Joaquín Bustamante y Quevedo.

Capitán de Navío.

(Santa Cruz de Iguña 1847 - Santiago de Cuba 1898)

Ingresó en el Colegio Naval en 1859.

Hizo la campaña del Pacífico contra las Repúblicas de Chile, Perú y Bolivia, tomando parte con la "Resolución" en la ocupación de las islas Chinchas. Embarcado en la goleta "Covadonga", fue herido en el combate que sostuvo con la chilena "Esmeralda".

Hizo la campaña de las Filipinas en 1872, donde tomó parte, al mando del "Mindoro", en las operaciones de Joló y Tawi-Tawi, en los desembarcos de Zamboanga y Paticolo en 1876 y ataques a los pueblos de Parang y Mabun, siendo recompensado con el empleo de Comandante de Infantería de Marina.

Desde 1881 realizó notables trabajos científicos, destacando el diseño de un torpedo nacional basándose en las ideas del austriaco Pietrusky. Perteneció a la Junta de Examen del submarino "Peral" y reglamentó el servicio de torpedos.

En 1898 fue nombrado Jefe de Estado Mayor de la Escuadra del Almirante Cervera, desembarcó al mando de las columnas de desembarco que cooperaron a la defensa de la plaza, resultando herido en la acción de las Lomas de San Juan, cerca de Santiago de Cuba, el 11 de Julio. Falleció pocos días después en el Hospital Militar de dicha plaza, condecorándosele con la Cruz Laureada de San Fernando.

Fue inhumado en el Panteón de Marinos Ilustres el 18 de Enero de 1898.



“Ningún pez del Mediterráneo se atreve a salir a superficie sin llevar sobre su lomo la bandera de Aragón”
Ramón Muntaner (1265-1336), “Crónica”

¿Por qué le tocó ir a Bustamante a las Lomas de San Juan?

Entre los miles de militares de tierra que había en Santiago (Cuba ) ¿qué extrañas decisiones se tejieron?

Porque los de El Caney y Las Lomas estaban más tirados que una colilla.

¿Que pintaba un marino allí?

Mañana, 19de julio, se cumplirán 110 años de la muerte de Bustamante, acaecida en el hospital militar Príncipe Alfonso, de Santiago de Cuba, de resultas de las heridas sufridas el 2 del mismo mes en la defensa de Las Lomas.

Sit Tibi Terra Levis

Creo que el propio Bustamante solicitó el mando de los trozos de desembarco, llamados como los barcos, al almirante Cervera.

No es por nada, pero creo que Bustamante se merece una biografía más extensa. Me pondré a ello, si soy capaz.

Saludos.

UNA FAMILIA DE MARINOS

Pertenecía Don Joaquín a una ilustre familia de marinos, los Bustamante, destacando D. José Bustamante y Guerra, que participó en la expedición de Malaspina, siendo además, el jefe de las tristemente famosas cuatro fragatas cuyo apresamiento, en 1804, provocó la guerra con Gran Bretaña.

Nació el 20 de mayo de 1847m en el seno de una familia de hidalgos cántabros. Desde su niñez demostró su vocación hacia el mar, siendo su padre, D. Luis Bustamante y Basoco, defensor de dicha vocación. Por desgracia, quedó huérfano de padre en 1855, debido a una epidemia de cólera, que también se llevó a una hermanita de 2 años, María Dolores.

Ingresó en el Colegio Naval de San Carlos el 11 de julio de 1859, con plaza de nombramiento real, con una capacidad intelectual superior a la media, consiguiendo varios sobresalientes.

Fue nombrado Guardiamarina el 13 de diciembre de 1861.

GUARDIAMARINA EN EL PACÍFICO

Su primer destino fue a bordo de la fragata de hélice Nuestra Señora del Triunfo, que junto a la fragata Resolución, insignia de D. Luis Hernández Pinzón, zarpó de Cádiz el 10 de agosto de 1862, con la misión de mostrar pabellón y formar una comisión científica por los mares del Sur.

En Montevideo (Estación Naval del Río de la Plata) se une a ellas la goleta de hélice Virgen de Covadonga.

Suceden en Perú los lamentables sucesos que llevarán a la Guerra del Pacífico. Además, el mando de la escuadra pasó al General Pareja, poco después la fragata Triunfo ardió, poniénose a salvo, sin riesgo al parecer para su vida, el joven guardiamarina. Siendo reforzada la División Naval con la goleta de vapor Vencedora. Mientras, el guardiamarina Bustamante ha sido trasbordado a la Covadonga.

Esta goleta, que servía como aviso más que como buque de guerra, artillada sólo con 2 cañones, fue apresada en el combate naval de Papudo por la corbeta chilena Esmeralda, de 22 cañones, al puro estilo inglés, uso de pabellón falso incluido. Un buque tan poco potente había sido enviado a bloquear el puerto chileno de Coquimbo, como represalia por la declaración de que el carbón era contrabando de guerra, cuando ésta no había sido declarada ni habían estallado las hostilidades. Don Joaquín Bustamante fue herido en el combate. Los prisioneros fueron llevados a Valparaíso.

PRISIONERO DE GUERRA

Bombardeada la plaza por la Escuadra de Operaciones del Pacífico, ya al mando del insigne Méndez Núñez, los prisioneros fueron trasladados a Santiago de Chile. Así se inicia un cautiverio que durará, en total, 18 meses, de importancia capìtal para Bustamante y sus compañeros.
Bustamante, en unión de Víctor Concas y Emilio Luanco, deciden, como juego de entretenimiento y para aprovechar el tiempo, segui un programa serio de estudios matemáticos y tratados de mecanismo racional que fueron la base de la brillantez posterior de estos marinos, sobre todo del que nos ocupa.

Víctor Concas dice al respecto de Luanco y de Bustamante: "Mis dos compañeros me dejaron atrás".

Hay que decir que, mientras los prisioneros de la corbeta Tornado fueron tratados en España de una forma caballerosa -casi caballeresca-, al permitirles, bajo palabra, recorrer libremente España, a los prisioneros de la Covadonga se les mantuvo prisioneros bajo vigilancia. A pesar de ello, dicho encierro quizá ayudó en el tesón y seriedad de dichos estudios.

Finalmente se efectuó el canje de prisioneros, y el 25 de mayo de 1867 fueron trasladados a Valparaíso, Embarcados en el vapor francés Casimis Lequellic, desembarcaron en Havre el 20 de agosto. Embarcados en la goleta Caridad dos días después, llegando a Ferrol el 26 de agosto. Destinado al Departamento de Cádiz, a bordo de la fragata de hélice Villa de Madrid, recibió la Medalla del Sufrimiento por la Patria.

DE REGRESO EN ESPAÑA

Pudo entonces reunirse con su familia, a la que no veía desde hacía seis años. Comenzó entonces a relacionarse con su primo Leonardo Torres Quevedo, al que dio lecciones de matemáticas, iniciándose una relación estrecha que duraría hasta su muerte.

Ascendido a Alférez de Navío, no participó en la Reovolución Gloriosa: ni tampoco se opuso a ella. Navegó en los años del Sexenio en las goletas Caridad, Prosperidad y Buenaventura, además de la corbeta Consuelo, posteriormente en la fragata Asturias, antes de su conversión en Escuela Naval Flotante, en la Escuadra de Instrucción.

En 1871 fue ascendido a Teniente de Navío, siendo destinado al Apostadero de Filipinas. Llegaba la hora de mostrar su valía en la guerra.

LA CAMPAÑA DE JOLÓ

Las Filipinas, colonia olvidada a pesar de sus posibilidades de explotación, padecían las incursiones de los moros, muslmanes malayos de la gran isla de Mindanao y del archipiélago de Joló ó Sulú.

Pascual Cervera y Topete es Comandante de las fuerzas navales; Joaquín Bustamante, jefe de la Estación Naval de Davao y 2º comandante de la Comisión Hidrográfica.

Joaquín Bustamante y Quevedo es comisionado por Cervera al mando de la corberta Wad Ras en comisión hidrográfica, efectuando un reconocimiento de la costa oriental de Mindanao y levanta el plano de las islas Saranganis. A su vez, la misión tenía por objeto recabar información para la campaña.

Mientras, Cervera recaba de una red de espías gran cantidad de información. Un tanto misteriosa es su composición, ya que se habla de un comerciante chino y contrabandista llamado Diva (que parece un nombre malayo, y por tanto una persona diferente).

El Sultán de Joló disponía, según dichas informaciones, al sur de la isla de Joló de unas kottas que presentaría escasa resistencia, con lo que la captura del Sultán y el fin de la campaña serían rápidos. El plan de Cervera fue rechazado por el Estado Mayor de Manila, que deseaba una campaña larga y dura. El Jefe del Estado Mayor, General Sanchís, se opuso al plan de Cervera y propuso su propio plan: desembarcar en la costa norte, enfrentándose, de hecho, a todas las fuerzas joloanas.

Finalemnte fue el plan llevado a cabo, desembarcándose en la costa norte por Paticolo (1876). El comportamiento de la Armada en dicha campaña sería ejemplar: "La Marina no se retira avante toda". Se emplean para el desembarco unos lanchones de gran calado: los cascos del río Pasig. Muchos soldados y marineros se vieron obligados a nadar para ganar la orilla. Una vez en la playa los siete mil ochocientos hombresm se retrasó el avance quince días, por ser el terreno a cubrir de ciénagas y jungla. Malcampo, al mando del contraalmirante Malcampo, dirige el ataque el 28 de febrero de 1876, tomándose la capital tras siete horas de combate.

Bustamante participa en dicha campaña en los ataques de Parang y Maiburug, al sur de Joló. Más tarde, al mando del cañonero Mindoro patrulla por el archipiélago de Tawi Tawi y la isla de Lamedusa, para impedir la piratería. Se halla con el pailebote contrabandista Muina, de bandera alemana, que pretende hacerse pasar por pescador de conchas, siendo en realidad traficante de armas. El alemán se ve obligado a abandonar esas aguas, ante la amenaza de Bustamante de hundirlo.

Poco después aparecería por esas aguas el cañonero Iltis, el mismo del conflicto de las Carolinas. La habilidad diplomática de Cervera impediría que el incidente pasar a mayores.

Pero el archipiélago de Tawi Tawi, al mando de un rajá cuyos datos se dedicaban a la piratería sin ambajes, seguían siendo una fuente de problemas, por lo que se crea una División Naval, compuesta por la corbeta Wad Ras, la goleta Santa Filomena y los cañoneros Mindoro (al mando de Bustamante) y Samar. Se desembarcó en Buan, donde la resitencia fue escasa, y en Bamlimbin.

Antes de poder efectuar el bombardeo hubo que rechazar el abordaje de los moros juramentados, que juraban fidelidad a su dato ó príncipe y se vestían con un cota de cuero (un ejemplar existe en el Castillo de San ANtón, La Coruña) de escasa protección contra los fusiles modernos. Rechazado dicho abordaje, tuvo lugar el bombardeo y posterior desembarco. Los piratas contaba con fusiles modernos, con lo que la lucha fue encarnizada.

Pero unos enemigos más terribles estaban al acecho: la malaria y la disentería, con un duro altercado entre Cervera y sus mandos, amenzando con vender un ancla o un cañón para comprar quinina. Finalmente expedida, en un número insuficiente desde Manila, Bustamante enfermó de disentería, regrasando a España en diciembre de 1876 gravemente enfermo. Fue condecorado con la Medalla de la Campaña de Joló, la Cruz Roja del Mérito Naval y el empelo de Comandante de Infantería de Marina sin derecho a sueldo.

Con dicha campaña se puso fin, momentáneamente, a la piratería joloana, quedando en muy malas condicioones la División Naval del Apostadero.

LA ESCUELA DE TORPEDOS DE CARTAGENA

Bustamante, debido a su enfermeda, pudo permanecer año y medio recuperándose de la disentería en Santa Cruz de Iguña, su tierra natal, y también trabajando con su primo Torres Quevedo.

En esta época se habían hecho famosos, gracias a la Guerra Ruso-Turca, los torpedos. Por ello se adquirieron los torpederos de botalón Cástor y Pollux, estableciéndose una Junta de Torpedos para su estudio. Disuelta en octubre de 1878.

El 1 de enero de 1880 se inauguró en Cartagena bajo la presidencia del Capitán General del Departamento la Escuela de Torpedos. Es nombrado director el Capitán de Navío Don Manuel Fernández Coria.

El 8 de enero de 1880 fueron nombrados alumnos de la Escuela de Torpedos el Teniente de Navío de 1ª clase D. José Morgado, los de 2ª D. Antonio Cano, D. Joaquín Bustamante y Quevedo, D. José Ruiz y Rivera, Don Alberto Balseiro, D. José Romero y D. Manuel Costilla, y el Alférez de Navío D. José María Chacón.

Pocos meses después, Joquín Bustamante contraía matrimonio el 22 de agosto con Doña María de la Rocha y Pérez.

Tras concluir sus estudios con increíble brillantez, es felicitado por sus profesores y superiores, siendo nombrado profesor de la Escuela de Torpedos. En 1883 publicará su primer artículo en la Revista General de Marina.

Ascendido a Teniente de Navío de 1ª Clase, publica las siguientes obras:

Aparato eléctrico automático de los señores La Orden y Bonnet para el alumbrado de balizas, un informe por orden del contraalmirante Manjón sobre el alumbrado del arsenal de Cartagena, 1883.

Torpedos eléctricos, 1883.
Curso de electricidad teórico y práctico, 1884, declarado texto de la Escuela de Torpedos en diciembre de 1884. Tmabién lo adoptaría poco después la Armada de Chile.

Este año de 1883 es el de la oferta del austríaco Pietruski, teniente de navío que había vendido su invento a casi todas las potencias marítimas europeas. Ofrecido a España por 200.000 pesetas, Bustamante ofreció otro, de prestaciones mejores todavía, que sólo costó a España la Cruz Blanca del Mérito Naval, y que fue inmediatamente adoptado como reglamentario para la defensa de puertos.

En 1884, Bustamante, en unión de su amigo Balseyro, teniente de navío, estudia los elementos de puntería para los torpedos. Ese estudio fue adoptadp como reglamentario en la Armada (R.O. del 5 de julio de 1884).

En su obra Torpedo Mecánico, de 1885, efectúa la descripción de su torpedo fijo, ó mina.

Sobre la preservación de las calderas, publicado en la Revista General de Marina en 1885. Las claderas serían una obsesión para Bustamante.

LA CRISIS DE LAS CAROLINAS

Debido a la amenaza de guerra con Alemania, varias comisiones fueron enviadas a Francia, Italia y Reino Unido para adquirir buques de guerra. Bustamante fue comisionado por el Ministro Pezuela y Lobo a Inglaterra. La gestión tenía por objeto adquirir buques ya en construcción (1885).

La Casa Armstrong, en sus astilleros Elswick, los mismos que sacaron adelante el Esmeralda, estaba construyendo para Japón dos excelentes cruceros protegidos, los Naniwa y Takachiho, de 3.700 toneladas, cubierta protegida de 76 mm, 2 cañones de 26 cm. en torretas, 6 de 15 cm y 14 ametralladoras, y 9.000 millas de autonomía a 10 nudos. Costarían unos 14 millones, pero Japón se negó -inteligentemente- a venderlos. Después de dos semanas Bustamante regresó, siendo muy duro con semejante forma de proceder, el mismo del ministro Beránger en 1896-1898.

Entonces comenzaría a pensar en sus Ideas sobre la Marina y en sus Apuntes sobre el material de Marina, que no serían publicados hasta años después.

En 1886, el ya subdirector de la Escuela de Torpedos prosigue sus estudios sobre el torpedo Whitehead:

Apuntes sobre el torpedo Whitehead.
Notas referentes al material de torpedos y de alumbrado eléctrico y algunos otros aparatos.
Escuela de Torpedos. Mermoria sobre el curso de 1885-1886. Estracto de la parte relativa a las experiencias, mandado imprimir por Real Orden de 27 de septiembre de 1886 para conocimiento de las brigadas y secciones torpdistas.
Instrucciones para el reconocimiento y manejo del torpedo "Bustamante".

Todos ellos publicados en Cartagena en 1886.

En 1887 es relevado y recibe el mando del cañonero Pilar. El mismo año se publica en la Revista General de Marina Instlación del alumbrado eléctrico en la Escuela de Torpedos de Cartagena.

En la Exposición Universal de Barcelona le es concendida la Medalla de Oro como reonocimiento a su labor de investigación, que le sorprende gratamente. Aunque sigue al mando del cañonero Pîlar, publica su Descripción e instrucciones para el reconocimiento, conservación y manejo del otrpdeo mecánico "Bustamante", en Barcelona.

Ascendido a capitán de fragata, publica en 1890 sus Apuntes aobre el material de Marina. De hecho son al principio unos apuntes, como él mismo indica, donde toma nota de los problemas que afectan al material en sí de la Armada española. Además, sigue todos los ejercicios e informes de publicaciones extranjeras sobre maniobras, materiales, que puedan ser útiles para la Armada Española.

Sobre las calderas, critica las cilíndricas y defiende a ultranza las de tubos de agua. Las Belleville, pioneras de este tipo, son para él la solución por lo fácil de su reparación. Propone su instalación en buena parte de los buques.

En cuanto a la artillería, aunque considera los Hontoria excelentes cañones, propone solucionar su principal problema, los muelles del cierre, cosa que no se llegó a hacer. Además propone la transformación a tiro rápido de los Hontoria de 16 y 12 centímetros.

Además, afirma que debe haber prácticas de artillería para poder solucionar los problemas antes del combate.

En cuanto a los buques:

Considera que, para España, los únicos buques que pueden garantizar su seguridad son los acorazados, acompañados de contratorpederos. Sin embargo, "su" acorazado no es el Pelayo, al que lanza duras críticas.

Mejor que el Pelayo o cualquier crucero serán las fragatas Numancia y Vitoria, con cañones de tiro rápido, calderas Belleville, dos hélices y sin aparejo, debido a su blindaje uniforme y completo.

Su tipo ideal de acorazado llevará blindaje completo de 20-10 centímetros, 2 cañones gruesos y un buen número de tiro rápido, autonomía hasta Cuba; para Filipinas, ensayar el carboneo en alta mar o al abrigo de cualquier costa.

El resto del material, propone aprovecharlo mejor: los "Reina Regente" con 2 cañones gruesos en crujía, los "Vizcaya" con un blindaje uniforme como el "Dupuy de Lome". Todos con calderas de tubos de agua.

Los torpederos le merecen poco crédito, considerándolos sólo útiles para defender los puertos. No hacen falta más de los que hay.

En definitiva, le parece un craso error el programa de Rodríguez Arias. Considera que los acorazados guardacostas serían útiles a España si no tuviera colonias, por ello es mejor prescindir de ellos por economías; así que el programa de Antequera no es la solución tampoco.

EL SUBMARINO DE PERAL

Joaquín Bustamante formó parte de la Junta Técnica, diciendo lo siguiente:

"Difícil es predecir, cuál será el mejor tipo de submarino. Hoy por hoy parece que el que más utilidades habría de reportar sería el de 10, o a lo sumo de 15 tons., que se pudiera llevar a bordo en reemplazo de los torpederos actuales de 2ª clase, para efectuar reconocimioentos en los puertos enemigos y atacar los buques fondeados, etc., con menor riesgo que éstos; pues aunque ordinariamente es de creer que navegarían sobre superficie, al ser descubiertos o al atravesar zonas iluminadas se podrían sumergir." [...] "Creo práctico y asequible, al personal en general, el manejo de todos los apratos pero desconfío mucho de los acumuladores, el valor como arma de guerra lo creo muy discutible: redes-velocidad-habitabilidad. Los submarinos son más propios para el ataque que para la defensa, por eso prefieroel tipo prqueño que pueda llevar en su propio buque la estación de carga. Factor importante es el precio. Aunque tuviéramos defendida nuestra costa con submarinos, no por eso seíamos más fuertes en la mar mientras no pudiéramos mantener francas nuestras comunicaciones. Los submarinos, aparte de su enorme valor científico, no deben ser considerados, hoy por hoy, bajo el punto de vista militar más que como accesorio importante, amenos de no poder construir submarinos de gran tonelaje y potente artillería para combatir a flote. Donde hemos de buscar principalmente la defensa de la integridad de España es en el verdadero buque de combate".

Creo que en esta última frase está la verdadera razón de las críticas al submarino de Peral: él deseaba que se rechazara la "Jeune Ecole", de ahí sus acerbadas críticas.

LA FRAGATA ZARAGOZA

Consideraba Bustamante a este barco de gran utilidad. El problema en 1890 es que la Zaragoza precisaba una leve carena, y tenía sus calderas inútiles.

Propone cambiarle las calderas por unas iguales a las de la Numancia, dos mástiles militares, y convertida así en guardacostas, emplaerla como escuela de torpedos y cabos de cañón.

Para ello, instalarle seis cañones presentes en el Arsenal de Cartagena: 2 Hontoria de 16 cent., 2 Armstrong y 2 Krupp de 15 cent., más 2 de 12 cent. transformados a tiro rápido, y un número suficiente de cañones revólveres de 42 y 37 mm y ametralladoras.

Como Escuela de Torpedos, dos tubos a proa, uno a popa, cuatro a las bandas y redes de defensa contratorpedos.

Incluso calcula los gastos para llevarlo a cabo, sueldos y primas para profesores, marineros, etc.

En 1893 publica sus Ideas sobre la Marina: "Temo que lo que voy a escribir sea sólo un desahogo inocente [...], quiero exponer lo que a mi juicio debiera hacerse en pró del País, en cuanto a Marina se refiere."

Analiza lo ridículo que es el gasto en Marina de los últimos años, y que desde la política era visto como un gran esfuerzo financiero. Compara los gastos militares de España con los otros países, y el porcentaje que se gasta en Marina.

Cesión a la industria privada de los Arsenales: talleres, diques, etc., y que los Arsenales sean realmente arsenales de municiones, carbón, etc., considera que el estado debería dejar de depender del carbón de Inglaterra y usar los carbones de las minas de buena calidad: Belmez, Espiel, y otras.

En ello se inspira en Antequera: "Puede decirse que un país no tiene Armada nacional si no cuenta con carbones propios". La solución estaba en lo aportado por Bustamante, y en la explotación de las colonias (minas de hulla en Filipinas).

Insiste en reformar el material según sus "Apuntes".

La escala de reserva debe ser suprimida, igual que los cuerpos de Ingenieros y de Artillería. La infantería de Marina, si no se emplea en defender los puertos militares como en otros países, debería pasar a Guerra. Reforma el cuerpo de Maquinistas siguiendo el ejemplo de las demás marinas (un decreto de Beránger los había convertido en un cuerpo más, al lado del Cuerpo General de oficiales).

Además, en la Armada española un vicealmirante se retiraba a los 72 años. En Francia, Italia y Rusia, a los 65, en Alemania a los 56. El contraalmirante, a los 68; en Italia, Rusia e Inglaterra, a los 60. El capitán de navío de 1ª a los 66, el de 2ª a los 62; en Italia, Rusia, y Reino Unido a los 55 y Alemania a los 50; el capitán de fragata, a los 60, mientras en otros países oscilaba de 52-50 (el menor Alemania). y el teniente de navío, a los 56 (45 años en Italia e Inglaterra, en Alemania a los 43). Eran de una edad impropia para sus funciones.

La Escuadra de Instrucción debería navegar el máximo tiempo posible, el resto de la fuerza se organizará en tres escuadras divisionarios, una en cada departamento.

Crear una Escuadra Auxiliar de avisos y transportes con los mejores barcos de la Marina Mercante.

El Presupuesto de Marina debería sumar los excedentes de un año a otro, como se hacía en el Reinio Unido.

Inventa en 1892 un telémetro para dirección de tiro, alabado por la sencillez de su mecanismo y precisión -imitaba el sistema del mayor Watkin-, con lo que podría adaptarse a los buques, pues estaba concebido para baterías de costa. En 1896 debió acudir a la casa Breguet para construirlo el propio Bustamante, pero no consiguió que saliera adelante por falta de fondos.

En 1894 vuela los restos del Cabo Machichaco sirviéndose de su torpedo mecánico, con gran éxito, ya que los once torpedos, dejaron los restos a siete metros de profundidad. Sólo hubo que retirar el pecio en 1947, al construir el nuevo muelle.

Ese mismo año publica La Aguja Náutica, de gran valor, sobre todo para la Marina Mercante, recibiendo ua ayuda de 75 pesetas, cuando la edición había costado más de 1.000, por lo que tuvo un enfado serio.

Siguió con su labor de información sobre las maniobras navales extranjeras y sobre la guerra chino-japonesa, llegando a ratificar sus opiniones sobre el torpedero, antes expresadas.

Mandaba la goleta Covadonga el teniente de navío d. Luis Feyre, y los alféreces de navío Félix Gurrea, Juan Jácome y Joaquín Cincúnegui.

El 25 de noviembre de 1865 hubo lugar el combate.

En noviembre de 1865 la armada española bloqueaba en una extensión de más de 200 leguas una gran parte de la costa sudamericana del pacífico. El almirante con la Villa de Madrid y las goletas Covadonga y Vencedora, Valparaíso. Al sur, la Resolución Concepción; al norte, la Berenguela Coquimbo, y la Blanca a Caldera. La Numancia estaba en El Callao. Mendez Nuñez, desde la Numancia, informó al Almirante que la armada peruana proyectaba, uniéndose a la chilena, un ataque primero sobre la Blanca y luego sobre la Berenguela. Pareja decidió por tanto enviar a la Covadonga con las órdenes de que la Berenguela pasase a reforzar a la Blanca. Pareja comentó que conocía el riesgo en que iba a exponer a la corbeta, pero no podía dudar ante una fragata.

La Covadonga tuvo éxito en su misión, reuniéndose la Blanca y la Berenguela, y quedó bloqueando Coquimbo, hasta que el 22 fue relevada nuevamente por la Blanca, volviendo la otra a Valparaíso el 25, no pudiendo antes por el mal tiempo.
A las 10 de la mañana vio acercarse una corbeta con pabellón inglés, pasó al través, con tapabocas puestos, se situó en la popa y largó una andanada con el proyectil y los tapabocas juntos y tras ello cambió a pabellón chileno. Era la Esmeralda. Su andar era mayor y tenía 22 cañones frente a dos.

Durante una hora la Covadonga intentó toda suerte de artimañas para quitarse a la Esmeralda de la popa, aumentando presión a 15 kilos de vapor y amañando un giro para hacer el otro, lográndolo solo una vez que logró acertarla dos veces rompiéndola el bauprés. Pero acumuló 23 bajas entre muertos y heridos, y juzgó insostenible la posición, abrió grifos, inundó el barco y decidió rendirla. Los chilenos lograron parar la inundación en el último extremo y recuperar la corbeta.

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Amigo Pedro


Pero el abrir los grifos de inundación le correspondía al jefe de máquinas, que además fue quien recibió la orden, de Feyre, pero el pájaro era británico, como la mayoria de todos ellos en la Armada española y en otras, ya que normalmente las máquinas eran de esa procedencia, y precisamente la pudieron salvar del hundimiento, porque el jefe de máquinas no terminó de abrir los grifos al máximo, por si no le daba tiempo a salir a él, y eso fue lo que causó que fuera recuperada por los chilenos.


Esta omisión en la orden recibida, se supo por carta de Feyre a sus familiares, quienes la pusieron en conocimiento del ministro de Marina, lo que provocó la orden inmediata de que todos los jefes de máquinas, fueran depuestos de sus cargos y que los segundos jefes, todos españoles ocuparan a su vez los puestos.


Esto es solo, para dejar algunos puntos claros de ciertas partes de la Historia, que casi siempre son omitidos, y quienes son los culpables, pues eso, los de siempre.




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Información de lo más interesante.

Además, en esos últimos años se ocupa Joaquín de los aparatos telgráficos de transmisión de órdenes, del deseo de que se instalen telémetros de tiro, instalándose uno en el "Vizcaya", de fabricación inglesa.

En 1896 escribe también unas Notas sobre instrucción de buques y escuadras, siguiendo lo que debería ser.

En el buque suelto, no se llevaban a cabo ejercicios que Bustamante considera necesarios:

Estudio de la velocidad económica, del radio de acción, del consumo de las máquinas, del servicio de carbón para meterlo a bordo y para llevarlo a las calderas, ejrecicios de hacer carbón en la mar, tiro al blanco de día y de noche, escuela de tiro.

En preparación oara el combate:

Echar todas las embarcaciones al agua.
Arrojar al agua tdos los objetos susceptibles de incendiarse o astillarse.

El zafarrancho de combate debería practicarse al menos una vez cada trimestre.: ejercicio de transmisión de órdenes y de distancias, con y sin los aparatos.. Se simularán en lo posible todas las contingencias de un combate.

Instrucción de escuadra.
Radios de giro, radio de acción, velocidad de aprovisionamiento de carbón. Ejercicios de señales de día y de noche, con y sin semáforo.
Práctica de evoluciones tácticas. Ejercicos tácticos con las embarcaciones a vapor y los torpederos.
Simulacros de ataque escuadra contra escuadra y de torpederos.
Ejercicios de tiro al blanco.

Conferencias para oficiales.
Estudio de corazas y artillería.
Estudio de las máquinas, tuberías generales y grifos, ejercicios de máquinas.
Conferencias para jefes. Estudio de las costas sobre las que se va a operar.
Planes de campaña e instrucciones y señales para combate.
Táctica naval.
Estado de la flota y de las extranjeras.

Es interesante lo de los grifos.

Feyre ideó una artimaña para dar tiempo a la inundación, mandando un bote a rendirse a la Esmeralda pidiendo auxilio en el transporte de heridos, pero se adelantaron de la Esmeralda con un bote en el que iban maquinistas a bordo. Estos llegaron y controlaron la situación, aunque ya estaba desmontada incluso la tapa del condensador.

En el consejo de guerra efectuado dos años después no sale nada del retraso del maquinista.

Siguiendo con Bustamante, lo había dejado en 1896.

El 11 de febrero de 1897 es nombrado comandante de quilla del crucero acorazado "Princesa de Asturias", siendo ascendido a Capitán de Navío el 15 de marzo.

Escribió las obras "Sobre las calderas marinas, el hommbre al agua en formación, táctica naval y prácticas de evoluciones", "Notas sobre la situación de los buques y escuadras", en 1897; "Nota sobre la determinación de la velocidad de los buques sobre una base medida cuando hay corriente apreciable" y "Sobre el Gobierno de los Buques", ambas publicadas en 1898.