Si ya se que se ha tratado en otros apartados, pero es que el hecho merece ser recordado una y otra vez.


Estamos en julio de 1641, frente a las costas de Tarragona, donde un convoy de galeras con suministros a logrado forzar el bloqueo frances a la ciudad.
No solo lo han realizado a la ida, sino que a la vuelta, la galera de Garcia Alvarez de Toledo, se permitira el placer de mostrar a la nave enemiga donde el almirante frances se hallaba, que no temia sus fuerzas, mandando cesar el remar, por dos compases.

Me imagino el sentimiento de orgullo, no de los galeotes, sino de la gente de mar y de guerra de la galera, que habiendo logrado pasar dos veces la linea de bloqueo, mostraban su valor a sus enemigos.
Y la cara de Sourdis, el jefe frances, que debio de atragantarse ante tal osadia.

A quien pudiera estar junto a esos valientes en su fragil galera, desafiando los cañones del enemigo, con la barbilla ligeramente levantada, la mirada desafiante, y una ligera sonrisa en los labios...
Seguro que profirieron gritos de victoria al pasar frente la enemigo.

Qué tiempos, Eusebio, ¡¡qué tiempos aquellos!!

Brabura española, con un par.

Como ha dicho el compañero, eran otros tiempos en el que incluso el enemigo te honraba por tu valor.

Un saludo