Destructor Plutón





Desplazamiento.- 480 toneladas en carga.
Eslora.- 67 metros (otras fuentes hablan de 69,80).
Manga.- 6,7 metros (otras fuentes hablan de 6,8).
Calado.- 4 metros (otras fuentes hablan de 3).
Casco.- De acero y dividido en 11 compartimientos estancos.

Armamento.- Dos cañones semiautomáticos Nordenfelt de 75 milímetros, uno a proa y el otro a popa; dos Nordenfelt de 57 milímetros, uno por banda; dos ametralladoras Maxim de 37 milímetros, una por banda; dos tubos lanzatorpedos de 350 milímetros con disparo de pólvora, en la cubierta, 4 torpedos en cajas.

Propulsión.- 2 máquinas de triple expansión, para trabajar a 250 libras de presión; 4 calderas Normand para trabajar a 300 libras de presión; 2 hélices; 7.500 CV.

Carboneras.- El repuesto de carbón era de 29 toneladas, disponiendo de una capacidad de carboneras para 80 toneladas.

Autonomía.- 2.000 millas a trece nudos.
Velocidad.- 30 nudos a tiro forzado.
Tripulación.- 65 hombres, 76 en las operaciones del 98. Era mando de teniente de navío de 1ª.

Gaceta de Madrid. 15 de agosto de 1896.

De acuerdo con el Consejo de Ministros, con arreglo á lo dispuesto en el caso 9º, art. 6º del Real decreto de 27 de Febrero de 1852;

En nombre de Mi Augusto Hijo el Rey D. Alfonso XIII, y como Reina Regente del Reino,

Vengo en decretar lo siguiente:

Artículo 1º. Se autoriza al Ministro de Marina para adquirir directamente del extranjero, sin las formalidades de subasta y en el plazo más breve, dos destructores de torpederos de análogas condiciones á las de los que se construyen actualmente con los nombres de Audaz y Osado.

Art. 2º. Para atender á los gastos que se originen en la adquisición de los buques citados, se autoriza la inversión de 4.600.810 pesetas, con cargo al crédito extraordinario de la Sección 5ª, <Marina>, concedido al presupuesto general del Estado de la isla de Cuba por la ley de 29 de Marzo de 1895 y declarado subsistente hasta la completa pacificación de la misma.

Dado en San Sebastián á doce de Agosto de mil ochocientos noventa y seis.

MARÍA CRISTINA.

Ministro de Marina. José María de Beránger.


Con las mismas dimensiones y armamento que los “Terror”, estos cuatro buques montaban en cambio una planta propulsora más potente: 7.500 caballos a tiro forzado para 30 nudos de velocidad, frente a los 6.000 y 28 respectivamente de la primera pareja, lo que incrementó ligeramente su desplazamiento.

El Plutón, quinto de los destructores del tipo o clase “Terror”, fue sin embargo el tercero en ser entregado.

Las pruebas del Plutón se realizaron el 4 de noviembre de 1897. La carga a bordo durante las pruebas fue de 73 toneladas. Los resultados de las pruebas dieron una velocidad promedio de 30,12 nudos en la milla medida de Skelmorlie, y en la prueba de una hora y media a toda máquina se obtuvo una velocidad de 30,02 nudos. A la finalización de las pruebas de tiro forzado, y siguiendo los parámetros contractuales se hizo un recorrido de dos horas a tiro natural, siendo la velocidad alcanzada de 22,7 nudos, siete decimas mas de las estipuladas. Hubo una notable ausencia de vibraciones y las maquinas trabajaron a completa satisfacción de la representación española.

El 9 de enero de 1898 el Plutón zarpa de Kingstonn con rumbo a Falmouth. El 11 de enero el jefe de la comisión de marina en Londres, telegrafía comunicando que el buque ha suspendido su salida con destino a la península, a consecuencia del mal tiempo reinante en las costas de Inglaterra. El 23 de enero, finalmente, zarparía desde Falmouth con destino a España, arribando al Ferrol y fondeando en dicho puerto el 25. El destructor había hecho el viaje desde Inglaterra a razón de 22 millas por hora.

En estas fechas el gobierno español ya había resuelto el envío de una escuadrilla formada por los destructores Terror, Furor, Plutón, Proserpina, y los torpederos Ariete, Halcón, Azor y Rayo, sumándose más adelante el Destructor. Según el gobierno, estos barcos estarían destinados a la vigilancia del río Cauto y de las costas de Cuba. Como ya sabemos, de esta lista de buques se caerían él Proserpina, el Destructor y el Halcón.

El 29 de enero, el Plutón entra en el arsenal con objeto de abastecerse de carbón. El 3 de febrero el destructor zarpa con destino a Cádiz. El 4 del mismo mes, el periódico El Imparcial da la siguiente noticia:

<<Averías en el Plutón.- Un telegrama del Ferrol nos comunica que el destroyer Plutón, que zarpo para Cádiz, tuvo necesidad de regresar a aquel puerto a consecuencia de la densa neblina que había en el mar y que hacia peligrosa la navegación.

Noticias de otro origen afirman que el Plutón, ha tenido necesidad de regresar a consecuencia de averías que no afectan a la maquinaria del barco.

El citado destroyer sufrió una avería en las planchas de proa antes de salir de Irlanda. Allí se hizo la reparación; pero no debía de tener gran firmeza está, cuando se ha reproducido a poco de haber salido del Ferrol.

Aunque se calcula que la avería podría repararse en breve plazo, no ha dejado de causar la natural contrariedad>>.

El día 7 de febrero se informa desde Ferrol, que el destructor Plutón no necesita entrar en el dique para reparar las averías que tiene, y que consisten en la rotura de la primera de las planchas horizontales que están a proa, a la altura de la línea de flotación y que unen los costados de babor y estribor del barco por haberse torcido la segunda plancha. Lo reducido del buque no permite trabajar más que a dos operarios. Las averías quedarán reparadas en unos doce días.

El 12 de febrero, tras reparar las averías, el Plutón zarpa con destino a Cádiz, puerto al que arriba el día 14. En este puerto los buques de la escuadrilla son sometidos a diversos trabajos, con el fín de preparar su viaje a Cuba. Se dispuso en todos ellos un aparejo provisional con velas guairas, con objeto de ser utilizadas en caso necesario. Para mejorar sus condiciones marineras se habilitaron como carboneras los pañoles de municiones y fue retirada toda su artillería de cubierta, artillería que sería transportada en el nodriza Ciudad de Cádiz. Asimismo fueron puestos en condiciones para poder ser remolcados por los buques mayores. El abastecimiento de víveres y carbón fue resuelto dejando en cada buque una cantidad suficiente de vituallas y combustible, bastantes para sostenerse por sí mismos dos o tres días, pero recibiendo diariamente el aprovisionamiento del Ciudad de Cádiz. En el caso de los víveres, este aprovisionamiento se realizaría por medio de cajas metálicas (hoja de lata), el de carbón, por medio de sacos impermeables. Las maniobras de aprovisionamiento se efectuarían por medio de un cable tendido desde el Ciudad de Cádiz a cada uno de los buques.

El itinerario acordado para la escuadrilla fue de Cádiz a Las Palmas, de Las Palmas a Puerto Rico y desde allí a la Habana. En el primer trayecto se harían los ensayos del método de aprovisionamiento acordado y en Las Palmas se tenía previsto adoptarlo definitivamente en caso de que funcionara, o reformarlo en caso necesario.

El 11 de marzo el Plutón y los demás buques de la escuadrilla salen del arsenal de La Carraca y fondean en la bahía de Cádiz. Al caer la tarde del día 13, los buques parten con dirección a Las Palmas. La salida de la escuadrilla fue presenciada por numeroso público, que desde los muelles y las murallas despidieron con gran cariño a los marinos españoles. Rompía la marcha el Ciudad de Cádiz, yendo los torpederos a la derecha y los destructores a la izquierda del mismo.

El 14 de marzo, el comandante de marina de Cádiz telegrafió al Ministro de Marina:

<< Jefe escuadrilla ruega a V.E. haga conocer a S.M. la Reina y gobierno los vehementes deseos que sienten por ser útiles a la patria cuantos constituyen las dotaciones de la división de mi mando, que en este momento sale para su destino. Villaamil.>>

A las doce de la mañana del día 16, los destructores y dos torpederos fondean en Las Palmas de Gran Canaria, el Ciudad de Cádiz y el Ariete lo harían a las tres de la tarde, siendo este último, el único buque de la escuadrilla que necesito aprovisionarse de carbón. La travesía desde Cádiz al puerto canario se realizo sin ningún tipo de problema, resultando el método de aprovisionamiento acordado, optimo. El 23 de marzo la escuadrilla zarpa con destino a Cabo Verde.

El 30 de marzo fondean los buques en San Vicente de Cabo Verde. La travesía no ha estado exenta de problemas. En este punto, se dan varias versiones distintas, una de ellas da cuenta de que tras sufrir una avería el torpedero Ariete, Villaamil ordena a los destructores Furor y Plutón y al torpedero Rayo una descubierta en previsión de un ataque norteamericano. Estos tres buques desaparecieron por un tiempo, provocando una gran preocupación en el resto de de los buques, que iniciaron una angustiosa búsqueda que finalizo el día 30 cuando fueron encontrados por el destructor Terror fondeados en San Vicente; según el historiador D. Agustín R. Rodríguez, y esta es otra de las versiones, al cabo de cinco días de navegación los buques de la escuadrilla encontraron mal tiempo, perdiéndose de vista a los destructores Furor y Plutón, destacando Villaamil al Terror en su búsqueda, encontrando que habían fondeado en San Vicente el día 30. D. Agustín R. Rodríguez nos cuenta que no se sabe si el desvío se debió a la mala mar o al temor a los cruceros americanos, pero que lo cierto es que Villaamil calificó la acción de los comandantes de “gatada”, aunque, dada la situación, no se atrevió a tomar medidas disciplinarias; finalmente, con fecha 2 de abril de 1898, el periódico El Imparcial pública lo siguiente:

<<Ayer tarde se recibió el siguiente telegrama del Sr. Villaamil:

San Vicente (Cabo Verde) 1º- El jefe de la escuadrilla al Ministro de Marina:

Al tercer día de viaje encontré tiempo contrario durante cuarenta horas.

Mientras atendía necesidad de Ariete y Rayo, desaparecían por barlovento Terror y Furor, interpretando mal órdenes mías. Hoy los hallo aquí. Villaamil.>>

Corroborando esta última versión, el mismo periódico, con fecha 3 de abril, informa que el primer buque en arribar a San Vicente fue el destructor Terror, seguido del Furor y los torpederos Ariete y Rayo y en último término el Plutón, el Azor y el Ciudad de Cádiz.

El 14 de abril fondeaban en San Vicente los cruceros acorazados Infanta María Teresa y Cristóbal Colón, cuatro días más tarde, el 18, lo hacían el Vizcaya y el Almirante Oquendo.

¡Salgo para el Norte! Con este mensaje cifrado del contralmirante D. Pascual Cervera al Ministro de Marina, la Escuadra de Operaciones de las Antillas, levaba anclas en la mañana del 29. Los cruceros, formando una línea de fila con los destructores detrás, arrumbaron al noroeste con dirección a Canarias, en una maniobra destinada a ocultar el verdadero destino de los buques.

Al anochecer del 11 de mayo los buques españoles estaban frente a la isla Martinica. Amaneciendo el día 14 avistaron el puerto de Santa Ana, capital de Curaçao. El Plutón y el Furor (el Terror había quedado en Martinica con serias averías) se adelantaron a los cruceros para reconocer el puerto. Solo dos cruceros, el Teresa y el Vizcaya pudieron entrar en el puerto para reaprovisionarse de carbón, mientras esto ocurría, Cervera ordena al Cristóbal Colón aprovisionar al Plutón, que se encontraba prácticamente “en las últimas”.

El 15 los buques españoles abandonan las aguas de Curaçao. La noche del 18 cruzaban el canal que separa Haití de Jamaica. En la madrugada del 19 se toca zafarrancho de combate, se da la máxima presión a las calderas y con el Plutón y el Furor reconociendo la costa, los buques españoles arriban a Santiago de Cuba.

El día 26 de mayo la escuadra de Scheley se perfila frente a Santiago, pasando de largo, el 29, tras volver sobre sus pasos, esta escuadra toma posiciones frente a la bocana, el 1 de junio llega Sampson, quedando de esta manera bloqueado en toda regla el puerto español. Para la defensa de la entrada, Cervera ordena a sus buques desplegarse. El Plutón y el Furor se posicionaron en la bahía del Níspero, desde la cual podían lanzar torpedos sobre cualquier buque que quisiera adentrarse en la bocana; el Cristóbal Colón quedo atravesado en el canal, frente a Punta Gorda, desde esta posición podía enfilar con su artillería de 15 centímetros la boca del puerto; el Reina Mercedes se situó en la Cabañita; dentro de la Bahía quedaba el Vizcaya para defender el primer turno, quedando el Infanta María Teresa y el Almirante Oquendo a retaguardia, en Cayo Ratones.

En la madrugada del 2 junio de 1898, el Plutón contribuyó a hacer fracasar el intento estadounidense de bloquear el canal de acceso a Santiago con el vapor carbonero Merrimack, lanzándole dos torpedos que junto a la pareja disparada por el crucero Reina Mercedes y al fuego de los cañones de este último y de las baterías de costa, consiguieron hundir al vapor enemigo en un lugar inofensivo para su propósito de embotellar a la Escuadra.

El 3 de julio de 1898 y en medio de un impresionante silencio, los buques de la Escuadra de Operaciones de las Antillas pusieron rumbo a la bocana del puerto de Santiago, al fondo, a babor, la mole del castillo de El Morro como silencioso testigo de la tragedia que se avecinaba. Nuestro Plutón cerraba la formación española, formación que se desplego en una increíble fila de a uno, creando una visión espectacular, que quedaría grabada en la mente de todos aquellos que se acercaron para despedir a los buques de la escuadra.

Todo lo que ocurrió a continuación queda reflejado en el parte de combate de nuestro destructor

Parte de combate del Plutón.

El Teniente de Navío de Primera Clase (Vázquez) al Almirante (Cervera).

Excmo. Sr: En cumplimiento á las órdenes recibidas del señor Jefe de la División de torpederos, á las 9 horas 30 minutos de la mañana del 3 del actual, largué las amarras dadas al muelle de las Cruces y maniobré convenientemente para dejar el puerto de Santiago de Cuba.

Sobre el pequeño poblado de Cinco Reales me encontraba cuando empecé á notar la caída de proyectiles, consecuencia natural del combate trabado entre la vanguardia de nuestra Escuadra y la americana; continué siguiendo exactamente las aguas del Furor, según orden recibida, y una vez próximo á desembocar, rompí el fuego contra los buques más próximos y di avante á toda fuerza; con una lluvia de proyectiles fui saludado al encontrarme fuera del puerto y de gobernar hacia el Oeste. Así empezó el combate, recibiendo más fuego á medida que avanzaba é iba entrando en el centro de la Escuadra americana.

Próximamente á las 10 horas y 45 minutos un proyectil de grueso calibre atravesó el sollado de la marinería, se inundó rápidamente y metió al buque de proa; casi al mismo tiempo, otro ú otros proyectiles chocaron contra las calderas de proa y las explotaron y otro entró por el pañol de municiones de mi cámara y además de producir una vía de agua, trajo consigo un incendio en dicho lugar.

En las circunstancias señaladas, seguí navegando aún, aunque con velocidad no crecida, y siempre duramente hostilizado por los americanos, á cuyo fuego no dejé de contestar; mas viendo que por momentos el buque se hundía por el agua entrada á proa, en la cámara de calderas y en la mía, consideré que el buque no podía tardar en sumergirse y traté de embarrancar en una pequeña playa que tenía próxima; mandé meter sobre estribor y entonces noté la falta de gobierno, por haberse inutilizado el servo-motor y roto uno de los guardines; continuó el buque su marcha avante y embistió contra las rocas, destrozando por completo su proa. Por esta parte saltó á tierra una parte de la dotación por disposición mía al tratar de hacer el salvamento, otros se echaron al agua por estribor, ganando algunos la tierra; entonces abandoné el puente, fui á mi cámara, tomé el paquete de cuanto reservado tenia, recibido de V. E. y del señor Jefe de la División de torpederos, y esto, unido al cuaderno de señales de reconocimiento número 32 y al Código y clave Perca, lo arrojé al agua, arriando después la bandera. Seguí hacia proa y ya no me fue posible ganar la tierra por esa parte, por haber cambiado el buque de posición, llamé á la canoa que con algunos hombres iba para tierra y embarcando en ella pude tomar las rocas, sintiendo á poco una explosión y poco después el buque quedaba sumergido hasta la cubierta.

Cesado el fuego de los americanos, mandé izar un trapo blanco, viniendo á recogernos un bote de aquéllos, que nos condujo á uno de sus buques.

De la dotación nos encontramos presentes 21 individuos, entre éstos cinco heridos; los restantes componen el número de los muertos y desaparecidos, según la relación que ya tuve el honor de dar á V. E.
Es cuanto tengo el honor de poner en el superior conocimiento de V. E. en cumplimiento de mi deber.

En la mar, á bordo del San Luis, 6 de Julio de 1898.—Pedro Vázquez.

El Plutón fue el único buque español hundido (en el exacto termino de la palabra) en el transcurso del combate. Quince muertos y dieciséis heridos (uno de sus tripulante murió antes del combate naval) sobre una tripulación de setenta y seis hombres, fue el generoso tributo de sangre que nuestro buque entrego a España.

LA DOTACIÓN


Comandante.- Teniente de Navío de 1ª D. Pedro Vázquez Pérez Vargas.
Segundo Comandante.- Teniente de Navío D. R. Pérez Ojeda.
Tercer Comandante.- Alférez de Navío D. Carlos Boado Suanzes.

Alféreces de Navío.- D. José María Caballero Aldasoro.

Contramaestres

Segundos.- D. Constantino Méndez Rodríguez.
Terceros.- D. Timoteo Abelenda Pita (5).

Condestables

Segundos.- D. Francisco Galiano Macías; D. José Suarez Pérez.
Terceros.- D. José Hernández (Fernández) Cayuela (11).; D. Rosendo Escrigas (12).

Maquinistas

Mayor de primera.- D. Valero Leira Fernández.
Primeros.- D. Plácido Piñeiro Domínguez; D. Gerardo Hernández Celis; D. Rafael Sánchez Montero (1); D. Rogelio Sanz Crespo (1); D. José Macías Estan (2); D. Miguel Hidalgo Marabote (2); D. Eugenio Muñoz Marín (3); D. José Piñeiro Fernández (4); D. Ángel López Cañabate (4); D. Victoriano Baliño Brage; D. Enrique Brocos Huertas (9); D. José Ramón Castro Matas (9).

Maestranza

Primer carpintero.- D. José Rico Montero.
Obreros torpedistas.- D. Emilio López Salina.

Practicantes

Segundo.- D. Manuel González Fernández.

Marinería

Cabos de mar de 1ª.- D. Ramón Doce Freire; D. Sebastián Durán; D. Juan José Rodríguez.
Cabos de Mar de 2ª.- D. Ramón Díaz Freijo (Fojo) (Doce) (6).
Artilleros de mar.- D. Nicolás Anca Daporta (7); D. Nicolás González (8); D. Rosendo Loureiro García (7); D. Florencio Sánchez Fernández (7); D. Cesáreo Valcárcel De Alonso (Díaz) (7).
Marineros de 1ª.- D. José Albariño Gabeiras; D. Eduardo Batalla; D. José Bermudez Rodríguez; D. Juan Carrajal Sardillo; D. Vicente Fernández Pasapar; D. Francisco González Vas; D. Francisco Lago Villar; D. Antonio López Alapont (Pardo); D. Gumersindo López Ríos; D. Salvador Martínez Seselle; D. Manuel Nogueiras Collazo; D. José Portillo; D. Ramón Riveira Sans; D. Antonio Seijido Gallego; D. José Ramón Varela.
Marineros de 2ª.- D. Rafael Fernández Castreje (10); D. José Maguregui Arrievechea; José Marcos Zapata; D. Juan Vidal Méndez.
Fogoneros de 1ª.- D. José Agustín Hernández; D. Cayetano Aneiros Cabanas; D. Pedro Bernal Segado; D. Alejandro Novo Filgueira; D. Antonio Pareja; D. Juan Rey De Incognito; D. Francisco Rico García.
Fogoneros de 2ª.- D. Francisco Bruno (Bueno) Vidal; D. Juan González Saura; D. Juan Guerrero Álvarez; D. Pedro Martínez Vivancos; D. Enrique Martínez Zapata; D. Antonio Mateo Montoro (Montero); D. José Molero Zapata (Martínez); D. Fernando Muñoz Gómez; D. Fernando Requeno (Peguero) Moreno; D. Joaquín Sánchez Atienza; D. José Seoane Santalla; D. Dionisio Serrano García; D. José Sevillano; D. Juan Varela Pérez; D. José Vila Varela.

Notas:

(1).- En la fuente consultada figuran como segundos maquinistas.
(2).- En la fuente consultada figuran como terceros maquinistas.
(3).- En la fuente consultada figura como tercer maquinista habilitado.
(4).- En la fuente consultada figuran como aprendices de maquinistas.
(5).- El tercer contramaestre D. Timoteo Abelenda Pita, murió el 1 de julio de 1898 en los combates de las Lomas de San Juan.
(6).- Nació en La Graña, Ferrol (Coruña) en 1874, estaba casado. Tras el combate, el 20 de julio lo encontramos en el campamento de San Juan en Santiago de Cuba. Muere el 14 de agosto de enfermedad común.
(7).- En la fuente consultada figuran como artilleros de 1ª.
(8).- En la fuente consultada figura como artillero de 1ª habilitado.
(9).- En la fuente consultada figuran como primeros maquinistas contratados.
(10).- En la fuente consultada figura como marinero de segunda cocinero. Muerto en Vigo.
(11).- En la fuente consultada figura como tercer condestable habilitado.
(12).- Desconozco si era condestable de primera, segunda o tercera. Murió a bordo del Reina Mercedes y no se sabe a ciencia cierta si pertenecía a la dotación del Plutón.

La relación de la dotación del Plutón es obra en gran parte del bibliotecario de Alicante D. Ramón Lloréns (que en paz descanse), trabajo continuado posteriormente por los oficiales de la Armada Española, capitán de fragata D. José Carlos Fernández y capitán de corbeta D. Juan Escrigas. Otras fuentes, no menos valiosas, han sido los libros del historiador D. Agustín R. Rodríguez, el periódico El Imparcial, la revista La Ilustración Española y Americana, el libro de D. Victor María Concas (comandante del Teresa) La Escuadra del Almirante Cervera, el libro del mismo título que el anterior, obra de D. Alberto Risco y finalmente unas cuantas horas navegando por la Red, leyendo apasionadamente lo que un puñado de estoicos estudiosos de aquellas fechas han publicado. Toda esta relación es aplicable también a la historia completa del Plutón.

Mención especial para tres sitios, si no lo hiciera no tendría perdón de Dios, sitios donde un puñado de autenticas mentes privilegiadas, trabajan denodadamente para dar luz a un período de nuestra historia oculto y olvidado de manera ignominiosa.

http://www.eldesastredel98.com/

http://1898.mforos.com/

Felicidades, sois unas autenticas “maquinas”.

El tercero es el mío, no porque sea de mi propiedad, que no lo es, sino porque de esta manera lo siento, porque aquí escribo y porque aquí, otro puñado de “mentes”, mis compañeros, despliegan todo su saber.

http://www.todoavante.es/

Intendente General, lamento el retraso, no siempre las cosas ruedan como uno quisiera. Espero que la historia del Plutón de un nuevo acelerón a mi participación en el foro.

Un saludo.

'


Amigo Cervera


En cuanto tenga unos minutos lo estoy subiendo a la Bitácora.


Nunca es tarde si la dicha es buena, Y vaya que ha valido la pena esperar.


Gracias y un fuerte abrazo.
.

Muy buen trabajo, sólo una custión. Según el libro "Fernando Villaamil" de Serrano Monteavaro, el 23 de marzo la escuadrilla no sale rumbo Cabo Verde, sino rumbo directo a Puerto Rico.

Lo mismo dice Agustín Rodríguez en "Operaciones ... una revision critica".

Saludos.

Tienes razón Mariolugo. En un primer momento se pensó en ir a Puerto Rico pero haciendo escala en Canarias, y desde Puerto Rico a la Habana, solo a última hora se cambiaron los planes. También en principio se habían designado al Destructor, al Proserpina y al Halcón como parte de la flotilla, y también en último momento se “cayeron” de la formación.

Un saludo.

Poco podía hacer Villamil con unos buenos destructores alistados a última hora y posiblemente con la santabárbara muy justa.
Pensaba que habían sido entregados un poco antes, pero nunca tan inmediatos al conflicto.
Sobre estos buques se ha dicho que eran frágiles y poco marineros, pero tenían unas prestaciones semejantes a las de sus sucesores los "Bustamante" y, si exceptuamos los dos perdidos en la guerra, los PATO tuvieron una vida operativa larga y fructífera. Además, los japoneses, que alistaron naves similares contra los rusos, les sacaron muy buen provecho.
Pero, claro, volvemos al mismo problema de la Armada Española: gasta en construir buenos buques, pero no en dotarlos adecuadamente y en formar la tripulación para que los medios sea eficientes.
Lo que me he preguntado muchas veces y no he encontrado respuesta es sobre si se pensó, en su día, buscarle hermanos al "Destructor"; puesto que la serie Terror-Plutón, alistada 10 años después de éste, no se puede considerar una evolución del primero.
Porque aunque el Destructor era más lento (pero también lo eran sus adversarios), estaba mejor protegido para realizar ataques torpederos frontales, al contar con el mamparo blindado de proa.