Ser español y marino, aficionado a nuestra Historia en General y especialmente a la Naval, no puedo pasar por alto, en nuestra Memoria Histórica, a uno de nuestros Buques más emblemáticos, El “Baleares”, como lo fueron : La Santa María, La Victoria, La Real, El San Mateo, El Santísima Trinidad, La Numancia, El Cristóbal Colón, El Pelayo, El General Concha, etc., etc.


Nuestra última Guerra Civil, fue cruel y muy especialmente en la Armada de aquella época, y suerte para nuestras generaciones, que no nos toco vivirlas en primera persona, es eso, HISTORIA, y la Historia es solo un testimonio sobre un tiempo pasado, los hechos pasaron como pasaron y solo Dios puede cambiar el curso del destino de la humanidad.


Según Don José Cervera Pery <La Historia no es patrimonio de unos pocos, sino un legado de todos>


Con este hilo deseo rendir un Pequeño Homenaje especialmente a los muertos del Baleares y a TODOS a TODOS, los marinos, sin excepción, caídos en acción de guerra en la mar durante nuestra Guerra Civil, marinos todos ellos al fin y al cabo, ya sean de Guerra, Mercante o Pesca, que en defensa de unos ideales o empujados por las circunstancias, lucharon, transportaron, pescaron y murieron.


Que descansen en Paz

CRUCERO BALEARES

ANTECEDENTES

Conferencia de Washington:

Tras la Primera Guerra Mundial los países vencedores (Gran Bretaña, Estados Unidos, Japón, Italia y Francia) tenían todos en marcha grandes programas navales que incidían muy considerablemente en su economía, por ello y a iniciativa de los Estados Unidos se celebro la primera conferencia internacional para limitar los armamentos navales que se celebro en la ciudad de Washington del 12 de noviembre de 1921 al 6 de febrero de 1922.


En dicha conferencia, las potencias vencedoras de la Primera Guerra Mundialllegaron a una serie de acuerdos para limitar el desplazamiento de los diversos tipos de buques y al calibre de los cañones con los que esos buques podían ser armados.


Al final de la conferencia se firmó el "Tratado de Washington", que para cualquier buque de guerra que no fuese "capital ship", o acorazado, fijaba el desplazamiento máximo en 10.000 toneladas y el calibre máximo de su artillería en 203 mm, siguiendo unas características un tanto similares a las de los "Raleigh", en construcción en la Gran Bretaña en aquel momento, que de esta manera se convirtieron en modelos de los demás cruceros del mundo.


Los cruceros Canarias y Baleares nacieron en un programa de 1926, aprobado por una ley de julio de dicho año, que, entre otras unidades, preveía la construcción de tres cruceros tipo "Washington" de 10.000 toneladas, con un presupuesto por buque de 87 millones de pesetas, de los que al final solo se construyeron dos, ya que el dinero del Ferrol, el tercero de los cruceros, se gastó en la obtención de otros barcos.


Para seguir el origen de aquel programa hay que remontarse a la ley Miranda de 1915, reformada por la ley Cortina de 1922, a la que siguieron diversas disposiciones, entre ellas dos decretos de marzo y julio de 1926, firmados por Honorio Cornejo, Ministro de Marina.


El último de estos decretos era el que preveía la construcción de los 3 cruceros "Washington", además de 3 destructores "Churruca", 12 submarinos clase "C", 2 petroleros, y otras unidades menores, así como la finalización de un buque escuela.


El resultado fueron unos barcos de 10.000 toneladas sin contar dotación, combustible ni agua, con artillería principal sobre los 20 cm, altas velocidades, y protección más bien escasa.


Los dos cruceros españoles respondieron a las premisas establecidas por el "Tratado de Washington".


El técnico del Almirantazgo inglés Sir Philip Watts, trazó sus planos, siendo el director del astillero Armstrong de Barrow in Furnees, que ya había proyectado los cruceros ligeros del tipo Príncipe Alfonso para la Armada Española y que se basó en los cruceros ingleses de la clase Kent y London que se estaban construyendo para la armada inglesa, aunque con varias modificaciones por lo que resultaron unos buques más veloces que sus homólogos ingleses.


Las autoridades españolas quedaron satisfechas del diseño.


En la primera mitad del año 1928, la "Sociedad Española de Construcción Naval (Constructora Naval) de Ferrol" recibió la orden de construirlos por un presupuesto de 180 millones de pesetas, y las quillas de ambos barcos se pusieron el 15 de agosto de dicho año en una ceremonia presidida por Miguel Primo de Rivera, con la idea de entregarlos en el año 1933.

BOTADURA.

Toco el agua por primera vez el 20 de abril de 1932.

CARACTERÍSTICAS.

Tenía una sola chimenea, que era el resultado de unir las dos salidas de gases y humos en una sola, ancha y con forma troncocónica en la parte superior.


Disponía de dos palos, uno en el centro, a popa del puente, y el otro en la sección de popa.


En principio ambos palos llevaban masteleros, pero al poco tiempo, el mastelero desapareció del palo de más a proa.


Los dos cruceros fueron muy cuestionados desde el mismo momento en que se decidió su obtención.


Entre otras cosas, se les achacaba su vulnerabilidad, ya que para dotarlos de fuerte armamento y alta velocidad, hubo que sacrificar peso de su protección, sobre todo bajo la flotación; un defecto que quedó patente cuando tuvo lugar la pérdida del Baleares por impactos de torpedos.



Desplazamiento: 10.592 toneladas de desplazamiento en lastre y 13.280 toneladas de desplazamiento máximo.

Eslora: 193,90 metros de eslora máxima y de 183 metros de eslora entre perpendiculares.

Manga: 19´50 metros fuera forros.

Calado: 6,50 metros de calado máximo.

Puntal:12,75 metros.

Propulsión: 4 Turbinas Parsons con 8 calderas Yarrow a cuatro hélices de 3,5 metros de diámetro.

Potencia: de 90.000 cv.

Velocidad: 33 nudos y 33,6 nudos en pruebas a 306 r.p.m.

Autonomía: 8.000 millas a 15 nudos ,unos 30 días de navegación.

Capacidad de combustible: 2.794 toneladas de Fuel-oil.

Armamento: 8 piezas de 203 mm y 50 calibres, en cuatro torres dobles, alineadas en crujía, 2 a proa y 2 a popa; las torres números 1 y 4 iban sobre la cubierta principal, y las 2 y 3 iban en la cubierta superior.

La munición era de saquetes de pólvora y proyectiles de 113 Kg., a 840 m/s, con un alcance de unas 16 millas, y un ritmo de fuego por caña de 6 disparos por minuto.

-8 cañones antiaéreos "Vickers" de 120 mm 45 calibres, dispuestos sobre la cubierta principal, 4 por banda.

-10 ametralladoras AA de diversos calibres.

-12 tubos lanzatorpedos de 533 mm instalados bajo cubierta en montajes triples (que no se instalaron nunca).

-2 morteros lanza-cargas de profundidad.


Los barcos, también habían sido proyectados para llevar hidroaviones, pero solo los embarcaron en un corto período de pruebas en 1937, y se habían diseñado catapultas para instalar a popa, que nunca fueron montadas.


Protección: 50 mm. en los costados de la flotación, reforzada con 100 a la altura de los pañoles de las torres artilleras, defendidas a su vez por blindajes de 25 mm.

Cubierta protectriz entre 20 y 75 mm., más los bulges para la defensa submarina.

Además el buque estaba dividido en 292 compartimentos estancos que se cerraban en caso de sufrir desperfectos graves.

Desde la quilla al puente de observación había que atravesar 12 cubiertas paralelas.

Dotación: 6 jefes, 30 oficiales, 90 suboficiales y 900 de marinería, en total unos 1.000 hombres, que más adelante, en total armamento y con Estado Mayor embarcado, rondaba los 1.220.

HISTORIAL OPERATIVO

Cuando acontece el alzamiento Militar, en la Armada se producen episodios de enfrentamiento, duros y sangrientos, entre la suboficiales, marinería, y personal de astilleros, en su mayoría afectos a la República y muy politizados por los sindicatos de los astilleros, y una oficialidad que oscilaba desde la adhesión entusiasta al levantamiento hasta una tímida lealtad al orden político establecido.


La base de El Ferrol, donde se hallaba el "Baleares" muy retrasado en su construcción, únicamente tenía montadas dos torres de 203 mm, le faltaba la dirección de tiro, y tenía un importante retraso en los servicios eléctricos.


Queda incorporado a la causa nacional, gracias a la decidida intervención de un grupo de oficiales de la Armada, apoyados por unos cuantos civiles afectos, que se enfrentan con decisión a gran parte de las dotaciones, suboficiales, personal técnico y obreros del astillero, en número importante y con apoyos entre los estamentos Republicanos de la ciudad.


Finalizar la construcción del crucero será un objetivo primordial de los nacionales, iniciándose una carrera "contrarreloj" para terminarlo, bajo la dirección del Ingeniero don Jesús Alfaro.


En breve tiempo el barco, que estaba desmantelado, vacíos los camarotes, sin máquinas los distintos compartimentos, comenzó a tomar forma.


El comandante del crucero el Capitán de Navio Don Manuel de Vierna Belando, no se apartaba ni de día ni de noche, nada más que para recorrer el buque y seguir el curso de la obra.


Algunos oficiales impacientes también por verlo finalizado, dormían en coys en el propio buque, otros en el "Galatea", buque este en el que comían todos, ya que el "Baleares" no tenía cocina aún.


La terminación del nuevo crucero, en construcción desde 1928, se hacía en doble jornada, diurna y nocturna, a las diez, se apagaban las luces como precaución contra los bombardeos aéreos, y el trabajo, al menos en el exterior, cesaba hasta el día siguiente, con este ritmo frenético, lo que tenía que haberse construido en un año se construyó en meses.


El "Baleares", se halló listo para entrar en acción en un tiempo récord. Hacia el final de noviembre de 1936, tocarían a su fin, con premura, los trabajos de conclusión del crucero protegido "Baleares" gemelo del "Canarias", lo que equivaldrá a decir que la escuadra nacional española iba a ser reforzada con una nueva unidad de gran valor militar.


La noticia de la próxima conclusión de las obras del nuevo crucero despertó, como es natural, en todo el territorio nacional, un gran entusiasmo.


En la capital del archipiélago que da nombre a la nueva unidad naval, las autoridades y una comisión de señoras trataban de ofrecer al crucero su bandera de honor.


Por su parte, Renovación Española, de San Sebastián, abrió una suscripción para ofrecer a los marinos de la dotación del "Baleares", un equipo completo de uniformes.

También hacía falta una dotación, se precisaban muchos hombres para un barco de 10.000 toneladas, unos 1000 aproximadamente.


La dotación se consiguió de la siguiente manera, en primer lugar llegó una compañía de Infantería de Marina, a los que se adiestró en ejercicios
de tiro.


Después se incorporaron, mayoritariamente, requetés vascos y falangistas andaluces, otra parte de la dotación la constituían gallegos, en su mayor parte estudiantes, los voluntarios de las Baleares se incorporaron posteriormente, en las sucesivas escalas que se hicieron en el archipiélago.


Tan atrasada estaba la construcción del buque en el momento de reclutar a los voluntarios, que en el Ferrol se comentaba irónicamente, que la dotación del "Baleares" no llegaría a participar en la guerra.


Sin embargo, el día 25 de noviembre, ya desfilaba por las calles de Pontevedra, la dotación destinada al "Baleares", constituida por los citados voluntarios que habían estado recibiendo instrucción en el Polígono Militar de Janer, instrucción que habría precisado meses y que se realizó en semanas.


El crucero es dado de alta el día 15 de Diciembre de 1936, aunque no estaba totalmente listo ya que le faltaban varios elementos básicos, como la catapulta para un hidroavión, las torres de popa de 203 mm., la artillería antiaérea y las direcciones de tiro, porlo que se hizo a la mar con unas improvisadas.


Poco antes se descubrió un plan de algunos trabajadores del astillero para apresar el buque una vez en mar abierta y entregarlo a la Flota Republicana, el complot fue descubierto y abortado.


Después de todas estas vicisitudes, a las tres y cuarto de la tarde del día 18 de diciembre se hacía a la mar el nuevo crucero nacional en viaje de prueba de máquinas y artillería, las pruebas dieron un magnífico resultado, regresando a la Coruña.


Por fin, a las 16-07 horas del día 27 de diciembre de 1936, pone rumbo a Cádiz, escoltado hasta la salida de las rías de Coruña y Ferrol por los pesqueros "Tritonia", "Ignacio", "Fantástico", "Ciriza" y "Tito”, el novísimo crucero "Baleares" divisaba en las cercanías del Cabo San Vicente, al crucero insignia "Canarias"."


Seguidamente pasó el crucero al Arsenal de La Carraca, para completar en parte su armamento, montando la tercera torre de artillería principal y cuatro cañones de 120 mm.


Los cañones correspondientes a la torre cuarta fueron sustituidos por cañones simulados de madera.


Viajó a Cádiz para terminar de montar su artillería, y a principios de enero de 1937 entró en combate en operaciones sobre Málaga junto con el Canarias, con solo 3 de las 4 torres, ya que la cuarta fue instalada casi 4 meses más tarde, y mientras tanto lució una falsa de madera.

El 4 febrero de 1937 comenzó a operar en compañía de su gemelo el Canarias, para bombardear la costa de Málaga y escoltar una operación de lanchas torpederas contra el puerto de Málaga.


Más adelante lo hizo solo o en compañía del Cervera, en misiones de control del tráfico, minado, escolta de convoyes y bombardeos de costa por el Mediterráneo y el Estrecho.


Actuó como buque insignia de la flota nacional cuando el Canarias tuvo que reparar las averías de su colisión.


A finales de marzo volvió a operar con el Canarias, con el que el 25 de abril trató de interceptar a la flota republicana, y más adelante intentó bombardear al Jaime I.


El 20 de mayo, cuando navegaba metido en niebla dando escolta a un petrolero, pasó por medio de una formación de barcos republicanos, de los que solo vio los destructores de vanguardia, contra los que abrió fuego sin conseguir ningún resultado.


El 24, cuando estaba fondeado en Palma, fue alcanzado por una bomba de la aviación republicana que le causó 5 heridos.


Entre finales de mayo y principios de junio montó en Cádiz la cuarta torre de 203 mm.


A continuación bombardeó diversos puntos de la costa catalana, sufrió ataques de la aviación, efectuó nuevas escoltas y patrullas, y a mediados de mes entró en Cádiz para montar cañones de 120 mm.

El 12 de julio se encontró a la altura de Valencia con destructores republicanos que daban escolta a un convoy, y se produjo el combate del cabo Cullera con dos enfrentamientos.


El primero fue con los destructores Churruca, Lepanto, Miranda y Valdés, que ante el fuego del crucero se retiraron y lograron huir.


El segundo se produjo con el Sánchez Barcáiztegui y Gravina, que lograron entrar en Valencia con el petrolero Campillo, al que venían dando protección.


Tras alguna nueva misión se dirigió al norte, el 21 de julio entró en Ferrol, y a finales de mes relevó al Cervera en el bloqueo de Santander.


El día 31 entró en dique en Ferrol. El 6 de agosto salió a la mar, el día 9 entró en Palma, y reanudó sus operaciones en el Mediterráneo y el Estrecho.


Entre sus intervenciones destacó el combate de Cherchell, ocurrido el 7 de septiembre de 1937.


En la mañana de aquel día, el barco realizaba misiones de vigilancia por aguas del norte de África, ya que había noticias de que varios mercantes republicanos cargados con material de guerra estaban listos para zarpar de Argel.


Se suponía que la escuadra republicana que les iba a dar protección se encontraba en la zona, pero se desconocía su situación.


Poco después de las 10 de la mañana, el Baleares, que estaba a unas 30 millas al oeste de Argel y casi al norte de Cherchell, se encontró con un convoy de cuatro barcos mercantes republicanos que aparentemente navegaban hacia Cartagena; Antonio Satrústegui, Aldecoa, Mar Caribe y Mar Blanco, protegidos por los cruceros Libertad y Méndez Núñez que navegaban por su popa, y varios destructores desplegados por las bandas.


Casi al mismo tiempo, los republicanos avistaron al crucero nacional, y se inició el citado combate naval de Cherchell.

Los dos cruceros del convoy se dirigieron hacia el Baleares, mientras los destructores y mercantes se alejaban.


A eso de las 11 menos cuarto, el Baleares abrió fuego sobre los cruceros republicanos, que al poco tiempo respondieron con sus cañones.


Las distancias superaban los 14.000 metros.


A los 10 minutos, el duelo artillero se redujo al Baleares y Libertad, por quedar rezagado el Méndez Núñez.


El tiro del Baleares fue preciso en un principio y pudo alcanzar al Libertad, pero este logró centrar el suyo con tal eficacia, que alcanzó al crucero nacional dos veces.


Cuando faltaban cuatro minutos para las 11, el Baleares recibió el impacto de un proyectil de 15,24 centímetros en la amura de babor, a un metro y medio sobre la flotación, y a las 11 y cinco recibió otro del mismo calibre en la cara de proa de la chimenea, que rompió sus estructuras, lanzó cascotes y metralla en todas direcciones, mató a dos hombres e hirió a otros, muchos de ellos de los cañones números 2 y 4 de 120 mm, dañó los puentes, dejó fuera de servicio una ametralladora de 40 mm, y uno de los cascotes perforó una caja de urgencia del cañón número 2.


El Baleares se alejó momentáneamente para efectuar algunas reparaciones, y a la media hora volvió a acercarse para abrir fuego a 16.000 metros sobre el Libertad, que se vio centrado, viró hacia el convoy y rompió el contacto.


El Baleares también viró, aumentó la distancia y terminaron perdiéndose de vista.


Por la tarde, el Baleares avistó de nuevo a los barcos republicanos, y se produjo un nuevo cañoneo sin consecuencias.


Al final, prefirió romper de nuevo el contacto y esperar al Canarias que venía de Ceuta, mientras los cruceros republicanos trataron de encontrar a los mercantes del convoy sin éxito, ya que habían buscado refugio en Cherchell y uno de ellos varó en la playa, mientras el resto de la escuadra republicana siguió rumbo a Cartagena.


En esta acción, el Baleares tuvo 5 muertos y más de 20 heridos.


Uno de los muertos fue el soldado de Infantería de Marina Lois, natural de Órdenes, que servía de telefonista en el cañón número 4 de 120 mm
.

Lois estaba muy cerca cuando el cascote del segundo impacto penetró por la parte alta de la caja de urgencia, que contenía proyectiles iluminantes en las chilleras altas y de alto explosivo en las bajas, produciendo el incendio de un cartucho de iluminantes y la explosión del proyectil.


Sin dudarlo, el soldado abrió la caja, cogió proyectiles y los lanzó al agua para evitar mayores males, pero resultó mortalmente herido a consecuencia de las quemaduras recibidas, y poco después falleció en la enfermería del barco.


Por aquella acción, a Lois le fue concedida la Cruz Laureada de San Fernando.


El día 9, el Baleares entró en Cádiz para evacuar bajas y efectuar reparaciones, y dos días después acompañó un convoy a Palma, donde entró el 13.

Efectuó más escoltas de convoyes y sufrió nuevos ataques de la aviación.


El 4 de octubre entró en Ferrol, donde realizó diversas obras, entre ellas el montaje de la dirección de tiro, y el 22 salió con el Cervera, entró en Cádiz el 24, y el 28 se le unió el Canarias.


Al desaparecer el frente del norte en octubre, la flota nacional dio prioridad a las operaciones en el Mediterráneo, se creó la "Fuerza de Bloqueo del Mediterráneo" con base principal en Palma.


A partir de entonces, el Baleares y el Canarias operaron casi siempre juntos.


El Baleares acompañó a convoyes, sufrió nuevos ataque de la aviación republicana, en los que varios aviones fueron derribados, participó en numerosos bombardeos de las costas mediterráneas, y apoyó operaciones de minado.


Uno de los ataques de la aviación fue el del 22 de febrero de 1938, en el que la agrupación formada por el Baleares, Canarias, Cervera y dos minadores, sufrieron el bombardeo de 18 aviones "Katiuska", que produjeron 1 muerto y 1 herido en el Baleares, 1 herido en un minador, y 12 muertos y 70 heridos en el Cervera.

El 5 de marzo de 1938, el Baleares, salió de Palma con el Canarias y el Cervera para dar protección lejana a un convoy de dos barcos mercantes procedentes de Italia.


En la noche del 5 al 6, navegando hacia Alborán en oscurecimiento total, se encontraron con la escuadra republicana que también navegaba en oscurecimiento total, formada por los cruceros Libertad y Méndez Núñez y cinco destructores: Sánchez Barcáiztegui, Antequera, Gravina, Lepanto y Lazaga.


La escuadra de la República había zarpado de Cartagena, en un principio para participar en un golpe de mano contra la base de Palma de Mallorca, abortado al poco tiempo, y cambiada la misión por la de tratar de dar caza al Cervera, que creían que navegaba hacia Cádiz para reparar.


A media noche, los republicanos avistaron a los nacionales a unos 2.000 metros, y antes de perder contacto, uno de los destructores republicanos lanzó torpedos que no hicieron blanco.


Tras varios cambios de rumbos de ambas escuadras, sobre las dos de la mañana se produjo de nuevo el avistamiento.


El Baleares, al tiempo que efectuaba señales luminosas descubriendo su posición, vio de nuevo a las unidades republicanas, y a unos 2.000 metros abrió fuego utilizando proyectiles iluminantes.


Las unidades republicanas respondieron al ataque de forma rápida gracias al efecto contrario producido por los iluminantes del crucero nacional.


El Baleares fue alcanzado por el fuego del Libertad y por torpedos, seguramente dos lanzados por el Lepanto, que al parecer impactaron en la parte baja de los pañoles de las torres de proa produciendo su explosión, a consecuencia de la cual el barco empezó a hundirse.


Mientras el Canarias y el Cervera se alejaban con el convoy, los destructores británicos Bóreas y Kempenfelt, que desde la distancia habían seguido la acción, navegaron a toda máquina hacia el barco en llamas, y comenzaron a salvar a la dotaión.


El Kempenfelt llegó incluso a abarloarse al moribundo crucero, pero tuvo que alejarse, ya que el Baleares se estaba hundiendo, y la aviación republicana hizo acto de presencia lanzándoles bombas.


Los británicos lograron rescatar un total de 435 náufragos, en una actuación realmente ejemplar, que constituyó un bello y difícil gesto de hombres de mar, digno de todo elogio.


Alrededor de las 5 de la mañana, el Baleares se hundió a unas 65 millas al este de cabo Palos, después de un año, dos meses y 21 días de vida activa, durante los que llegó a navegar 90.000 millas en 278 intensas singladuras
.

De los 1.223 hombres que llevaba a bordo, solo se salvaron los 435 rescatados por los destructores británicos.


Murieron 788, entre ellos el contralmirante Manuel Vierna y Belando, jefe de la división de cruceros, el capitán de navio Isidro Fontenla y Maristany, comandante del buque, casi toda la oficialidad, miembros de la dotación, componentes del Estado Mayor de la Flota, flechas navales, y obreros de los astilleros de Ferrol.






Bibliografía; 50 Barcos Españoles del C.N. Don Marcelino González, edita Fundación Alvargonzález // Buques de la Guerra Civil Española, Acorazados y Cruceros, por Dionisio García, editorial Almena // El Crucero Baleares (1936-38), por J.F. Fullana, E. Connoll y D. Cote, edita Lleonard Muntaner //Buques de la Armada Española del Siglo XX, de Alejandro Anca, edita Ministerio de Defensa // Alzamiento y Revolución en la Marina, de José Cervera Pery, editorial San Martín //Empresa Nacional Bazán. // Archivo Guerra Civil // Archivo General de la Administración // Biblioteca Nacional // Revista General de Marina // Vidamarítima //Archivos personales

Aquí murió un hermano de mi difunta suegra. El Marinero Fogonero D. Andrés Seco García, natural de Marín.

El hermano de mi abuelo era Comandante maquinista en el Baleares. Mi Padre contaba lo que su tio le contó al regresar, que básicamente creo recordar era más o menos lo siguiente:

Cuando dieron orden de abandonar el buque, estaba pendiente de que todo el personal de su departamento abandonase la maquina, cuando encontró apoyado contra un mamparo a uno de sus subalternos que con las dos manos hechas unos muñones deformes, requemados y ensangrerntados al verle empezó a decirle "D. José sálveme, D. José sálveme" fué a buscar ayuda para mover a aquel hombre y al no encontrarla salió a cubierta, donde debió de caer y golpearse pues perdió el conocimiento.

SE despertó a bordo del HMS Boreas, donde le trataron de la forma más amable y esquisita. Pasaron apuros cuando por la mañana llegó la aviación a bombardear las tareas de rescate. Luego años despúes el aviador Leocadio Mendiola se ufanará de haber hundido con su avión el Baleares.

Mi tío abuelo regresó a Cadiz vistiendo una cazadora "Khaki Battledress" (osea una cazadora de traje de faena color caqui) que seguramente le habrían cedido para vestirse procedente de algún Royal MArine de la dotación.

Mi padre solía decir que su tío pepe murió años despues como otra victima del Baleares, ya que sufrió un cancer que parece ser dijeron degeneración de las heridas sufridas como consecuencia del combate.

En fín historias de la familia.

Mi padre navegó al principio de la guerra como cabo de telémetro de la torre de popa.
Gracias . Un abrazo

Aquí unas fotografías sobre el traslado posterior de los náufragos, desde el Bóreas o el Kempenfelt al crucero Canarias.

La aviación roja bombardeó, durante la operación, a los buques británicos y españoles.

Fuente: "El crucero Baleares", Colecc. "Temas españoles", nº 5 (2 pta). 1952. Autor(es): C y A Sevillano de Agar.

Al principio de la guerra cuando activaron los cruceros de la clase Baleares, desmontaron el telémetro del polígono de experiencias de Torregorda y lo trasladaron junto con su cabo telemetrista para instalarlo/destinarlo en/a uno de los dos cruceros, no se exactamente a cual, pero creo recordar que al Baleares.

¿No estaría su padre destinado en el polígono de Torregorda?

No te lo puedo decir , buscaré en sus papeles.Un abrazo

UN NUEVO TRIPULANTE (O PASAJERO) DEL CRUCERO BALEARES

El diario La Gaceta, en donde aparece una separata titulada ASÍ SE SALVÓ DON JUAN DE MORIR EN EL BALEARES, como todo el grupo de Intereconomía tiene en su plantilla de todo. Algunos de sus periodistas o invitados son particularmente incisivos cuando tratan problemas o situaciones anteriores al año 1975. Como a todos los políticos, comentaristas y periodistas les recordaría lo siguiente:
1º.- El régimen anterior podía no ser democrático pero era legal y sus leyes, las que están vigentes, son de obligado cumplimiento.
2º.- El Ejercito Español, con todas las modificaciones que se quiera, es el mismo que ganó la guerra de Liberación.
3º.- El Rey de España es el mismo que propuso Franco y que juró, aunque se le haya olvidado, antes las Cortes elegidas por el procedimiento existente en el régimen anterior
4º.- Invitaría a todos los que esto leen que hagan un ejercicio ucrónico suponiendo que el Frente Popular hubiera ganado la guerra.

¿Por qué no murió don Juan de Borbón en el crucero Baleares?
Pues por lo mismo que yo no me voy a morir en Nueva Zelanda, Porque ni estoy allí ni se me espera.
Es políticamente correcto considerar al padre del Rey como un almirante ejemplo de almirantes cuando en realidad su título tiene más de honorifico que de otra cosa. Por ello no tiene nada de extraño que el diario La Gaceta nos presente la monografía a que hacemos referencia. Lo que no aclara es la forma en que nuestro don Juan obtuvo la graduación de teniente de navío de la Royal Navy. ¿Juró bandera? ¿Ascendió por méritos profesionales?. Creo que como su graduación de almirante lo que hizo el Reino Unido de Gran Bretaña fue tener una consideración diplomática con nuestro príncipe por lo que su formación profesional alcanza, como mucho la correspondiente a un alférez de fragata recién nombrado. ¿Cómo iba a embarcar como teniente de navío?. En los barcos de guerra no hay mucho sitio para invitados. Por eso tendría que tener un puesto de mando y “CARECIA DE EXPERIENCIA PARA ELLO”.
Una cosa es enrolarse en un barco y otra, mucho más sencilla hacer la bufonada de atravesar una frontera con pasaporte falso, confiando en que la eficaz policía española descubriera el entuerto antes de que se llegase al destino.

CRONOGRAFÍA DE LOS ACONTECIMIENTOS RELACIONADOS CON DON JUAN DE BORBÓN EN EL AÑO 1936
06.04.1936.- Concluye en Marsella su viaje de novios en el que visitó Estados Unidos de América (Nueva York, Filadelfia, Washinton y Hawai), Japón, China, India y Egipto. Fija su residencia en la Villa de San Blaise en Cannes.
18.07.1936.- Su ayudante, José Luis Roca de Togores, vizconde de Rocamora y capitán de Estado Mayor, decide incorporarse al Movimiento Nacional.
28.07.1936.- Se incorpora al Ejército Nacional su hermano político, el infante don Carlos de Borbón y Orleáns, de 27 años de edad. Un grupo de navarros se ofrecen para acompañar a don Juan en su intento de incorporación al Ejército Nacional, cosa que este acepta a pesar de que estaba a punto de ser padre. Se producen unos imprevistos que le obligan a demorar su incorporación.
30.07.1936.- En la madrugada nace la infanta doña Pilar. Y don Juan, con el previo consentimiento de su padre que se encontraba en Checoslovaquia, parte de Cannes hacia España en la madrugada del día 31 de julio llegando a Biarritz a las 11 de la noche de ese día.
01.08.1936.- En Biarritz don Juan se reúne con el infante José Eugenio de Baviera y con un grupo de navarros y todos juntos cruzaron la frontera por el puesto de Dantzarinea a las 8 de la mañana. Don Juan portaba documentación falsa preparada por el grupo navarro que le acompañaba en la que figuraba como un trabajador del Hotel La Perla de Pamplona llamado Juan López. El infante José Eugenio de Baviera cruzó la frontera, también con documentación falsa, bajo el nombre de José Martínez.
A las 10 y media llegaron a Pamplona y se presenta en el Hotel La Perla donde se encontraba el infante don Carlos reponiéndose de las heridas sufridas en el frente (con posterioridad habiendo retornado al frente murió en combate el 27 de septiembre de 1936). Don Juan procedió a disfrazarse de falangista con un mono azul y con el escudo del yugo y las flechas en el pecho y un brazalete con la bandera nacional en el brazo. Al verlo de esta guisa la esposa del aviador Ansaldo le ofreció una boina roja que don Juan aceptó gustoso completando así su variada vestimenta cometiendo el error (intencionado o no) de asomarse a la ventana del hotel, que daba a la Plaza del Castillo, junto a la sede del Partido Tradicionalista, cuyos miembros al reconocerle le increparon diciéndole que no era digno de usar la boina roja.
Con esa indumentaria, ante el cariz que estaban tomando los acontecimientos, don Juan salió de Pamplona dirigiéndose hacia Burgos, donde comió en casa de un industrial apellidado Vesga y visitó la Catedral, para desde allí dirigirse a Somosierra con la intención de unirse a la columna del general García Escamez.
Antes de llegar se detuvieron en el Parador de Aranda del Duero para cenar. En este lugar fueron saludados por un teniente de la Guardia Civil, amigo de un alférez de la Benemérita apellidado Ochoa que acompañaba a don Juan (no hemos podido investigar el motivo por el que este oficial formaba parte del grupo) y que les comunicó, incomprensiblemente, que tenía orden de detener un automóvil procedente de Burgos que pasaría esa noche y que había que tratar a los detenidos con la mayor cortesía posible.
Durante la cena el general Fidel Dávila, perfectamente enterado de la composición del grupo y de sus movimientos, telefoneó al Parador para localizar al, entonces capitán, Jorge Vigón que formaba parte del grupo y comunicarle que, por orden del general Mola, quedaba prohibida la continuación del viaje.
Al terminar de cenar, obedeciendo sin comentarios las ordenes recibidas, regresaron todos a Pamplona, al Hotel la Perla.
02.08.1936.- A las cinco y media de la mañana don Juan, ya desprendido de su disfraz, acompañado de 14 personas, suponemos que el capitán Vigón y el alférez Ochoa ya no formarían parte del grupo, salieron con destino hacia la frontera de Dantzarinea a donde llegaron a las 8 de la mañana. Don Juan atravesó de nuevo la frontera utilizando, para ello, su falsa identidad.

Saludos
Gerardo

Desde luego, hay que ver qué imaginación derrochan algunos. ¿Y por qué al Baleares, y no a un bou (o mejor, a galeras)?.

Siempre que he leído lo del mono, me imagino a Juan de Borbón al lado de Largo Caballero, otro con su flamante mono proletario (y "democrático").

En fin, que si esa capacidad de inventiva que tienen muchos lo dedicaran a cosas productivas, en vez de a estos trapicheos, mejor nos habría ido a todos.

Lo curioso, querido AMENOFIS es lo informado que estaba el señor sobre lo que ocurria en España.

!!Mira que asomarse a la Plaza del Castillo, en esas fechas, vestido de esa guisa!!

Lo que menos le dijeron era "bonito"

Por lo visto el señor no sabía nada de las guerras carlistas y lo que la boina roja significaba y significa en Navarra. (Mi padre en aquellos tiempos fue capitán de un tercio de requetes y la familia de mi esposa es de Navarra).

Un abrazo
Gerardo

!!Muy interesantes fotografias!!
Casi arqueología naval.
¿Podrías dar los datos de la procedencia para poder copiarlas?

Un abrazo
Gerardo

Estimado Don Gerardo, la referencia las tiene en las fuentes, pero envíeme un MP si quiere con su correo y encantado se las mando.

Un abrazo