Los guardias marinas rusos que vinieron a estudiar a Cádiz en 1719


Si la historia de la Real Armada española, nos depara hechos desconocidos para nosotros. Hay otros que conocidos por algunos, son para la inmensa mayoría desconocidos. Posiblemente uno de ellos podría ser la entrada en la escuela de Guardias marinas de Cádiz, de un grupo de jóvenes rusos, que hacían su entrada en Cádiz el 5 de julio de 1719 por la puerta de tierra. Por orden del Zar de todas las Rusia Pedro I “el grande”.

En 1710 tres grupos de futuros oficiales de Marina- dos compuestos de 20 hombres y un tercero de 30- recibieron órdenes de servir en las flotas respectivas de Francia, Países Bajos y Venecia. Pasado un lustro, por designación directa del Zar, uno de sus hombres mas allegados, Konon Zotov embarco para Cádiz con la precisa consigna de estudiar y recoger la más detallada y amplia información concerniente a nuestras cuestiones navales y su organización.

Los datos aportados por Zotov debieron sé favorables gracias al visible impulso dado por José Patiño, debieron pesar en él animo de Su Majestad Imperial a la hora de decidir la partida de algunos de sus guardias marinas hacia la escasamente conocida España.

En 1697, Pedro envió al extranjero a 58 nobles rusos, quienes, independientemente de sus deseos e inclinaciones, debían marchar a Venecia para estudiar las famosas galeras o a Inglaterra y Holanda con objeto de familiarizarse con los grandes navíos; constituyen el primer grupo de rusos formados como marinos de guerra allende de sus fronteras. Pedro, personalmente, les trazo el plan de estudios: familiarizarse con las cartas marinas e instrumentos de navegación, aprender el arte de construir barcos, servir en los navíos extranjeros partiendo desde simple marino y, siempre que fuese posible, participar en auténticos combates navales. Lo que las crónicas no nos cuentan es si la marcha fue decidida por personal y libre decisión o por imposición del Zar; se sabe que estaban obligados a asumir sus propios gastos y, necesariamente, regresar en posesión de un certificado de aptitud como oficiales de marina.

Las ordenes de Pedro causaron verdadero horror: las esposas de los casados iban a verse separadas de sus maridos, a quienes dejaban << a merced de las seductoras artes de las mujeres de lejanos países>>; los padres temían <<los efectos corruptores de la religión occidental>>
Los escrutadores ojos de la diplomacia rusa, viendo que en Venecia ya no había futuro para sus guardias marinas, ya que no tenían ningún conflicto bélico, firmada la paz con Turquía. Así que consultado el mapa de Europa, fijaron su atención en España: contiendas navales o terrestres nunca le faltaban; el clima era benigno, la marina había experimentado importantes mejoras y, lo que no era cuestión baladí, la lengua hablada guardaba notable similitud con la usada en Venecia.
El Colegio (Ministerio) Estatal de Asuntos Exteriores, haciéndose eco de la voluntad del Zar, puso manos a la obra, cursando órdenes al príncipe Kurakin, su embajador y ministro plenipotenciario en Holanda; este visito a su homónimo español, conde de Beretti-Landi, exponiéndole los deseos del Zar. : autorización para que los guardiamarinas desplazados a Venecia prosiguieran sus estudios y prácticas en la Marina española.
<<El plan diario de la escuela por esos días era: se reunían por la mañana en la iglesia y bajo el mando del brigadier de servicio iban a misa. Después dos horas de matemáticas en la Academia. Concluido el almuerzo, a las tres, una cuarta parte recibía una clase de cosmografía y pilotaje; otra, artillería y maniobra. La tercera ordenanzas y la restante alternaba dibujo, idioma, esgrima y danza. Con la observación a que no se aficionasen tanto a ella, que no desatendieran las otras.>>

Nuestros alumnos rusos estaban sorprendidos por la suntuosidad de los uniformes de nuestros guardias marinas: casaca y calzones azules, vueltas y medias rojas, botones y ojales de oro.....Si uno enferma-escribió el alumno Iván Neplujet- en el hospital tienen medicamentos y comida, descontándole cinco pesos. Se lamentaban de la carencia de dinero, si bien se les abonan los gastos imprescindibles de comida, casa, lavado ropa, barbero y sastre. En cuanto al aprendizaje de la lengua debieron ser nulos sus esfuerzos, y por lo tanto en el estudio debían ser elementos pasivos, ya que sus intervenciones serian nulas por el desconocimiento del idioma. Su excusa es que en Venecia tanto embarcados, como en tierra, se desenvolvían en un circulo de gentes eslavas.
Visto que no van a conseguir el ansiado certificado de oficiales de marina, deciden escribir conjuntamente una de suplica a su ministro para que les de baja en la Real compañía y ordene sean reintegrados al servicio activo de su país.

<<A su Excelencia el general almirante y señor nuestro Conde Fiodor Matfeevich

Ponemos en conocimiento de Su Excelencia que por orden de Su Majestad el Zar, nosotros los abajos firmantes estuvimos en la campaña de 1716 como guardias marinas a bordo de un buque de la flota de Su Majestad, y que en ese mismo año de 1716, al acabar la campaña y después de la revista celebrada por Su Majestad el Zar, desde Copenhague fuimos a servir en las galeras de la República de Venecia, y en conformidad a la orden de Su Majestad estuvimos sirviendo dos campañas en las galeras de la flota veneciana, sin que nos dieran paga alguna de S.M. el Zar, dándonos por parte de la República de Venecia un “ chervonetz” al mes durante el tiempo de la campaña y de dos “chervontz” durante el de invernada, lo que no nos alcanzaba ni para comer, encontrándonos en gran necesidad, y durante esas campañas participamos en batallas sostenidas con la flota turca, al igual que en la toma de varias ciudades, al propio tiempo que nos ejercitábamos en la practica de galeras, de todo lo cual poseemos testimonio de forma de certificados expedidos por sus almirantes; y en el presente año de 1719, por orden de S.M. el Zar, su representante el señor Piotr Ivanovich Beklemishev nos saco del servicio de Venecia y nos envió a España, al servicio en las galeras, en Cádiz, en conformidad a una carta de Su Alteza el Príncipe Boris Ivanovich Kurakin al Gobernador don Tomas Idiáquez, y el día cinco del pasado mes de julio llegamos a la ciudad de Cádiz, donde entregamos la carta a su Alteza el Gobernador, que escribió a S.M. el Rey, y S.M. el Rey ordenó que fuéramos destinados a la Academia y tenernos allí como sus guardiamarinas, dándonos una paga de dos rublos y medio mensuales. Pero sin que nos proporcionara uniforme, y ahora vivimos en unos apartamentos que hemos tomado en alquiler, manteniéndonos solo a pan y agua s in que nos quede luego nada para hacernos con ropa, calzado, medias y demás necesidades; y en cuanto a la Academia estudiamos solo instrucción militar, la danza y la esgrima, sin poder estudiar matemáticas, puesto que no sabemos el idioma, pues ya somos mayores, lo que es de conocimiento de S.M. y en cuyo servicio deseamos estar; y aquí muchas veces hemos pedido a nuestro comandante que nos destinara a galeras, pero el mismo nos dijo que S.M.

mantiene solamente dos galeras y que éstas se encuentran en Sicilia, por lo que no nos puede mandar a otro sitio que no sea la Academia, aparte de que estas galeras se encuentran cerradas en puerto por el enemigo, y que no sólo las galeras, sino también los demás buques salen poco, y en sus galeras no hay guardiamarinas; repetidamente hemos solicitado que nos aumenten la paga, contestándonos el mismo comandante que no nos la subía, y que no nos autorizaba a mandar ningún escrito a la Corte de S.M. el Rey diciéndonos que le pidiéramos a S.M. el Zar sobre todas nuestras necesidades; pues no podemos mantenernos con aquella paga y que en ninguna parte hemos visto una carestía igual, de lo que S.E. pueda dignarse a enterarse con independencia de nosotros; en cuanto a los guardiamarinas españoles, no se mantienen de la paga, sino más bien de lo que reciben de sus casas, mientras nosotros, nobles, pero sin dinero no recibimos de nuestra casas no ya giros, sino tan siguieras cartas, y ya que nos encontramos en extrema miseria en el servicio de Venecia, donde, si hubiéremos seguido, hubiéramos podido perecer de necesidad, hallándonos hoy en día igualmente en gran aprieto, en una necesidad no menor que la de entonces, hambrientos en primer lugar, teniendo después solo un caftán cada uno, y no tenemos camisas ni demás, por lo cual con toda humildad y con lagrimas rogamos a S.E. que implore la compasión de nuestro soberano para no dejarnos perecer antes de tiempo, dignándose a informar a S.M. el Zar de que quisiéramos estar en su servicio y no en la Academia, y que nos asigne una paga de S.M. el Zar con la que podamos mantenernos, y de que si seguimos aún mucho tiempo en la Academia podemos olvidar la practica naval que habíamos adquirido, y además no aprender nada, por cuanto la danza y el aprendizaje por nosotros de la esgrima, no es provechoso el al interés de Su Majestad. Si no obtenemos compasión de S.E. en verdad, Señor, podemos perecer de necesidad. Compadeceos, señor, de nosotros, ya que ninguna ayuda podemos recibir fuera de la vuestra.
De su Excelencia fieles servidores , los guardiamarinas Artemi Tolbutov, Iván Nepliuev, Andrei Sujotin, Iván Arteniev, Iván Zinoviev, Piotr Pashkov, Vasilei Kitischev, Semion Dobrojotov, Iván Kostriakov, Iván Kulichev, Iván Titov, Efim Tsymermanov,Stepan Kakovintsey, Vasili Filipov, Alexei Novoselskoi.
España, Cádiz, a 10 de agosto del año 1719

A Cádiz el 28 de febrero de 1720 se cumplimento la orden para repatriarlos.

Iván Antonivich Alekseev
Edad 22 años Padre: Antonio Madre: Ardoita Pasó a Holanda.
En 1723, siendo mayor, fue enviado como cónsul a Burdeos
En 1732 se le nombró consejero de comercio.


Piotr Gavriilovich Kaschkin
Edad: 23 años Padre:Gabriel Madre: María Pasó a Holanda
Vicealmirante en 1763 y condecorado con la Orden de Santa Ana de Holsacia
Falleció el 1 de abril de 1764

Vasilii Ivanovich KitisChev
Edad: 21 años Padre: Juan Madre: Eudoxia Paso a Holanda
En 1741 se retiro con el grado de Coronel.

Artemi Iliavich Tolbutov
Edad 20 años Padre: Elías Madre: Nenilas Paso a Holanda
Contralmirante en 1750. Falleció el 8 de noviembre del mismo año

Piotr Evstafivich Pasjov
Edad: 23 años Padre: Estafio Madre: Eufemia Pasó a Holanda
En 1739, siendo mayor, falleció en la expedición del Dnieper


Alejo Andreevich Bolosens
Edad:21 años Padre: Andrés Madre: Eudoxia
Falleció en Cádiz el 24 de agosto de 1719

Timofiei Ivanvich Sherbatov
Edad 20 años Padre: Juan Madre: Agrafia Pasó a Irlanda
En 1744 se retiró de Capitán con grado de Coronel

Stepan Bagdanovich Kakovintsey
Edad 22 años Padre: Bogdan Madre: Febronia Pasó a Irlanda
En 1738, siendo Teniente, se retiro del servicio

Semion Levovich Dobrojotov
Edad: 23 años Padre: Leoncio Madre: Maura Pasó a Irlanda
Siendo mayor falleció en 1746

Iván Ivanovich Abrutin
Edad: 20 años Padre:Juan Madre:Ardonia Pasó a Irlanda
Capitán con grado de brigadier. Falleció en 1773

Andrei Filatovich Sujotin
Edad: 22 Padre:Filato Madre: Ana Paso a Irlanda
Siendo mayor en 1738, fallecio en la expedición del río Dnieper

Iván Maximovich Kukarín
Edad: 21 años Padre: Máximo Madre: Marfa Paso a Irlanda
Se retiro de Capitán, graduado de coronel, en 1741

Iván Pavlovich Zinoviev
Edad:23 años Padre:Pablo Madre:Teodora Paso a Irlanda
Fallecio de Vicealmirante retirado, el 1 de abril de 1773

Piotr Pavlovich Zinoviev
Edad:23 años Hermano del anterior Paso a Irlanda
Siendo mayor, en 1740, falleció en la expedición al río Dnieper

Yakov Tomanovich Raslacvhev o Raskolev
Edad:25 años Padre: Juan Madre:Ardoita Paso Irlanda
Fallecio siendo teniente, en 1724

Evfimii Ivanovich Tsymermanov
Edad:25 años Padre: Juan Madre: Ana Pasó Irlanda
Fallecio en 1738, siendo subteniente, en la expedición al río Dnieoer

Stepan Trofinovich Filipov
Edad:20 años Padre:Trofin Madre:Ana Paso a Irlanda
Se retiro con grado de Coronel, en 1753.

Iván Ivanovich Kostriakov
Edad:25 años Padre: Juan Madre: Zenobia Pasó a Irlanda
En 1753, siendo capitán con grado de brigadier, obtuvo el retiro

Iván Ivanovich Kostriakov
Edad: 26 años Padre: Juan Madre: Marfa Pasó a Irlanda
Contralmirante, con grado de mariscal de campo, en 1730. En 1736 dejó la Armada por haber sido nombrado consejero privado. Se le condecoró con las Órdenes de San Andrés y Alejandro Nevski. Habiendo perdido la vista en 1763, solicito el retiro, alejándose a sus estados, donde falleció.

Ivan Ivanovich Tsirikot Aniskov o Ziriakov
Edad: 17 años Padre: Juan Madre: Ana Paso a Irlanda
Siendo mayor, en 1739se retiro del servicio.

Iván Ivanovich Aniskov o Anilskot
Edad: 20 años Padre: Juan Madre: Ana Paso a Irlanda
Fallecio en 1738, siendo subteniente, en la expedición al Dnieper

Vasilii Ekinovich Filipov
Edad: 23 años Padre: Ekin Madre: Ekilina Paso a Irlanda
En 1755., siendo capitán con grado de coronel, se retiró del servicio

Antes de resumir un articulo de A. Racinskij publicado en el Boletín del Ministerios de Asuntos Exteriores moscovita en 1880, primero deberemos ver como se desarrollaba los estudios y practicas de la compañía de guardiamarinas .

La Real compañía de Caballeros Guardias Marinas se fundo en Cádiz en 1717, el mismo año del traslado allí desde Sevilla de la Casa de Contratación de Indias, y nombrado su presidente , don José Patiño , intendente de Marina, que por entonces andaba entendido en el proyecto de desviar el río Guadalete hacia el Sancti Petri para evitar el aterramiento de la bahía con los acarreos de fango de aquel.
La institución, que se proyecto a base de internado riguroso, comprendía “la Academia”, es decir, el lugar donde erradicaba la enseñanza, que fue desde el primer momento el “castillo de la villa”, y la “posada” o cuartel que no funcionó sino mas tarde, cuando se adquirieron unas casa de los Villavicencio junto a las del Cabildo. En los primeros años, pues los alumnos, los guardiamarinas, aun no estaban acuartelados.

El ingreso en la Compañía no era ni por promociones ni por oposición, sino de esta manera:

1º. El rey concedía la gracia de caballero guardia marina libremente, mediante un escrito denominado carta-orden firmado por el secretarios del Despacho de Marina.
2º. El agraciado presenta sus papeles de probanza de hidalguía, que estudiaba el intendente, y aunque aprobada ésta, se escribía reservadamente a personas del pueblo del pretendiente, solicitando informes morales y sociales de la familia, incluso para conocer sus recursos económicos y aun el porte y el aspecto físico del muchacho.

3º Si todo era favorable éste tenia que esperar a que hubiese vacante en la compañía, tras sufrir un pequeño examen. Estas vacantes se producían continuamente, pues cuando un cadete se consideraba capacitado pedía examen, y de un modo inexorable solo si aprobaba pasaba a embarcar para cumplir los seis años de embarco preceptivos para ascender a oficial.

Se dieron muchos casos de pretendientes que durante la espera de vacante estudiaban las asignaturas principales y, por ello, casi no perdían tiempo, al pedir examen de ellas a los pocos meses de haber conseguido la banderola de Guardia marina.

Estas asignaturas, denominadas las cuatro clases, eran: Matemáticas, cosmografía y pilotaje, artillería y maniobra; las demás eran dibujo, idiomas, esgrima, instrucción militar y danza, esta ultima como ya hemos dicho anteriormente con la observación de que no se aficionasen tanto a ella que desatendieran las otras.

Así ya puestos en el tema, vamos sin mas preámbulos al articulan ruso.

El 12 de octubre de 1718, por orden del zar Pedro HI, el príncipe Kurakin , su embajador en La Haya, visito al nuestro, él marques de Beretti Landi para expresarle el deseo de que unos guardias marinas rusos que estaban embarcados en la escuadra veneciana, ya inactiva por la paz con Turquía, viniesen a España para prestar servicio repartidos en nuestros buques.

Después de varias visitas y conformidades por parte de los embajadores, llegan a un acuerdo y el 21 de febrero de 1719 los tales guardias marinas que estaban en Corfú salieron para Venecia, teniendo que guardar cuarentena; el agente les dio un socorro durante ésta, además de la comida, que Coria a cargo suyo, y les repartió el siguiente uniforme: casaca gris oscuro, puños y solapas rojos, chupa roja, pantalón y gorro grises, cuyo coste debían de rembolsar las familias y para el viaje a Cádiz les proporcionó moneda equivalente 2400 kopeks.
El viaje fue Ferrara, Bolonia, Florencia, Livorna Génova, Mónaco, Vilafranca, Niza y Tolón, a donde llegaron el 12 de mayo; salieron el 14 y pasaron por Marsella el 15, por Alicante el 11 de junio, Málaga, Ronda, Bornos y Jerez, llegando a Cádiz el 5 de Julio.
Los rusos asistían a todas las clases, pero no hacían nada, por no entender el idioma, por lo que constantemente pedían se les embarcasen.

Además se lamentaban de la falta de dinero, que no recibían, aunque se les pagaban sus gastos imprescindibles; así:

Para comida y piso dos doblones. Tenían la comida indispensable; pero según él, solo bebían agua.

Para el lavado de camisas, que cambiaban tres veces por semana, medio peso
Para un par de zapatos, nuevé reales de plata.

Para el babero, que les afeitaba dos veces por semana, y empolvar las pelucas tres veces semanales, cuatro reales.
Quedaban del sueldo cuatro reales y cinco cuartos, con los que tenían que pagar el sastre para arreglo de la ropa y cualquier otra necesidad.
Neplujet recuerda que su estancia en la marina veneciaba prestaban servicio activo y hacían vida guerrera, rodeado además-dice-, tanto a bordo como en tierra, por gente que le hablaba en eslavo.En cambio en Cadiz vegetaban sin medios para divertirse, desconociendo el idioma , obligados a asistir a la clase de matematicas sin entender nada, dispersados en varios alojamientos, con prohibicion de reunirse como no fuera en la Academia.En fin guerreros que solamente pueden gastar sus fuerzas en esgrima ; jovenes guerreros de las estepas gastando sus energias en ridiculos saltitos en la clase de baile.
.
Así que solicitaron volver al servicio del zar, como lo demuestra la carta trascrita anteriormente, pero fijándonos que no fueron firmados por todos los miembros de estudiantes rusos que estaba en la Academia.

CONCLUSIONES

Tal es la breve crónica de la triste vida de aquellos mocetones, algunos casi doblando la edad de nuestros guardiamarinas más jóvenes paseando su desesperación con sus casacones y sus gorros grises en Cádiz –ya camino de la opulencia luminosa y alegre-, olvidados de sus casa y de la corte Imperial.

Así que siguiendo la opinión de J.F. Guillem lo que mas le repugnaba era estudiar. Y lo que habían conseguido en Venecia aquí no lo iban a conseguir ya que para embarcar era condición inexorable aprobar <<las cuatro clases>>.
No solo no estaban acostumbrados a estudiar, sino además faltos de preparación para cursar unas disciplinas científicas, un tanto complicadas. Además estos hombretones de veintiún años debían sentirse avergonzados y ridículos ante sus compañeros españoles, que eran casi niños.

'

Además creo también que exageran su vida en Cádiz, ya que después de dos años en Venecia, aunque estuvieran con eslavos, algo de italiano aprenderían, siendo esto buena ayuda para entender el español. No olvidemos también que en esta ciudad la colonia italiana era muy numerosa, y con la actividad del puerto camino de ser el primero de la península, con banderas de todos los países, incluso de Rusia, por el trafico de las maderas de Riga, indispensables para las arboladuras.


Una cosa extraña es que se quejan del desconocimiento del idioma y parece ser que se han aclarado muy bien, para pedir aumentos de sueldo, así como de averiguar donde estaban las galeras y porque no les embarcaban, por lo tanto como se ha comentado antes, es mas creíble que antes que el idioma, el desconocimiento fuera mas de las bases matemáticas para poder estudiar las asignaturas técnicas. Y como comenta J. F. Guillem me figuro mas detrás de unas mujeres, y pensando como encontrar de beber que llorando por las calles como victimas de la desazón.
.

Resumen de los artículos de J.F. Guillén “los guardias marinas rusos que envió a estudiar a Cádiz el Zar Pedro el Grande en 1719”. Revista general de marina, número 182, mayo 1972. y “Guardiamarinas rusos en el Cádiz de 1719” de Antonio Alemparte Guerrero. Revista de historia naval numero 72 año 2001.
Konon Zotov: Natalia Narysjina, madre de Pedro I, designo en 1677 a este sencillo recaudador de impuestos como tutor de su hijo. Al conocer el increíble nombramiento, Zotov estallo en sollozos ante la Zarina, exclamando << Madrecita, yo no soy digno de tener bajo mi custodia semejante tesoro>>. Simultáneamente fue elevado al rango de noble, Pedro sintió siempre por el verdadero afecto y respecto, y años después le concedió él titulo de Príncipe.
Su hijo Basilio, en 1715, recibió el nombramiento de primer inspector general de Decretos cargo creado –por cierto, con escaso éxito- para <<disciplinar al Senado y hacerlo más efectivo>>


Fiodir Matfeevich Apraksin era descendiente de una vieja familia de boyardos; fanfarrón, franco y enormemente orgulloso, no toleraba insultos de nadie, ni siquiera del Zar, de quien era compañeros de armas y al que sirvió en diversos campos: como marino y general, gobernador y senador. Pero su verdadera pasión la constituía la Marina, a la que amo entrañablemente, todo lo contrario de la nobleza rusa de su tiempo, que la detestaba.
Antes de él, nunca nadie ostento el grado de almirante de la flota rusa, a la que mando en su primera batalla importante: la de Hanö. Presidente del Colegio del Almirantazgo en 1718. Un año mas tarde se le concedió el titulo de conde. Gobernador de Estonia, Ingria (territorio comprendido entre Estonia y San Petersburgo) y Carolina (Cartelia finlandesa y rusa), formo parte del tribunal que juzgó al Zarevich Alejo, hijo de Pedro.
Chervonetz: moneda de oro de cinco o diez rublos del siglo XVIII
Espadas Burgos: Op. Cit.,pp.55,56 y 57. Hábeas diplomático hispano-ruso. Ministerio de Asuntos Exteriores.Madrid,1991,p10.
J.F.Guillem. pag. 514
En el foro se dispone de su biografía
Aunque esto es verdad, no seria el primero que falsificara su probanza de hidalguía para entrar en la academia, como muy bien lo refleja en el 2 tomo de su saga marinera don Luis Delgado Bañón.
Ya que nuestros guardamirnas entraban desde los 14 años hasta los 18 y no con mas años de edad, sin contar que todos sabian las cuatro reglas como minimo, y estaban preparados para estudiar , porque se habian preparado para la Academia