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El Libro Guiness de los Desatinos Navales.
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mikuma
Sargento
Registrado: 30 Jul 2007 21:27 Mensajes: 44
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 El Libro Guiness de los Desatinos Navales.
' De Geoffrey Regan. Instituto de publicaciones Navales del Centro Naval. Argentina 2000
Tiene muchos relatos, algunos hilarantes,con críticas a diversas acciones a lo largo de la histora. Leyendo algunas me he reido una barbaridad. Os iré ofreciendo algunos extractos para que lo vayáis calando. Debo advertir que varios de ellos ya los he ido publicando en otros foros, ya desaparecidos. En todo caso los conozcáis o no tales extractos son de mi entera autoría. Estos post y yo mismo quedamos a disposición del Sr. Administrador del foro.
Para ir abriendo boca. Combates de la Royal Navy, El almirante Benbow y el inefable Edward Vernom. Sonrían amigos, es gratis.
DESPROPOSITOS... EL TRADICIONAL ARROJO DE LA ROYAL
El último combate de John Benbow (1653-1702)
Al comienzo de la Guerra de Sucesión Española Jonh Benbow, duro oficial de la Armada Inglesa, ducho en combates contra los franceses en la década de 1690 en el Canal de la Mancha, de espíritu combativo y fiero lenguaje, mandaba una flota inglesa con base en Port Royal (Jamaica), izaba su insignia en el Breda. Su escuadra estaba formada por el Defiance (cpt R. Kirkby), el Pendennis (cpt Hudson), el Windsor (cpt Constable), el referido Breda (cpt Fogg), el Greenwich (cpt C. Wade), el Ruby y el Falmouth (cpt Vincent).
Zarpó con ánimo de interceptar una escuadra francesa al mando del almirante francés Ducasse, que se retiraba del Caribe, formada por 6 navíos, de ellos 4 de 60 o 70 cañones. Las escuadras se avistaron en el golfo de Venezuela el 19 de agosto, los franceses rehuyeron el combate tras el primer avistamiento. Benbow ordenó la persecución. El orden de la línea inglesa era el que indico arriba. Fueron para Benbow 6 días de pesadilla.
Se ordenó que el Defiance fuera el primero en contactar con la flota francesa encabezando la línea inglesa. Sin embargo los movimientos de este buque fueron muy lentos, tanto el Defiance como el Windsor se vieron pronto azotados por el fuego de los franceses y se retiraron fuera del alcance. Parece que el propio Kirby no era muy respetado por su tripulación, en la primera refriega el timonel del Defiance que resultó herido acusó a su comandante de cobarde, algún oficial le conminó a cerrar la boca, sin embargo fue apoyado por algunos de los artilleros muy enfadados al comprobar como Kirkby no devolvía el fuego.
En el 2º día de persecución y predicando con el ejemplo el buque insignia comandó la línea inglesa, hizo indicaciones al Defiance y al Windsor para que lo apoyaran sin que éstos hicieran caso alguno. Sí lo hizo el Ruby, el menor de los barcos ingleses. El resto de los barcos se mantuvieron unas millas alejados de la acción, en particular el Defiance ignorando órdenes directas para unirse a la lucha.
El día 3º, las cosas seguían igual, sólo combatían el Breda y el Ruby, éste último se las vio y se las deseó contra tres franceses que acabaron por dañarlo seriamente, por lo que fue remolcado y retirado de la lucha, siendo después despachado de regreso a Port Royal. El Defiance y el Windsor en este día 3º tuvieron a tiro a los franceses en alguna ocasión pero no dispararon ni una sola vez. Kirkby alegaría que fue debido a que no se hallaba a corta distancia del enemigo, el contramaestre del Defiance indicó a Kirkby la presencia de señales del Breda para unirse a la línea, fue silenciado por su capitán, al parecer con bastantes malos modos y llegó a decirle que de no callar lo atravesaría con su espada, los artilleros estaban fuera de sí gritando que mejor sería tirar los cañones por la borda en vez de estar parados a su lado inactivos.
En el día 4º el Falmouth, el último buque de la línea inglesa, no sabemos si por vergüenza torera o porque por fin se le calentaron los... “ánimos” viendo la manifiesta inoperancia y cobardía de sus compañeros decidió adelantarse para unirse a su comandante en la lucha. Kirkby y Constable alejados aún. Desde el Greenwich se le indicó a Benbow que no se podía unir al combate debido a averías en el timón.
El día 5º, sólo hubo persecución sin entablar combate, destacados el Breda y el Falmouth, el resto de la flota a su estela bien seguros.
El 6º día de nuevo duros combates, Benbow fue herido de gravedad en la pierna dcha por una bala encadenada, aun así siguió dirigiendo la acción, El Breda había dañado seriamente a uno de los buques franceses de 70 cañones que quedó al garete. Circunstancia esta aprovechada por el Defiance y el Windsor que en un alarde de arrojo, valor, coraje, redaños, agresividad, valentía, decisión y sobre todo temeridad en el cumplimiento del deber empezaron a disparar sobre los restos del desafortunado francés, no obstante su dotación devolvió con ardor el fuego dispuestos a vender caras sus vidas. El Defiance puso nuevamente pies en polvorosa, más adelante lo haría el Windsor cuando el resto de la flota francesa regresó para ayudar al rezagado, viendo que a la postre al único a quien debían temer era a Benbow y su Breda, de hecho nunca apoyado por sus compañeros, de esta manera rescataron al navío que merecía ser apresado por Benbow y su tripulación por su arrojo en combate.
Benbow, como ya dije herido y además con un “cabreo de no te menees” citó en el Breda a los capitanes de su flota, allí recibió el sentido pesar de Kirkby por sus heridas en la pierna dcha, pero que él se las había buscado. Una reconstrucción no oficial de las deliveraciones indican unos términos aproximados a estos: “¿a quién se le ocurre?” dijo, “fíjese en un servidor, mi peluca sigue bien empolvada, ni un rasguño, oye” Los capitanes firmaron un documento, a propuesta de Kirkby, en el que opinaban que debían renunciar a la persecución y a la lucha ya que se encontraban cortos de tripulación, escasos de munición, con averías en palos y aparejo y que el viento no favorecía la persecución de los franceses. Benbow asumió lógicamente que él sólo no tenía nada que hacer contra la flota francesa y ordenó regresar a Port Royal, A sus capitanes les espetó que en lo sucesivo sólo saldría con su familia al mar, ya que sólo en ellos podía confiar.
Ni que decir tiene hubo un consejo de guerra para aclarar lo ocurrido, se enjuició a los capitanes por cobardía. La condena contra Kirkby y Constable era clara, fueron sentenciados a muerte. Del primero dijo su contramaestre que se escondía detrás del palo de mesana o que sencillamente se tiraba a la cubierta cada vez que se hacía fuego, imagino que francés, que si fuera además del propio... El capitán Hudson falleció de muerte natural antes del juicio, pero es probable que hubiera sido igualmente sentenciado a muerte. El capitán Wade fue dado de baja y encarcelado. Este último dijo según uno de sus oficiales que si eran abordados deberían rendirse en el acto ya que no estaban preparados para defenderse, en el Greenwich hubo quien sugirió cerrar y atornillar las portas para evitar que fueran usadas para el abordaje, Wade, sin dudarlo aprobó tan prudente medida, sin embargo advirtió con pesar como otros ojos de buey no habían sido sellados y los franceses podrían entrar por ahí. No obstante dijo muy ufano, que por su personal letrina no podrían pasar ya que según palabras textuales: “esas ya las he taponado yo”
Los capitanes Fogg y Vincent tuvieron que responder ya que también firmaron el documento, alegaron temor a que el resto de la flota desertara y los abandonaran a su suerte ante los franceses, Benbow habló en su defensa y fueron absueltos. La conducta del capitán del Ruby fue irreprochable y no se tomaron medidas contra él.
A Benbow le fue amputada la pierna y finalmente murió a consecuencia de las heridas, no pudo ver el merecido final de sus capitanes. Sí tuvo el debido consuelo de poder leer una carta de su enemigo Ducasse quien le escribió: “Tenía la esperanza de poder cenar en su cámara. En cuanto a sus cobardes capitanes, ¡por Dios, cuélguelos, se lo merecen!” No fueron colgados, sino fusilados.
Ahora y cerrando ya esta primera entrega del capítulo de “despropósitos” un relato sobre la oreja de Jenkins y el Almirante Vernom, sí amigos, sí. La campaña de Cartagena de Indias.
Según mis “fuentes” (así, entre comillas) el almirante Vernom (1684-1757) envió y comandó una expedición al puerto de Cartagena de Indias (Colombia) para restaurar el prestigio británico en el continente español, prestigio tirado por los suelos cuando al capitán de la Royal Robert Jenkins años antes se le hizo enviar un paquetito a su graciosa majestad Jorge II, el paquetito fue su oreja momificada cortada a este capitán por un español, los corsarios españoles que tantos mercantes británicos había apresado y hundido para burla, escarnio, chanza, choteo, guasa, pitorreo, cachondeo, mofa y befa del pacífico comercio inglés, (curioso, pero yo pensaba que era justo lo contrario, que los corsarios eran ellos y Jenkins uno de tantos)
El hecho es que se declaró la guerra en 1739. Al almirante Edward Vernom se le ocurrió acertadamente que dar un golpe en Cartagena supondría una notable debilitación de España, con dificultad para sostener el tráfico propio, forzar una apertura para el tráfico inglés y dificultad para el embarque del oro y plata del Perú. Estimaba que serían necesarios unos 9000 hombres entre ingleses y americanos. Dado que pensaba que se podría reunir una flota combinada francoespañola de unos 30 navíos contra él, pidió al Almirantazgo cuantos buques pudiera reunir.
Consiguió pronto reunir 6000 hombres para el desembarco, pero estaba bloqueado por falta de personal naval, El general de las fuerzas terrestres Cathcart cedió 600 infantes de marina para actuar como marineros. En principio ya había personal, el problema fue que la partida se retrasó 6 semanas por falta de vientos favorables, entretanto las tripulaciones embarcadas iban consumiendo las provisiones destinadas al viaje, y aun cuando los productos frescos estaban disponibles tan solo con bajar la escala, nadie pensó en llevarlos a bordo. Lo que son las cosas, antes de la partida 60 bajas por escorbuto. Los planes secretos de la partida y el destino aun más secreto de la flota eran la comidilla de las tascas de Portsmouth, incluso los diarios se hacían eco, pero todo dentro de la mayor reserva, cautela, silencio, discreción y sigilo, no se enteren los españoles.
Durante el cruce del Atlántico otros 484 hombres mueren por diversas enfermedades, entre ellos el propio Cathcart, quien estando ya pachucho recibió como tratamiento una dosis generosa de sales de Epsom, claro, todos sabemos lo que pasa con las sales de Epsom cuando se usan en dosis altas. Sin el jefe de las tropas de tierra asumió el mando el brigadier Wentworth, al parecer un incompetente y poco capaz de mandar una fuerza terrestre tan numerosa, aunque poco a poco menguante, además un pusilánime que permitió que Vernom lo dominara. Al llegar la flota a Jamaica a primeros de 1741 había que lamentar más de 600 muertos y más de 1500 enfermos.
Vernom temía que la flota francesa atacara su retaguardia y tomara Jamaica mientras sitiaba Cartagena, afortunadamente las enfermedades tropicales como la fiebre amarilla no hacía distingos y a flota francesa sufrió importantes bajas por este motivo, la inglesa, pues... también. Llegó el avezado Vernom a Cartagena el 4 de marzo, menos mal que venían las fuerzas terrestres con ellos que si no, ni zarpan, la tercera parte de las tropas terrestres fueron usadas para marinar los barcos.
Confiado en que Cartagena ya había sido sitiada por los franceses, al parecer con éxito (1560, 1565, 1586 y en 1697), pensó Vernom, “aivá la leche, nosotros también” El bueno de Edwards ignoraba, ese servicio de inteligencia, que las defensa de Cartagena habían sido reforzadas tras el último ataque francés.
Lo primero era entrar en la gran bahía y desembarcar las tropas, había que pasar por Boca Chica y destruir los fuertes allí sitos, el Santiago y San Felipe, lo cual se logró fácilmente. Pronto se produjo el desembarco y las tropas de Wentworth se atrincheraron, Vernom esperaba que tomaran los otros “despreciables fuertes”. No parece que los intrépidos infantes lo consiguieran. El tiempo apuraba así que Vernom decidió bombardear el fuerte de San Luis, lo cual hizo con singular virulencia, informó que el fuerte había sido silenciado, pero no fue así. No obstante es de señalar como se abrió una importante brecha en sus muros; cuenta un cronista: “... una abertura lo bastante grande como para que entrara un gorila mediano, siempre y cuando encontrara medios para trepar hasta ella” No se a vosotros, a mí esto del gorila mediano me hace gracia, sabía de los macheteros jamaicanos, pero lo de los gorilas no, (¿se referiría a los porteros de las tascas y tugurios de portsmouth?) Y lo de trepar hasta ella, tiene su puntito, no me lo negaréis. En fin que el San Luis no estaba fuera de combate.
Vernom se mosqueó con Wenworth por incompetente, el 14 de abril suspende el sitio y se procede a embarcar las tropas, parece que esta operación también se retrasó. La comida y agua eran putrefactas, las tripulaciones comenzaron a morir en masa. Aunque estaban previstos médicos y algún buque hospital no se podía hacer frente a bajas en tan gran escala. Las relaciones entre ejército y marina eran inexistentes, A estas alturas Vernom y Wentworth ya ni se hablaban, los soldados estaban en los barcos abandonados sin la asistencia de los galenos (no sabemos si eran de los que usaban las sales de Epsom con alegría o a esas alturas ni de eso quedaría para tratar a los enfermos) Según iban muriendo se los arrojaba al mar tal cual siendo pasto de tiburones y picoteados por las aves. Por el contra los marinos eran envueltos en sus coys y lastrados con una bala de cañón. La flota inmóvil por falta de viento sin posibilidad de aprovisionarse en tierra y la atmósfera empozoñada por hedor a muerte y enfermedad.
Finalmente salieron de regreso a Jamaica, de un total de 9000 hombres regresaron unos 1700. De las tropas de tierra mandados inicialmente por Cathcart el 90% no regresaría.
Naturalmente al regresar a Londres se hubieron de dar explicaciones. Los informes de Vernom pronto llegaron al Almirantazgo, antes que los de Wentworth que se retrasaron. Según Vernom la marina había capturado los fuertes y asestado un duro golpe a los españoles, a pesar del ejército, los informes de disculpa de Wenworth fueron interpretados como eso, meras disculpas de un incompetente.
Brevemente como crítica al relato que antecede. Que yo sepa la armada de Vernom era de unos 180 barcos entre transportes, brulotes, barcos de guerra, etc. Y la dotación completa sobrepasaba los 20000 hombres. Frente a ellos no llegaban a 4000 los defensores entre españoles y criollos que contaban con 6 barcos. Ante los éxitos iniciales Vernom escribió a Inglaterra dando por hecha la derrota española. Cuando llegó a Inglaterra donde fue aclamado como héroe, si bien poco apoco se fue conociendo la verdad de la auténtica hecatombe inglesa. El rey prohibió las referencias sobre el asunto y no parece que sea muy conocida entre los británicos, y tampoco, ¡ay!, entre los españoles. Por cierto la famosa medalla de Vernom ¿fue en referencia al asedio de Portobelo en 1739 o de Cartagena?
Como el autor del artículo que os comento arriba no lo cita, vamos ni hace referencia a la defensa de los españoles, las bajas sufridas por este motivo, y parece que todo fue un desastre natural sobre una desgraciada flota, acabaré con unas palabras de Blas de Lezo en respuesta a las desafiantes cartas que le escribía Vernom: “Hubiera estado yo en Portobelo, no hubiera Usted insultado impunemente las plazas del Rey mi Señor, porque el ánimo que faltó a los de Portobelo me hubiera sobrado para contener su cobardía...”
El relato que he leído es de una parcialidad pasmosa, no cita referencias españolas, aunque debería conocer que las cosas fueron de un modo bien distinto a como las narra. En fin, más allá de todo lo risible que se pueda extraer del “Libro Guiness de los Desatinos Navales” al menos parte de los datos históricos que da deben ser tomados al menos con cautela.
Saludos. Mikuma .
_________________ 24/X/2008 sic gloria mundi transit
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19 Sep 2008 18:37 |
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Mariolugo
Grumete
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 Re: El Libro Guiness de los Desatinos Navales.
' La medalla es por la "rendida" Cartagena. La cifra de 180 buques es discutida. tanto la de los transportes, como si la cifra de navíos de línea incluía bques de cuarta a sexta clase. En cuanto a la cifra de transporte he leído en ocasiones hasta 170 transportes. El asunto es complicado de saber a ciencia cierta.
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19 Sep 2008 18:39 |
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De la Rocha
Contralmirante Ingeniero
Registrado: 11 Oct 2006 12:35 Mensajes: 1114 Ubicación: Rechazando herejes en el San Agustín
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 Re: El Libro Guiness de los Desatinos Navales.
'
Sólo una pequeña curiosidad: "La isla del tesoro", de Robert Stevenson, comienza en una posada diechiochesca de nombre "Almirante Benbow", homenaje del autor al marino inglés.
_________________ Insignia en el navío: San Agustín R. O. del 7 de Noviembre de 2007. "El hombre promedio tiene 30 kilos de músculo, y 1.6 kilos de cerebro, lo cual explica muchas cosas"
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19 Sep 2008 18:40 |
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mikuma
Sargento
Registrado: 30 Jul 2007 21:27 Mensajes: 44
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 Re: El Libro Guiness de los Desatinos Navales.
' Despropósitos camino de Tsushima.
He aquí un relato poco habitual de como las cosas pueden salir mal, muy mal, desde el incio al final de una larga singladura. Parece sacado de la Ley de Murphy. A los autores y responsables ya no se les puede pedir cuentas, la incompetencia de muchos llevó a muchos más a la muerte... Hoy muchos años después de la espantosa tragedia, por inútil, podemos sonreírnos, más allá del respeto debido a quienes murieron cumpliendo órdenes por defender la bandera bajo la cual habían nacido.
El cuento que os propongo es un breve relato del largo, larguísimo viaje de la escuadra rusa del Báltico, la "segunda escuadra del Pacífico" (la primera fue aniquilada el año anterior) camino de Tsushima al encuentro de la escuadra japonesa en 1905, como sabéis los rusos fueron literamente hechos pedazos por la escuadra de Togo.
En primer lugar no había puertos rusos donde abastecerse de carbón, el aprovisionamiento debería hacerse en alta mar en puntos establecidos de antemano, de forma aproximada se requerían hasta 30 aprovisionamientos dada la enorme distancia a cubrir, unas 18000 millas, en mar abierto.
Varios de los acorazados eran obsoletos, con estructuras sobrecargadas, de forma que el cinturón acorazado quedaba por debajo de la línea de flotación y con mala mar no se podía hacer uso del armamento secundario. Las tripulaciones tenían poca formación marinera, fuese por su origen campesino, fuese porque el mar Báltico ruso estaba helado buena parte del año; en un simulacro de combate la tripulación no acudió a sus puestos porque desconocían cuáles eran, tal era su ignorancia.
Salen el 16 de Octubre. Un crucero pierde un ancla y se retrasa varias horas buscándola, un destructor embiste a uno de los acorazados y debe retornar a puerto a reparar, el acorazado, no se que fue del destructor... pero ponte en lo peor.
Se habían dado consignas de extremar la vigilancia, ya que se suponía que los japonenes habían apostado torpederas y buques trampa y saboteadores lo largo de la costa ¡de Dinamarca! Del peligro de las minas, mejor ni hablamos. Todo esto advertido por un hábil agente del contraespionaje desde Copenhague. Claro, como medida precautoria se impidió que cualquier barco se infiltrara en la formación rusa, nada que objetar a medida que rezuma sabiduría y prudencia a partes iguales. El hecho es que se enviaron mensajes a la flota a través de dos pesqueros rusos que fueron recibidos a cañonazos y casi son hundidos. Hubo alguna alarma de ataque simultáneo de hasta 8 torpederas, nadie las vió más que quien las avistó.
Hasta aquí los disparos rusos fueron sobre barcos propios. Distinta fue la situación al pasar por Dogger Bank donde pequeños inofensivos pesqueros ingleses fueron tomados, ¡como no! por torpederas japonesas. Un barco ruso informó por la noche de impactos que no se confirmaron con la luz del día... ¿¿??. Algunos marineros creyendo que se iban a pique saltaron al mar, con salvavidas, eso sí; otros más aguerridos se dispusieron a defender con coraje las cubiertas de las hordas japonesas que los abordaban. La defensa contra las "torpederas" fue ejemplar, 4 pesqueros tocados y otro hundido, hubo que lamentar que un crucero propio fuera alcanzado por "fuego amigo", el "Aurora" aunque no se hundió; de todas formas, casi haciendo cierto el refrán "El acusado Martínez tuvo una suerte excepcional, 12 tiros le pegaron y sólo uno fue mortal", resultó que contra el "Aurora" se hicieron al menos 500 disparos. Se cuenta de Rozhestvensky (por cierto con fama de tener mucho carácter) que al comprobar como alguno de sus artilleros, cegado por el furor del combate insistía en rematar a uno de los pesqueros tocado, hizo efectiva la orden de alto el fuego tirando al fulano por la borda. Naturalmente la flota inglesa se dispuso para repeler la ofensiva. La diplomacia rusa se movió con rapidez en ofrecer las oportunas y muy oficiales excusas. Los oficiales responsables fueron enviados a casita, si no fueron ejecutados, salvaron finalmente la vida. Para evitar males mayores durante la travesía por el Golfo de Vizcaya la flota rusa fue gentilmente escoltada por la Real Marina de su graciosa Majestad, que a esas alturas no estaría precisamente para "gracias". Por cierto creo incluso que hicieron una breve recalada en Vigo y se les autorizó a tomar una pequeña cantidad de Carbón. ¿Lo podéis confirmar?
En Tánger la flota fue alcanzada por algún rezagado que informó como se había batido bravamente con enemigos japoneses, en concreto tres. Más tarde se supo que sí, que eran tres, pero se trataba de un mercante sueco, un pesquero alemán y una goleta francesa. En esta ocasión el consumo de munición fue "moderado", no más de 300 granadas. ¿Hay más desgracias, santo cielo? Sí las hay aun. A la salida de Tánger una ancla díscola tuvo la torpeza de engancharse con el cable submarino, Tánger quedó incomunicada hasta su reparación.
A la altura de Dakar y haciendo economías se hizo el aprovisionamiento de carbón; cada buque cargó todo cuanto pudo, incluso en las cubiertas. Con el calor ecuatorial los barcos parecían vagonetas mineras, el polvo y el calor hizo sofocarse a las desgraciadas tripulaciones.
Más adelante cundió la alarma general cuando un mensaje de "todo bien" fue interpretado por el receptor como "¿Ve Vd lanchas torpederas?".
Como la vida marinera era monótona las tripulaciones fueron embarcando diversas mascotas, a destacar un cocodrilo, una serpiente, al parecer venenosa, que casi mata a un ingeniero de un mordisco. Para matar al tedio, nada mejor que emborrachar a monos y perros y organizar peleas entre ellos, no me preguntéis como estaban las apuestas. Se hablaba también de una cabra, dicen las malas lenguas –no oficiales- que llamaban “Catalina la Grande” ya que en vez de comer hierba se había malacostumbrado y sólo degustaba las mejores resmas de papel timbrado.
Vaya, no contentos con estar desmoralizados, indisciplinados, ahora se avería el buque frigorífico. Hubo que tirar por la borda la carne según se iba pudriendo. Para saber la posición de la flota rusa sólo había que seguir el rastro de los tiburones.
A la altura de Madagascar el almirante estuvo de baja en su camarote dos semanas por una neuralgia aguda y el jefe del Estado Mayor sufrió una hemorragia cerebral, la flota sin mando efectivo. Fue el "viva la Pepa". Los fondos tras el largo viaje cada vez más sucios y repletos de algas, el andar de la flota disminuyendo...
Enfermedades sin cuento iban diezmando las tripulaciones. Desde el "Kamchatka" se hizo un disparo para honrar a los muertos y ¡vaya por Dios! Resultó que con granada, que fue a impactar en ¿os imagináis quién?... sí otra vez el "Aurora".
Hubo algún motín, el desánimo cundía por la flota, que cada vez veía un más claro el trágico desenlace que estaba por llegar. El cúmulo de despropósitos continuaba. Oficiales y tripulación borrachos y/o drogados, alguien compró cigarrillos, ¡de opio!. Un oficial escribía a casa: "...si por la gracia de Dios alguna vez vuelvo a verte tendré cosas que contarte más allá de la creencia o la imaginación..." tampoco puedo deciros más de la suerte de ese oficial, os daré cumplida notificación cuando lo sepa, pero... la verdad me temo que no escribiría muchas más cartas, como ahora veremos.
La batalla se aproximaba. Había que reaprovisionarse de granadas, ya que las existencias desde Dogger Bank estaban muy mermadas. El buque previsto para tal efecto descargó el contenido de sus bodegas, varios miles de pares de botas forradas y otros miles de capotes de invierno. Imagino que rebuscando bien entre tanta pacotilla estarían las granadas de marras.
El tiempo apremiaba, maniobras para práctica de tiro, los destructores no atinaban sobre un blanco estacionario. Hubo que avisar a los acorazados para que demostraran lo que es puntería certera; a fe que lo demostraron. La nave capitana logró un impacto, ¡por fin!... sobre el remolcador de blancos. Prácticas con torpedos; de una salva de 7 ninguno siguió la dirección prevista, incluso uno empezó a navegar en círculos y hubo que dispersar la flota.
A todo esto otra flota rusa que debía unirse a esta desconocía la posición de la primera, tuvo que seguirla, y nada mejor que hacer paraditas en los puertos neutrales para preguntar...
Para reforzar la muy decaída moral de las tripulaciones nada mejor que recibir noticias fresquitas de la familia y de la cosecha, de la esposa, la novia, que si por fin Romualda (la vaca) ya parió, etc. Al final del Oceáno Indico reunión con el buque estafeta, al abrir las sacas de correo... ¡Horror, estaban las cartas enviadas desde la flota cuando navegaban por Madagascar!...
¡Al fin, por fin llegaron! Finalmente ambas flotas se enfrentaron. La flota rusa se batió con coraje lo cual como es sabido le sirvió de poco y fueron barridos del mar. Rozhestvensky fue herido y trasladado a un hospital japonés donde recibió la visita de Togo quien reconoció el ardor de los marinos rusos. Finalmente fue repatriado.
Se le hizo un juicio militar y declarado responsable de la derrota. Más adelante en 1908 recibió en su residencia un cumplido telegrama avisándole de una misa de requiem en su memoria, sin duda para avisarle de que su ausencia en tan magna ocasión estaría mal considerada...
¡Lástima que no se hundiera con su barco!
Es un nuevo extracto de lo que podéis leer con más detalle en "El libro Guiness de los desatinos navales" Os iré contando más chapuzas de leyenda, aunque dudo que alguna sea como la que os he contado.
Acabo como empecé, sonrían, por favor. Mikuma .
_________________ 24/X/2008 sic gloria mundi transit
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19 Sep 2008 18:41 |
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Jovellanos
Almirante Especialista
Registrado: 29 Ago 2007 18:44 Mensajes: 3549 Ubicación: Contemplando la playa de San Lorenzo desde su casa de Cimadevilla
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 Re: El Libro Guiness de los Desatinos Navales.
' Estimado Mikuma:
He disfrutado extraordinariamente con sus dos relatos, concernientes a los despropósitos navales en particular y a la incompetencia, en general.
Se me ocurre una reflexión, al hilo de todo ello. El Principio de Peter nos dice que
<<En una jerarquía todo miembro tiende a ascender hasta llegar a su nivel de incompetencia>>.
Cabe suponer que, transcurrido un tiempo suficiente,
<<Todo puesto tiende a ser ocupado por un empleado que es incompetente para desempeñar sus obligaciones>> (Corolario de Peter).
Pese a todo, rara vez encontraremos un sistema en el que todos los miembros hayan alcanzado su nivel de incompetencia. En la mayoría de los casos, se está haciendo algo para contribuir a los objetivos para los que (se supone) que existe la jerarquía. Es decir, el trabajo es realizado por aquellos miembros de la jerarquía que no han alcanzado todavía su nivel de incompetencia.
En consecuencia y, a la vista de los resultados, deberíamos suponer que todos los integrantes de aquella malhadada flota rusa habían alcanzado ya su nivel de incompetencia: Al menos, lo parece.
Un agradecido y afectuoso saludo. .
_________________ 2º Secretario General del Foro. Insignia en el navío: Resurrección R. O. del 27 de abril de 2008. "Todo lo hemos perdido, mi querido Lord: Estado, honor, patria, existencia..." (De la carta de Gaspar Melchor de Jovellanos a Lord Holland, 2 de febrero de 1810).
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19 Sep 2008 18:43 |
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mikuma
Sargento
Registrado: 30 Jul 2007 21:27 Mensajes: 44
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 Re: El Libro Guiness de los Desatinos Navales.
' LAS IDEAS DE LORD FISHER.
Es un nuevo extracto del Libro Guiness de los Desatinos Navales. Bien puede enlazar con el de los submarinos de la clase K que figura en el apartado de "Otras marinas. Todas la épocas". En la sección de "Navíos, buques"
Sir John “Jacky” Fisher pretendía diseñar un nuevo tipo de buque de guerra. Ya había demostrado su valía, no en vano había diseñado el acorazado monocalibre moderno basádose en las ideas del italiano Cuniberti; el Dreadnought, buque que convirtió en chatarra a sus coetáneos nada más entrar en servicio. Diseñó un tipo de barco capaz de ofrecer las funciones habituales de los cruceros (protección del tráfico propio, destrucción del enemigo, bloqueo y exploración; rápido y bien armado) pero con la potencia artillera de un acorazado.
El más serio enemigo de este nuevo navío, naturalmente el acorazado, aportaba dos características bien conocidas: gran potencia de fuego y blindaje que le permitiría soportar el castigo del enemigo, pero con un serio handicap, su reducida velocidad. La idea de Fisher era la obtención, como digo, de un buque de guerra, que cumpliendo la tarea de un crucero fuese capaz de ofrecer una gran potencia de fuego de forma que pudiera batir a la mayoría de las fuerzas navales que se le opusieran y una elevada velocidad que le permitiera escapar de los acorazados en caso de encontrarse con ellos.
De tres importantes elementos en la construcción de un barco de guerra: protección, potencia de fuego y velocidad decidió sustituir la protección blindada por la velocidad. “La mejor coraza es la velocidad”, decía. Sacrificó pues el blindaje en beneficio de la velocidad; que debía ser la de un crucero y potencia de fuego propia de un acorazado. A este concepto revolucionario de buque de guerra lo llamó “crucero de batalla”
Se botaron tres buques con tan novedoso principio: Invincible (1906), Indomitable e Inflexible, rápidos y bien armados, pero escasamente protegidos. Sobre el papel es una ecuación atractiva, velocidad y potencia de fuego, sin embargo ya en 1908 este concepto había sido criticado: “Buques de este enorme tamaño y costo no son aptos para muchas de las tareas de cruceros... una objeción más fuerte... es que un almirante operando con Invincibles en su flota, los pondrá en la línea de batalla, donde su protección ligera será una desventaja y su alta velocidad carente de valor”
El concepto de crucero de batalla fue examinado por otras potencias, en particular Alemania y en la construcción de sus contrapartes manejó los tres elementos de forma más ponderada, el Von Der Tann (1909) resultó ser superior al Invincible excepto en el calibre de su artillería. Los alemanes estaban además mejor compartimentados. Lo que Tirpitz pedía a estos barcos era “flotar, flotar y flotar”. A una armada como la alemana que tendía a aproximarse en potencia a la inglesa le interesaba sobrevivir a un encuentro armado y parecía sensata esta concepción, más adelante se vio como no les faltó razón.
Poco a poco Fisher fue pidiendo a los constructores navales más y más. Mayor potencia de fuego y mayor velocidad, Los nuevos cruceros de batalla Lion (1910), Tiger (1913) eran tan grandes o más que los acorazados, tan bien armados y, desde luego, más rápidos, también algo mejor blindados que los Invincibles, aunque todavía insuficientemente. Por el contrario sus oponentes alemanes, más pequeños, más lentos, peor armados (y esto sólo en teoría, pues tenían mejor dirección de tiro y mejores granadas explosivas), pero mucho más fuertes.
Reducir la coraza, aumentar la compartimentación. “Pegue primero, pegue duro y siga pegando, cuando, como y donde quiera” decía Fisher... Un concepto ciertamente agresivo, pero... ¿Y si a uno le devuelven los golpes? Parece que no entraba en los cálculos de Fisher esta posibilidad, criticaba duramente a quienes insistían en seguir construyendo acorazados, blindados y lentos como tortugas; así escribía a Winston Churchill: “...¡Una pesadilla! Los buques de la flota como fuertes terrestres... La primera prioridad es la velocidad... Sus asesores... corriendo para ver donde poner un poco más de coraza para hacerlos más seguros. No se va al combate para estar seguro, sino para pegarle al otro en los ojos primero, de manera que no lo pueda ver a usted. ¡Sí!, usted pega primero, le pega duro y continúa pegándole. ¡Esa es su seguridad! A usted no le devuelven el castigo.”
Es claro que el equilibrio potencia de fuego, velocidad y protección era ya una entelequia para Fisher. Insistía, insistía una y otra vez en velocidad y potencia de fuego. Pronto consiguió la construcción de nuevos cruceros de batalla, Renown (1916) y Repulse notablemente armados, 15 pulgadas, pero... escasamente protegidos (más adelante el Hood 1916-20). Como ya estaba desbocado y sin frenos, no consideró los adelantos de los alemanes; maquinaria diesel, que ofrecía velocidad y autonomía, pronto se botaría una nave bien armada, bien protegida y rápida, todo lo cual en definitiva arreglaría el problema que pretendía resolver.
Fisher, no obstante, alegaba como sus cruceros de batalla ya habían entrado en combate con éxito. Así fue. En la batalla de las Malvinas (8-12-1914) los cruceros Invincible e Inflexible hundieron a los cruceros protegidos Scharnhorst (1906) y Gneisenau, sin averías de consideración a pesar de ser alcanzados varias veces; no obstante fue una batalla desigual con el resultado que cabía esperar.
En 1915 Fisher seguía pidiendo más y más, diseñó un nuevo crucero de batalla, el Incomparable, con cañones de 16 pulgadas, los mayores construidos hasta entonces, se le informó que montar semejante artillería afectaría a la velocidad, Fisher respondió como siempre “reduzca la coraza” No obstante debió modificar los planes originales. Ya que especificó que el Incomparable debería tener 1000 pies de eslora (casi 305 mts), debía dar cabida a cañones de 20 pulgadas (el Yamato en la IIGM llegó a montar de 18´1) y un andar de 35 nudos, con estas dos premisas, se imagina uno como sería el blindaje... Desde luego nunca se pensó seriamente en construirlo y que todo quedó en los tableros de diseño del bueno de Fisher.
Llegó la batalla de Jutlandia (31-5-1916), se vio como los barcos diseñados por Fisher eran destrozados por los buques alemanes. Fueron hundidos el Indefatigable (por el Von der Tann), el Invincible y el Queen Mary (por el Derfflinger). Los oponentes alemanes resistieron el notable castigo al que fueron sometidos, en particular el Derfflinger, el Seydlitz y el Von der Tann; ya habían demostrado su capacidad de encajar golpes en Dogger Bank (24-1-1915). Desde luego se le informó a Jacky que la coraza de los cruceros de batalla ingleses era muy inferior a la de los alemanes, pero éste seguía en sus trece: “Nunca se planificó que estuvieran al alcance del enemigo”
Incorregible Fisher. Incluso en 1918 trabajaba en un nuevo submarino armado con un cañón de 12 pulgadas, posiblemente se hubiera hundido en caso de tener que dispararlo. Y aún más, propuso el novedoso diseño de un ¿crucero de batalla submarino?, de sólo 30000 Tn y armado con cañones de 18 pulgadas: No tengo datos de la velocidad que alcanzaría pero...
Como colofón a los cruceros de batalla de Fisher. Los últimos construidos fueron el Furious (1916), Courageous y Glorious; al parecer conocidos por los alias Spurious, Outrageous y Uproarious (espurio, atroz y escandaloso), montaban los cañones de mayor calibre de toda la flota, los más rápidos de la época y como cabía suponer los más pobremente blindados de los cruceros de batalla. Fueron reconvertidos en portaaviones y fueron de utilidad en la IIGM, el Courageous ninguna ya que fue torpedeado al comienzo de las hostilidades, poco después lo sería el Glorious.
Quizá el concepto de Lord Fisher del crucero de batalla no fuera realmente un despropósito. Desde luego, como decía antes, como idea fue, desde mi punto de vista, al menos interesante. Más adelante en la IIGM la velocidad no parece que fuera tan relevante. Los acorazados de bolsillo alemanes no daban más de 27 nudos, lo mismo que el Yamato y sus contrapartes americanos, excepto el Iowa, es cierto que éste podía dar hasta 33 nudos, pero era la velocidad de los portaaviones a quienes debía acompañar. En cualquier caso ya era la IIGM y la aviación y submarinos estaban mucho más desarrollados que en la IGM. ¿QUÉ OS PARECE?
Saludos. mikuma. .
_________________ 24/X/2008 sic gloria mundi transit
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19 Sep 2008 18:44 |
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sanpifer
Guardia Marina 2º
Registrado: 09 Mar 2007 20:46 Mensajes: 211 Ubicación: Valencia con su America's Cup
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 Re: El Libro Guiness de los Desatinos Navales.
' El libro en sí es bastante entretenido, de hecho yo lo encargué de importación a la editorial argentina que lo publicó y entre libro más gastos de envío aéreo, me salió de caro carísimo.
Sin ser mal libro, no me pareció a la altura de otras obras del mismo autor como su conocida "Historia de la incompetencia militar" o su "Military Blunders" (que no he visto traducido aunque sería la "Historia de la incompetencia militar 2").....
De este "Libro Guiness de los Desatinos Navales" me chirrían varias cosas: por ejemplo, cuando habla de la expedición conjunta francoespañola por aguas del Canal de la Mancha allá por 1780, con Orvilliers como jefe conjunto, califica a los españoles como "aliados difíciles" (mi explicación más plausible es que los intereses españoles en aquellos años estaban más centrados en las aguas caribeñas y en la recuperación de Gibraltar que en darse "paseos" por el Canal de la Mancha).
Las conclusiones sobre el desastre de las galeras en Djerba tampoco me han parecido muy acertadas.
A ver si tengo un ratito y os hago una lista de "Desatinos" de este "Desatinos Navales"..... .
_________________ 24/X/2008
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19 Sep 2008 18:45 |
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Mpc
Grumete
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 Re: El Libro Guiness de los Desatinos Navales.
Mikuma, gracias a tu post recordé este simpático libro, que compré hace años y solamente leí una vez y de apuro, así que lo voy a buscar para releerlo con más detenimiento.
Recuerdo que el autor a veces se torna agresivo y extremadamente crítico hacia algunos comandantes navales. Con frecuencia no duda en calificar de cobardes e ineptos a figuras que en sus países de origen son verdaderos próceres. En este momento me viene a la memoria un capítulo titulado LAS "VICTORIAS" DE LOS ALMIRANTES BARROSO Y TAMANDARÉ o algo así.
El entrecomillado ya anticipa el sentido del capítulo, que es denostar y hasta mofarse de los almirantes brasileños durante la Guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay. Sin tapujos tacha de cobardes a ambos y también critica la lentitud de la estrategia naval brasileña.
Si bien estos almirantes han sido criticados por historiadores bastante más imparciales, ya que sin duda actuaron con excesiva cautela y demoraron el progreso de la campaña, me parece que este autor de los Guiness de desatinos navales carga demasiado las tintas sin suficiente base documental. Cuando encuentre el libro voy a ver si tiene citas bibliográficas, pero estoy casi seguro que debe haberse guiado con la obra del ingeniero militar inglés Thompson, que sirvió al Paraguay durante la guerra y luego escribió una historia del conflicto en la que reiteradamente critica la pericia de marinos y militares brasileños, e inclusive cuestiona su valor en varias ocasiones. Por ejemplo, recuerdo que Geoffrey Regan repite lo que dice Thompson respecto de que el almirante Barroso se escondió en su camarote durante la batalla naval del Riachuelo. Desde ya que esto no lo acepta ningún historiador brasileño.
Creo que más allá de que hayan cometido errores o no hayan sido los almirantes más arriesgados, tampoco hay que creer esas exageraciones que se basan en leyendas contemporáneas a la guerra impulsadas por los paraguayos.
Tamandaré y Barroso son los máximos heroes navales del Brasil, al punto que el primero es oficialmente el "Patrono da Marinha", "o Nelson brasileiro" lo llaman algunos. Me imagino la indignación que provocará en los lectores brasileños esa falta de respeto del autor.
Una pauta del desconocimiento de Regan sobre la Guerra del Paraguay y los países de América hispana, lo da que en una de las anécdotas que cuenta en ese capítulo, dice que los marinos (no recuerdo de qué bando) que se arrojaron a las aguas del río Paraná en medio de un combate, fueron devorados por pirañas! Eso lo inventó basado en las películas de Indiana jones o algo así, porque en el Paraná no hay pirañas. Debe creer que es un afluente del Amazonas. Sin comentarios.
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16 Mar 2010 16:11 |
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rioplatense
Capitán de Fragata
Registrado: 07 Nov 2006 18:52 Mensajes: 500
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 Re: El Libro Guiness de los Desatinos Navales.
Comparto la necesidad de mirar con prevención estas obras anglosajonas cuando se refieren al resto del mundo. Si bien no conozco ningún caso de una persona comida por las pirañas en el Río Paraná, debo comunicar que las pirañas llegan ocasionalmente hasta el Delta del río Paraná, es decir, hasta su desembocadura en el Río de la Plata. Inclusive, alrededor de 1979 me trajeron de regalo dos pirañas, recién pescadas en esa zona, que tendrían entre 15 y 20 centímetros. Si bien tratamos de conservarlas (mi madre hizo la mayor parte de la tarea, que incluyó el eviscerado y abundante sal), una dura poco tiempo y la otra se arruinó también algunos años más tarde. Según se dice, las pirañas son más peligrosas en aguas cálidas que en las templadas. Saludos Rioplatense
_________________ Comandante de la goleta: Río de la Plata R. O. del 10 de mayo de 2010.
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17 Mar 2010 03:10 |
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Mpc
Grumete
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 Re: El Libro Guiness de los Desatinos Navales.
Rioplatense, es la primera vez que me entero de la aparición de pirañas en el Paraná. Y eso que en una época solía ir de pesca a la zona del delta y también río arriba y he tenido contacto con auténticos pesacadores de la zona. De cualquier manera, si se trata de apariciones ocasionales, suena raro que justo el día de un combate hubiera todo un cardumen devorando a los pobres marineros que caían o se tiraban por la borda, como afirma Regan sin dar la fuente. En su largo recorrido el Paraná tiene varias grandes ciudades a sus orillas e infinidad de pueblos y puertos menores y no recuerdo haber oído jamás una noticia de gente comida por esos peces. Si han existido casos, deben ser bastante aislados.
Saludos y gracias por la acotación.
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17 Mar 2010 15:56 |
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