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Biografía de don Enrique Cardona y Miret


Médico Primero de la Real Armada.


Vino al mundo en el ciudad de Barcelona a lo largo del año de 1851.


Realizo sus estudios elementales en su ciudad natal, pasando posteriormente a la facultad, donde se licenció y pasó a la Armada causando alta de ingreso en el año de 1872.


Al año siguiente de 1873, pasó como a tal embarcado en el vapor de ruedas Ferrolano, siendo el buque destinado a las aguas del mar Cantábrico donde se estaba de nuevo en guerra civil.


El día veintiséis de mayo del año de 1875 a las 10:30 horas, zarpó de Guetaria la división al mando de don Victoriano Sánchez Barcáiztegui, que enarbolaba su insignia en el vapor Colón y entre los buques que la componían estaba el Ferrolano, fueron recibiendo disparos de las posiciones en tierra carlistas, solo salir, en las cercanías del mismo puerto de Guetaria se le hizo un primer disparo, posteriormente a la altura de Deva se les volvió a hacer fuego y frente a Motrico, un bala de cañón arrancó la vida a don Victoriano.
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Posteriormente Cardona trasbordó a la goleta Concordia en el año de 1876 y en el de 1877, lo estaba en la fragata Asturias, con la que concluyó la guerra civil.


Al año siguiente de 1878, se le destinó a las islas Filipinas, siendo trasportado en la goleta Sirera, permaneciendo en aquellas islas en los apostaderos de Pollok y Balabac, hasta que cayó enfermo viéndose obligado a ser trasportado a la Península en el año de 1881.


Este mismo año después de recuperarse, se le destina al hospital del departamento del Ferrol, ocupando el puesto de encargado de la sala de cirugía y oftalmología.


En el año de 1882, se le destina al 2º regimiento del Real Cuerpo de Infantería de Marina, donde permanece hasta el año de 1884, por ser de nuevo destinado al hospital del departamento de Ferrol como médico de visita.


En el año de 1885, se le destina a bordo del crucero Navarra, en el que permanece hasta el año de 1886, por ser de nuevo destinado a las islas Filipinas.


Al arribar al apostadero de Manila, se había declarado el conato de guerra entre el reciente Imperio Alemán y España por la posesión de las islas Carolinas, por lo que fue destinado a la población de Ponapé.
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El nombramiento de un nuevo gobernador de las islas encolerizó a los indígenas, que comenzaron una serie de ataques, los cuales causaban bajas a los efectivos españoles.


El día cuatro de julio del año de 1887, se encontraba a bordo de la corbeta María de Molina que servía como hospital de campaña, desde su borda observó un nuevo ataque de los indígenas, sabiendo por haberlo sufrido, que el retraso en llegar a sus manos muchos morían, no se lo pensó y saltó a tierra para prestar los primero auxilios, en tan digno y honorable trabajo no fue distinguido por los naturales siendo blanco de sus disparos, lo que le ocasionó la muerte en plena lucha y sobre el terreno.


Por el valor demostrado se le concedió póstumamente la Cruz Laureada de San Fernando de 2º Clase.


« Con fecha del día treinta de junio del año de 1888, se le concede la Laureada por DO 169.: Por su valor durante la sublevación ocurrida en el puerto de Asunción, isla de Ponapé, en las islas Carolinas Orientales, los días 3 y 4 de julio del año de 1887, donde falleció »


Siéndole concedido el ascenso a Médico de Primera, póstumamente.



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Estimado Sr. Intendente.

Con el mayor de los respetos, con todo cariño y sin ningún atisbo de ganas de meter el dedo en el ojo:

Es más, lo digo por lo meticuloso y cuidadoso que es Ud.

Me temo que se han enredado los dedos y ha cambiado en las fechas algunos ocho por sietes.

A parte de esto. Estoy seguro que es apasionante la historia de Las carolinas durante nuestra epoca de dominación y que debe de haber multitud de pequeños grandes episodios tales como el que acaba de relatar y que quedan ocultos por las acciones más aparatosas y de mayor trascendencia, legando a parecer que estas son las únicas que han ocurrido.

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Amigo Jorgilri


Pues ya ves, a pesar de poner todo el interés, los deditos y la neurona (ya que una amiga me dice que los hombres solo tenemos una), me han hecho meter la gambita.


Lo único bueno de eso, es que salta a la vista (de quien lo mira bien) ya que quedaban incoherentes y solo eran tres 700 así que no me baja mucho la nota. (Me tengo que dar moral)


El problema es que unos días estoy con una del XIX y XX, al terminar esa, me toca una del XIV-XV, luego una del XVIII completa o tres, la siguiente del XIII y así se va avanzando. Pero es algo que miro mucho, ya que las propias fuentes suelen meter la gambita, ya que los libros que suelo manejas están impresos, con letras y números puesto en la caja uno a uno, y sobre eso también tengo mi experiencia personal, sabiendo que no es tan difícil equivocarse.


Recuerdo una que me hizo mucha gracia, por que nació en 1753 y sentó plaza en 1735, y claro sale porque no casan, que es para mucho lo que me sirve mi profesión, pero de estas hay por cientos. A parte de que algunos biógrafos, tienen una forma de dar los datos, que no son cronológicos y para compilarlas como a mi me gustan, me toca ir a otras fuentes, que sí son cronológicas y con siete libros en la mesa para escribir una línea.


Y además darte las gracias, por estas correcciones no me enfado, al revés lo agradezco, ya que me solucionan en parte el problema. Ya que al compilar una larga, lo que me mata es revisarla, aparte, de que muchas cosas se me escapan por ser la misma persona y por saber lo que ya viene detrás, pues si hay error no lo veo.


Así que muchas gracias. Te debo una. (Pero no pidas mucho, que estamos en crisis de todo tipo)


Un abrazo.
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