Clase: Cástor

Construido por: Empresa Nacional Bazán en La Carraca, Isla del León, Cádiz.


Nombres: Cástor H-4 // A-21 (1967) // AH-21 (1980) // A-21 (1986)

Quilla: 30-09-1964

Botadura: 05-11-1964

Alta Oficial: 01-12-1966

Baja Oficial: 10-12-2004



Nombres: Póllux H-5 // A-22 (1967) // AH-22 (1980) // A-22 (1986)

Quilla: 30-09-1964

Botadura: 05-11-1964

Alta Oficial: 15-12-1966

Baja Oficial: 20-01-2003

Desplazamiento rosca: ?


Desplazamiento en lastre: 360,7 Tm.


Desplazamiento máximo: 363 Tm.


Eslora máx: 38,36 m.


Eslora entre PP: 33,84 m.


Manga: 7,60 m.


Puntal: 3,85 m.


Calado máximo: 3,10 m.


Propulsión: 1 motor diesel Bazán-Sulzer 4 TD36, // 1 hélice


Potencia: 720 Cv


Velocidad: 11,5 nudos máxima.


Autonomía: 3.000 millas a 11,5 nudos.


Combustible: gasóleo.


Capacidad: 42 Tm.


Electrónica: sondador acústico Atlas Desso-10 modelo AN //dos sondadores Kelvin Hughes HES de los modelos MS-26H y MS-45M // sondador mecánico Elvi-Nite // equipo de navegación Raydist // corredera Plath-Geonar // aguja giroscópica Sperry // un ordenador Hewlett-Packard 2.100 A. // radar de navegación Raytheon.


Armamento: portátil


Dotación: 38

Las pésimas características de los vapores hidrógrafos auxiliares «H-2» y «H-3», construidos por ASTANO en Ferrol y alistados en mayo de 1951, fueron una constante fuente de preocupación para la Armada, que comenzó a plantearse seriamente su sustitución allá por 1962-1963.



Si a esto unimos la vejez de todos los buques hidrógrafos existentes por entonces, los «Tofiño», «Malaspina» y «Juan de la Cosa» (ex «Ártabro»), los tres construidos en los años treinta, no cabe duda que la necesidad de comenzar la renovación de las unidades afectas a este servicio empezaba a ser imperiosa.



Tras los inevitables trámites burocráticos, la Armada consiguió finalmente hacerse con los fondos necesarios para emprender la construcción de dos hidrógrafos auxiliares de unas 350 toneladas, dándose en 1964 la orden de ejecución a la factoría de San Fernando de la Empresa Nacional Bazán, que les asignó los números de obra 133 y 134.




Esta pareja de pequeños buques no está incluida en la llamada 1.a Fase del Programa Naval de 1965, ya que su planeamiento y financiación siguió un camino distinto y anterior al de dicho Programa.



El proyecto para su construcción fue elaborado por la DIC, obteniéndose un buque robusto y marinero dentro de unas dimensiones y desplazamientos reducidos, con buena estabilidad y la autonomía especificada por la Armada.



Quizá el punto menos conseguido radique en la instalación propulsora a un solo eje, con alguna merma de la maniobrabilidad.




La escasa potencia instalada no tiene gran importancia, ya que la velocidad no es uno de los requisitos principales de este tipo de buques.

El motor elegido fue un diesel de la conocida firma suiza Sulzer, modelo 4 TD36 de dos tiempos y cuatro cilindros, construido bajo licencia por Bazán en su Fábrica de Motores de Cartagena, con una potencia máxima de 720 Cv a 300 rpm, suficientes para que el «Póllux» alcanzase en las pruebas de mar, con desplazamiento reducido, los 11,9 nudos.




Caracterizados por un castillo elevado aunque cono y un franco bordo reducido en el resto de la eslora, su conjunto de superestructura y chimenea les da una apariencia algo mayor de la que realmente tienen.




El puente estaba coronado por un palo trípode donde se acomodan las antenas de los diversos equipos de navegación y comunicaciones.




Los equipos hidrográficos instalados actualmente son: sondador acústico Atlas Desso-10 modelo AN, dos sondadores Kelvin Hughes HES de los modelos MS-26H y MS-45M, sondador mecánico Elvi-Nite, equipo de navegación Raydist, corredera Plath-Geonar y aguja giroscópica Sperry, así como un ordenador Hewlett-Packard 2.100 A.




Disponían también de un radar de navegación Raytheon.




La instalación eléctrica está compuesta por dos grupos generadores de corriente continua de 30 y 54 Kw de potencia, accionados por motores diesel Barreiros de 50 y 106 CV, respectivamente.




La dotación de embarcaciones menores la constituyen dos botes y balsas, utilizados también en la ejecución de los trabajos de hidrografía.

En la toldilla disponían originalmente de una rastra Oropesa n.° 4 de tipo mecánico, similar a la instalada en los dragaminas. Carecían de armamento militar, disponiendo tan sólo de las armas portátiles de su dotación, como corresponde a unos buques empleados exclusivamente en pacíficas misiones y trabajos científicos.



En septiembre de 1964 recibieron los nombres de «Castor» y «Póllux», con numerales H-4 y H-5, respectivamente, pertenecientes a las estrellas principales de la constelación de Géminis, así llamadas por los dos hijos de Zeus de la mitología griega y luego romana, adorados como protectores de la juventud, los deportes y los ejércitos romanos.



Estos nombres ya habían sido penados con anterioridad por dos torpederos de botalón encargados al extranjero en siglo XIX, y convertidos en los primeros buques torpederos españoles.



También se habían denominado «Castor» y «Póllux» la pareja de pesqueros «Nimo n.°3» y «Nimo n.°4», adquiridos en 1923 para prestar servicio en la Comisión Hidrográfica, siendo utilizados como rastreadores de minas en la Guerra Civil, lo que dio lugar a la pérdida del «Póllux» hacia marzo o abril de 1939 mientras realizaba una operación de barrido.



A los pocos meses de su entrada en servicio, en marzo de 1967, se les suprimió de sus nombres los numerales H-4 y H-5, que fueron sustituidos por los nuevos de A-21 y A-22, respectivamente.



Estos numerales se portaron hasta finales de 1980, en que se sustituyó el prefijo A por el de AH (por Auxiliar, Hidrógrafo) en consonancia con las nuevas normas de clasificación de los buques de la Armada.

Tampoco éstos durarían demasiado, ya que a mediados de 1986 se volvieron a realizar cambios en las marcas de costado de los buques, quedando los «Castor» y «Póllux» nuevamente como A-21 y A-22, respectivamente. Ambos han permanecido siempre, lógicamente, adscritos a la flotilla dependiente del Instituto Hidrográfico de la Marina, con sede en Cádiz, donde han dado un excelente resultado gracias a sus buenas condiciones marineras y de estabilidad de plataforma.



La mejor prueba de la bondad de su diseño la tenemos en la elección del mismo, con leves modificaciones y equipos hidrográficos más modernos, para otros dos buques hidrógrafos auxiliares contemplados en la 2.a Fase del Programa Naval, construidos en 1972-1974 también por la factoría de San Fernando con los nombres de «Antares» y «Rigel».





Fuentes:
-Buques de la Armada Española, los años de la postguerra, de Juan Luís Coello.
-Buques de la Armada Española del siglo XX, de Alejandro Anca.
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