elogia mucho el valor de los tripulantes de los cañoneros.

Las bajas sufridas son las siguientes:

Tripulación del Contramaestre.- Heridos un condestable, un contramaestre, un artillero y cuatro marineros.

Tripulación del Ardilla.- Heridos un contramaestre, un fogonero y un aprendiz de maquinista.

También ha sido herido un asistente del general Molins>>.

El día 18 de octubre, este mismo periódico informaba que los botes apresados pertenecían al vapor filibustero Three Friends (Tres Amigos), y al día siguiente (19) señalaba que en breve se firmaría la concesión de la cruz de María Cristina a los tenientes de navío D. ramón de Carranza y D. Manuel Bauzá, comandantes respectivamente del Contramaestre y de la Ardilla. El periódico señala que el Sr. Carranza era hijo del entonces capitán general del Departamento de Cádiz, y que el Sr. Bauzá era sobrino del por entonces ministro de Marina, habiéndosele concedido pocos meses antes la cruz roja del Mérito Naval por el apresamiento de un buque filibustero.

El Imparcial, 24 de marzo de 1897.

<<El comandante general del Apostadero de la Habana ha dirigido un telegrama al ministro de Marina dándole cuenta de que los cañoneros Lince y Ardilla, en combinación con la columna Álava, en reconocimiento del Estero Quebrado Inglés, apresaron un bote, batieron un grupo atrincherado de rebeldes y destruyeron salinas y campamentos>>.

La Época, 23 de marzo de 1898.

<<Firma de S.M. De Marina.- Aprobando la concesión de la cruz roja de primera clase del Mérito Naval pensionada al teniente de navío D. Waldo Levis y Granier, comandante del cañonero Ardilla, por servicios prestados en Cuba>>.

Gaceta de Madrid, 30 de marzo de 1898.

<<Ministerio de Marina.

Relación de recompensas que por Real orden de 23 de marzo del corriente año se conceden al personal de la dotación del cañonero Ardilla que más se distinguió en las operaciones llevadas a cabo en el Río Arimao, Vallecillo (Cuba), el 5 de octubre de 1897, cogiendo al enemigo gran número de cajas de municiones.

• Teniente de navío D. Waldo Seris y Granier.- Cruz de primera clase del Mérito Naval con distintivo rojo, pensionada.
• Tercer contramaestre D. Antonio Rivas González.- Cruz de plata del Mérito Naval, roja, pensionada con 7,50 pesetas, no vitalicia.
• Marinero de primera D. Juan Ruíz Ruíz.- Cruz de plata del Mérito Naval con distintivo rojo.
• Marinero de primera D. Juan González Rodríguez.- Cruz de plata del Mérito Naval con distintivo rojo.
• Marinero de Segunda D. José Mercadal Pons.- Cruz de plata del Mérito Naval con distintivo rojo.

La Guerra del 98

Cuando comienzan las hostilidades con los Estados Unidos (abril de 1898), la cañonera Ardilla se encuentra fondeada en Batabanó acompañada de las también cañoneras Fradera, Almendares y Dardo.

La Época, 5 de junio de 1898.

<<Ha llegado al puerto de Batabanó el cañonero Ardilla>>.

Cañonera Cometa

La Época, 8 de noviembre de 1895.

<<Según telegramas recibidos esta tarde a última hora, han salido ya a la mar para hacer el servicio de vigilancia en las costas de Cuba, los cañoneros Alerta, Cometa y Ardilla>>.

Con fecha 7 de diciembre de 1895 el periódico La Época informa a sus lectores de la situación de los buques del Apostadero de la Habana, según el mismo, el cañonero Contramaestre y las cañoneras Ardilla y Cometa patrullan las aguas de Santa Cruz, desde las Tunas.

Revista General de Marina.

4 de mayo de 1896.- El comandante del cañonero Cometa, teniente de navío Carreras, da parte de una expedición, llevada a cabo al Estero del Muerto con gente de su buque y del cañonero Guantánamo, que en tres Chalanas a propósito entraron en él, sirviéndoles de práctico el cabo de mar del puerto de Santa Cruz. Al poco rato de estar en tierra les dieron el alto las fuerzas enemigas, contestándoles con una descarga y avanzando en dirección hacia ellos sin lograr encontrarles, pues huyeron hacia la manigua.

Revista General de Marina.

10 de julio de 1896.- El comandante de marina de Cienfuegos, según parte del cabo de mar de Santa Cruz, da parte del ataque de los insurrectos a los fortines el día 4, con objeto de robar ganado; resulto un soldado herido y ellos dejaron dos muertos. El día 5 volvieron a atacar, y cuando tenían las reses en su poder, llego el cañonero Cometa, que les hizo varios certeros disparos, dando por resultado la huída del enemigo y haber recobrado las reses.

Revista General de Marina.

27 de julio de 1896.- El comandante del cañonero Cometa dice que al regresar de su crucero el día 14 y fondear en Santa Cruz, vio atravesar por el camino de Puerto Príncipe grupos de insurrectos de caballería, que disperso con dos cañonazos, y que tres horas después se presentaron fuerzas insurrectas en mayor numero, que les hostilizaron con disparos de fusil, consiguiendo dispersarlos con cinco disparos.

La Época, 25 de enero de 1897.

<<Proeza fantástica de los insurrectos.- Un telegrama de Cayo-Hueso dice que los insurrectos cubanos capturaron y quemaron el martes último la cañonera española Cometa, cerca de Sierra Morra>>.

La Época, 27 de enero de 1897.

<<Hazaña imaginaria de los filibusteros.- Desde Cayo-Hueso dicen al New York Herald que la lancha cañonera española Cometa ha sido capturada y echada a pique cerca de Cárdenas por una partida de rebeldes.

Con decir que la noticia procede de Cayo-Hueso queda hecho su mejor comentario>>.

La Guerra del 98

Al inicio de la guerra con los Estados Unidos (abril de 1898) la cañonera Cometa se encuentra fondeada en Cienfuegos. Junto con ella, defienden el puerto el cañonero torpedero Galicia, los cañoneros Vasco Núñez de Balboa, Diego Velázquez y Alsedo, y las lanchas cañoneras Gaviota, Satélite y Lince.

Nuestra cañonera tendría un papel muy limitado en la campaña de Cienfuegos. Para más información:

http://foro.todoavante.es/viewtopic.php?f=220&t=2070

Finalizada la guerra y cuando nuestras tropas evacuaban Cuba, nuestra cañonera era participe de un hecho que venía a ensombrecer aún más las desgracias de la Marina española. El corresponsal en la Habana del periódico El Imparcial, Sr. F. Salcedo, informaba (4 de diciembre de 1898) del mismo en estos términos:

<<Imposibilitado hoy de escribir más, termino transmitiendo otra noticia infausta para la pobre España. El Legazpi, transporte de nuestra marina de guerra, embarrancó el día 13 (noviembre) en el sitio llamado Punta Gavilanes, siendo inútiles cuantos esfuerzos se han hecho por salvarle. Se ha salvado la tripulación, el dinero, los equipajes de la oficialidad y la marinería y otra porción de objetos; pero el casco se ha ido a pique. El Cometa, el Diego Velázquez y la Gaviota, después de prestar al Legazpi todos los auxilios posibles, recogieron en las costas de Gavilanes a toda la tripulación del buque náufrago, que ha salido ilesa.

¿Cuándo acabaran las desdichas de España?>>.

Cañonera Fradera

La Correspondencia de España, 15 de enero de 1896.

<<Habana 14.- El gobernador civil de Pinar del Río, que en Coloma se embarcó para la Habana, fue hostilizado por una partida de insurrectos; el cañonero Fradera rompió el fuego contra ellos haciéndoles retirarse, se vió que llevaban heridos>>.

La Correspondencia de España, 9 de febrero de 1896.

<<El 20 de enero participó el comandante del cañonero Fradera al comandante general del Apostadero de la Habana, que en la noche del 17 hizo fuego en el Río de la Coloma, logrando rechazar al enemigo después de dos horas y evitando que incendiara el muelle y los almacenes>>.

Con fecha 31 de julio de 1896 el periódico La Época señala lo siguiente: “También anclo en las costas de la isla (Isla de Pinos) la cañonera Fradera”.

La Guerra del 98

Cuando comienzan las hostilidades con los Estados Unidos (abril de 1898), la cañonera Fradera se encuentra fondeada en Batabanó acompañada de las también cañoneras Ardilla, Almendares y Dardo.

Nada más he podido encontrar de la Fradera.

Cañonera Gaviota

La Correspondencia de España, 12 de noviembre de 1895.

<<El Sr. Tineo, hijastro del contralmirante Sr. Delgado Parejo ha pedido el mando del cañonero que lleva el nombre de dicho general y que ha regalado la colonia española de Nueva York.

El general Beránger ha accedido a sus deseos, confiriendo al oficial que había sido nombrado para el referido cargo, el mando del cañonero Gaviota>>.

Revista General de Marina.

7 de abril de 1896.- El cañonero Gaviota, al mando del teniente de navío Freire, condujo el 25 del pasado a la guerrilla de Niquero a la ensenada de Mora, desembarcándola, y poco después encontraron al enemigo, que batieron y le causaron ocho bajas; en el estero del Cocal apreso una embarcación que tenía allí el enemigo y que condujo a Manzanillo.

La Época, 9 de abril de 1896.

<<El cañonero Gaviota ha apresado en la ensenada de Mora, inmediata a Manzanillo, una pequeña embarcación, haciendo al enemigo ocho bajas y quedando el patrón gravemente herido>>.

El 24 de abril de 1896, en un telegrama oficial, el capitán general D. Valeriano Weyler informa al ministro de la Guerra que el general Muñoz recomienda al Sr. Roldán, ayudante de Marina de Manzanillo, a los comandantes de los cañoneros Guardián y Centinela, especialmente, y a los comandantes del Indio y Gaviota por su participación en los combates de Zanja.

Una columna, al mando del general Muñoz, conducida por los cuatro cañoneros citados y dos remolcadores, después de auxiliar a la guarnición sitiada contra grandes fuerzas enemigas, que se retiraron tan pronto como los cañoneros rompieron el fuego sobre ellos, desembarcó en Pelayo y Estero. El fuerte de Zanja estaba sitiado por unos 3.000 insurrectos desde hacía cinco días (La Época, 25 de abril de 1896).

Revista General de Marina.

3 de julio de 1896.- El 15 de junio entraron por el río Cauto las cañoneras Gaviota y Relámpago, al mando respectivamente del tenientes y alférez de navío Freire y Casadevante; dirigiéndose a Guano en espera del regreso de un convoy; a su paso por Guanito fueron hostilizados por los rebeldes desde ambas orillas, y rompiendo el fuego de cañón y fusilería de Máuser consiguieron a la media hora rechazar al enemigo, después de disparar 80 granadas de 37 mm., y 700 tiros de Máuser y Rémington. Terminada la acción fondearon en el Guano, y el 18, de regreso el convoy, se dirigieron todos a Manzanillo, donde fondearon sin novedad.

Revista General de Marina.

14 de julio de 1896.- El día 7, en combinación con fuerzas del ejército, batió el cañonero Gaviota, al mando del teniente de navío Freire, al enemigo en la costa de Santa Cruz, disparando siete cañonazos.

El Imparcial, 8 de julio de 1896.

<<Habana 6.- En Santa Cruz del Sur, tiroteado grupo de 300, se retiraron por fuego guarnición y tres certeros disparos cañonero Gaviota. Tuvimos un herido. Weyler>>.

La Correspondencia de España, 25 de abril de 1897.

<<El distinguido oficial de marina D. Arturo Armada y López, ha sido nombrado comandante del cañonero Gaviota, con destino en Cuba, donde hace tiempo presta sus servicios, por los cuales le fue concedida recientemente la cruz de primera clase del Mérito Naval con distintivo rojo>>.

La Guerra del 98

Al inicio de la guerra con los Estados Unidos (abril de 1898) la cañonera Gaviota se encuentra fondeada en Cienfuegos. Junto con ella defienden el puerto el cañonero torpedero Galicia, los cañoneros Vasco Núñez de Balboa, Diego Velázquez y Alsedo, y las lanchas cañoneras Cometa, Satélite y Lince.

El 29 de abril (no concuerdan las fechas con la narración de los combates hecha por el corresponsal de El Imparcial) se acercaron a la boca del puerto el crucero protegido USS Marblehead y el cañonero auxiliar USS Eagle. Del puerto salieron las cañoneras Gaviota, Satélite y Lince (tenientes de navío Freire, Moreno y Gómez Aguado) intercambiando fuego con los buques Yankys durante treinta minutos en los que la Gaviota fue tocada por dos proyectiles de pequeño calibre, en chimenea y bote.

Con fecha 6 de mayo de 1898, el periódico El Imparcial publica unas cartas de su corresponsal en la Habana, Sr. Domingo Blanco, entre las mismas, la siguiente:

<<Ataque a Cienfuegos. Día 23 (se supone que 23 de abril).- ¡Bombardeo de Cienfuegos! Así, con letras muy grandes, lo habrán publicado los periódicos de Nueva York. Para bombardear Cienfuegos, se preguntará todo el que conozca aquello, habrán tenido los Yankis que forzar el paso y entrar en la bahía, porque desde fuera no hay proyectiles que alcancen a la bella ciudad con razón llamada la perla del Sur.

Ayer por la tarde se dejaron ver los barcos americanos, y hoy por la mañana a las ocho se presentaron frente a la boca del puerto. Eran tres barcos, dos de ellos acorazados, el Marblehead y el Nashville, y a modo de aviso o yate armado en guerra, el tercero, llamado Eagle.

Allí, muy cerca, estaban medio ocultos los cuatro barquitos de guerra que tenemos en la bahía de Cienfuegos y que habían salido la noche antes al mando del capitán del puerto D. Ventura Manterola.

Cuando el Eagle –dice testigo presencial- se dirigía a la boca del puerto con propósito de entrar, se ofreció a la vista de los curiosos que desde el poblado y viejo castillo de Jagua contemplaban las evoluciones de los barcos, un espectáculo extraordinario; el de la lucha entre unos cascarones de hoja de lata, como si dijéramos, poco mayores que falúas y armados de dos escopetas, que no otro nombre merecen para el caso el cañoncito de tiro rápido de proa y la ametralladora de popa que llevan nuestros cañoneros, y grandes barcos de gruesos blindajes y poderosa artillería.

El Satélite, donde iba el Sr. Manterola, rechazó a cañonazos al barco americano, que pretendía entrar. Entonces avanzaron en auxilio de éste los dos acorazados, y salieron a luchar con ellos el Lince, el Gaviota y el Alcedo. Al mismo tiempo, los cañones, unos viejos y otros pequeños del castillo de Jagua, dispararon también sobre los barcos americanos, que tuvieron que retirarse sin lograr lo que se proponían, esto es, entrar en el puerto de Cienfuegos.

Con alguna interrupción, casi puede decirse que la jornada duró todo el día, siendo admirables la valentía de nuestros barcos, especialmente de los que ocuparon los primeros puestos, que fueron el Satélite y la Gaviota, así como también la de la guarnición del castillo. Ha habido entusiastas y merecidas felicitaciones para el Sr. Manterola, para los comandantes de los barcos, D. Manuel Moreno Liza, D. Fernando Carranza, D. Salvador Gómez Aguado y D. José Suances, y para el teniente de artillería del castillo, D. Antonio Rodríguez.

Los innumerables disparos hechos por los barcos enemigos causaron ligeros desperfectos en uno de nuestros cañoneros, y bastantes destrozos en el poblado de Jagua, pero sin ocasionar afortunadamente ninguna desgracia personal>>.

El Imparcial, 2 de mayo de 1898.

<<Habana 1. Contra Cienfuegos.- A medio día de ayer tres barcos americanos estuvieron bombardeando de nuevo a Cienfuegos durante una hora. No ocasionaron daño alguno. Los proyectiles caían en la bahía, a tres millas de la población.

El cañonero Gaviota salió a la boca de la bahía y disparó varias veces sus dos cañones contra los barcos Yankis. Estos se retiraron para ponerse fuera del alcance del cañonero español>>.

El 2 de mayo, por la noche, y bajo el mando del teniente de navío de 1ª D, Juan de Carranza, salieron del puerto el viejo cañonero Alsedo y las lanchas Almendares y Gaviota escoltando un convoy de ocho buques con 3.000 hombres, 15 cañones y 800 caballos y mulas, con destino a Casilda, donde llegaron sin ningún percance.

El 1 de junio los buques, esta vez acompañados del cañonero Diego Velázquez, volvieron a entrar en Cienfuegos escoltando un convoy procedente de Manzanillo. En el trayecto se toparon con un buque enemigo cerca de Mangles Altos, que se retiró precipitadamente al ver el número, no la superioridad, de la formación española.

La Época, 4 de junio de 1898.

<<Habana 2.- Madrid 3.- Capitán general a ministro Guerra:

Cañoneros Diego Velázquez, Almendares y Gaviota, que, con tres buques mercantes, estaban contenidos por el bloqueo en Casilda, lograron salir y entrar en Cienfuegos.

Gaviota, más cercano costa, divisó gran número insurrectos cerca de San Juan, hizo fuego, pero sacaron bandera blanca, y a bote destacado, en su vista, contestaron que “solamente deseaban saludarles”, siguiendo Gaviota viaje. Blanco>>.

Nuestra cañonera no llegó a participar en el fantástico combate que enfrento al Diego Velázquez con el USS Yankee.

De la campaña de Cienfuegos tenemos en el foro una excelente información, obra de nuestro ex compañero D. Agustín R. Rodríguez:

http://foro.todoavante.es/viewtopic.php?f=220&t=2070

La Gaviota participaría, finalizada ya la contienda, en el intento de salvamento del transporte Legazpi, en diciembre de 1898, junto con la Cometa y el Diego Velázquez (ver cañonera Cometa).

Cañonera Golondrina

Vista por babor de la cañonera Golondrina. En algún lugar de Cuba, entre diciembre de 1895 y junio de 1898.

Revista General de Marina.

30 de mayo de 1896.- El comandante del cañonero Golondrina, teniente de navío Carreras al dar parte de los servicios prestados en la segunda decena de este mes, comunica que cuantas veces fondeó en la Guanaja fué hostilizado por los insurrectos, teniendo la satisfacción de haberles rechazado siempre, sin haber tenido baja alguna.

En la madrugada del 12 se dirigió a Punta Brava y vio una chalana varada en tierra; sé situó convenientemente para proteger un bote armado que envió a recogerla; tan luego llegó a la playa, fue recibido por una descarga del enemigo que, oculto en la manigua, le disputaba la embarcación; inmediatamente contesto con los Mauser y tomando de remolque la chalana, la condujeron a bordo sin la menor novedad.

La Guerra del 98

Al inicio de las hostilidades con los Estados Unidos (abril 1898) encontramos a la Golondrina en Nuevitas, formando parte del dispositivo naval español. Otros buques españoles en este puerto son: cañonero Pizarro, lancha cañonera Yumurí y el vapor Humberto.

Pocas, o mejor dicho, ninguna noticia he podido encontrar de la participación de la Golondrina en la guerra. D. Agustín R. Rodríguez González, en su obra Operaciones Menores en Cuba, 1898, nos dice lo siguiente:

<<Parecidos hechos protagonizaron por estas aguas (Nuevitas) el cañonero Pizarro y las lanchas Golondrina y Yumurí. Su final, sin embargo, más triste. Tras la caída de Santiago, el Ejército rectificó su despliegue, debiendo evacuarse diversos puntos. El desalojo de Nuevitas fue tan urgente, que se ordenó el hundimiento de los buques con todos sus pertrechos, debiendo conservar las tripulaciones su armamento individual y las raciones y municiones que pudieran llevar personalmente>>.

¿Qué fue de nuestras cañoneras?

Una vez finalizada la contienda, el seguir la pista de nuestras cañoneras es todo un galimatías. Sabemos que la Alerta termino en la Habana, donde sería vendida, y que la Golondrina fue hundida por su propia tripulación en Nuevitas (según nos cuenta Agustín R. Rodríguez), pero de las restantes, la Gaviota, la Fradera y la Cometa, ni rastro.

Para tratar de averiguar su destino, lo primero que he hecho ha sido continuar con la lectura de la prensa de la época. De esta lectura he podido sacar lo siguiente:

El Imparcial, 30 de diciembre de 1898.

<<Restos de la Armada.- El gobierno, después de conocer el número y clase de barcos que forman la escuadrilla y los que por su pequeño porte vienen a bordo de los grandes, determinará lo que debe hacer con las pequeñas naves y pontones que por su estado y condiciones quedan anclados en la bahía de la Habana, al cuidado de la compañía Trasatlántica.

Las lanchas cañoneras serán desarmadas para transportarlas en febrero próximo a la Península.

La comisión patriótica de la colonia española de Méjico ha formulado el deseo de obtener como recuerdo histórico, y por su precio, uno de los buques que han sido los últimos que defendieron en América la dominación española.

El general Manterola ha sido autorizado para justipreciar una de las lanchas cañoneras cuya enajenación proceda por la inutilidad del barco para el servicio de la Armada y entregarla a la citada comisión patriótica>>.

La Época, 2 de enero de 1899.

<<Telegrama del general Manterola.- En el ministerio de Marina se ha recibido hoy un telegrama del comandante general del Apostadero de la Habana anunciando la salida de aquel puerto de los barcos menores que quedaban allí y del Rápido, a bordo del cual regresa a la Península el citado general.

En este despacho, expedido ayer a la hora en que salieron los barcos, anuncia el general Manterola que se dirige a la Martinica.

Pone también en conocimiento del ministro de Marina que quedan en la Habana tres boyas, las lanchas cañoneras y material inservible>>.

El Imparcial, 1 de febrero de 1899.

<<El señor ministro de Marina gestiona la conducción más pronta a la Península de trece lanchas cañoneras que quedaron en la Habana por falta de vapores que llenasen este servicio>>.

El Imparcial, 4 de febrero de 1899.

<<De Marina.- Estos días está celebrando frecuentes conferencias el representante de la Compañía Trasatlántica con el ministro de Marina, para acordar la forma de conducir desde Cuba a la Península trece lanchas cañoneras de 40, 42 y 43 toneladas. De varias de dichas lanchas ya se han sacado las máquinas, y algunas de éstas han sido traídas ya a España>>.

La Época, 12 de agosto de 1899.

<<Consejo de Ministros.- Se acordó que mediante el pliego de condiciones aprobado, se saquen a subasta los cañoneros Diego Velázquez y Galicia, que se encuentran en la Martinica, y trece lanchas cañoneras que tenemos en Cuba>>.

Por lo leído en los diferentes periódicos, parece claro que, finalizadas las hostilidades los buques que aún estaban a flote, y que formaban parte de la Escuadra del Apostadero fueron concentrándose en la bahía de la Habana.

De la misma lectura podemos concluir, que las cañoneras de la clase Alerta, excepto la Golondrina, terminaron fondeando en la citada bahía, donde se pierde la pista de todas ellas excepto de la Alerta, que como nos dice D. Agustín R. Rodríguez, fue vendida en marzo de 1900.

En nuestro foro hermano 1898 Punto de Encuentro, dentro del tema Cañonero o Cañonera, uno de sus componentes informa que las lanchas cañoneras Golondrina, Yumuri y Baracoa (las dos últimas de la clase Estrella) pasaron a servir en la naciente Armada Cubana con los nombres de Céspedes, Maceo y Agramonte respectivamente. También se dice que las cañoneras españolas fueron hundidas en Gibara tras el fín de la guerra y puestas nuevamente a flote por los americanos.

Lo de que fueron hundidas en Gibara, chocaría frontalmente con lo escrito en la prensa de la época, y en el caso de la Golondrina, el buque tendría que haber sido reflotado del puerto de Nuevitas.

http://1898.mforos.com/1026844/5408858-canonero-o-canonera/

En la web Historia y Arqueología Marítima, dentro de la sección dedicada a la Marina de Cuba podemos leer una interesante información acerca de varios buques españoles que sirvieron, finalizada la guerra, con los cubanos. Pero lo cierto es que no termina de aclarar que buques fueron.

http://www.histarmar.com.ar/ArmadasExtranjeras/Cuba/FormerSpanishGunboats.htm

De las Fradera, Gaviota y Cometa, nada de nada.

En fín…….., quizás algún día encontremos algún documento que nos permita conocer el destino final de nuestras “pequeñajas”.