Cruceros Protegidos Alfonso XIII y Lepanto.

La historia de una enorme decepción.

Alfonso XIII y Lepanto. Cruceros protegidos de primera clase (El Mundo Naval Ilustrado, 1 de abril de 1898).

A lo largo de 1886 se autorizó la construcción en los arsenales del Estado de dos cruceros protegidos semejantes al Reina Regente, el Alfonso XIII en Ferrol y el Lepanto en Cartagena. Dicha decisión suponía un gran salto cualitativo en las construcciones navales emprendidas hasta entonces en España, dada la tremenda complejidad técnica del modelo de buque a reproducir; pero esta arriesgada apuesta, como es sabido, no se vería acompañada por el éxito, dando como resultado unos buques con múltiples defectos de construcción y, sobre todo, de escasa velocidad, que los hacía inútiles para el servicio.

La maquinaria propulsora de ambos cruceros, que debía ser también una réplica de la montada en el Reina Regente, le fue adjudicada a finales de 1887 a La Maquinista Terrestre y Marítima, que contó para su ejecución con la asistencia técnica de la casa británica Maudslay & Sons; cada buque llevaba dos máquinas de triple expansión horizontales y de acción directa, con potencia total de 7.800 caballos a tiro natural y 11.500 a tiro forzado.

La quilla del entonces denominado crucero protegido de 1ª clase Alfonso XIII se colocó sobre la grada número 2 del Arsenal de Ferrol el 21 de agosto de 1887, siendo botado a los cuatro años exactos, el 21 de agosto de 1891. Al año siguiente, lejos aún de la trágica pérdida del Reina Regente, se decidió mejorar la estabilidad de los Alfonso XIII y Lepanto montándoles cuatro cañones Hontoria de 20 centímetros como artillería principal, en lugar de los de 24 centímetros previstos. Tras un largo período de alistamiento a flote, el Alfonso XIII realizó sus primeras pruebas de mar el 10 de abril de 1896, con el triste resultado de no poder superar los 14 nudos, frente a los 20,5 contemplados en el proyecto. Luego de varias pruebas infructuosas, el crucero marchó a Barcelona, donde personal de La Maquinista realizó diversas modificaciones en su planta propulsora, con escasas mejoras.

Incorporado a la escuadra de Instrucción en aguas de Mahón en mayo de 1897, el Alfonso XIII siguió en constantes pruebas sin mejor resultado hasta abril de 1898, cuando se desistió de incorporarlo a la Escuadra del almirante Cervera, permaneciendo estacionado en la Península durante todo el conflicto. El invalido crucero fue dado definitivamente de baja el 18 de mayo de 1900, quedando arrumbado en La Carraca hasta finales de 1907, en que fue vendido y remolcado a Bilbao para proceder a su desguace.

La construcción del crucero protegido Lepanto se encomendó al Arsenal de Cartagena, colocándose su quilla el 1 de octubre de 1886. Sin embargo y como en el caso de su gemelo ferrolano, las obras se verían pronto aquejadas por todo tipo de problemas, lo que retrasó la puesta a flote del Lepanto hasta el 16 de noviembre de 1893, entrando a continuación en una prolongada fase de armamento. Pero a pesar de todos los esfuerzos, el Lepanto no pudo estar listo para la Guerra del 98; de hecho, no se presentó a realizar sus pruebas oficiales de máquinas en la bahía de Cádiz hasta el 26 de enero de 1899, alcanzando una velocidad media de 15,3 nudos con desplazamiento reducido, aunque la velocidad real en condiciones normales se situó pronto en torno a los 12 nudos, y aún menos, prueba inequívoca de los graves defectos de montaje de su planta propulsora.

Pese a sus defectos y al contrario que en el caso del Alfonso XIII, el Lepanto tendría alguna utilidad para la Armada durante varios años, al albergar desde comienzos de siglo la Escuela de Artillería y Torpedistas, luego de sustituir sus cuatro cañones Hontoria de 20 centímetros por el mismo número del modelo de 16 centímetros, procedentes de las fragatas modernizadas Numancia y Vitoria; y sería precisamente a lo largo de su misión docente cuando el nombre del crucero pasó a identificar popularmente al típico gorro de marinería, en una práctica que ha perdurado hasta nuestros días. Dispuesto su desarme y baja el 3 de octubre de 1908, el Lepanto fue puesto a la venta para desguace en 1911, haciéndose éste efectivo en Holanda un par de años más tarde (Buques de la Armada Española a través de la fotografía, 1849-1900).

Una reflexión antes de continuar con el trabajo.

Había pensado crear una historia de nuestros dos barcos del tipo que emplee para el Pelayo y el Vizcaya, pero lo cierto que es demasiado, son un montón de datos, y si ya he tenido trabajo para recopilar toda la información que a continuación podéis ver, el pensar en sintetizar todo, volviendo a empezar desde el principio, me hace desistir de esa idea.

Por tanto el trabajo queda como los últimos que he publicado, esto es, una relación cronológica de todas las noticias aparecidas de nuestros buques en las fuentes habituales.

Ensenada me ha comentado que nuestra nueva Web casi esta apunto. Dejare por tanto el “trabajo más pulido” para cuando podamos colgarlo en ella.

Lo que viene a continuación es lo de siempre: algún comentario mío, comentarios y editoriales de los periódicos, el movimiento de los buques, sus comandantes, oficiales, pequeñas anécdotas, etc. En definitiva, una base de datos para el estudio de estos dos buques.

Pues vamos a ello.

Una Frase Hecha.

Sabido es de sobra el valor que las frases hechas tienen en España. Esto es natural.

El perezoso intelectual –ha dicho Hartmann- busca una frase hecha, como el perezoso muscular busca una silla para sentarse y descansar el ella.

En la cuestión de la Marina tenemos ya la frase. España es una nación que tiene muchas leguas de costa; por consiguiente una armada es para ella indispensable.

Y como quiera que poseamos unos cuantos barcos, los cuales se mueven sin velocidad, pero no sin averías, debemos conservarlos a título de armada nacional. Porque a falta de pan buenas son tortas.

Esto ha venido a decir a nuestro corresponsal en San Sebastián el Sr. Gómez Imaz, y esto es lo que no puede pasar sin comentarios.

España, para su seguridad y su defensa, tiene necesidad de una marina de Guerra. La verdad enunciada es de las que no admiten duda. Más, para que tal marina exista es indispensable cambiar la organización de dicho ramo desde la base a la cumbre y no gastar en mantener ruinas lo que de vigor y de recursos queda a la nación.

Así lo siente y lo quiere todo el elemento joven de la armada; así lo desea el país entero, con excepción de los viejos o egoístas, que ven su comodidad o sus ventajas en la continuación del actual estado de cosas. Y esto es precisamente lo que no puede seguir.

Ayer mismo se recibía en Madrid un telegrama participando que al Carlos V se le ha abierto una vía de agua en la travesía, nada larga ni difícil, de San Sebastián al Ferrol.

Pocos días antes, al dirigirse “la escuadra” -¡podéis reíros, portugueses!- hacia el primero de los citados puertos, el Lepanto tuvo que hacer “mutis” por el foro, porque las averías le impidieron formar parte de aquel triste grupo de barcos.

Con algunas semanas de anticipación en el viaje a Canarias, el Alfonso XIII verificó un plante en toda regla.

El Pelayo, recluido en el hospital –que no astillero para él- de la compañía francesa Forges et Chantiers, no obtiene jamás el alta. Y eso que las asistencias deben importar ya más que el precio exacto del veterano y virginal buque de combate.
El Cisneros, el Princesa de Asturias y el Cataluña, futuros cruceros acorazados, según se les llama hoy, acorazados de combate cómo habría denominado el bienhechor general Beránger, aunque llevan diez años en construcción, tardarán todavía otros cinco o seis años en prestar servicio, y esto a condición de que España no escatime sacrificios pecuniarios.

No hay caza-torpedero que, cuando se mueve, no experimente una avería; ni cañonero que no se estropee en el primer viaje; ni barco alguno que no dé un disgusto por singladura ¿Qué marina de guerra ha de haber con semejante material? ¿Y qué organización será la existente, cuando de ella sale un material semejante? ¡Y lo peor es que todo, en el concepto público, lo paga el personal, quien en su elemento joven, sobre todo, es digno de otras naves y de otra suerte!
Por tal causa es indispensable hacer tabla rasa de ese material inútil y consagrar los esfuerzos y recursos de la nación a rehacer la armada con fe y con inteligencia, luego de vencidas las actuales circunstancias económicas.

Dice el Sr. Gómez Imaz, apoyándose en la consabida frase hecha, que hay necesidad de conservar, como escuelas y medios de enseñanza los buques existentes ¿Para qué? ¿Para qué nuestros marinos aprendan a manejar barcos malos? ¿Para qué su crédito profesional padezca más y más, por causa de ese material inservible?

Con barcos buenos y modernos se deben ejercitar las tripulaciones y levantar el concepto de la armada. Gastando en carracas ridículas el dinero de España, no habrá naves ni prestigios.

Para medir la fuerza intelectual que el Sr. Gómez Imaz aplica a la administración de su ramo, no hay sino fijarse en lo que del Alfonso XIII ha dicho su excelencia a nuestro corresponsal.

El ministro reconoce que este crucero “esta deformado”. A pesar de ello, quiere que siga tripulado y armado, no obstante el gasto que esto supone; porque, si no sirve como buque de combate, puede servir para la defensa de las costas. Se nos figura que para tal objeto servirán más los cañones del buque desembarcados y puestos en baterías terrestres, la puntería se hará mejor, y será infinitamente menor el dispendio.

¡No hay frases hechas que valgan! España necesita una marina de verdad, y para ello la primera y principal condición es la poda de todas las ramas viejas sin hojas y sin fruto, que absorben la savia nacional por entero. No tendremos vestido nuevo y decoroso consumiendo el tiempo y el dinero en remendar andrajos (El Imparcial, 2 de septiembre de 1899).

Ficha Técnica

Clase.- Reina Regente

Astilleros:

• Alfonso XIII.- Arsenal del Ferrol.
• Lepanto.- Arsenal de Cartagena.

Puesta en grada:

• Alfonso XIII.- 21 de agosto de 1887.
• Lepanto.- 1 de octubre de 1886.

Botado:

• Alfonso XIII.- 21 de agosto de 1891.
• Lepanto.- 16 de noviembre de 1896.

Comisionado:

• Alfonso XIII.- Mayo de 1897.
• Lepanto.- Enero de 1899.

Caracteristicas Generales

Desplazamiento.- 4.770 toneladas.
Eslora.- 97,3 metros.
Manga.-15,4 metros.
Puntal.-8,9 metros.
Calado.- 6,5 metros.

Protección.

• Cubierta blindada con un espesor de 7,8 centímetros en el centro y 12 centímetros en los costados.

Armamento.

• 4 cañones González Hontoria de 20 centímetros, modelo 1883, protegidos por manteletes de 76 milímetros y situados sobre las amuras y aletas en montajes simples. Tanto las piezas como sus montajes hidráulicos fueron fabricados por la firma sevillana Portilla, White y Cía. Las cuatro piezas serian sustituidas, en un nuevo intento de mejorar la estabilidad de los buques, por otras tantas de 16 centímetros del mismo sistema (en el Alfonso XIII en julio de 1898, y en el Lepanto a principios del siglo XX).
• 6 cañones de tiro rápido y carga simultanea González Hontoria de 12 centímetros, modelo 1883, protegidos por manteletes de 25 milímetros.
• 6 cañones de tiro rápido, sistema Nordenfelt, de 57 milímetros.
• 2 cañones revólveres, sistema Hotchkiss, de 37 milímetros.
• 2 cañones, sistema Hotchkiss, de 37 milímetros.
• 2 ametralladoras, sistema Nordenfelt, de 11 milímetros.
• 5 tubos lanzatorpedos, sistema Schwarfkopt, de 355 milímetros.

Para sus embarcaciones menores:

• 2 cañones de 7 centímetros, sistema González Hontoria, de bote y desembarco.
• 2 cañones de tiro rápido de 37 milímetros, sistema Hotchkiss.
• 1 cañón de tiro rápido de 42 milímetros, sistema Nordenfelt.

Propulsión.

Construídas por La Maquinista Terrestre y Marítima con la asistencia de la casa británica Maudslay & Sons.

• Dos máquinas horizontales de triple expansión con una potencia de 5.750 CV cada una (para una potencia total de 7.800 CV a tiro natural y 11.500 CV a tiro forzado). Estaban situadas en compartimientos estancos diferenciados por debajo de la línea de flotación (bajo la cubierta blindada).
• Cuatro calderas dobles para generar vapor a la presión de 9,84 kilogramos por centímetros cuadrado. Situadas en compartimientos estancos diferenciados por debajo de la línea de flotación (bajo la cubierta blindada).
• Dos hélices.
• 35 máquinas auxiliares.

Velocidad máxima.- 20,5 millas.
Capacidad de carboneras.- 1.285 toneladas.
Radio de acción supuesto.- 12.000 millas.
Días prácticos de crucero.- 25.

Dotación.- Entre los 420 y los 440 hombres (no hay un criterio único en las fuentes consultadas). Eran mando de capitán de navío.

Cilindro de expansión del vapor, destinado a una de las máquinas del crucero Alfonso XIII (La Ilustración Española y Americana, 8 de diciembre de 1888.

Con respecto a esta fotografía, la mencionada revista nos dice lo siguiente:

<<…..el enorme cilindro a que nos referimos es una de las piezas componentes de obra tan difícil, y acaso la más importante en su género de las ejecutadas en establecimientos españoles.

El material de hierro fundido vaciado en el molde del cilindro alcanzó un peso de 32.000 kilogramos, y no obstante las extraordinarias dimensiones de la pieza, cuyo diámetro mide 2, 470 metros, ninguna de las partes de su complicado organismo excede de un espesor de 34 milímetros>>.

Las tres fotografías que vienen a continuación nos muestran diversas fase de fabricación del mencionado cilindro.

Crucero protegido Alfonso XIII

Vista por estribor del crucero Alfonso XIII fondeado en Mahón.

La Época, 27 de febrero de 1887.

<<Noticias Generales.- A fín de dar comienzo a las obras, se ha dispuesto por el ministerio de Marina que de la cantidad consignada para la construcción del crucero Alfonso XIII se concedan 10.000 pesetas, destinadas, la mitad a la compra de materiales, y las 5.000 restantes para emplearlas en jornales>>.

La Época, 8 de marzo de 1887.

<<Noticias Generales.- Por el ministerio de Marina se dado las órdenes oportunas para que con la mayor urgencia se adquieran los materiales necesarios para la más rápida terminación de los cruceros Alfonso XIII, Lepanto y Marqués de la Ensenada, que se construyen en nuestros arsenales, y de dos cañoneros cruceros guardacostas>>.

La Época, 31 de agosto de 1887.

<<Correo de Provincias. Dice un periódico de Ferrol: Parece el astillero un cementerio; las gradas desiertas, el silencio relativo de aquellos inmensos talleres donde sólo se trabaja hoy en el material recibido para el Alfonso XIII, material que casi no llega ni para empezar; la tranquilidad que sucedió a la extraordinaria actividad de los últimos meses, todo convida a meditar en los placeres veraniegos a que se entregan el ministro de Marina y los señores del Centro Técnico.

Ciento cuarenta hombres pasaron ayer del astillero al dique; aún pasarán más>>.

La Época, 14 de enero de 1888.

<<Congreso (Sesión del día 14 de enero de 1888). El Alfonso XIII.- El Sr. Fuga pregunta al Sr. Ministro de Marina por qué se encuentra abandonada la construcción del crucero Alfonso XIII, y censura el estado en que se encuentra el arsenal del Ferrol.

Pide remita al Congreso el expediente referente a la construcción del crucero, y anuncia una interpelación.

El Sr. Ministro de Marina ofrece remitir los documentos que se le piden, y por ser graves los cargos que se le hacen señalará día para que explane su interpelación.

Sobre la paralización de las obras del crucero Alfonso XIII manifiesta que esa suspensión se debe a falta de material.

El Sr. Fuga, rectificando, asegura que es lamentable que en aquel arsenal haya unos centenares de obreros empleados en el movimiento de tierras, e insiste en anunciar su interpelación>>.

El Imparcial, 8 de marzo de 1888.

<<Se adjudico a la Maquinista Terrestre, cas de Barcelona, la construcción de las máquinas de los cruceros Alfonso XIII y Lepanto>>.

La Época, 9 de febrero de 1890.

<<Correo de Provincias.- Para agosto próximo hay propósito de que sea botado al agua el crucero Alfonso XIII, que se construye en el arsenal del Ferrol, y cuyos planos son análogos a los del Reina Regente>>.

La Correspondencia de España, 24 de febrero de 1890.

<<Ha llegado a Barcelona D. Manuel Estrada, ingeniero inspector de la Armada, para examinar, con la comisión de que forma parte, la maquinaria y calderas para el crucero Alfonso XIII, construidas por La Maquinista Terrestre y Marítima>>.

El Alfonso XIII en el dique flotante de Cartagena.

La Época, 4 de agosto de 1891.

<<Viaje del señor ministro de Marina. Ferrol 3 (9 noche).- El señor vicealmirante Beránger, acompañado del capitán general y una Comisión del Consejo de la Marina, ha visitado hoy el hospital, cuartel de infantería y el astillero, donde inspecciono la quilla del Cardenal Cisneros y las obras del Alfonso XIII, que el día 21 será botado al agua.

A bordo del Pelayo, el señor Beránger expreso su satisfacción por el buen estado del buque. Mañana visitará la Asturias, la Almansa y la Villa de Bilbao>>.

La Época, 21 de agosto de 1891.

<<Últimos telegramas. Ferrol 21.- Los trenes llegan atestados de viajeros con motivo de las fiestas y del lanzamiento del Alfonso XIII, que se verificará hoy a las tres.

Ayer por la tarde fondearon el acorazado Pelayo y el Alfonso XII. El Pelayo entrará, para limpiar fondos, en el dique de la Campana, construido por el ingeniero Comerma, dique que ha habido que elevar para que pueda entrar en él el acorazado. Muchas personas han visitado hoy los buques de la escuadra>>.

<<Esta tarde a las tres, ha debido verificarse en el Ferrol la botadura del crucero Alfonso XIII. Sin duda por el mal estado de las líneas no hemos recibido los telegramas de nuestro corresponsal sobre los pormenores del acto. La patria podrá contar desde hoy con un nuevo baluarte flotante para sostener el honor de su bandera>>.

Crucero protegido Alfonso XIII. Acuarela de Hernández Monjo.

La Botadura del Alfonso XIII

En Ferrol

(De nuestro servicio particular)

Aspecto de la ciudad.

Ferrol 21 (6 tarde).- El acto de botar al gua el hermoso crucero Alfonso XIII ha sido un acontecimiento y una solemnidad.

Gran número de personas circulaba por la población, y muchos forasteros, una vez terminada la ceremonia, han tenido que regresar a la Coruña en demanda de habitaciones para reposar del cansancio del día.

Ha sido de ver y admirar el espectáculo que ofrecían, durante todo el día de ayer y de hoy, el Ferrol y su Arsenal.

Los vapores transportaban a toda máquina millares de viajeros desde la Coruña; los coches, diligencias y carros no eran bastantes para conducir a los que deseaban presenciar el acto, y las carreteras, caminos, veredas y atajos han servido de derroteros a un sin número de gentes que, ya a pie, ya en humildes cabalgaduras, se dirigían presurosos a este departamento.

Los balcones de las casas están engalanados desde las primeras horas de la tarde.

En los Astilleros.

A las dos de la tarde, ya el público invadía todas las inmediaciones de los Astilleros, y numerosas lanchas, engalanadas vistosamente, surcaban la ría, formando todo un conjunto animado y brillante.

Delante de la sala de Gálibos se hallaba en grada el casco del Alfonso XIII, sostenido por fuertísimas escoras o puntales. Cerca ocupaban una elegante tribuna el capitán general del departamento, el gobernador civil de la Coruña, el alcalde del Ferrol y las demás autoridades civiles y militares de la localidad y de la provincia.

Enfrente, y en un almacén de carpintería, se había improvisado la capilla con blancos paños bordados de oro y fondo azul con estrellas.

Allí aguardaba el vicario general castrense el momento de verificar la ceremonia de la bendición.

Toda la fuerza franca de servicio del Cuerpo de infantería de marina, y la brigada de guardias de Arsenales, formaban alrededor del Alfonso XIII.

Cerca de la grada del Arsenal hallábanse, en sitios de preferencia, personas distinguidas de la población y varios periodistas.

La botadura.

Poco antes de las tres menos cuarto dirigióse el vicario, rodeado del clero, hacia el Alfonso XIII y, después de rociarlo con agua bendita, lo bendijo en todas y cada una de sus partes, arrojando sobre el casco, a continuación, nubes de incienso.

Todos nuestros barcos reciben cristiana bendición antes de surcar las olas.

A las tres comenzó la operación de quitar los puntales.

A cada toque de corneta caían dos. A las tres y veinte minutos habían caído los 22 que lo sujetaban.

La ansiedad se marcaba en todos los semblantes, ¿Saldría bien la operación?

Otro toque de corneta y caen las llaves de la quilla de lanzamiento, después de haber aflojado las cuñas.

Quedaba por cortar el último cable que sujetaba el barco, o sea, en leguaje técnico, picar la retenida. Cortóse a la voz del ingeniero naval constructor del buque señor Torelló, y el nuevo crucero se deslizó majestuosamente por la pendiente resbaladiza de la grada, separando las aguas con fuerza y entrando en su elemento sin hacer la más ligera oscilación.

Un viva espontáneo, entusiasta, inmenso a nuestro Rey, salió de todos los labios; la música tocó la Marcha Real; ondearon los pañuelos, sombreros y gorras de la multitud, y los marinos que ocupaban los botes alzaron los remos para saludar al futuro crucero de la escuadra española.

Fue aquél un momento verdaderamente indescriptible.

En la operación de la botadura han tomado parte 250 operarios.

El ingeniero Sr. Torelló fue muy solicitado por su inteligente iniciativa en la dirección y construcción de este hermoso buque.

Las dimensiones del crucero.

Tiene el Alfonso XIII 101,21 metros de eslora, 15,42 entre perpendiculares, 5,95 de manga y de calado medio, y 4.740 toneladas de desplazamiento.

El armamento.

Constituirán su armamento:

Cuatro cañones de 20 centímetros, modelo 83, sistema González Hontoria; seis de 12 centímetros, del mismo modelo y sistema; seis de tiro rápido, sistema Nordenfelt, de 57 milímetros; dos cañones revólveres, sistema Hotchkiss, de 37 milímetros; dos cañones de tiro rápido, igual sistema y calibre, y dos ametralladoras, sistema Nordenfelt, de 11 milímetros, y además cinco tubos lanzatorpedos, sistema Schwarfkopt.

Para las embarcaciones menores: dos cañones de 7 centímetros, sistema González Hontoria, de bote y desembarco; dos cañones de tiro rápido de 37 milímetros, sistema Hotchkiss, y uno de tiro rápido de 42 milímetros, sistema Nordenfelt.

Las máquinas.

Se han construido en los importantes talleres del Maquinista Terrestre y Marítima de Barcelona, honra de la industria española.

Cada juego de máquinas y calderas se compone de dos máquinas de triple expansión de 5.750 caballos cada una, y cuatro calderas dobles para generar vapor a la presión de 9,84 kilogramos por centímetros cuadrado; estos aparatos estarán distribuidos en el buque en cuatro compartimientos estancos, situados debajo de la línea de flotación; en el primer compartimiento, empezando por la parte de proa, habrá dos calderas; en el segundo otras dos; en el tercero una de las dos máquinas motores, y en el cuarto la otra. Cada una de las máquinas actuará sobre el propulsor correspondiente, poniendo en movimiento la máquina de proa el propulsor de estribor, y la de popa el de babor.

Para dar una idea de la importancia de estas máquinas, baste decir que comunicaran al Alfonso XIII una fuerza propulsiva de 11.500 caballos indicados de 75 kilogramos, imprimiéndole una velocidad de 18,5 millas marinas, equivalentes a 38 kilómetros por hora. Habrá además 35 máquinas auxiliares, repartidas convenientemente.

Fiesta en la Capitanía General.

El capitán general del departamento proponíase solemnizar, con una recepción en su palacio, el admirable resultado de la botadura del Alfonso XIII.- Manrique de Lara (La Época, 22 de agosto de 1891).

La Época, 31 de agosto de 1891.

<<Noticias Generales.- El capitán general del departamento del Ferrol recibió el día 24 el siguiente telegrama que desde San Sebastián le dirigió el señor ministro de Gracia y Justicia:

“He tenido la honra de dar cuenta hoy a S.M. la Reina del telegrama de V.E. participando haberse lanzado al agua felizmente el crucero Alfonso XIII, y me manda transmita a V.E. su real felicitación y sus ardiente votos por la prosperidad y la gloria de la nueva nave y de toda la marina española”>>.

El 6 de septiembre de 1891 el periódico La Época informa a sus lectores del armamento ligero del Alfonso XIII que se fabrica en las instalaciones de Placencia. Esto es lo que dice el diario:

<<El referido establecimiento construye en la actualidad 24 cañones de tiro rápido, de 57 milímetros, con destino a los cruceros Infanta María Teresa, Vizcaya y Oquendo, uno para el Conde de Venadito y tres para el Alfonso XIII, así como 23 ametralladoras Nordenfelt, de cinco cañones, para los referidos cruceros, para el Lepanto, Alfonso XII y Marqués de la Ensenada, para los seis cañoneros-torpederos, del tipo Tallerie, y para las célebres lanchas Perla, Rubí y Diamante.

Se han entregado ya a la marina 42 cañones de tiro rápido con destino a los cruceros Lepanto, Marqués de la Ensenada y Alfonsos XII y XIII; torpederos Rápido, Galicia, Marqués de Molins y algún otro, después de probados y reconocidos por un representante de dicho ramo>>.

El Imparcial, 22 de octubre de 1891.

<<Se ha conferido el mando del crucero Alfonso XIII al capitán de navío D. Enrique Sostoa>>.

La Época, 5 de diciembre de 1891.

<<Guerra y Marina.- Se ha contratado con la casa Breguet, de Paris, la construcción de aparatos foto-eléctricos para los cruceros Alfonso XII, Alfonso XIII y Conde de Venadito, y con la casa Sautter Harlé la construcción de 10 aparatos de señales de noche, sistema Ardois, para buques de la Península>>.

El Imparcial, 23 de diciembre de 1891.

<<Noticias de Marina.- Ayer se reunió el Consejo y estudió el sistema más conveniente para procurar la conservación de las redes Bullivant que llevan los buques de combate.

Aprobó el proyecto de contrato para la adquisición de los aparatos lanza-torpedos del crucero en construcción Alfonso XIII>>.

El Imparcial, 27 de diciembre de 1891.

<<Noticias de Marina.- Se ha aprobado el contrato con la casa Schwarzkopf para suministro de material de torpedos con destino al crucero Alfonso XIII>>.

El Imparcial, 13 de enero de 1892.

<<Noticias de Marina.- Ayer se reunió el Consejo y examinó los proyectos para la adquisición del material eléctrico para los buques Alfonso XII, Alfonso XIII y Conde de Venadito>>.

La Época, 24 de febrero de 1892.

<<Informaciones.- El Consejo Superior de la Marina aprobó hoy los planos para el servicio de la artillería gruesa que deben montar los cruceros Alfonso XIII y Lepanto, y la distribución de los pañoles>>.

La Correspondencia de España, 23 de diciembre de 1892.

<<Se ha conferido el mando del crucero Alfonso XIII al capitán de navío D. José Guerra>>.

La Correspondencia de España, 23 de diciembre de 1893.

<<Se indica para comandante del crucero Alfonso XIII al capitán de navío D. Carlos Delgado Zuleta>>.

El Alfonso XIII visto por su costado de babor (desconozco cuando y donde se tomo esta fotografía).

La Época, 31 de mayo de 1894.

<<Firma de S.M. la Reina.- La Reina Regente ha firmado hoy los siguientes Reales decretos:

De Marina.- Autorizando al ministro del ramo para presentar a las Cortes los proyectos de ley fijando las fuerzas navales para 1894-1895, y de movilización de las escalas de teniente de navío y asimilados; y para contratar con la casa Leví los fusiles Mauser español, de 7 milímetros y 7,65 milímetros, cartuchos y otros efectos con destino a los cruceros Alfonso XIII, Lepanto y Marqués de la Ensenada, y 1.500 fusiles del mismo sistema y calibre y cartuchos de guerra y ejercicios, con destino al apostadero de Filipinas>>.

El 5 de octubre de 1894 el periódico El Imparcial publicaba un demoledor artículo, cargando contra el entonces ministro de Marina Sr. Pasquín y quejándose amargamente del retraso en las obras del Alfonso XIII. Esto es lo que dice el periódico:

<<Más Éxitos.

No hay nada tan socorrido para un ministro como disponer libremente del telégrafo y no creemos fácil que haya quien se apele a ese medio con más oportunidad que el ministro de Marina., para que al mismo tiempo que moviliza hasta los buques que están en seco, que tienen inútiles sus calderas o sus máquinas, aparezca que queda libre de toda responsabilidad, porque sin duda, como buen cristiano, considera que la “intención salva”.

Una necesidad imperiosa obligó a que saliera de Cartagena el Reina Regente sin hacer en él las reparaciones necesarias y con esa “peligrosa actividad” de que da muestras frecuentes el Sr. Pasquín ordenó las pruebas del Alfonso XIII, cuya construcción no se había ocupado en activar en los dieciocho meses que lleva rigiendo los destinos de lo que debiera ser nuestra marina militar, para reemplazarlo en caso necesario.

Era un nombre más que un buque disponible y había que ponerlo en circulación sin perder momento, pero está visto que decididamente tiene el Sr. Pasquín el “santo de espaldas”, y en efecto, venimos ahora a saber que previos “unas cuantas condiciones”, quizás puedan hacerse las pruebas de máquina en el Alfonso XIII dentro de cinco meses, que no es mucho esperar si se tiene en cuenta que este buque “solamente hace cinco años” que empezó su construcción en el arsenal de Ferrol, y que si se hizo con tanta lentitud fue para obtenerlo al coste menor posible.

Construido con los planos del Reina Regente, se consideró que si este crucero se adquirió en Inglaterra por seis millones de pesetas, con un plazo de quince meses para su construcción, el Alfonso XIII mejor estudiado y más cuidadosamente administradas sus obras, lo obtendríamos, si más tarde, a menos coste; pero dificultades imprevistas, huelgas, calamidades públicas, y sin duda algunas otras causas no conocidas por los profanos, han hecho que el Alfonso XIII cueste algo más que su igual el Reina Regente…..cerca de veinte millones de pesetas…..¿Que más da? Todo queda en casa, exclamará el ministro de Marina, y yo sumaré este “éxito” más, como “modesta” prueba de la injusticia con que se me juzga, aún cuando sea bien conocida la rapidez con que procedí para exigir responsabilidades.

Ya habló el jefe de ingenieros del arsenal de Ferrol, esperemos ahora lo que “eléctricamente” dispone nuestro ministro de Marina para que navegue el Alfonso XIII, aunque sea calando más de lo calculado por consecuencia del peso del mayor número de millones que ha costado construirlo>>.

La Época, 10 de octubre de 1894.

<<La Información sobre el estado de la Marina.- El ministro de Marina ha dirigido una circular a los capitanes generales de los Departamentos, reclamando con urgencia los siguientes datos para su oportuna remisión al Congreso:

1º. Fecha lo más aproximada posible en que podrán prestar servicio los buques en carena Pelayo, Destructor, Isabel II, Aragón, Navarra y torpederos.

2º. Tiempo mínimo necesario para que la Vitoria y Numancia, con todo su armamento, puedan quedar dispuestos para la guerra.

3º. Fijar con la aproximación posible la fecha en que quedarán listos y en condiciones de prestar servicio, el Princesa de Asturias, Cardenal Cisneros, Alfonso XIII, Lepanto y Martín Alonso Pinzón.

Cuatro meses ha tardado el general Pasquín en cumplir su promesa; pero, sin duda, las muchas ocupaciones de su cargo durante el verano no le han permitido más actividad>>.

El 12 de diciembre de 1894 S.M. la Reina firmaba el Real decreto nombrando comandante del crucero Alfonso XIII, al capitán de navío D. Antonio Moreno de Guerra.

El Imparcial, 31 de enero de 1895.

<<Noticias de Marina.- Se está procediendo en el Ferrol a montar las torres destinadas al crucero Infanta María Teresa, por cuyo motivo ha sido suspendido el alumbrado eléctrico en el Alfonso XIII que utilizaba el dinamo del Infanta>>.

El Imparcial, 9 de febrero de 1895.

<<Sección de Noticias.- En el Ferrol se han hecho pruebas de la tubería del crucero Alfonso XIII, observándose que tenía algunas filtraciones que serán remediadas en breve>>.

La Época, 21 de marzo de 1895.

<<Noticias Generales.- Ya se ha terminado la colocación de toda la artillería que debe llevar a bordo el crucero Alfonso XIII, el cual se encuentra en el Ferrol actualmente>>.

La Época, 11 de mayo de 1895.

<<Noticias de Marina.- Es probable que el capitán de fragata D. Fernando Villaamil, presidente de la Comisión nombrada para inquirir las causas del naufragio del Reina Regente, vaya pronto al Ferrol para verificar a bordo del Alfonso XIII algunas pruebas de mar conducentes a la averiguación de la influencia que pueda tener la colocación de la artillería en la marcha de un buque>>.

El Alfonso XIII visto por su amura de babor (desconozco donde y cuando se tomo esta fotografía)

.


La Correspondencia de España, 22 de mayo de 1895.

<<El capitán de fragata D. Fernando Villaamil y el ingeniero jefe de la armada D. José Castellote, saldrán mañana para Ferrol a resolver los cálculos técnicos y prácticos convenientes para la determinación del centro de gravedad y periodo de oscilación del crucero Alfonso XIII>>.

El Imparcial, 11 de septiembre de 1895.

<<Los nuevos barcos de guerra.- En el ministerio de Marina se celebró ayer una reunión de los generales de la armada que constituyen la Junta técnica, para ocuparse de la construcción de los buques en nuestros arsenales y en los particulares.

Se acordó que se artillen cuanto antes el Oquendo y el Alfonso XIII, y que se active la construcción de los acorazados Cardenal Cisneros, Lepanto y Princesa de Asturias en los arsenales del estado, y del Carlos V en el de Vea-Murguía, estudiándose al mismo tiempo los medios para impedir que estos buques cuesten más de lo presupuestado, como ha sucedido con los acabados en Bilbao.

La Junta volverá a reunirse para seguir ocupándose de tan importante asunto>>.

El Imparcial, 22 de septiembre de 1895.

<<Para el Alfonso XIII. Cádiz 21 (5,15 tarde).- El lunes cargará el Legazpi seis cañones y los llevará al Ferrol para montarlos en el crucero Alfonso XIII>>.

La Correspondencia de España, 17 de octubre de 1895.

<<Los trabajos de alistamiento del acorazado Alfonso XIII también prosiguen con toda actividad en el Ferrol, donde la maestranza alterna día y noche.

La artillería está ya montada y dentro de pocos días se colocarán las ametralladoras y los cañones revólveres>>.

El Imparcial, 20 de octubre de 1895.

<<Barcos de Guerra.- Se han dado órdenes apremiantes para activar el alistamiento del crucero Alfonso XIII, y se calcula que estará listo a mediados de diciembre>>.

La Época, 15 de noviembre de 1895.

<<Noticias de Marina.- Por el Ministerio de Marina se han adoptado las disposiciones siguientes:

….., disponiendo que embarquen en el crucero Alfonso XIII el 1º de enero próximo los tenientes de navío D. Pedro Mercader, D. Manuel Carballo, D. Luís González Quintas, D. José Ibarra y Méndez de Castro, D. Fernando Bruquetas y D. Alonso Villagómez>>.

La Correspondencia de España, 4 de diciembre de 1895.

<<Los tubos de lanzar torpedos de las fragatas Aragón, Castilla y Navarra se instalarán en el crucero Alfonso XIII, a fín de que este buque se incorpore en enero a la escuadra>>.

El Imparcial, 8 de diciembre de 1895.

<<Noticias de Marina.- Ha sido nombrado tercer comandante del crucero Alfonso XIII, D. Gabriel Antón (teniente de navío de 1ª)>>.

La Correspondencia de España, 19 de diciembre de 1895.

<<Ferrol 18.- El operario Gabriel Pardo que se hallaba trabajando en el buque Alfonso XIII, ha tenido la desgracia de caerse desde un andamio al dique, hiriéndose gravemente.

No quedó muerto en el acto porque estaba el dique con agua. En una camilla fue trasladado a su domicilio>>.

La Correspondencia de España, 22 de diciembre de 1895.

<<El vapor Cumbral, que se ha ido a pique, transportaba material para el crucero Alfonso XIII, que se construye en Ferrol>>.

La Época, 25 de diciembre de 1895.

<<El crucero Alfonso XIII.- En los primeros días de enero próximo se aumentará la Marina de guerra con un nuevo buque, el acorazado Alfonso XIII, cuyas obras de construcción y armamento adelantan activamente.

Con arreglo a las órdenes dictadas por el general Beránger, el día último del mes actual quedará lista la nueva nave de guerra por los ramos de Ingenieros y Artillería, y en seguida de procederá a terminar la instalación del alumbrado eléctrico, operación en que no pudo desarrollar la misma actividad el contratista de este servicio, por impedírselo el estado de otros trabajos del buque a que se atendía con preferencia, circunstancia que no será obstáculo para que el Alfonso XIII pueda hacer en seguida las pruebas reglamentarias de andar, estabilidad, máquinas y artillería.

Personas peritas aseguran que el acorazado es un modelo de perfección, lo que honra a todos los ramos que han contribuido a construirle y armarle, así como a la inteligente maestranza empleada en las obras>>.

El Imparcial, 2 de enero de 1896.

<<Sección de Noticias.- Ayer debieron verificarse en el Ferrol las pruebas del nuevo acorazado Alfonso XIII, que se está construyendo en aquel arsenal.

Las pruebas del Alfonso XIII tienen por objeto, además de ver las condiciones marineras de estabilidad y marcha del buque, determinar las causas que pudieron influir en el naufragio del Reina Regente, y rectificar las deficiencias de construcción que pueda tener el nuevo buque de guerra>>.

La Correspondencia de España, 16 de febrero de 1896.

<<Ferrol 14.- Hoy han estado a punto de producirse algunas averías en el crucero Alfonso XIII. En los momentos en que estaba el crucero efectuando las pruebas de la máquina, hubo de enredársele un cabo en la hélice, que impidió al buque continuar la marcha.

Seguidamente fue reconocido por los buzos, no encontrándole ni la más insignificante avería.

El Alfonso XIII se hará a la mar dentro de breves días>>.

La Época, 6 de marzo de 1896.

<<Preparativos Navales. En el Ferrol.- Con arreglo a las órdenes dictadas por el general Beránger, el día 20 del actual saldrá del Ferrol la primera división de la escuadra de instrucción, compuesta de los acorazados Almirante Oquendo, Vizcaya e Infanta María Teresa y de los torpederos Halcón y Azor.

Pocos días después zarpará la segunda división de la escuadra, compuesta de los acorazados Alfonso XIII y Pelayo y del cañonero-torpedero Destructor, cuyo retraso obedece a tener que hacer pruebas de máquinas el Alfonso XIII, reparaciones en la máquina el Destructor y habilitación el Pelayo, cuyas obras no pueden quedar terminadas antes de la expresada fecha para que salga toda la escuadra unida, como se había acordado>>.

El Imparcial, 6 de marzo de 1896.

<<El Ferrol 4 (8,5 noche).- Así que abonance el tiempo hará pruebas oficiales de máquinas el crucero Alfonso XIII que ya está listo>>.

La Época, 11 de marzo de 1896.

<<Preparativos Navales. Ferrol 11 (12,10 tarde).- Esta mañana ha entrado en dique el acorazado Pelayo para rascar y pintar los fondos. Mañana de verificarán las pruebas preliminares del acorazado Alfonso XIII. El Vizcaya y el Infanta María Teresa están completamente provistos de carbón>>.

El Alfonso XIII fondeado (desconozco donde y cuando se tomo esta fotografía).

El Imparcial, 13 de marzo de 1896.

<<Aprestos Navales.- Es casi seguro que el próximo lunes empiecen en Ferrol las pruebas oficiales del nuevo crucero Alfonso XIII>>.

La Época, 24 de marzo de 1896.

<<Cuando termine la licencia que disfruta el primer médico D. Pedro Cabello se le dará pasaporte para el departamento del Ferrol, con objeto de embarcar en el crucero Alfonso XIII>>.

El Imparcial, 2 de abril de 1896.

<<Sección de Noticias.- El lunes o el martes de la próxima semana empezarán en el Ferrol las pruebas oficiales del crucero Alfonso XIII>>.

La Época, 9 de abril de 1896.

<<Noticias de Marina. El acorazado Alfonso XIII, completamente listo, entrará en dique uno de estos días para limpiar y pintar sus fondos, saliendo en seguida a la mar con objeto de hacer pruebas de máquina y artillería>>.

La Época, 10 de abril de 1896.

<<La escuadra. Ferrol 10 (12 tarde).- Al amanecer ha salido para Puebla de Caramiñal la escuadra, compuesta del Oquendo, Infanta María Teresa y Vizcaya, con objeto de hacer ejercicios de cañón y torpedos y practicar maniobras. Regresará dentro de ocho días para recoger efectos, yendo después donde se le ordene.

El crucero Alfonso XIII salió hoy a hacer pruebas de máquinas>>.

El Imparcial, 12 de abril de 1896.

<<El crucero Alfonso XIII. Ferrol 11 (12,5 tarde).- A la una de la tarde salió ayer del arsenal el crucero Alfonso XIII con objeto de hacer las pruebas preliminares de las máquinas.

Muchas personas contemplaban desde el arsenal y el paseo de Herrera la salida de la gallarda nave, que ofrecía un soberbio aspecto al romper las aguas, llevando la bandera española desplegada al viento.

El Alfonso XIII es igual al Reina Regente, a excepción de las reformas que se hicieron en él para darle mayor estabilidad.

Navegó cuatro veces a tiro natural la extensión de una milla marcada entre la ría de Sada y Cabo Prior, dando sesenta revoluciones y desarrollando un andar de catorce millas.

Dicen los peritos que después de limpiar recorrerá 20 millas.

El barco ha evidenciado sus excelentes condiciones marineras, confirmando así lo que habían anunciado los ingenieros>>.

El Imparcial, 16 de abril de 1896.

<<Pruebas del Alfonso XIII. Ferrol 15 (7,30 noche).- Esta mañana salió a probar su artillería el crucero Alfonso XIII.

Navegando a razón de 18 millas por hora llegó a la altura de las islas Sisargas con el mismo satisfactorio resultado que las pruebas preliminares que se verificaron ayer.

Hizo tres disparos por pieza, a excepción del cañón Nordenfelt de 57 milímetros, al cual, por no haberse probado antes de montarse en el barco, se le hizo disparar hasta nueve veces. La pruebas dieron un excelente resultado.

Al acto han asistido el comandante general de los arsenales D. Vicente Manterola, el brigadier de artillería Sr. Guillén, el jefe de estado mayor D. Julio Soler, el de ingenieros D. Leoncio Lacasi, el teniente coronel de artillería don Alfredo de los Reyes y gran número de periodistas de la localidad y corresponsales de Madrid y provincias, a quienes se facilitó con galante amabilidad cuantos datos necesitaron.

El Alfonso XIII regresó a las cinco de la tarde, haciendo una hermosa entrada en la dársena.

Mañana hará rumbo al dique de la Campana para terminar su limpieza y pintado, y después de practicar nuevas pruebas de velocidad se incorporará a la escuadra>>.

El Imparcial, 18 de abril de 1896.

<<El Alfonso XIII.- El nuevo crucero Alfonso XIII, de cuyas pruebas oficiales dimos ayer cuenta, es de primera clase y fue botado al agua en 1891.

Tiene casco de acero y mide 93,57 metros de eslora; 15,45 de manga, y 9,91 de puntal.

Su desplazamiento es de 4.826 toneladas; fuerza de caballos indicados 7.800 en tiro natural y 11.500 en tiro forzado.

Tiene dos hélices y una velocidad máxima de 20,50 millas.

La artillería del buque se compone de cuatro cañones Hontoria de 20 centímetros; seis cañones Hontoria de 12 centímetros, todos de carga simultánea; dos cañones revolver Hotchkiss de 37 milímetros, dos ametralladoras Nordenfelt de 11 milímetros, cuatro cañones Hotchkiss de tiro rápido de 37 milímetros, un Nordenfelt de 44 milímetros y dos Nordenfelt de siete, carga simultánea.

La dotación del crucero está formada por un capitán de navío, un capitán de fragata, un teniente de navío de primera, seis teniente de navío, cuatro alféreces de navío, un oficial de infantería de marina, un contador, dos médicos, un capellán, 10 guardiamarinas, un alumno de administración, dos maquinistas mayores, 20 maquinistas, 10 maquinistas aprendices, siete contramaestres, 16 condestables, dos practicantes y nueve de maestranza>>.

La Correspondencia de España, 25 de abril de 1896.

<<El crucero Alfonso XIII hará pronto pruebas de estabilidad dentro del dique del Ferrol>>.

La Época, 29 de abril de 1896.

<<El Pelayo y el Alfonso XIII. Ferrol 29 (11,30 mañana).- Han terminado las reparaciones que se hacían en el acorazado Pelayo, que ha salido ya del Arsenal, y está fondeado en la bahía. En seguida marchará a incorporarse a la escuadra.

El Alfonso XIII tardará aún varios días en abandonar el dique>>.

La Correspondencia de España, 30 de abril de 1896.

<<Aún no se sabe la fecha en que ha de salir del dique el crucero Alfonso XIII, y sólo se dice que tardará bastantes días>>.

La Correspondencia de España, 2 de mayo de 1896.

<<Continúa limpiando y pintando sus fondos en el dique del Ferrol, el crucero de primera clase Alfonso XIII>>.

La Correspondencia de España, 7 de mayo de 1896.

<<El crucero Alfonso XIII saldrá del dique a últimos de este mes>>.

La Época, 16 de junio de 1896.

<<Ferrol 16 (1 tarde).- Terminadas las reparaciones que se han efectuado en el Alfonso XIII, pasado mañana saldrá del dique de la Campana, haciendo en seguida carbón y practicando las pruebas oficiales>>.

La Época, 19 de junio de 1896.

<<Ferrol 18 (6,10 tarde).- Ha salido del dique el crucero Alfonso XIII, que está haciendo carbón y agua para practicar las pruebas>>.

El Imparcial, 2 de julio de 1896.

<<Ferrol 1 (3 tarde).- No se sabe todavía cuando hará pruebas oficiales el Alfonso XIII>>.

La Época, 3 de julio de 1896.

<<En cuanto el ministro de marina lo ordene, hará las pruebas oficiales de máquinas sobre amarras, marcha, velocidad y consumo de carbón el acorazado Alfonso XIII, que ya está completamente listo>>.

La Época, 22 de julio de 1896.

<<Noticias de Marina.- En breve saldrá del Arsenal del Ferrol el acorazado Alfonso XIII, con objeto de unirse al resto de la escuadra. Un colega de la mañana, ha querido suponer, que dicho buque no se hallaba terminado, y este hecho es la mejor contestación, que puede darse a sus gratuitos asertos>>.

La Época, 18 de agosto de 1896.

<<Movimiento de acorazados.- Un telegrama recibido esta tarde en el Ministerio de Marina, anuncia que el nuevo acorazado Alfonso XIII, está listo para zarpar mañana con rumbo a Santander.

El Pelayo sigue su viaje a Cádiz, según comunican desde Algeciras>>.

El Imparcial, 18 de agosto de 1896.

<<El Ferrol 17 (4 tarde).- A las nueve y media de la mañana de hoy ha salido de la dársena y anclado en la bahía el crucero Alfonso XIII.

Se dice que no hará pruebas oficiales de las máquinas y que es probable que zarpe con rumbo a Barcelona>>.

El Imparcial, 20 de agosto de 1896.

<<Avería reparada. Ferrol 19 (7,45 noche).- Al maniobrar el crucero Alfonso XIII para salir con rumbo a Santander, se rompió uno de los árboles verticales del timón que comunican con el remo motor.

En el taller de la Maquinaria se trabaja para reparar la avería>>.

<<Ferrol 19 (11,40 noche).- Ha quedado compuesto el Alfonso XIII, que acaba de salir para su destino>>.

Su destino era Santander, donde fondea é día 22 a las dos de la tardel . El periódico El Imparcial (24-08-1896) señala la presencia del buque en la capital cántabra participando en la despedida de los buques San Agustín (día 22 de agosto) y Montevideo (día 23 de agosto), que marchaban con tropas con destino a Cuba.

El 5 de septiembre el crucero continúa fondeado en Santander, participando esta vez, en la despedida de las tropas embarcadas en el León XIII. Nuestro buque, dice El Imparcial (07.09-1896), hizo salvas, largo la bandera de combate y las cornetas tocaron paso de ataque, “enloqueciendo” a los expedicionarios.

Una bonita vista del Alfonso XIII por su costado de estribor (desconozco donde y cuando se tomo esta fotografía).

El Imparcial, 8 de septiembre de 1896.

<<Santander 7 (7,50 noche).- A las dos de la tarde salió el Guadalupe. El crucero Alfonso XIII hizo los honores al Regimiento del Rey, disparando veintiún cañonazos. Salió entre grandes aclamaciones>>.

El Imparcial, 13 de septiembre de 1896.

<<El crucero Alfonso XIII. Ferrol 12 (12 tarde).- Anoche a las diez y media ancló en este puerto el crucero Alfonso XIII. Al entrar disparó un cañonazo anunciando su llegada, pues nadie lo esperaba. Viene a hacer carbón, y saldrá en breve>>.

El Imparcial, 18 de septiembre de 1896.

<<Noticias de Marina. Ferrol 17 (5,15 tarde).- El crucero Alfonso XIII ha hecho las pruebas de lanzar las anclas con el mejor resultado, y en breve se verificarán las oficiales>>.

La Época, 9 de octubre de 1896.

<<Noticias de Marina.- El capitán general del departamento del Ferrol ha remitido al Ministerio de Marina los resultados de las pruebas de estabilidad del crucero Alfonso XIII>>.

El Imparcial, 10 de octubre de 1896.

<<Avería en el Alfonso XIII. Ferrol 9 (11,30 mañana).- A las seis de la mañana de hoy, después de haber salido de la dársena del arsenal el crucero Alfonso XIII que debía zarpara con rumbo a Cartagena, tuvo al llegar a la bahía una avería en la bomba de la máquina de proa. Este accidente impedía que el crucero pudiera continuar la marcha.

Dado cuenta de lo ocurrido al capitán general del departamento, Sr. Arias Salgado, dispuso éste que el ingeniero D. Leoncio Lacasi fuese a bordo del Alfonso XIII para reconocer la avería e informar acerca de su importancia.

El maquinista mayor del buque ha declarado que hay peligro en que el crucero navegue si no se repara antes la avería>>.

La Época, 11 de octubre de 1896.

<<Nueva avería en el crucero Alfonso XIII. Ferrol 10 (6 tarde).- Reparada la avería que sufrió ayer la máquina del crucero Alfonso XIII al zarpar de nuevo dicho buque con rumbo a Cartagena, se rompieron otras piezas, suspendiéndose el viaje. La reparación de las mismas exigirá algún tiempo>>.

<<Las averías del Alfonso XIII. Ferrol 11 (10,45 mañana).- El capitán general de este departamento ha recibido una orden telegráfica del ministro de Marina, para que, sin pérdida de tiempo, encargue a la Maquinista Terrestre y Marítima la inmediata construcción de la pieza de la máquina del Alfonso XIII que se rompió al salir el buque del puerto.

Como aquella casa constructora que ha hecho las máquinas del buque, conserva las plantillas de todos los elementos de las mismas, créese que la fundición de la pieza rota será obra de ocho o diez días.

Se comentan mucho en los círculos donde se reúnen marinos la circunstancia de que en varias ocasiones ha habido discrepancias entre el capitán general del departamento y el comandante del barco sobre la conveniencia de que éste se hiciera a la mar, pues mientras el primero opinaba en sentido afirmativo, el segundo creía lo contrario>>.

<<El general Beránger ha dispuesto que con la mayor urgencia se abra una información sumaria para la averiguación de las causas de la avería ocurrida en la máquina del Alfonso XIII>>.

El Imparcial, 11 de octubre de 1896.

<<¿Qué le pasa al Alfonso XIII? Ferrol 10 (11 noche).- Después de haber sido reparada en el crucero Alfonso XIII la avería de que ayer di noticia por telégrafo, a las seis de la mañana de hoy volvieron a funcionar las máquinas del buque que se disponía a salir para Cartagena en cumplimiento de las órdenes recibidas.

Pero apenas las hélices habían dado las primeras revoluciones, se rompieron algunas piezas importantes de la máquina, por lo cual el primer maquinista, Sr. Castro, dio cuenta de lo ocurrido al comandante del buque, diciendo que por el momento era imposible zarpar.

Inmediatamente se puso, como era natural, lo sucedido en conocimiento del capitán general.

Al principio se creyó que la avería de hoy sería una consecuencia de la de ayer, quizá mal reparada por causa de la precipitación en el trabajo; pero al enterarse el general Sr. Arias Salgado, de que no había nada de eso y de que la nueva avería era cosa muy distinta de lo que se había supuesto, experimentó grande contrariedad y disgusto y ordenó en el acto la formación de la correspondiente sumaria.

Las piezas de la máquina inutilizadas hoy se construirán en estos arsenales, pero el Alfonso XIII tardará cerca de un mes en hacerse a la mar.

Se habla de cosas tan graves respecto a lo que viene ocurriendo con el mencionado crucero que no me atrevo a telegrafiarlas.

El Sr. Arias Salgado ha telegrafiado al ministro de Marina dándole noticia de lo ocurrido>>.

La Correspondencia de España, 13 de octubre de 1896.

<<El general Beránger ha dispuesto que La Maquinista Terrestre, de Barcelona, remita inmediatamente al Ferrol un émbolo de cilindro, de alta presión, para reparar la avería que ha impedido al crucero Alfonso XIII realizar su viaje a Cartagena, como había ordenado el comandante del buque.

También el ministro de Marina ha telegrafiado al capitán general del Ferrol, señor Arias Salgado, para que instruya la correspondiente sumaria en averiguación de las causas que han originado este nuevo accidente en el Alfonso XIII.

La avería quedará reparada en breve y cree que el buque podrá zarpar con rumbo a Cartagena dentro de diez o doce días>>.