Vapor de paletas Francisco de Asís

Clase: Vapor de paletas

Construido por: astillero "Charles J. Mare & Co.", en Blackwall de Londres


Nombres: Francisco de Asís // Fernando el Católico en 1868 // Despertador por los cantonales en 1873 con el mote de <Fernando el Caótico>

Quilla: ?

Botadura: 17 de enero de 1851

Alta Oficial: finales 1851

Baja Oficial por hundimiento: 20 octubre de 1873

Características:

Desplazamiento en lastre: ?


Desplazamiento máximo: 2.879 Tm


Eslora máx: 68,7 m.


Eslora entre PP: ?


Manga: 14,5 m.


Puntal: 6,40 m.


Calado máximo: 5,2 m.


Propulsión:2 máquinas de 2 cilindros // 4 calderas // 2 ruedas de paletas laterales.


Jarcia: aparejo de fragata con bauprés y 3 mástiles.


Potencia: 500 Cv


Velocidad: 12 nudos máxima.


Autonomía: ?


Combustible: carbón


Capacidad: ? Tm.


Armamento: 16 cañones de 68 libras (200 mm), 7 a cada banda y dos orientables en colisa, uno a proa en el castillo y el otro a popa en el alcázar,


Dotación: 300

Su construcción fue autorizada el 21 de junio de 1850 junto con el Isabel II, y se contrató con el astillero "Charles J. Mare & Co.", en Blackwall (Londres).



La botadura del Francisco de Asís tuvo lugar el 17 de enero de 1851, entrando en servicio pocos meses más tarde.



Tras su entrega a la Armada, el Francisco de Asís desempeñó diversos servicios en la Península y fue destacado al Apostadero de La Habana.



En mayo de 1856 fue relevado en La Habana por el Isabel II, y regresó a la Península transportando de las Antillas el correo de dicho mes.



El 12 de mayo de 1857, zarpó de Cádiz rumbo a La Habana con una escuadra en la que también se encontraba el navio Reina doña Isabel II, fragata Bailen, bergantín Pelayo y urcas Pinta y Santacilia.



La escuadra transportó una fuerza de desembarco de 1.450 hombres, y el 25 de junio fondeó en la capital cubana, preparada por si tenía que operar en Méjico a causa de reclamaciones pendientes.



No fue necesario el empleo de aquella fuerza, pero el Francisco de Asís se tuvo que quedar en aquella zona para ocupar el lugar dejado por el vapor Fernando el Católico, que en la madrugada del 3 de enero de 1856 había varado y se había perdido en Punta Covarrubias.

En 1861, el Francisco de Asís junto con el Isabel la Católica, se integró en la división del general Joaquín Gutiérrez de Rubalcava, para llevar a cabo una demostración naval en Haití.



En 1861-1862, ambos barcos volvieron a participar en otra expedición a Méjico bajo el mando de Rubalcava.



A continuación, el barco continuó asignado al apostadero de las Antillas, mientras el Isabel la Católica regresó a la Península.



Durante la Guerra del Pacifico de 1866, ante el temor de que los enemigos de España pudieran llevar a cabo algún tipo de acción contra Cuba, se desplegaron por la isla una considerable cantidad de barcos: 7 vapores y 6 goletas de hélice, y en La Habana se quedó una fuerza preparada para acudir a donde apareciera una amenaza; dicha fuerza estaba formada por los vapores Francisco de Asís, Vasco Núñez de Balboa y León, fragatas de hélice Carmen y Lealtad, y goleta Ligera.




El 13 de octubre de 1868, para borrar de los barcos los nombres de la monarquía después de la revolución de aquel año que destronó a Isabel II, el Francisco de Asís pasó a llamarse Fernando el Católico, tomando el apelativo del vapor del mismo nombre que el 3 de enero de 1856 había naufragado en Cuba.




Este cambio de nombre y las circunstancias en las que se produjo, inclinaron al pueblo a llamar al barco Fernando el Caótico.




Cuando se produjo el levantamiento del Cantón de Cartagena en julio de 1873, el Fernando el Católico se encontraba en dicha capital y se unió a la escuadra cantonal, en la que también se encontraban las fragatas Numancia, Vitoria, Tetuán, Méndez Núñez y Almansa, que fueron calificadas como "piratas" por el Gobierno central.

Al recibir esta calificación, las fragatas Vitoria y Almansa fueran apresadas por fragatas blindadas extranjeras que seguían de cerca los acontecimientos, y las entregaron al Gobierno Central que las incorporó a la escuadra mandada por el contralmirante Lobo Malagamba.




Los cantonales decidieron cambiar el nombre del Fernando el Católico por otro que les gustaba más y lo llamaron Despertador del Cantón, aunque la verdad, poca gente lo recuerda con este nombre, de modo que seguiremos llamándole por su segundo nombre Fernando el Católico.




Con los demás barcos participó en expediciones y bombardeos de otros puertos, entre ellos, el 17 de septiembre, el Fernando el Católico participó con las fragatas Méndez Núñez y Numancia en el desembarco en Águilas para obtener víveres y dinero.





La escuadra cantonal se enfrentó a la escuadra central que bloqueaba Cartagena en el combate de Portman el 11 de octubre de 1873, en un intento de romper el bloqueo.




La cantonal, al mando del general de caballería Contreras, transformado en almirante porque los cantonales no tenían oficiales con dicha graduación, estaba formada por las fragatas Numancia, Méndez Núñez y Tetuán, y el vapor Fernando el Católico.





La gubernamental, al mando de Lobo, estaba formada por las fragatas Vitoria, Carmen, Almansa y Navas de Tolosa, las goletas Diana y Prosperidad, y los vapores Colón y Ciudad de Cádiz (ex Isabel II).




Fue un combate muy igualado y bastante confuso que cada contendiente se apuntó como victoria.




Terminó cuando la escuadra cantonal se retiró a Cartagena sin haber podido romper el bloqueo de la central.




El 13 por la mañana los cantonales salieron de nuevo para atacar a la escuadra central.

Abría la marcha la Tetuán, con la Numancia, la Méndez Núñez, y el Fernando el Católico, seguidos a distancia por el vapor Buenaventura con bandera de la Cruz Roja.



Cuando estaban a unas 4 millas, los cantonales tocaron zafarrancho de combate, y sobre las 2 de la tarde la Tetuán efectuó el primer disparo.



Pero la centralista rehuyó el combate, Lobo levantó el bloqueo y despejó la zona.



El 17 de octubre, las fragatas Numancia, Méndez Núñez y el vapor Fernando el Católico efectuaron una salida para llevar jefes cantonales a Valencia y Barcelona, e intentar el levantamiento de dichas plazas en su favor.



Pero a las 4 y media de la madrugada del día 20, la Numancia embistió y cortó con su espolón al Fernando el Católico a la altura del cabo Huerta y bastante cerca de Alicante, posiblemente a causa de la poca visibilidad y por fallos de timón.



El Fernando el Católico se hundió en unos 12 minutos, y la Numancia, al percatarse del accidente lo único que pudo hacer fue dedicarse a salvar náufragos.



No se sabe cuantos murieron en este trágico accidente, ya que además de la dotación, el vapor llevaba tropas embarcadas.



Se barajaron cifras que iban de los 16 muertos que decían los cantonales, hasta los 100 que dijeron otras fuentes; es probable que haya habido de 60 a 70 víctimas mortales.



Como se puede apreciar, el nombre Fernando el Católico no dio buena suerte a ninguno de los 2 vapores que lo llevaron.




Fuentes:
-Otros 50 barcos españoles del CN Marcelino González.
-Buques de vapor de la Armada Española de Don José Lledó 1834-1885