De nuevo salgo con recuerdos, esta vez de la infancia, y de nuevo ruego a quien lo sepa que amplie la muy modesta informacion.

Debia ser por 1965 o algo asi, en Cuba la situacion era especialmente mala, y los anticastristas intentaban ahogar la economia isleña por medio de un bloqueo naval. Por entonces la España de Franco mantenia buenas relaciones con Castro, y llegaban a la isla buques españoles con toda clase de carga.

Uno de ellos era el "Virgen de Aranzazu", que fue interceptado una noche por lanchas rapidas de los anticastristas y materialmente acribillado con toda clase de proyectiles. Recuerdo ver las imagenes del buque semidestrozado por TVE, donde salieron durante varios dias, y los angustiados relatos de los supervivientes. Aun tengo en la retina las jaulas para gallinas destrozadas en la cubierta del buque. Creo recordar que hubo como una docena de muertos y bastantes heridos.

Fue toda una tragedia ¿ alguien puede dar mas datos ? Y creo que hubo algun caso mas, aunque este fuera el mas grave.

La recompensa sera, como de costumbre, pagadera en galones y galones de ron.

Un saludo.

Bueno, pues gracias a Google he podido sacar datos de aquella tragedia.

El buque "Sierra Aranzazu" era de la Naviera Maritima del Norte, construido como sus dos gemelos en los astilleros "Corcho" de Santander, hacia 1963., con 1597 TRB y 14 nudos, idoneos para llevar carga general y con destino normalmente a Centroamerica.

A las 21' 30 horas del domingo 13 de septiembre de 1964, a 75 millas al Norte de Cabo Maisi, en la costa de Cuba, el pequeño mercante fue interceptado y ametrallado por dos lanchas rapidas anticastristas. Resultaron muertos el capitan español, D. Pedro Ibargurengoitia, su segundo, D. Javier Cabello y el tercer maquinista, D. Jose Vaquero, hubo otros seis heridos graves. El "Aranzazu" se incendio, pero los 16 supervivientes pudieron ser rescatados por el mercante holandes "Thulin".

El incalificable acto fue reivindicado por un fantasmal "Movimiento de Liberacion Revolucionario".

Si alguien puede aportar algo mas...

El misterio del 'Sierra de Aránzazu'. En octubre de 1964, EE. UU. concluyó que quienes atacaron al mercante español cerca de Cuba fueron exiliados cubanos
EDUARDO MARTÍN DE POZUELO - 30/07/2005 - La Vanguardia


EL FBI AVERIGUÓ Y entregó a España la identidad de los presuntos autores, residentes en Miami, pero no pudo probar su participación

El caso del Sierra de Aránzazu ocupó las portadas de todos los diarios españoles. El ataque, que hoy consideraríamos terrorista, a un barco español cerca de Cuba tensó la relaciones entre España y Estados Unidos mientras se esclarecía la autoría del incidente. La prensa y la opinión pública españolas creyeron que EE. UU. practicaba una política de silencio y olvido. Sin embargo, España fue informada de que el FBI investigaba el asunto y de la identidad de los principales sospechosos, todos ellos refugiados cubanos en Miami. Aun así, un agente informador de la inteligencia de EE. UU., un cubano residente en España, insistió en la culpabilidad de Castro. Pero, al final, la inteligencia militar norteamericana se convenció de que los exiliados cubanos fueron los autores.

A las 21.30 h del domingo 13 de septiembre de 1964, a unas 75 millas al norte de Maisí (Cuba), dos lanchas rápidas artilladas atacaron de improviso en aguas caribeñas al mercante español Sierra de Aránzazu,de 1.600 toneladas de registro bruto, que se dirigía a Cuba. Por aquellas fechas las relaciones Cuba-EE. UU. estaban especialmente marcadas a fuego por el intento de invasión norteamericana en Bahía Cochinos y por la gravísima crisis de los misiles.Sin embargo, España mantenía con Cuba unos aceptables contactos comerciales que no permitían presagiar ningún incidente desagradable que afectara a ambos países. Pero lo hubo.

Como resultado de la inesperada agresión, murieron el capitán, Pedro Ibargurengoitia; el segundo oficial, Javier Cabello, y el tercer maquinista, José Vaquero. Otros seis tripulantes resultaron heridos. El barco se incendió y sólo la intervención del mercante holandés Thulin,que rescató a los marinos españoles, evitó una tragedia mayor.

Nada más conocerse los detalles de los hechos, casi tres días después de producirse, el Departamento de Estado facilitó un relato en el que, además del suceso, explicaba que el comandante de una torpedera cubana "de fabricación soviética" se había ofrecido al barco holandés para hacerse cargo de los supervivientes. La oferta no fue aceptada.

Por lo que respecta a los autores, no había más que especulaciones que quedaron parcialmente disipadas cuando, cuatro días después, una organización anticastrista, que dijo llamarse Movimiento de Liberación Revolucionaria, con base en "algún lugar de Hispanoamérica", se atribuyó el ataque.

Pero la reivindicación de la agresión por la disidencia cubana no calmó los ánimos españoles, que hablaron de falta de interés de la autoridades estadounidenses para esclarecer el asunto. Hasta el ministro de Marina, el almirante de la Armada Pedro Nieto Antúnez, protestó por escrito el 24 de septiembre - en secreto- ante su homólogo norteamericano, el secretario de Marina almirante Paul H. Nitze, que le respondió que EE. UU. no estaba ocultando nada. Y por lo que se desprende de la documentación desclasificada, EE. UU. se había tomado el caso con interés, hasta el punto de que, el día 26, el FBI ya había elaborado un informe en el que daba el nombre de los cuatro sospechosos, a los que, sin embargo, no podían probar su participación en el ataque: Juan Hernández, René Morales, Rubén Navarro y Julio Richard, todos ellos disidentes cubanos bien conocidos por "otras agencias de investigación e inteligencia gubernamentales", según reza el documento que fue entregado a la embajada de España en Estados Unidos.

El FBI, utilizando un lenguaje propio en el que a los confidentes les llama "técnicos en obtención de información", explica cómo desde el 1 de julio anterior ya tenía noticias de que en los ambientes anticastristas de Miami se preparaba desde marzo o abril una operación clandestina para volar un barco cerca de la bahía de Cárdenas (Cuba). Igualmente, otra agencia de seguridad norteame-riacana había recogido entre los refugiados cubanos y de "un informador fiable y consistente" que los anticastristas querían atacar un barco y que, por ese motivo, el 27 de mayo anterior un tal José Alonso Costoyas había sido contactado por el activista Juan Hernández con el propósito de "atacar un barco inglés que llevaba a Cuba autobuses y locomotoras".

El navegante escogido para la operación era el disidente Rubén Navarro. Pero el FBI averiguó más todavía. Supo de llamadas telefónicas entre los sospechosos e incluso determinó que uno de ellos había salido de viaje hacia un lugar indeterminado durante las fechas en las que se produjo la agresión.

Sin embargo, el dato más impactante ofrecido por el FBI es que otro de los que supusieron implicados en el asunto del Sierra de Aránzazu, un tal Rubén Navaro, había sido interceptado en marzo de 1963 cuando navegaba por Miami River con de una lancha artillada en la que, además de las armas, habían cargado 1.365 litros de gasolina. Navarro dijo al agente de Aduanas que le interrogó, Wallace Shanley, que se dirigía a Cuba para recoger fugitivos del régimen castrista. Y Wallace escribió en su informe que los acupantes de la embarcación estaban "relacionados con el Movimiento Revolucionario 30 de Octubre y una organización anti-Castro con cuartel general en Miami (Florida)". El FBI no explica qué sucedió con el barco armado interceptado en Miami, pero añade que un tal Telmo Álvarez fue la persona que llamó a United Press Internacional para atribuirse "en nombre de la Organización Secreta de Acción Continental (OSAC)" el ataque contra un barco mercante español.

Los agentes investigaron en Inmigración quién podía ser el tal Telmo Álvarez y sólo encontraron con un nombre similar a René Telmo Morales Álvarez, nacido el 14 de abril de 1919 y llegado a EE. UU. el 1 de noviembre de 1959 como exiliado político. Finalmente, el FBI le interrogó en su residencia de la calle Northwest Sixth n. º 1.261 en Miami, y negó que hubiera hecho ninguna llamada telefónica y que supiera algo concerniente al ataque del barco español. También le preguntaron "si conocía a Julio Richard, Juan Hernández o Ramón Fernández Fernández, o un plan para sabotear un barco en la bahía de Cárdenas". Morales lo negó todo y la investigación quedó en punto muerto.

Mientras tanto, a finales de mes (septiembre de 1964), un exiliado cubano residente en España, informador habitual y de confianza de EE. UU., elaboró un informe - que la propia Administración norteamericana califica de especulativo-en el que desarrollaba la hipótesis de que la agresión hubiera sido ordenada por Fidel Castro. Entre las razones para pensar que Castro estaba detrás del caso, el informante aducía que el presidente cubano quería estropear las relaciones entre EE. UU. y España, envenenar a la opinión pública española contra los exiliados cubanos y reducir la cooperación entre ambos países en asuntos relacionados con Gibraltar. Luego ofrecía algunos datos sobre el ataque que resultaron ser erróneos.

Así las cosas, el 9 de octubre de 1964 los servicios de inteligencia del ejército norteamericano entregaron sus conclusiones al embajador Aguirre de Cárcer. "Por falta de prueba concluyente, no podemos eliminar totalmente la hipótesis de que el ataque fue perpetrado por elementos del gobierno cubano, por error o como provocación". Sin embardo, "consideramos altamente probable que la agresión fue llevada a cabo por un grupo o grupos de exiliados cubanos".


Investigación: Eduardo Martín de Pozuelo
Edición: Iñaki Ellakuría
Documentación: C. Salmurri, F. Martínez

La naviera Marítima del Norte encargó la construcción de varios buques cargueros en los años 60, Sierra Aránzazu, Sierra Andía y Sierra Aramo fueron buques gemelos que con el paso de los años corrieron distintas suertes. Eran buques de pequeño tonelaje, alrededor de 1600 toneladas de registro bruto, que transportaban carga general principalmente entre centroamérica y España.

El Sierra Aránzazu es el más conocido de los tres y no por su diseño o por ser el más rápido cruzando el Atlántico sino por una circunstancia triste, por ser objeto de un ataque terrorista.

A las 21.30 h del domingo 13 de septiembre de 1964, a unas 75 millas al norte de Maisí (Cuba), dos lanchas rápidas artilladas atacaron de improviso en aguas caribeñas al mercante español, que se dirigía a Cuba. Por aquellas fechas las relaciones Cuba-EE.UU. estaban especialmente marcadas a fuego por el intento de invasión norteamericana en Bahía Cochinos y por la gravísima crisis de los misiles.Sin embargo, España mantenía con Cuba unos aceptables contactos comerciales que no permitían presagiar ningún incidente desagradable que afectara a ambos países. Pero lo hubo.

Como resultado de la inesperada agresión, murieron el capitán, Pedro Ibargurengoitia; el segundo oficial, Javier Cabello, y el tercer maquinista, José Vaquero. Otros seis tripulantes resultaron heridos. El barco se incendió y sólo la intervención del mercante holandés Thulin,que rescató a los 16 marinos españoles supervivientes, evitó una tragedia mayor.

Por lo que respecta a los autores, no había más que especulaciones que quedaron parcialmente disipadas cuando, cuatro días después, una organización anticastrista, que dijo llamarse Movimiento de Liberación Revolucionaria, con base en “algún lugar de Hispanoamérica”, se atribuyó el ataque.

Pero la reivindicación de la agresión por la disidencia cubana no calmó los ánimos españoles, que hablaron de falta de interés de la autoridades estadounidenses para esclarecer el asunto. Hasta el ministro de Marina, el almirante de la Armada Pedro Nieto Antúnez, protestó por escrito el 24 de septiembre - en secreto- ante su homólogo norteamericano, el secretario de Marina almirante Paul H. Nitze, que le respondió que EE. UU. no estaba ocultando nada. Y por lo que se desprende de la documentación desclasificada, EE. UU. se había tomado el caso con interés, hasta el punto de que, el día 26, el FBI ya había elaborado un informe en el que daba el nombre de los cuatro sospechosos, a los que, sin embargo, no podían probar su participación en el ataque.

La verdadera causa del ataque fue una represalia por parte de elementos anticastristas porque en un viaje anterior del Sierra Aránzazu a Cuba, cuando el buque se dirigía de regreso a España, a las pocas horas de zarpar fueron detectados a bordo varios polizones cubanos, el capitán (que no era el fallecido en el ataque ya que parte de la tripulación fue relevada por vacaciones o transbordos) cumpliendo con la reglamentación marítima dio orden de cambiar el rumbo, regresar a puerto cubano y entregarlos a las autoridades locales, se corrió la voz de que los polizones fueron ajusticiados.

El barco fue tomado a remolque por dos remolcadores cubanos hasta el puerto de Banes, donde se hundió.Fue reflotado y remolcado hasta Santander, adonde llegó el 9 de enero de 1965, para ser reparado.

En 1983 fue vendido al Banco Nacional Pesquero y Portuario, de Méjico, conjuntamente con su gemelo Sierra Aramo y con el Sierra Fria. El 19 de octubre del mismo año estando fondeado en lastre en Mazatlán garreó el ancla durante el huracán Tico y chocó en el rompeolas hundiendose, fue declarado pérdida total y desguazado.

La empresa coruñesa de salvamento y desguace de buques Santa Cruz acababa de construir en Astano un remolcador. Lo bautizaron con el nombre de Finisterre. Era un barco de 35 metros de eslora, 8,15 de manga y 3,70 de puntal. Para su propulsión se le montó un motor de 1.020 caballos. Costó 45 millones de pesetas, 35 de los cuales fueron aportados por la subsecretaria de Marina debido al objetivo con que se construyó el buque, las operaciones de salvamento en la costa gallega.

Sin embargo, a pesar de su ámbito de actuación, uno de sus primeros trabajos consistió en remolcar el Sierra Aránzazu desde Cuba hasta España. No era una misión fácil. Un pequeño barco tenía que cruzar el Atlántico en pleno invierno. Además, en su regreso tenía que tirar por un barco de unas 3.000 toneladas. El Finisterre inicia el viaje de vuelta el 27 de noviembre de 1964 llegando a Santander el 9 de enero de 1965.


https://funkoffizier.wordpress.com/2007/11/01/la-tragedia-del-sierra-aranzazu/

Pues muchas gracias por su aportacion.

Algo asi no podia pasar desapercibido ni ser olvidado, bueno es que todos "conozcamos el paño".

¡Como me impresionaria para recordarlo todavia, si en ese momento yo solo tenia 9 años!

Yo empezaba a navegar y recuerdo las imágenes de las Mariquita Perez que eran parte de la carga que llevaba para los niños cubanos.
Quiero que se recuerde que España nunca participo en el bloqueo de Cuba. Yo personalmente navegue en la Cía. Trasatlántica Española y siempre mantuvieron las lineas regulares con Cuba. (Por Fidel y por Franco)

He encontrado esta web:
https://www.latinamericanstudies.org/bel ... nfesion.ht

De nuevo las gracias compañero "Curroglez", seguro que merece la pena acceder a toda esa informacion.
Un cordial saludo.

Aquí hay un artículo muy bueno de Manuel Rodríguez Aguilar que cuenta lo que pasó con el Sierra de Aránzazu:

https://www.grijalvo.com/Manuel_Rodrigue ... anzazu.htm

Adjunto link con el artículo de Manuel Rodríguez publicado en la Revista General de Marina de abril de 2010. Los dos son extraordinarios Hay más información que en el publicado más arriba, entre ella el nombre de las dos lanchas empleadas en la agresión.

https://www.portalcultura.mde.es/Galeria ... l_2010.pdf

Si hay problemas con el enlace lo tengo en pdf.

Hola he consultado alguna información, incluyendo los magníficos artículos que están colgados en el tema, y estas son algunas conclusiones que creo que se pueden aportar. Calculo que me ocupará dos post y al final pondré las fuentes.




A finales de 1961, tras el fracaso de la invasión de Bahía de Cochinos, el presidente Kennedy reconsideró la política norteamericana con repecto Cuba, heredada de la admnistración anterior. Kennedy intentó reducir la autonomía que la CIA tenía sobre el control de las operaciones y dirigirlas más estrechamente desde la Casa Blanca. Para ello creó el “Grupo Especial Ampliado” dentro del Consejo de Seguridad Nacional, que fue puesto bajo las órdenes de su hermano, el fiscal general Robert Kennedy. Nació así el “Proyecto Cuba”, cuyo nombre en clave era “Operación Mangosta”, un ambicioso plan en todos los frentes posibles, incluyendo operaciones encubiertas, que pretendía un cambio de gobierno en Cuba y que reconocía que el éxito final requeriría de una “intervención militar decisiva de los Estados Unidos”.

A principios de 1962, una flota de la US Navy al mando del almirante Robert Dennison, compuesta por 300 aviones de combate, 83 embarcaciones de guerra y 40.000 hombres, se concentró en la costa este norteamericana y en el Caribe para llevar a cabo unas oportunas maniobras llamadas Quick kick (patada rápida), en las que también, en agosto, participarían buques de guerra de la Marina Germanooccidental, que harían escala en Guantánamo. Como anécdota a tan formidable despliegue militar, el periódico New York Journal American publicó: “el gobierno de los Estados Unidos pretende utilizar a miembros de las legiones extranjeras francesa y española en los nuevos planes de agresión militar a Cuba”.

El 3 de febrero el Presidente Kennedy declaró oficialmente el embargo comercial de Cuba, incluyendo el tráfico de todo tipo de mercancías, con la excepción de las medicinas. Mientras que en Nueva York un comité de ayuda a Cuba reunía a cientos de personas para tratar de enviar medio millón de dólares en medicinas a la Isla, quejosas lamentaciones se oyeron por todo el país al quedar prohibida la importación de los incomparables tabacos Cubanos.

En su estrategia de aislamiento, el gobierno norteamericano presionó a los integrantes de la OTAN y a otros países europeos para tatar de impedir el transporte de mercancías a Cuba, especialmente material estratégico desde la Unión Soviética, incluyendo la amenaza de cerrar sus puertos a los barcos que transportasen mercancías entre Cuba y los países socialistas. Los gobiernos de Gran Bretaña, Noruega, Canadá, Colombia, Suiza, Japón, Italia, Grecia, Dinamarca y Suecia, entre otros, se opusieron a la medida y resolvieron que “seguirían comprando azucar en la Isla” y que “respetarían sus contratos”. El gobierno Turco fue el primero perteneciente a la OTAN en aceptar la medida.

Durante ese año se produjeron numerosos incidentes entre barcos de la Marina norteamericana y buques de diversas nacionalidades, pero fueron los mercantes Soviéticos los más hostilizados, registrándose más de 100 vuelos de aviones de guerra norteamericanos sobre ellos y que al menos 20 naves de la Armada norteamericana sometieron a interrogatorios o trataron de amedrentar a los marinos soviéticos. La tensión iba en aumento. En septiembre el Ministro de la Flota Mercante de la Unión Soviética aseguró que las provocaciones de los EU no asustaban a los buques soviéticos y que su gobierno garantizaría el transporte de mercancías a Cuba.

Para las operaciones encubiertas se creó en Miami la mayor base operativa que la CIA ha tenido en toda su historia en territorio norteamericano, la estación JM/WAVE, desde la que se pretendió la unificación de las numerosas organizaciones anticastristas, dentro y fuera de Cuba, para un vasto proyecto de guerra encubierta. La base llegó a contar con más de 300 oficiales y 4.000 agentes de origen cubano, el más sofisticado armamento de la época y una gran infraestructura, que costaba 50 millones de dólares al año.

En cuanto a las fuerzas navales la organización disponía de una flotilla de “buques madre” entre los que se encontraban el Rex, un antiguo cazasubmarinos de la segunda guerra mundial, pintado de color azul oscuro, que tenía 52 metros de eslora y estaba dotado de motores diesel de 3.600 HP que le permitían alcanzar los 20 nudos. La flotilla contaba con varios buques similares como el Leda, el Villaro, el Explorer II y el Tejana III, así cómo los cargueros Joanne y Santa María. Todos estaban armados con cañones de 57, 40 y 20 mm y ametralladoras de 12,70 (el famoso 50 yankee), y contaban con equipos electrónicos sofisticados. También se disponía de varias naves de espionaje electrónico que operaban en aguas internacionales cerca de las costas cubanas.

Cada “buque madre” era capaz de transportar varias lanchas rápidas de la clase V-20, de poco calado y de 6 a 12 metros de eslora, equipadas con motores Gray Marine de 100 HP que les permitían alcanzar los 35 nudos, que eran utilizadas para operaciones contra la costa y contra el tráfico costero. Las lanchas procedían directamente de territorio norteamericano o de los “buques madre”, que se acercaban a 50 millas del objetivo y de ellos partían las lanchas. De los ataques que se registron en este periodo, se deduce que el armamento de estas embarcaciones eran ametralladoras de 7´62 y de 12,70 mm, llevando en ocasiones lanzagranadas. Una de ellas, la Rifle, se desprendió del Rex una noche de marzo y se aproximó la desembocadura del rio San Diego, en la costa sur pinareña, para desembarcar hombres y material. También se utilizaban para desembarcos botes de goma RB-12 dotados de motores eléctricos especiales capaces de no emitir ruido alguno.

En 1962 se registraron centenares de ataques contra las costas cubanas, y contra buques mercantes y pesqueros de esa nacionalidad, mientras la tensión internacional aumentaba. Los solitaros cayos de la florida, y la permisividad del gobierno, permitían enmascarar las acciones. También se sabe que al menos desde 1962 se estableció una base en cayo Williams, en las Bahamas. En cuanto a ataques a mercantes extranjeros, el 10 de septiembre el buque inglés New Lane, que estaba amarrado junto al cubano San Pascual en el puerto de Cayo Francés, a 16 millas de Caibarién, fue atacado mientras cargaba azucar con destino a Inglaterra. El ataque lo hizo una lancha V-20 armada con una ametralladora de 12,70 mm que depués del ataque huyó rumbo norte disparando una granada. El buque inglés recibió 13 impactos y el cubano 18.

El gobierno inglés solicitó oficialmente una investigación. El ataque fue reivindicado desde Puerto Rico por Alpha 66, una de las organizaciones anticastristas más activas, al tiempo que anunciaba nuevos ataques, incluyendo uno contra otro buque británico. El asunto provocó una nota de protesta del gobierno británico ante el norteamericano y la Royal Navy anunció que en caso de nuevos ataques cumpliría con su misión de garantizar la seguridad de las rutas marítimas de su Marina Mercante.

El amanecer del día 14 de octubre, el avión espía U2 del mayor Richard Heyser, captó unas extrañas fotografías mientras sobrevolaba la parte occidental de Cuba. Las fotos demostraron que los soviéticos habían desplegado armas nucleares en la Isla, lo que abrió una de las mayores crísis internacionales de toda la historia, los 13 días que estremecieron al mundo, que obligaría al presidente Kennedy a cambiar su estrategia en Cuba.

Una de las pequeñas lanchas "piratas" (si no llevaban bandera, lo eran legalmente, aunque en los hechos fueran naves al servicio de EE.UU.) se conserva (o al menos se conservaba en enero de 1993) al aire libre en un museo en la tradicional ciudad de Trinidad.
Saludos
Rioplatense

Efectivamente rioplatense.Aquí hay una foto:

La crisis de los misiles se resolvió con un acuerdo, del que Castro fue excluido, por el cual los soviéticos desmantelarían las bases de misíles en Cuba y los norteamericanos harían lo mismo con las suyas de Turquía. Con respecto a Cuba se establecía un “acuerdo tácito” por el cual los Estados Unidos no realizarían ni apoyarían una invasión de la Isla. Inmediatamente después los hermanos Kennedy declararon “clausurada” oficialmente la operación mangosta, aunque su deseo de derrocar a Castro se mantuvo. Nació así una nueva estrategia de “corrosión progresiva” o “destrucción desde dentro”, la cual, sin renunciar a acciones de guerra encubierta, combinaría presiones oficiales de tipo politico y económico que posibilitaran a medio plazo el derrrocamiento del régimen de Castro. Para las operaciones encubiertas, se creó el concepto de “operaciones autónomas” por el cual CIA apoyaría logísticamente a las organizaciones anticastristas, aunque estas actuarían de manera independiente. Esta política pudo producir un aparente distanciamiento entre las estrategias del gobierno y el “mecanismo cuabanoamericano de la CIA”, que seguía concibiendo la confrontación militar como el único medio para lograr sus objetivos.

En el terreno naval, varias unidades fueron “desactivadas” de la US Navy a finales de 1962, “compradas” por la CIA y entregadas a diversas organizaciones anticatristas. El Rex y dos modernas patrulleras, o unidades intermedias, el Tritón y el Atlas, fueron entregados, probablemente, a la organizació Comandos L, vinculada a Alpha 66. El Santa María, probablemente, y otras dos unidades intermedias, la Monty y la Gitana, fueron entregadas al Movimiento de Recuperación Revolucionaria (MRR) de Manuel Artime Buesa. Las nuevas patrulleras (Swift boats en versión comercial y PCF-II para la Navy) eran unidades de 15 metros de eslora con motores diesel que les permitían alcanzar hasta 27 nudos y estaban armadas con tres ametralladoras del calibre 12´70 mm y un cañón sin retroceso de 57 mm. La dotación era de seis hombres. Estas unidades, que no estaban construidas para operar en mar abierto y cuyo límite de diseño era de olas no mayores de dos metros, fueron utilizadas en 1965 por la US Navy en rios y bahías de Vietnam, pero los cubanos las usaron en mar abierto desde 1963.





Al MRR de Artime se atribuye el ataque al Sierra Aranzazu, según revelan los artículos de Manuel Rodrígez en la Revista General de Marina y de Eduardo Martín en la Vanguardia, basándose para ello en las investigaciones de las autoridades norteamericanas. El hecho también se confirma con las declaraciones que hizo el español y activista anticastrista Eloy Gutierrez Menoyo, capturado en territorio Cubano en 1965 en el transcurso de una incursión. Manuel Artime Buesa nació en Cuba en 1932. Después de graduarse en medicina, pudo haber sido médico en la guerra contra Batista, aunque esto es negado por los castristas. En 1959 se exilió a los Estados Unidos, donde fue uno de los fundadores del MRR, una de las organizaciones anticastristas insignia de la CIA. En 1961 desesembarcó en Bahía de Cochinos como jefe civil de la expedición y fue capturado. Vuelto de su cautiverio, a principios de 1963 retomó sus actividades anticastristas estableciendo bases en Costa Rica y Nicaragua donde concentró algunos centenares de hombres y reunió una pequeña flotilla que hostilizó las costas y la navegación cubana. Se estima que la CIA destinó a esta organización 7 millones de dólares. Artime murió en Miami en 1977.







Durante los años 1963 y 1964 los ataques contra las costas, los mercantes y los pesqueros cubanos no remitieron, registrándose ya en algunos ataques que las lanchas estaban fuertemente artilladas. En Gran Inagua, un islote a pocas millas al norte de Baracoa, la CIA mantenía, al menos dese 1963, un campo de entrenamiento, desde donde partían comandos que se infiltraban en territorio cubano. Gran Inagua se encuentra a menos de 50 millas del punto donde se produjo el ataque al Sierrra Aránzazu.

El 17 de marzo de 1963 una lancha atacó en Caibarién al buque de bandera soviética Baku, cargado de azucar cubana, que navegaba en aguas territoriales rumbo a la Unión Soviética. El barco recibió numerosos impactos de cañón de 57 y de 20 mm y de ametralladoras de 7´62 y de 12´70mm. Los atacantes colocaron una mina magnética en el casco que le produjo una brecha de cuatro metros de largo por uno y medio de ancho. El 5 de abril siguiente repitieron el ataque contra otro mercante soviético. Las acciones fueron atribuidas a los Comandos L. El gobierno de Moscú entregó una nota al embajador de los EU en la que comunicaba que consideraba responsable al gobierno de los EU de los ataques y esperaba que tomaría medidas decisivas para prevenir tales acciones de provocación, las cuales, sin el apoyo del gobierno de los EU, estos grupos anticastristas no podían realizar.

El asesinato de Kennedy en noviembre del 63 y el acceso a la presidencia de Lyndon B. Johnson no supuso en 1964 cambios en la situación. La noche del 13 de septiembre el mercante español Sierra Araránzazu, procedente de Ceuta y con destino a La Habana, navegaba a 75 millas al norte de Maisí cuando dos lanchas se le acercaron por las popa y comenzaron a ametrallarlo salvajemente. Los sucesos están narrados en el artículo de Manuel Rodríguez. Tras abandonar el buque la triplación, el Sierra Aránzazu, con no menos de 800 impactos de todos los calibres, incluidos de 57 mm, quedó al garete con un gran incendio. Al día siguiente los tripulantes fueron rescatados por el buque holandés Thulin que estuvo toda la noche buscándolos. El capitán Pedro Ibargurenguitia, el segundo oficial Francisco Javier Cabello y el tercer maquinista José Vaquero resultaron muertos y otros seis tripulantes heridos.

Las autoridades españolas protestaron enérgicamente ante el gobierno norteamericano que, tras una completa investigación, más tarde informó que, sin tener certeza y por tanto no descartando ninguna posibilidad, lo más probable era que el ataque lo hubiera realizado el MRR, del que tenía muy buena información. El acuerdo al que se llegó fue que en adelante buques de la US Navy protegerían a los barcos españoles. Como relatan los artículos, algun informante anticastrista de los servicios americanos, al que no se concedió credibilidad, atribuiyó el ataque a fuerzas castristas que prentenderían perjudicar las relaciones entre los EU y España.

Finalmente el MRR asumió la autoría del ataque aunque, ante la gran repercusión que tuvo el hecho, lo atribuyeron a un error. Las lanchas del MRR esperaban en las costas del norte de Cuba al mercante Siera Maestra, buque insignia de la marina mercante cubana. Cuando localizaron al Sierra Aránzazu, la mala visibilidad no les permitió identificarlo y tras solicitar autorización para el ataque y no recibir confirmación decidieron actuar por su cuenta. Una tal Señora Quevedo, quien afirma ser hija de uno de los atacantes, insitió en la tésis del error y afirmó que no fueron dos sino tres las naves atacantes (seguramente se refería al Santa María, que no fue avistada desde el Aránzazu). Además parecía añadir que fueron los mismos tripulantes del Aránzazu los que provocaron el fuego para detener el ataque. Esta tésis fue defendida también por el famoso cubano miembro de la CIA conocido como “Félix Rodríguez”. Estos argumentos han sido cuestionados por Manuel Rodríguez ya que la noche del suceso no había mala visibilidad y la confusión entre los dos buques, el Sierra Maestra era el doble de grande que el Aránzazu y tenía diferente superestructura, es improbable.





También se difundió la versión de que el Sierra Aránzazu había entregado en un viaje anterior a un polizón cubano a las autoridades castristas que más tarde fue fusilado, pero el suceso fue con otro buque español, el Sierra María. Además, un nuevo testimonio ha venido a sembrar las dudas acerca de las verdaderas motivacines del ataque. El mercante español Alejandro Zubizarreta pasó el día anterior por la misma zona con destino a Corea, y tras ser reconocido por una lancha de la US Guard y ser fotografiado por un avión de reconocimiento estadounidense, tal y como le sucedió al Aránzazu, siguió sin incidentes su camino. Todavía existen muchas incognitas alrededor del caso y con cierta documentación en poder del gobierno norteamericano desclasificada, afirma Manuel Rodríguez, se podría esperar, en un plazo razonable, una solución a todas las preguntas.


FUENTES

Eduardo Martín de Pozuelo, El misterio del Sierra Aránzazu, La Vanguardia, 30/7/2005.
Eric Frattini, CIA Joyas de familia, Madrid 2008.
Fabián Escalante Font, La guerra secreta proyecto Cuba, La Habana 2008
Manuel Rodríguez Aguilar, El ataque al mercante Sierra Aránzazu, Revista General de Marina, abril 2010.
https://www.grijalvo.com/Manuel_Rodrigue ... anzazu.htm
https://www.latinamericanstudies.org/
https://funkoffizier.wordpress.com/2007/ ... -aranzazu/
https://www.webmar.com/
https://www.cubanspecialoperations.org/
https://www.cubaminrex.cu/

La de la foto parece ser la misma lancha del museo de Trinidad, pero en 1993 no tenía protección de chapa ni estaba recién pintada.
Saludos
Rioplatense

Parece que la lancha sigue allí aunque deben de haber hecho reformas. En el museo dicen que es una lancha tipo "Fórmula" capturada a "bandidos". Parece una de las que se llamaron naves intermedias. Yo diría que en la proa tiene una ametralladora de 7´62 mm y la de la popa es una famosa browning del 50. Si se supieran más detalles igual se podría saber algo más.

Un abrazo

Ayer dia 13 se cumplieron 50 años

https://internacional.elpais.com/interna ... 54883.html

Franco hizo caso omiso al bloqueo y siguió permitiendo el tráfico con Cuba. Hasta el mismo Fidel Castro reconoció luego esta sorprendente actitud del Jefe del Estado Español que ayudó a su Régimen.

Recuerdo que en aquel tiempo, por la política del Gobierno Español, el caso del Sierra de Aránzazu, la lucha de la pequeña Cuba contra el gigante Americano, que nos recordaba la nuestra del 98, el hecho de que Fidel fuera de ascendencia gallega etc. hizo que la población española en aquel periodo simpatizara con la revolución cubana.

Lo que vino después ya era otra cosa.

Nunca Hubo en España simpatía con la revolución Cubana, salvo por lo que se refiere a los militantes comunistas y de izquierdas, que esos sí.

Lo que si que hubo a nivel general fue simpatía para el pueblo Cubano y más si tenemos en cuenta que el que más y el que menos (sobre todo en el Norte de España) tenía familiares en Cuba.

Y no digamos nada con respecto a la riada de refugiados que llegaron huyendo a España, algunos dejaron allí grandes riquezas, fraguadas con el esfuerzo y sudor de generaciones y regresaron solo con lo puesto. Me han llegado a contar de gente que bajó del avión en Barajas es batín y con las zapatillas de andar por casa.

Lo que no podían entender los refugiados cubanos en USA es que el régimen de Franco, aliado contra-comunista, no cooperase en el bloqueo por hambre a Cuba.

Pero tampoco se crean udes. que España fue la única que se negó al bloqueo. Recalaban a puertos cubanos mercantes de muchos pabellones y muchos intereses, cómo Franceses, Canadienses, Mejicanos...

ESte hilo hace mucho que está abierto en este foro y con importantes e interesantes colaboraciones.

Sin que suponga por mi parte intento alguno de "sorprender a mis superiores" , creo que esría buena idea juntar estos mensajes y aquellos en un único hilo.