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La importancia de este batalla no radica en que fuera decisiva, sino por ser la primera entre portaaviones de la historia, en la cual ninguna de las dos escuadras se avistaron.

Para completar su avance hacia el sur, los japoneses tenían que aislar a Australia. Para ello deciden atacar Nueva Guinea por el Sur realizando un desembarco en Port Moresby y ocupar las islas Salomón. El nombre clave de la operación era "MO" y debía ser ejecutada por la 4ª Flota en tres fases, ocupación de la isla de Tulagi en las Salomón, establecer bases en las Luisiadas y desembarco en Port Moresby, Nueva Guinea.

Yamamoto, debido a la poca oposición encontraba en la zona, no creía posible la presencvia de portaaviones norteamericanos y decide enviar a esta operación a sólo dos portaaviones japoneses. Como de costumbre, el plan de Yamamoto se basaba en la convergencia en un punto de varias agrupaciones navales procedentes de lugares muy distantes.

Aunque los japoneses no lo sabían, los norteamericanos tenían una posición de ventaja. Desde el 17 de abril conocían el código operativo JN25 de la Marina japonesa, y tenían una lista completa de buques japoneses que tomarían parte en la operación, pero desconocían su posición y cual era el objetivo.

El almirante Chester Nimitz, jefe de la Flota del Pacífico, ordenó el 16 de abril al contralmirante Aubry W. Fitch zarpar de Pearl Harbour con el portaaviones "Lexington" y su escolta. Debía reunirse el 21 de abril al este de Nuevas Hébridas con el portaaviones "Yorktown" y su escolta, al mando del vocealmirante Frank Jack Fletcher. En cuanto llegase a Pearl Harbour debía zarpar rumbo a la zona el vicealmirante William Halsey con los poortaaviones "Hornet" y "Enterprise".

Al amanecer del 1 de mayo se reunen al suroeste de Espíritu Santo Fletchet y Fitch y comenzó el repostege con los buques cisternas. Las unidades de Fletcher terminaron primero y tuvo noticias del avistamiento de fuerzas japonesas al noroeste y la tarde del 2 de mayo puso ese rumbo, dejando a Fich que terminara de repostar, fijando un nuevo punto de encuentro para el día 4.

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A las 08.00 horas del 3 de mayo, mientras Fletcher se encontraba a 800 millas de la costa australiana, fuerzas japonesas de la 2ª y 3ª Compañías de la Fuerza Especial de Desembarco Kure desembarcan sin oposición en Tulagi y Gavutu. Fletcher se enteró catiorce horas después, cuando llegaron los informes de aviones de reconocimiento. Durantela noche del 3 al 4 de mayo de dirigió al norte a toda velocidad, después de destacar al destructor "Russell" y al cisterna "Neosho" para comunicar a Fitch que se le uniera al amanecer del día 5 a 270 millas al sur de Tulagi.

A las 06.30 del 4 de mayo llegó Fletcher a distancia de vuelo de Tulagi y lanzó una oleada de 24 bombarderos en pivado y 12 torpederos desde una distancia de 100 millas al suroeste de Guadalcanal. Lanzó otras dos oleadas de aviones, una al mediodía y otra a primera hora de la tarde, con el único resultado del hundimiento del destructor "Kikutsuki" y daños en el "Yuzuki", un dragaminas y dos menores. Los inexpertos pilotos norteamericanos, que para la mayoría era su bautismo de fuego, creyeron haber causado graves daños. Fletcher puso rumbo al sur para encontrarse con Fitch a las 08.16 del 5 de mayo, ahora acompañado por la escuadra de cruceros y destructores del contralmirante británico Crace.

Los japoneses ya sabían que por lo menos había un portaaviones enemigo en la zona. El 5 de mayo zarpa de Rabaul la fuerza de invasión de Port Moresby al mando del contralmirante Kajioka, mientras bombarderos con base en Rabaul realizan la primera incursión contra la zona de desembarco.

Mientras tanto, los portaaviones se buscaban afanosamente. Los dos portaaviones japoneses al mando del contraalmirante Hara se había aprovisionado de combustible en la zona septemtrional de las Salomón y se dirigían al archipiélago de las Luisiadas para proteger el desembarco.

A las 10.30 del 6 de mayo cuatro bombarderos B.17 con base en Port Moresby atacan sin resultado al grupo de protección del desembarco que estaba al mando de contralmirante Goto y cuando se encontraba a unas 60 millas al sur de Bougainville. Había fallado el factor sorpresa, pero el vicealmirante Inouye, comandante de la 4ª Flota, decide continuar con las operaciones

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Para los norteamericanos quedaba más o menos claro cual era el objetivo enemigo, siendo destacada la formación de Crace para atacar al grupo de invasión. A las 13.58 horas, cuando se encontraban al este del canal Jomard, son atacados por 11 bombarderos japoneses, siendo 5 de ellos derribados. Siguió Crace el rumbo durante toda la noche hasta que recibe noticias de que los japoneses renuncian al desembarco, poniendo rumbo al sur, a las costas australianas.

Al amanecer del 7 de mayo despegan 10 bombarderos de reconocimiento del "Yorktown" para explotar un sector del norte al oeste. Los portaaviones japoneses quedaron ocultos por el mal tiempo, pero a las 08.15 llegó un aviso de haber avistado dos portaaviones y cuatro cruceros pesados navegando a 225 millas de distancia.

A 200 millas del punto señalado comienzan a despegar del "Lexington" 28 bombarderos en picado Dauntless, 12 torpederos Devastator y 10 cazas, seguidos media hora después por 25 bombarderos, 10 torpederos y 8 cazas del "Yorktown". A las 10.30 llega al portaaviones el bombardero de reconocimiento e informa que se trataba de cruceros y destructores, debiendo tratarse del grupo del contralmirante Marushige. Fletcher no hace regresar a sus aviones y tiene un golpe de suerte al encontrarse con el portaaviones ligero "Shoho" y varios cruceros y destructores del el grupo de Goto.

A las 11.10 horas comenzó el ataque contra el pequeño portaaviones. Ocho cazas japoneses son derribados y el japonés estaba sentenciado. Fue alcanzado por trece bombas y siete torpedos que lo hunden rápidamente, muriendo 545 de los 800 tripulantes. Sólo fueron abatidos 3 bombarderos en picado norteamericanos.

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En el momento del ataque, los portaaviones norteamericanos eran vulnerables. Los japoneses los estaban buscando desde el amanecer del 7 de mayo y fue una suerte para ellos que no fueran localizados.

Un error de los japoneses compensó al de Fletcher. A las 07.36 un avión torpedero informó haber descubierto un portaaviones y un crucero. Son lanzados al ataque 36 bombarderos en picado y 25 torpederos pero realmente se trataba del petrolero "Neosho" y el destructor "Sims". Comenzó el ataque a las 09.30 y 15 torpederos no obtienen resultado. Llegan después 10 torpederos y a las 12.00 los bombarderos alcanzan al destructor con dos bombas en la sala de máquinas y se hunde rápidamente, salvándose sólo 16 marineros de los 250. El petrolero es alcanzado por por siete veces y queda gravemente averiado y a la deriva. El 11 de mayo un destructor norteamericano lo hunde después de rescatar a 125 superevicientes.

Mientras se desarrollaba este ataque son localizados los portaaviones norteamericanos, pero los japoneses no podían actuar hasta que no regresaran sus aviones. Hasta que los portaaviones norteamericanos no fueran neutralizados, Inouye ordena desde Rabaul suspender la invasión.

Para Fletcher era ya muy tarde y decide emprender el ataque al amanecer del 8 de mayo. Los japoneses, entrenados en vuelos nocturnos, aprovechan la situación, despegando una oleada de 12 bombardetos y 15 torpederos al mando del capitán Takahashi. A causa del mal tiempo no localizan al enemigo y se desprendes de sus bombas y torpedos, regresando a sus portaaviones, aunque en su rumbo pasaron por encima de los portaaviones norteamericanos. Varios cazas despegan para interceptarlos y 8 torpederos japoneses son derribados por sólo 3 cazas norteamericanos.

Los japoneses se encontraban desconcertados por este ataque. Cuando los cazas norteamericanos regresaban al "Yorktown", se les unieron tres aviones nipones que lo habían confundido con su portaaviones. A las 11.38 son recibidos con una lluvia de proyectiles pero consiguen escapar. Veinte minutos después cometen el mismo error otros tres pilotos japoneses, pero en esta ocasión es derribado uno de ellos. Con los depósitos vacíos otros 11 aviones cayeron al mar. Sólo 7 aviones, incluido el de Takahashi, llegan a sus portaaviones.

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La batalla decisiva del Mar del Coral comenzaría el 8 de mayo. Al amanecer despegan 18 aviones para localizar a los japoneses, lo que ocurre a las 08.15. Casi al mismo tiempo los japoneses localizan a los portaaviones norteamericanos.


A las 08.39, ordena Fletcher el despegue de 46 bombarderos, 21 torpederos y 15 cazas. El portaaviones "Zuikaku" quedó envuelto por un chubasco, por lo que el "Shokaku" soportó todo el ataque, que se llevó a cabo de forma coordinada, pero los torpedos norteamericanos eran defectuosos y fallaron.

Dos bombas de 225 kilos alcanzan la cubierta del portaaviones y prenden fuego los depósitos de combustible. Mientras tanto, varios aviones del "Lexington" se habían dispersado, pero comenzó a las 11.40 el ataque del resto. En este segundo ataque son derribados 3 bombarderos, 5 torpederos y 3 cazas. Los torpedos resultan igual de ineficaces, pero una bomba más estalla en el "Shokaku", obligándole a transbordar al "Zuikaku" los aviones supervivientes, mientras ponía rumbo a su base con más de 100 muertos a bordo.

A las 8.10 habían despegado una formación compacta de 33 bombarderos, 18 torpederos y 18 cazas japoneses al mando de Takahashi desde una distancia de 180 millas al sur. Cuando estaba a 70 millas son localizados por el radar. A pesar del acoso de los cazas norteamericanos, siendo tres de ellos derribados, a las 11.20 horas dos torpedos impactan en el "Lexington" y dos bombas perforan su cubierta y provocan varios incendios. El "Yorktown" evita los ocho torpedos que le lanzan y sólo es alcanzado con una bomba, que atraviesa tres cubiertas antes de hacer explosión.

Los japoneses regresan con 39 aviones menos pero convencidos de haber hundidos dos portaaviones. El calvario para el "Lexington" aún no había acabado. Los incendios son controlados y su escora de siete grados es controlada trasladando el combustible, mientras los ascensores quedan en posición elevada para poder recibir a los aviones que son aparcados en cubierta. A las 12.47 horas una chispa de un generador provoca una explosión por los gases del combustible de los aviones que se había derramado, provocando una violenta explosión y nuevos incendios.


A las 17.07 ordena Fitch abandonar el buque y 19 de sus aviones pasan al "Yorktown". A las 18.53 se hunde con 216 hombres y 35 aviones con la ayuda de varios torpedos que le lanza el destructor "Phelps".

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Ambas flotas se declararon vencedoras en la batalla. Los norteamericanos habñian conseguido una victoria estratégica, al conseguir por primera vez desde el ataque a Pearl Harbour desbaratar una operación anfibia japonesa. Pero la situación era crítica, pues el "Yorktown" iba a Pearl Harbour averiado dejando una estela de combustible facil de detectar por los submarinos enemigos. El "Saratoga" todavía se encontraba en los astilleros para ser reparado y modernizado y sólo se podía disponer de los portaaviones "Enterprise" y "Hornet" para la siguiente batalla, la de Midway.

Los japoneses se sentían vencedores al hundir un portaaviones y dañar gravemente a otro a cambio de perder al pequeño portaaviones "Shoho". Pero la situación era muy diferente al optimismo. El "Shokaku" necesitaría dos meses para ser reparado, mientras que el "Zuikaku" perdió tantos pilotos veteranos que llevaría mucho tiempo poder reemplazarlos. Sólo habían quedado operativos en este portaaviones 24 cazas, 9 bombarderos y 6 torpederos.

Los japoneses habían perdido casi 80 aviones por sólo 66 los norteamericanos. La principal consecuencia a corto plazo es que los dos mejores y más modernos portaaviones japoneses no participarían en la batalla naval de Midway.



Saludos
Blas de Lezo

Aunque enmarcado en la segunda mundial, la guerra japonesa estadounidense tiene un marco propio. El ataque a Pearl Harbour en 1941 tiene inmediatamente un hecho crucial. Wiston Churchil escribe en sus memorias, que por primera vez en toda la guerra durmió feliz y convencido del éxito.

Lo cierto es que la dinámica de Pearl Harbour, aún no se entiende. Ni se entiende que los americanos se dejasen sorprender, ni se entiende que los portaviones no estuviesen ¡Pero solo los portaviones! Ni se entiende que los japoneses no estimasen contra quien se enfrentaban, en ese clásico “despertar a un gigante dormido”
Tras el ataque, USA declara la guerra a Alemania. Pearl Harbour fue la excusa. La guerra la quería su presidente, pero el país no le dejaba, recelosos de una primera mundial que según USA ellos fueron los chicos generosos hacia unos europeos siempre envueltos en luchas fraticidas. Y lo cierto es que tenían razón.
Vía libre. USA ayuda a Inglaterra; ayuda en cantidades ingentes a Rusia, y se lanzan solos contra los japoneses en su océano Pacífico. El inmenso Pacífico.
Dos guerras diferentes. En una, llevan la mayor parte del peso; en la otra, el exclusivo esfuerzo de la lucha. Nadie más, aunque quisiera, podía ayudarles.

Sin USA en la contienda es difícil decir como hubiese sido la segunda mundial. Lo cierto es que el cambio del mundo ocurrido a raíz de la guerra, tiene como máximo protagonista a USA.

Mucho material y material bueno, buenos técnicos e ingenieros, y en no menor medida el secreto de las comunicaciones desvelado. A los alemanes les leían su aparentemente seguro Enigma, y eso desde 1939. También a los japoneses, y ese fue gran parte del éxito de las batallas navales. El propio Yamamoto caería en 1944 derribado por unos cazas que sabían donde andaba.

Japón era una sociedad medieval apenas despertada a la industria, pero con el alma de sus gentes en pleno despotismo medieval. Una sociedad de un altísimo valor civil, quizá la más educada del mundo, pero también de las más crueles en sus guerras de conquista ¿Quién entiende al hombre?

El japonés actual ha aprendido bien la lección....que le leyeron los americanos. Es un pueblo sin mucha controversia. El Emperador era su dios, uno de sus dioses. Cuando llegaron los americanos, siguiendo un claro programa no improvisado, los japoneses oyeron por la radio a su propio dios que ya no era su dios...y lo borraron del panteón. Así de simple.
La Marina Imperial....aquello si era una marina. En aquel mar tan azul, ensartado de islas, es fácil evocar la figura de aquella poderosa flota orgullosa entre pequeños pesqueros dando vivas al Emperador.
En los templos de las calles de Kyoto uno puede todavía contemplar fotografias en blanco y negro de los barcos imperiales con dedicatorias o votos en japonés ¿qué dirán?
Aún los japoneses se recogen unos minutos delante de ellos y agachan la cabeza ¿qué murmurarán?

La guerra es odiosa, pero USA los hizo un gran favor. Ellos lo saben.

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Lo ocurrido en Pearl Harbour no lo entiende nadie. Después de haber leido mucho sobre el tema he llegado a la conclusión de que nunca llegaremos a saber la verdad, que es lo más triste de todo esto.

También me intriga la cantidad de ocasiones en que la guerra del Pacífico pudo haber ido por derroteros diferentes, pero en ningún caso Japón hubiera ganada la guerra. Los altos mandos nipones, sobre todos los de la Marina, sabían que la guerra no la podían ganar, por ello buscaron la batalla decisiva que obligara a una paz honrosa y en posición ventajosa para los japoneses.

Pero en esto también se equivocaban. Aun habiendo ganado la batalla del Mar del Coral y de Midway, el siguiente paso hubiera sido atacar la costa de EE. UU.. La guerra hubiera durado dos, tres o cuatro años más, pero el resultado hubiera sido el mismo.

Me ha sorprendido mucho tu observación sobre las evocaciones actuales a la Marina Imperial. Pensaba que eran cosas del pasado o de unos pocos que añoran tiempos de gloria de una Marina que ya no volverá. La mentalidad del pueblo japonés me sigue fascinando.

Saludos.

Buenas tardes a todos y feliz año.

La batalla del Mar del Coral junto con su consecuencia inmediata (batalla de Midway) y las operaciones en tierra de Guadalcanal, marcaron el punto de inflexión de la guerra en el Pacífico ya que estas fueron las dos últimas operaciones ofensivas del Japón y donde, como anteriormente se dice, se termina con el mito de la invencivilidad japonesa, desde entonces los que marcaron la pauta fueron los americanos.

Lo de Pearl Harbour es quizás uno de los enigmas sobre el cual nunca sabremos toda la verdad ya que viendo las condiciones del ataque y lo que probablemente Nagumo podría haber conseguido si despues del ataque hubiese sido un poco más ambicioso, barriendo la zona con sus aviones y descubriendo esos portaviones "perdidos" pudiendo probablemente destruirlos. Desde luego la falta de preparación que había en la base sabiendo como estaban las cosas parece cuanto menos una negligencia profesional muy grande.

F. D. Roosevelt necesitaba un motivo importante para meter a los Estados Unidos en la guerra y para mi esto, dentro de la desgracia brutal que supone la pérdida de más de 2.000 vidas, le vino como anillo al dedo. Quizás se les fue de las manos ya que probablemente ellos esperaban que el golpe de los japoneses les sería en Filipinas, algo más asumible, pero no fue así. Para los mal pensados este caso es otro "Maine" aunque yo no creo que en este caso sea así, pero la red está llena de teorías conspirativas con respecto a este tema.

En cuanto a la observación sobre las evocaciones a la Marina Imperial si recuerdo haber visto algun reportaje en televisión en la conmemoración de algún aniversario del final de la guerra en la que veteranos japoneses visitaban templos en los que se rendia culto a los caidos en aquella contienda, ya que para muchos no son como en occidente criminales de guerra, además los japoneses son un pueblo que según creo siempre están muy orgullosos de su historia y sus antepasados.

Muy interesante el tema.

Saludos a todos.

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“En cuanto a la observación sobre las evocaciones a la Marina Imperial si recuerdo haber visto algun reportaje en televisión en la conmemoración de algún aniversario del final de la guerra en la que veteranos japoneses visitaban templos en los que se rendia culto a los caidos en aquella contienda, ya que para muchos no son como en occidente criminales de guerra, además los japoneses son un pueblo que según creo siempre están muy orgullosos de su historia y sus antepasados.”

Probablemente no es que estén orgullosos en barbecho de sus antepasados.

Los japoneses son una sociedad de castas, de clases. Es muy diferente el juicio que tienen unos de otros.

Por otra parte es muy difícil conocer lo que piensa en realidad un japonés en una conversación. Su alto sentido de la educación les impide contradecir a su interlocutor. El apasionamiento de la expresión es también para ellos una falta de educación.

Cuando interrogas a un japonés sobre la guerra te dice que gracias a los americanos conocieron la democracia, y cambia de tema.

Cuando hablas con un japones más refinado, de clase más alta, es evidente su alto orgullo y alto sentido de su ser. Ante un forastero sus asuntos internos son internos.

Es muy difícil sacar nada en claro.

En las dos ocasiones que he estado allí, por los periódicos del hotel, pude colegir que la segunda mundial es un tema que todavía les colea. Quizá como opinión “oficial” es una gran vergüenza y están arrepentidos. Pero el tema es que los chinos les siguen sacando continuamente sus atrocidades de guerra, y que les han condenado múltiples veces a indemnizaciones de víctimas.

Lo que si tengo para mi es que el japonés incorpora la historia y aprende de ella.

Aprender de la historia es el único objetivo sensato de la misma. Todo lo demás es un cotilleo de revista, aunque más divertido, eso si.

Buenas tardes a todos.

Desde luego que tienen muy presente su historia, que son complicados, que son respetuosos a veces hasta ser casi insoportables, y que tienen una educación que a veces raya en el servilismo. Son capaces de estar en total desacuerdo contigo ponerte cara de risa y a la vez decirte que te vayas a tomar vientos con una educación digna del acádemico más refinado de una universidad.

Todo esto aunque pueda parecer exagerado lo digo porque conviví hace unos años en Londres con una chica japonesa, culta, muy culta, con una educación más grande que la mia en aquel momento, casi con toda seguridad, y desde luego a veces no la entendía ni de broma. Cuando trataba de hablar de estos temas, sólo una o dos veces, ella siempre salía por peteneras y lo más que conseguí sacarle es que alguien de sus antepasados habia estado en ese "difícil y peligroso periodo", ¡leche! me imagino que abuelos y tal habría tenido, eso lo doy por supuesto y si toda su familia siempre había vivido en Japón pues me imagino que estarían, menuda novedad, pero eso fue todo lo que conseguí y eso que vivimos juntos como pareja duarante unos 8 meses más o menos.

Desde luego aquella chica era todo un personaje.

En cuanto a lo que espaldar comenta de aprender de la historia es algo en lo que por supuesto estamos de acuerdo.

Saludos a todos.

Antes de seguir me gustaria que se aclarase una pequeña duda: quien declaro la guerra a quien?? Yo estoy convencido de que fue Alemania quien se la declaro a USA.

Buenas tardes a todos.

Si Prinz Eugen el 11 de diciembre de 1941. Perdona por tardar y lo escueto pero es que hoy tengo un mal dia en el trabajo.

Saludos a todos.