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 Ora Maritima
Ora maritima, obra del poeta romano de origen etrusco Rufo Festo Avieno, compuesta probablemente hacia mediados del siglo IV d.C. y que ha sido traducida al castellano como Las costas marítimas. Se trata de un poema escrito en senarios y cuya versificación es de tipo yámbico, en el cual se describen las costas europeas desde Britania hasta el Ponto Euxino (mar Negro). Avieno adaptó el periplo que un navegante de Massalia (colonia focense, actualmente Marsella, en Francia) llevó a cabo a finales del siglo VI a.C., más concretamente la transcripción que el historiador y retórico griego Éforo hizo dos siglos más tarde. Es, por tanto, la descripción más antigua conocida de los territorios occidentales europeos, para cuya composición el autor usó de otras fuentes que enriquecieron el original. En la actualidad, sólo se conservan los versos referidos al litoral situado entre Gadir (la Gades romana, actual Cádiz) y la citada Massalia. La monotonía de su poesía didáctica es la principal característica del texto.
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21 Jun 2009 09:09 |
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 Re: Ora Maritima
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21 Jun 2009 09:16 |
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 Re: Ora Maritima
ORA MARITIMA (COSTAS MARINAS) AVIENO
Considerando, Probo1, que a menudo tú me has solicitado, con toda tu alma y sentimiento, que pudieran conocer el emplazamiento del mar Táurico2, con una fiabilidad razonable, aquellos que se encuentran alejados en las zonas remotas de la tierra3, he puesto gustoso manos a este trabajo a fin de que tu deseo fuera viendo la luz en este poema4. Pensé, verdaderamente, que en rigor no estaba bien, dada la edad que ya tengo, el no exponer a tu criterio el contorno de aquel país del que había yo tenido noticia por páginas antiguas y mediante una lectura muy profunda a lo largo de toda mi existencia5. Pues creo que negar a otro lo que se posee, sin detrimento alguno, es típico de un inculto y un rudo. A esto hay que añadir que tú eres para mí como un hijo, por amor y lazos de sangre. Pero ello no bastaría, si no supiera que tú has devorado siempre, con ansia inagotable, los escritos y los tratados recónditos de los antiguos; que eres de natural abierto, dotado de sensibilidad; que tu corazón siente una sed insaciable por tales materias y que guardas buena memoria, más que nadie, de lo que has aprendido. ¿Por qué habría de derrochar inútilmente los secretos de las cosas en un inconstante? ¿Quién se empecinaría en tratar temas profundos con alguien incapaz de seguirlos? Por tanto, muchas razones, muchas, Probo, me han impulsado a satisfacer por completo lo que me habías solicitado tan insistentemente. Más aún, he considerado que desempeñaría la función de un padre, si con notable riqueza y profusión de datos mi musa diera a conocer tu deseo. Conceder lo pedido, en efecto, es propio de un hombre desprendido; aumentarlo en cambio, colmándolo de un regalo añadido, es propio de un talante bondadoso y noble.
1 Pariente y amigo de Avieno, probablemente Sexto Petronio Probo, cónsul en 371; o bien su hijo Anicio Petronio Probo, cónsul, también, en el 406, al que se referirá a lo largo de toda la obra (cf. Introducción). 2 El mar de Azov, también llamado Meótida Tetis, laguna Meótida o mar Escítico en la Descripción (31, 243 y 768), citado más adelante (vv. 32-33 y 69). 3 Es decir, los que vivían en los límites del Imperio, alejados del centro de la civilización por antonomasia de entonces, la grecorromana. 4 Como en la Descripción y los Fenómenos, Avieno inicia esta obra con una introducción o preámbulo personalizado, no propiamente ritual, que se extiende hasta el v. 79. 5 Referencia muy general a sus fuentes, especificadas luego (vv. 32ss). Este respeto a las "páginas antiguas", a pesar de ser un cliché literario en la literatura latina, es índice del talante tradicionalista de Avieno, que debió componer estas Costas marinas en edad ya avanzada.
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21 Jun 2009 09:24 |
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 Re: Ora Maritima
Me preguntaste, si recuerdas, cuál era el emplazamiento del mar Meótico. Sabía que Salustio6 lo había indicado y no iba a negar yo que sus palabras han sido consideradas por todos de autoridad bien fundada. Por consiguiente, a la preclara descripción, en la que este narrador, de estilo y credibilidad vigorosos, brindó el contorno y el aspecto de los lugares casi como si estuvieran a la vista, con el peculiar atractivo de su lengua, hemos añadido nosotros muchos datos, tomados de los comentarios de muchísimos otros autores. Se encontrará aquí, pues, a Hecateo de Mileto7 y Helánico de Lesbos8; asimismo Fileo el ateniense9, Escílax de Carianda10; a continuación Pausímaco11, a quien engendró la antigua Samos, incluso Damasto12, nacido en la noble Sige, y Bacoris13, originario de Rodas; también Euctemón14, conciudadano de la metrópolis ática; el siciliano Cleón15, el propio Heródoto de Turios16 y, por último, aquel que es la gran lumbrera de la elocuencia, el ateniense Tucídides17.
6 Historiador romano (86-36/5 a. C.). 7 Autor de los ss. VI-V a. C., considerado como fundador y padre de la Geografía, perteneciente al círculo de la Jonia arcaica y discípulo de Anaximandro. 8 De fines del s.V a. C., originario de Mitilene y perteneciente al círculo cultural jónico, escribió numerosas obras, de las que apenas quedan fragmentos, sobre mitología e historia de ciudades y pueblos. 9 O Filesas, s. V a. C. Autor poco conocido que escribió una Periegesis o Periplo, de la que sólo se conservan fragmentos. 10 Autor importante, del siglo VI a. C., que ofrece descripciones geográficas con cierta forma ya literaria. 11 Geógrafo, probablemente del VI a. C. de obra perdida. 12 Geógrafo contemporáneo de Heródoto, s V a. C., que redactó entre otras obras, un Periplo basado en Hecateo. 13 Como Pausímaco, desconocido. Sólo aparece citado aquí. 14 Filósofo y científico ateniense del s. V a. C., sobre el cual no quedan más que noticias. 15 Sólo conocido de nombre. S. V a. C. Uno de los pilares de la historiografía griega. 16 S. V a. C. Uno de los pilares de la historiografía griega. 17 Historiador ateniense, ss. V-VI a. C., que escribió sobre el hecho bélico más importante, para él, de la historia griega: la guerra del Peloponeso.
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23 Jun 2009 15:35 |
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 Re: Ora Maritima
Aquí por lo tanto, Probo, parte de mi corazón, tendrás todas las islas que se alzan por la llanura marina18, esto es, por ese llano, que tras las ensenadas formadas por el orbe terrestre al abrirse como en un bostezo19, impele a Nuestro Mar20 desde el estrecho tartesio y el oleaje atlántico, hasta las tierras lejanas; asimismo, los golfos arqueados y los promontorios; cómo la costa se extiende en suave pendiente, cómo los macizos montañosos se adentran profundamente en las olas y cómo famosas ciudades se ven bañadas por el mar; cuál es el nacimiento de los ríos más grandes, cómo las islas con frecuencia, son abrazadas por esos mismos ríos; cómo los puertos arquean ampliamente sus seguros malecones; cómo se rellanan las lagunas; cómo reposan los lagos; cómo los altos montes elevan sus riscos pedregosos; cómo el oleaje del turbulento mar, blanco de espuma, ciñe a los bosques. Éste será, pues, el objetivo de nuestro trabajo: la exposición detallada del hondo mar de Escitia21 y el llano marino del salado Euxino22, incluso islas, si es que alguna emerge en esa marmórea mar. El resto, por lo demás, ya lo hemos relatado más cumplidamente en aquel volumen que compusimos acerca de las costas y países del orbe terrestre23. Así, para que tengas una prueba paladina de estas mis fatigas y trabajos, comenzaremos el relato de la presente obrita remontándonos un poco más arriba24. Tú atesora estas noticias en lo más profundo de tu corazón, pues se sustentan en la garantía de fidelidad de haber sido remotamente tomadas y obtenidas de otros autores.
18 El Océano, entendido según el concepto geográfico primitivo-mitológico, es un río gigantesco que rodea la Tierra. 19 Acorde con la tradición de la poesía didáctica, Avieno intenta explicar, de forma expresiva, la abertura de la cuenca mediterránea frente al Atlántico como un "bostezo". Se trata de las Columnas de Hércules o estrecho de Gibraltar también conocido como "Estrecho Tartesio". 20 El Mediterráneo, llamado así después del hundimiento del Imperio, con el sentido de "mar rodeado de tierras". En época romana era conocido como "Mar Interno", "Mar Interior" o "Mar Nuestro". Tuvo también nombres parciales. 21 En sentido estricto es el mar de Azov, el antiguo mar o llano marino Meótico. 22 Sobre éste, el Ponto Euxino o mar Negro. 23 La Descripción del Orbe Terrestre, traducción y comentario que Avieno hizo sobre la Periegesis o Descripción de la Tierra de Dionisio de Alejandría. 24 Empieza por describir brevemente la costa atlántica desde las Columnas de Hércules hasta Estrimnis, en dirección al norte.
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23 Jun 2009 15:38 |
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 Re: Ora Maritima
Las tierras del extenso orbe se despliegan a lo largo y ancho, mientras el oleaje se derrama una y otra vez en torno al orbe terrestre25. Pero allí donde el hondo mar salado se desliza procedente del océano, de tal suerte que el abismo de Nuestro Mar se despliega ampliamente, se encuentra el golfo Atlántico26. Aquí se halla la ciudad de Gadir, llamada antes Tarteso27. Aquí están las Columnas del tenaz Hércules, Ábila y Calpe (ésta se encuentra a la izquierda del territorio mencionado; aquélla, próxima a Libia): retumban bajo el recio septentrión, pero aguantan firmes en su emplazamiento28. También aquí se alza29 el cabezo de un peñón sobresaliente (en los más antiguos tiempos lo denominaron Estrimnis30) y la encumbrada mole de su pico rocoso se orienta de pleno hacia el noto templado. A su vez, a los pies de la aguja de este saliente, se abre para sus habitantes el golfo Estrímnico31, en el que se muestran las islas Estrímnides que están muy separadas y son ricas en mineral de estaño y plomo32. Aquí se encuentra una raza de gran vigor, de talante altanero, y de una habilidad eficiente, imbuidos todos de una inquietud constante por el comercio. Y surcan con sus pataches, aventurándose a largas distancias, una mar agitada por los notos y el abismo de un océano, preñado de endriagos33. De hecho, no saben ensamblar sus quillas a base de madera de pino y tampoco, según es usual, alabean sus faluchos con madera de abeto, sino que, algo realmente sorprendente, ajustan sus bajeles con pieles entrelazadas y a menudo atraviesan el extenso mar salado en estos cueros34.
25 Referencia a la primitiva concepción geográfica de la Tierra, por la que empieza la Descripción. 26 Vendría a corresponder al golfo de Cádiz, entendiendo golfo como equivalente a mar. 27 Confusión, o simplificación, entre Gadir (Gades) y Tarteso, que se repite más adelante. Esta inexactitud ya se cometió en la Descripción. 28 Según el mito fueron emplazadas por este héroe en memoria de su décimo trabajo, el de los "Bueyes de Gerión", en el estrecho de Gibraltar. 29 Esto es, el litoral oceánico o atlántico. 30 Localizable en el extremo oeste de la Bretaña francesa, departamento de Finisterre, podría tratarse de la isla de Ouessant, antiguamente un cabo. 31 Podría identificarse con la bahía de Douarnenez o la rada de Brest, pero hay que darle un sentido más amplio: abarcaría desde la Punta de Penmarch y el grupo de islas de Glénan hasta las costas inglesas de Cornualles e islas Scilly, incluida la bocana del Canal de la Mancha. 32 De ubicación dudosa, debieron de ser unas islas base, de fácil acceso para la navegación antigua, en las que se concentraba el comercio, más que la producción, de estaño, plomo y otros minerales. Fueron conocidas como Casitérides(="Islas del Estaño"). Habría que identificarlas con el grupo de islas Scilly, en la costa sudoeste de la Gran Bretaña, antes que con la isla de Oussant, en la costa francesa. 33 La navegación antigua por el litoral atlántico, siguiendo derrotas o carreras comerciales y de exploración, fue en principio preferentemente de cabotaje, dada la dificultad del océano Atlántico. 34 Embarcaciones primitivas que debieron de ser muy versátiles, las utilizaron también muchos otros pueblos. César las empleó en el 55 a. C. al invadir la Gran Bretaña.
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23 Jun 2009 15:43 |
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 Re: Ora Maritima
Por otra parte, desde aquí hasta la Isla Sagrada35 (pues así la llamaron los antiguos) una nave tiene un trayecto de dos soles. Esta isla despliega en medio de las olas un amplio territorio y la habita a lo largo y ancho la raza de los hiernos. Cercana, de nuevo, se extiende la isla de los albiones. Y los tartesios36 acostumbraban también a comerciar hasta los confines de las Estrímnides. Incluso colonos de Cartago y la población que habita entre las Columnas de Hércules se acercaban a estos mares; sobre los cuales el cartaginés Himilcón37 asevera que podían ser atravesados en apenas cuatro meses, según él mismo relató haberlo comprobado mediante una navegación. Así, no hay vientos, en una amplia zona, que impulsen al navío; así el líquido elemento de una llanura marina encalmada se inmoviliza en sus reinos. Se añadirá a ello que emerge entre las aguas abundante urchilla y que a menudo refrena la popa como si fuera maleza. No deja de decir también que por esta zona la superficie de la mar no alcanza gran profundidad y que apenas un poco de agua cubre el fondo, que las bestias marinas recorren la mar por aquí y por allá, que los navíos se desplazan lentos y lánguidos entre monstruos que nadan por medio38.
35 Irlanda, llamada Hibernia o Hierne, y habitada por los hiernos, Avieno la llama Sagrada para recoger el significado de la denominación griega Hierá o Hiérnê. 36 Los albiones, nombre quizá preindoeuropeo, son los habitantes de Albión, la Gran Bretaña. Sobre los tartesios véanse los vv. 265 ss. 37 Según Plinio fue un explorador que realizó un viaje por las costas atlánticas de Europa, en la época de máximo poder de Cartago (s. V a. C.). 38 Relación de las dificultades para la navegación primitiva por el litoral atlántico. Estos peligros, reales y no inventados, que utilizaron, según se ha visto, los cartagineses como propaganda disuasoria frente a otros pueblos, se repetirán más adelante.
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26 Jun 2009 08:20 |
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 Re: Ora Maritima
Si a partir de aquí alguien se atreve a forzar su esquife desde las islas Estrímnicas rumbo a las aguas del sector de la Licaonia39, donde la atmósfera se hiela, acaba llegando al territorio de los ligures40, desprovisto de habitantes, pues hace ya tiempo fueron depredados a manos de los celtas y por los frecuentes combates. Entonces los ligures, desplazados a la fuerza, como con frecuencia guía la fortuna a algunos, llegaron a esos territorios que ahora poseen, cubiertos por lo general de zarzales terribles; estos parajes son pura pedriza y abruptas roquedas, y los picos de las montañas se hunden amenazadores en el cielo. Y este pueblo huidizo vivió ciertamente durante mucho tiempo en las cárcavas de los peñascos, apartados de las olas, pues su miedo al salado mar provenía de aquel peligro primitivo. Tiempo después, la calma y el ocio, a la par que la seguridad, potenciando su audacia, los persuadió a salir de sus encumbradas guaridas y a descender a zonas marinas. Tras aquellas tierras41, sobre las que antes hemos hablado, de nuevo se abre una gran ensenada, que abarca una extensa llanura marina hasta Ofiusa42. Retrocediendo desde su litoral hacia el llano del mar Interno43, por donde dije antes44 que el mar, al que llaman Sardo, se adentraba en las tierras, se emplean siete días de marcha a pie45.
39 El Norte, simbolizado por la constelación de la Osa Mayor, Calisto, hija de Licaón. No se refiere al Mare Germanicum (Gran Bretaña-Jutlandia), sino a las costas de Escandinavia. 40 Se trata de las costas del mar del Norte e incluso Frisia (norte de Alemania), de donde fueron expulsados por los celtas hacia el s.VII a. C., para desplazarse hacia los Alpes Marítimos y el Apenino ligur; esta migración es la que recoge Avieno. 41 Se refiere a la Isla Sagrada y a la de los albiones. Ahora el poeta cambia de dirección, porque empieza a describir las costas de Norte a Sur. 42 Esta gran ensenada podría ser el golfo de Vizcaya. Ofiusa era un antiguo nombre griego para referirse a la Península Ibérica; se decía que significaba "tierra de serpientes", por su relación con óphis, "serpiente" en griego. 43 El Mediterráneo tuvo en principio nombres locales, como aquí, donde se llama Sardo al mar entre Cerdeña y España. 44 Versos 82-84. 45 Por la ruta terrestre que enlazaba el núcleo comercial más importante del litoral del golfo de Vizcaya, Burdeos (Burdigala), con Narbona, ya en la costa mediterránea, a través del curso del Garona, de Tolulouse y Carcasona.
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26 Jun 2009 08:23 |
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 Re: Ora Maritima
Ofiusa presenta un flanco tan prominente hacia adelante, cuanto oyes que se extiende la isla de Pélope en tierras de los griegos46. Al principio se la denominó Estrimnis, y los habitantes de estos lugares y campos eran los estrímnicos; posteriormente una plaga de serpientes puso en fuga a sus habitantes y logró que esta tierra quedara despojada hasta de su propio nombre47. Se adentra a continuación hacia los abismos marinos el cabo de Venus y la mar brama en torno a dos islas48 deshabitadas por la escasez de espacio vital. El Ario se yergue luego imponente, destacándose hacia el desapacible septentrión; por otro lado, desde aquí hasta las Columnas del poderoso Hércules hay una travesía para las naves de cinco días49. Después, en plena mar, hay una isla, de abundante vegetación y consagrada a Saturno. Pero el vigor de su naturaleza es tal que, si alguien se acerca navegando hasta ella, al punto se encrespara la mar colindante con esta isla; ella misma tiembla y salta toda su superficie, estremeciéndose profundamente, en tanto que, en el resto, la mar permanece silenciosa a la manera de un estanque50. Acto seguido se yergue un promontorio hacia los aires de Ofiusa y desde el peñón Arvio hasta estos parajes hay un trayecto de dos días51. En cambio, la espaciosa ensenada que se abre desde allí se extiende en lontananza, siendo difícil navegar en su totalidad con un solo viento; pues llegarás al centro si te arrastra el céfiro; el tramo que queda reclama al noto52.
46 Avieno se refiere a la península del Peloponeso. 47 Según esto, el nombre más remoto de la Península Ibérica habría sido Estrimnis, que también se aplicaba a la Gran Bretaña, algo explicable quizá por las relaciones comerciales entre ambas y el mar del Norte. La "plaga de serpientes" que expulsó a los estrímnicos podría implicar a su vez una referencia a los celtas, llamados "sefes" nombre procedente del griego sepe = "serpiente". 48 Tanto el cabo de Venus como las islas son de identificación difícil porque este Periplo no ofrece más datos de la costa norte de la Península Ibérica. 49 El Ario es probablemente el cabo Silleiro, próximo al puerto de Bayona. 50 Una de las islas Berlengas (la mayor), mejor que las Estelas o los Farilhôes (Farallones), frente al cabo Carvoeiro. 51 Este promontorio es el cabo Roca. Entre él y el cabo Ario (Silleiro) hay unos 375 Km., a razón de unos 187,5 por día. 52 El abra y la ría de Lisboa, formada por la desembocadura del Tajo. Para penetrar en este estuario los barcos necesitaban viento del Oeste para desplazarse al Este, y luego del Sur para, cambiando de rumbo, subir hacia el Norte.
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26 Jun 2009 08:26 |
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 Re: Ora Maritima
Por otra parte, desde aquí hasta la Isla Sagrada35 (pues así la llamaron los antiguos) una nave tiene un trayecto de dos soles. Esta isla despliega en medio de las olas un amplio territorio y la habita a lo largo y ancho la raza de los hiernos. Cercana, de nuevo, se extiende la isla de los albiones. Y los tartesios36 acostumbraban también a comerciar hasta los confines de las Estrímnides. Incluso colonos de Cartago y la población que habita entre las Columnas de Hércules se acercaban a estos mares; sobre los cuales el cartaginés Himilcón37 asevera que podían ser atravesados en apenas cuatro meses, según él mismo relató haberlo comprobado mediante una navegación. Así, no hay vientos, en una amplia zona, que impulsen al navío; así el líquido elemento de una llanura marina encalmada se inmoviliza en sus reinos. Se añadirá a ello que emerge entre las aguas abundante urchilla y que a menudo refrena la popa como si fuera maleza. No deja de decir también que por esta zona la superficie de la mar no alcanza gran profundidad y que apenas un poco de agua cubre el fondo, que las bestias marinas recorren la mar por aquí y por allá, que los navíos se desplazan lentos y lánguidos entre monstruos que nadan por medio38.
35 Irlanda, llamada Hibernia o Hierne, y habitada por los hiernos, Avieno la llama Sagrada para recoger el significado de la denominación griega Hierá o Hiérnê. 36 Los albiones, nombre quizá preindoeuropeo, son los habitantes de Albión, la Gran Bretaña. Sobre los tartesios véanse los vv. 265 ss. 37 Según Plinio fue un explorador que realizó un viaje por las costas atlánticas de Europa, en la época de máximo poder de Cartago (s. V a. C.). 38 Relación de las dificultades para la navegación primitiva por el litoral atlántico. Estos peligros, reales y no inventados, que utilizaron, según se ha visto, los cartagineses como propaganda disuasoria frente a otros pueblos, se repetirán más adelante.
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26 Jun 2009 21:37 |
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 Re: Ora Maritima
Si a partir de aquí alguien se atreve a forzar su esquife desde las islas Estrímnicas rumbo a las aguas del sector de la Licaonia39, donde la atmósfera se hiela, acaba llegando al territorio de los ligures40, desprovisto de habitantes, pues hace ya tiempo fueron depredados a manos de los celtas y por los frecuentes combates. Entonces los ligures, desplazados a la fuerza, como con frecuencia guía la fortuna a algunos, llegaron a esos territorios que ahora poseen, cubiertos por lo general de zarzales terribles; estos parajes son pura pedriza y abruptas roquedas, y los picos de las montañas se hunden amenazadores en el cielo. Y este pueblo huidizo vivió ciertamente durante mucho tiempo en las cárcavas de los peñascos, apartados de las olas, pues su miedo al salado mar provenía de aquel peligro primitivo. Tiempo después, la calma y el ocio, a la par que la seguridad, potenciando su audacia, los persuadió a salir de sus encumbradas guaridas y a descender a zonas marinas. Tras aquellas tierras41, sobre las que antes hemos hablado, de nuevo se abre una gran ensenada, que abarca una extensa llanura marina hasta Ofiusa42. Retrocediendo desde su litoral hacia el llano del mar Interno43, por donde dije antes44 que el mar, al que llaman Sardo, se adentraba en las tierras, se emplean siete días de marcha a pie45.
39 El Norte, simbolizado por la constelación de la Osa Mayor, Calisto, hija de Licaón. No se refiere al Mare Germanicum (Gran Bretaña-Jutlandia), sino a las costas de Escandinavia. 40 Se trata de las costas del mar del Norte e incluso Frisia (norte de Alemania), de donde fueron expulsados por los celtas hacia el s.VII a. C., para desplazarse hacia los Alpes Marítimos y el Apenino ligur; esta migración es la que recoge Avieno. 41 Se refiere a la Isla Sagrada y a la de los albiones. Ahora el poeta cambia de dirección, porque empieza a describir las costas de Norte a Sur. 42 Esta gran ensenada podría ser el golfo de Vizcaya. Ofiusa era un antiguo nombre griego para referirse a la Península Ibérica; se decía que significaba "tierra de serpientes", por su relación con óphis, "serpiente" en griego. 43 El Mediterráneo tuvo en principio nombres locales, como aquí, donde se llama Sardo al mar entre Cerdeña y España. 44 Versos 82-84. 45 Por la ruta terrestre que enlazaba el núcleo comercial más importante del litoral del golfo de Vizcaya, Burdeos (Burdigala), con Narbona, ya en la costa mediterránea, a través del curso del Garona, de Tolulouse y Carcasona.
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26 Jun 2009 21:41 |
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 Re: Ora Maritima
Por otra parte, desde aquí hasta la Isla Sagrada35 (pues así la llamaron los antiguos) una nave tiene un trayecto de dos soles. Esta isla despliega en medio de las olas un amplio territorio y la habita a lo largo y ancho la raza de los hiernos. Cercana, de nuevo, se extiende la isla de los albiones. Y los tartesios36 acostumbraban también a comerciar hasta los confines de las Estrímnides. Incluso colonos de Cartago y la población que habita entre las Columnas de Hércules se acercaban a estos mares; sobre los cuales el cartaginés Himilcón37 asevera que podían ser atravesados en apenas cuatro meses, según él mismo relató haberlo comprobado mediante una navegación. Así, no hay vientos, en una amplia zona, que impulsen al navío; así el líquido elemento de una llanura marina encalmada se inmoviliza en sus reinos. Se añadirá a ello que emerge entre las aguas abundante urchilla y que a menudo refrena la popa como si fuera maleza. No deja de decir también que por esta zona la superficie de la mar no alcanza gran profundidad y que apenas un poco de agua cubre el fondo, que las bestias marinas recorren la mar por aquí y por allá, que los navíos se desplazan lentos y lánguidos entre monstruos que nadan por medio38
35 Irlanda, llamada Hibernia o Hierne, y habitada por los hiernos, Avieno la llama Sagrada para recoger el significado de la denominación griega Hierá o Hiérnê. 36 Los albiones, nombre quizá preindoeuropeo, son los habitantes de Albión, la Gran Bretaña. Sobre los tartesios véanse los vv. 265 ss. 37 Según Plinio fue un explorador que realizó un viaje por las costas atlánticas de Europa, en la época de máximo poder de Cartago (s. V a. C.). 38 Relación de las dificultades para la navegación primitiva por el litoral atlántico. Estos peligros, reales y no inventados, que utilizaron, según se ha visto, los cartagineses como propaganda disuasoria frente a otros pueblos, se repetirán más adelante. .
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27 Jun 2009 09:30 |
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 Re: Ora Maritima
Si a partir de aquí alguien se atreve a forzar su esquife desde las islas Estrímnicas rumbo a las aguas del sector de la Licaonia39, donde la atmósfera se hiela, acaba llegando al territorio de los ligures40, desprovisto de habitantes, pues hace ya tiempo fueron depredados a manos de los celtas y por los frecuentes combates. Entonces los ligures, desplazados a la fuerza, como con frecuencia guía la fortuna a algunos, llegaron a esos territorios que ahora poseen, cubiertos por lo general de zarzales terribles; estos parajes son pura pedriza y abruptas roquedas, y los picos de las montañas se hunden amenazadores en el cielo. Y este pueblo huidizo vivió ciertamente durante mucho tiempo en las cárcavas de los peñascos, apartados de las olas, pues su miedo al salado mar provenía de aquel peligro primitivo. Tiempo después, la calma y el ocio, a la par que la seguridad, potenciando su audacia, los persuadió a salir de sus encumbradas guaridas y a descender a zonas marinas. Tras aquellas tierras41, sobre las que antes hemos hablado, de nuevo se abre una gran ensenada, que abarca una extensa llanura marina hasta Ofiusa42. Retrocediendo desde su litoral hacia el llano del mar Interno43, por donde dije antes44 que el mar, al que llaman Sardo, se adentraba en las tierras, se emplean siete días de marcha a pie45.
39 El Norte, simbolizado por la constelación de la Osa Mayor, Calisto, hija de Licaón. No se refiere al Mare Germanicum (Gran Bretaña-Jutlandia), sino a las costas de Escandinavia. 40 Se trata de las costas del mar del Norte e incluso Frisia (norte de Alemania), de donde fueron expulsados por los celtas hacia el s.VII a. C., para desplazarse hacia los Alpes Marítimos y el Apenino ligur; esta migración es la que recoge Avieno. 41 Se refiere a la Isla Sagrada y a la de los albiones. Ahora el poeta cambia de dirección, porque empieza a describir las costas de Norte a Sur. 42 Esta gran ensenada podría ser el golfo de Vizcaya. Ofiusa era un antiguo nombre griego para referirse a la Península Ibérica; se decía que significaba "tierra de serpientes", por su relación con óphis, "serpiente" en griego. 43 El Mediterráneo tuvo en principio nombres locales, como aquí, donde se llama Sardo al mar entre Cerdeña y España. 44 Versos 82-84. 45 Por la ruta terrestre que enlazaba el núcleo comercial más importante del litoral del golfo de Vizcaya, Burdeos (Burdigala), con Narbona, ya en la costa mediterránea, a través del curso del Garona, de Tolulouse y Carcasona.
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27 Jun 2009 09:36 |
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 Re: Ora Maritima
Ofiusa presenta un flanco tan prominente hacia adelante, cuanto oyes que se extiende la isla de Pélope en tierras de los griegos46. Al principio se la denominó Estrimnis, y los habitantes de estos lugares y campos eran los estrímnicos; posteriormente una plaga de serpientes puso en fuga a sus habitantes y logró que esta tierra quedara despojada hasta de su propio nombre47. Se adentra a continuación hacia los abismos marinos el cabo de Venus y la mar brama en torno a dos islas48 deshabitadas por la escasez de espacio vital. El Ario se yergue luego imponente, destacándose hacia el desapacible septentrión; por otro lado, desde aquí hasta las Columnas del poderoso Hércules hay una travesía para las naves de cinco días49. Después, en plena mar, hay una isla, de abundante vegetación y consagrada a Saturno. Pero el vigor de su naturaleza es tal que, si alguien se acerca navegando hasta ella, al punto se encrespara la mar colindante con esta isla; ella misma tiembla y salta toda su superficie, estremeciéndose profundamente, en tanto que, en el resto, la mar permanece silenciosa a la manera de un estanque50. Acto seguido se yergue un promontorio hacia los aires de Ofiusa y desde el peñón Arvio hasta estos parajes hay un trayecto de dos días51. En cambio, la espaciosa ensenada que se abre desde allí se extiende en lontananza, siendo difícil navegar en su totalidad con un solo viento; pues llegarás al centro si te arrastra el céfiro; el tramo que queda reclama al noto52. . 46 Avieno se refiere a la península del Peloponeso. 47 Según esto, el nombre más remoto de la Península Ibérica habría sido Estrimnis, que también se aplicaba a la Gran Bretaña, algo explicable quizá por las relaciones comerciales entre ambas y el mar del Norte. La "plaga de serpientes" que expulsó a los estrímnicos podría implicar a su vez una referencia a los celtas, llamados "sefes" nombre procedente del griego sepe = "serpiente". 48 Tanto el cabo de Venus como las islas son de identificación difícil porque este Periplo no ofrece más datos de la costa norte de la Península Ibérica. 49 El Ario es probablemente el cabo Silleiro, próximo al puerto de Bayona. 50 Una de las islas Berlengas (la mayor), mejor que las Estelas o los Farilhôes (Farallones), frente al cabo Carvoeiro. 51 Este promontorio es el cabo Roca. Entre él y el cabo Ario (Silleiro) hay unos 375 Km., a razón de unos 187,5 por día. 52 El abra y la ría de Lisboa, formada por la desembocadura del Tajo. Para penetrar en este estuario los barcos necesitaban viento del Oeste para desplazarse al Este, y luego del Sur para, cambiando de rumbo, subir hacia el Norte.
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27 Jun 2009 09:40 |
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 Re: Ora Maritima
Si a partir de allí alguien se dirige de nuevo a pie hacia la costa de los tartesios, realizará el trayecto en apenas cuatro días; si uno dirige sus pasos hacia Nuestro Mar y al puerto de Malaca, tendrá por delante una ruta de cinco soles53. Luego se alza la mole del cabo Ceprésico54. Por debajo se extiende más lejos la isla llamada Acale55 por sus habitantes. Cuesta aceptar la leyenda que corre sobre esta isla por lo sorprendente del hecho, pero, son tantos los testimonios, que bastan para confirmarlo. Dicen que en los aledaños de esta isla el abismo marino no presenta nunca el mismo cariz que el resto del mar; de hecho, por doquier las olas poseen un resplandor semejante a la transparencia del cristal y, por las profundidades de la marmórea mar, es verdad que las olas tienen un reflejo azulado. En cambio, allá, la superficie del mar está mezclada con un fango repugnante, según recuerdan los antiguos, y siempre se halla apelmazada como en torbellinos turbios de inmundicias56. Los cempsos y los sefes dominan las colinas escarpadas de las tierras de Ofiusa; cerca de éstos, el ágil lucio y la raza de los draganos asentaron sus hogares bajo el rigurosamente nevado septentrión57. Por otro lado se halla la isla de Petanio58, hacia la parte de los sefes, y un ancho puerto59. Después, junto a los cempsos se encuentran los pueblos de los cinetes60. A continuación, el cabo Cinético61, en el que mengua la luz sideral y que se yergue a lo alto como el más remoto de la opulenta Europa62, se orienta hacia las aguas saladas del océano, plagadas de monstruos63.
53 La ruta terrestre actual desde el estuario de Lisboa hasta la costa de los tartesios, es decir, la desembocadura del Guadiana (Ayamonte), comprende unos 325 Km (bajando por Setíbal-Marateca-Beja-Ayamonte); distancia que en cuatro días da unos 81,5 Km. por día: era, por tanto excesiva para la Antigüedad. 54 El cabo Espichel. 55 La península de Troya, que pudo ser una antigua isla y que separa el estuario del río Sado y el puerto de Setúbal del mar. 56 Descripción de la laguna del puerto de Setúbal, formada por la desembocadura del río Sado, anegada de arena y fango en su parte central todavía hoy. 57 Los cempsos, ubicados vagamente entre los tartesios y los Pirineos y situados también en la isla de Cartare; y los sefes (ya mencionados en el v. 156), pueblos ambos indoeuropeos, celtas, que ocuparon las riberas del Duero, Tajo y Guadiana. Los lucios, o lusos, corresponderían, tras la romanización a los lusitanos. 58 Mejor que la isla Perceveira, junto a Sines, el bajo de arena, en la barra del Tajo, llamado Cachopo d Sul o Alpeidâo, que recoge el topónimo de Petanio; isla que pertenecía a los sefes. 59 Es, otra vez, el puerto de Setúbal, en el estuario del Sado; no puede tratarse del de Sines, porque, al ser de pescadores, resulta en exceso pequeño. 60 O cinetas, pueblo que ocupaba el extremo sudoeste de Iberia. De origen y filiación desconocidos, ocupaban el estuario del Sado, el valle del Guadiana y el cabo San Vicente. 61 El cabo San Vicente, un macizo escarpado, de 53,8 m. de altura, que para los mapas antiguos (Eratóstenes, Estrabón) era el punto más occidental de Europa, lo que no coincidía con la realidad. Por lo general nebuloso, resultaba un peligro doblarlo en la Antigüedad. 62 Sobre Europa, cf. Des. 18ss. 63 Acaba aquí la descripción de parte de las circunscripciones romanas de la Tarraconense y la Lusitania.
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29 Jun 2009 16:37 |
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 Re: Ora Maritima
El río Ana64 corre allá por medio de los cinetas y surca sus vegas. Se abre nuevamente un golfo y el territorio se extiende curvándose hacia el mediodía65. Desde este río consignado se desgajan de repente dos ramales y su caudal, como en lenta formación, rechaza las aguas espesas del golfo ya dicho (en efecto, aquí las profundidades son de puro y denso lodo). En esta zona se levanta a lo alto la cumbre de dos islas, la menor carece de nombre y la otra una costumbre insistente la llamó Agónida66. A continuación se halla el impresionante peñón Sagrado67, erizado de peñascos y consagrado a Saturno; hierve la mar agitada y la costa despliega un frente rocoso. Aquí sus habitantes poseen cabrillas hirsutas y abundantes machos cabríos, que siempre andan vagando por el territorio cubierto de maleza; y producen unas cerdas muy alargadas y recias para su utilización en las tiendas de los campamentos y las velas y capotes de los marinos68. Desde aquí hasta el río se ha dicho que hay un trayecto de un solo sol69; también aquí se halla el límite del pueblo de los cinetes. El país travesío confina con éstos y el río Tarteso70 baña la comarca. Acto seguido se extiende el macizo consagrado al Céfiro, por lo que la cumbre de este peñón ha sido llamada Cefíride71. Pero en lo referente a sus altos picachos, se yerguen en la cima de su cresta; una gran mole se encarama en los aires y una bruma, como remansada por encima, esconde permanentemente su cabezo nebuloso.
64 Llamado por los árabes Guadiana (wad-, "río"), sirve hoy de frontera entre España y Portugal; es navegable hasta Mértola. 65 El golfo de Huelva, que abarca 70 millas en arco, desde el cabo de Santa María hasta la punta de Chipiona. 66 Islas que habría que buscar en la desembocadura del Guadiana. 67 Después de reseñar el cabo Cinético, la descripción de este otro promontorio como escarpado y de costa rocosa sólo cuadra con la punta de Sagres, que además recoge el topónimo latino de Sagrado o Consagrado. Se abre luego al sudeste la ensenada de Sagres, en parte también rocosa. Saturno recibe aquí nuevamente culto marino. 68 Avieno cita aquí de memoria el verso de Virgilio (Geórgicas III 313) que dice: "...para uso de los campamentos y vestido de los pobres marinos". La región descrita es el Algarve. 69 Avieno cita aquí de memoria el verso de Virgilio (Geórgicas III 313) que dice: "...para uso de los campamentos y vestido de los pobres marinos". La región descrita es el Algarve. 70 El Guadalquivir, descrito más adelante. 71 El Céfiro, o Zéfiro, divinización del viento del Oeste, beneficioso para la navegación, recibió culto (habitual entre los griegos; cf. Dionisio, Per. 364) con la dedicatoria de este cabo y esta costa, enclaves de referencia marina recordados luego.
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30 Jun 2009 08:47 |
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 Re: Ora Maritima
Toda la comarca que sigue es de terreno cubierto por completo de hierba; a sus habitantes se les ofrece una bóveda celeste nublada en su parte más alta, el aire espeso, una luminosidad diurna muy densa y un rocío copioso como el de por la noche. Ninguna brisa, según es costumbre, logra entrar; ni un soplo de viento despeja la capa alta de la atmósfera: una perezosa calígine se echa sobre las tierras y el suelo se humedece ampliamente72. Si alguien rebasa con su nave el peñón del Céfiro y penetra en los torbellinos de Nuestro Mar, se ve impulsado de inmediato por los soplos del favonio73. A continuación, de nuevo un promontorio y un opulento santuario consagrado a la Diosa Infernal74, el fondo de una gruta recóndita y una entrada disimulada. En las cercanías hay una gran laguna, llamada Etrefea75; más aún, se dice que estuvo antaño por estos parajes la ciudad de Herbo; que consumida por los avatares de las guerras, al fin sólo dejó en este territorio su recuerdo y su nombre76. Entretanto, acto seguido, corre el río Ebro77 y su Caudal fecunda los terruños. La mayor parte de los autores refieren que los iberos se llaman así justo por este río, pero no por aquel río78 que baña a los revoltosos vascones. Pues a toda la zona de este pueblo que se encuentra junto a tal río, en dirección occidente, se la denomina Iberia. Sin embargo el área oriental abarca a tartesios y cilbicenos79.
72 Esta comarca -descrita aquí en sentido muy amplio- abarca todo el arco del golfo de Cádiz, desde Faro y la sierra del monte Figo (San Miguel) hasta Sancti Petri. 73 Nombre latino del viento del Oeste, que corresponde al griego céfiro. Viento tibio, que soplaba en primavera, favorable para la navegación. 74 Proserpina, diosa de los Infiernos, asimiliada a la griega Perséfone. Raptada por Plutón (Hades) vivía con él unos meses en el mundo subterráneo -durante la estación de la siembra, en invierno-. El promontorio y el santuario son difíciles de identificar. 75 Imposible de identificar, pues son numerosas las lagunas y marismas en torno al Guadiana. 76 Ciudad desaparecida ya en época de Avieno. 77 El Tinto-Odiel. La homonimia con el Ebro en sí, con los iberos e Iberia, es una confusión, producida por etimología popular, a partir de la relación Érebo- (H)ibero (Río del Erebo), y por acumulación de datos sintetizados en estos pocos versos. 78 El auténtico Ebro, que nace en Fontibre (Reinosa, Cantabria). 79 Acerca de los tartesios cf. vv. 269ss., para los cilbicenios, v 303.
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30 Jun 2009 08:52 |
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 Re: Ora Maritima
Después se halla la isla de Cartare80 y es una tradición con bastante fundamento el que la dominaron primero los cempsos; rechazados luego por la guerra con sus vecinos, se desperdigaron en busca de distintos asentamientos, Se yergue luego la mole del monte Casio y a partir de su nombre la lengua griega llamó primero casítero al estaño81. Después sigue la prominencia de un santuario y, en lontananza, la fortaleza de Geronte, que lleva un antiguo nombre griego, pues hemos oído decir que en tiempos pasados a partir de ella se dio nombre a Gerión82. Aquí se encuentran las amplias costas del golfo travesío83 y desde el río Ana, ya nombrado, hasta estos territorios las naves tienen un día de trayecto84. Aquí se halla la ciudadela de Gadir, ya que en la lengua de los cartagineses se llamaba Gadir a un lugar vallado. Esta misma ciudad fue denominada primero Tarteso85, ciudad importante y rica en tiempos remotos; ahora pobre; ahora empequeñecida; ahora, arrumbada; ahora, en fin, un simple campo de ruinas. Nosotros en estos parajes, excepto las ceremonias en honor de Hércules, no vimos nada digno de admiración86. En cambio, tuvo tal poderío, incluso tal prestigio en épocas pasadas, si damos crédito a la historia, que un rey altanero, y el más poderoso de todos los que a la sazón tenía el pueblo maurusio, muy estimado por el emperador Octaviano, Juba, entregado siempre al estudio de las letras y alejado por el mar que tenía en medio, se consideraba muy distinguido con el honor del duunvirato en su ciudad87.
80 Isla que puede ubicarse en la desembocadura de los ríos Odiel-Tinto: la actual isla de Saltés (Huelva), de 8 millas de perímetro, cubierta de bosque, cultivada en parte y regada por numerosos esteros; el topónimo podría haberse desplazado a Carteya, en la desembocadura del río Piedras. 81 Puede referirse al litoral formado por la cadena de mogotes "Arenas Gordas" ya citada por Plinio (Hist. Nat. III 3: Hareni montes); de apariencia rojiza y parcialmente escarpada a pico sobre el mar, se extiende entre la Torre del Loro (playa de Mazagón) hasta Torre Carbonero. 82 El nombre de Gerión, o Geronte, no se refiere a un rey real, que hubiera existido alguna vez como tal, sino mítico, de tipo histórico-cultural. El promontorio de este templo, dedicado quizá a Saturno/Crono (según Estrabón,II 5,3). 83 "Amplias" porque no sólo abarca la desembocadura del Guadalquivir y el arco formado por Sanlúcar de Barrameda y Chipiona, sino también la bahía de Cádiz, a la que se refiere más adelante desde Rota a Sancti Petri. 84 La singladura entre la desembocadura del Guadiana y Cádiz era perfectamente factible. 85 La fundación, extensión y poderío del imperio talasocrático de la ciudad, habitantes y río de Tarteso, todavía hoy es una cuestión sin resolver -empezando por el nombre, que lo designaba todo-. Para la localización de la ciudad habría que pensar en Sevilla o en su zona, que heredó la importancia comercial del Guadalquivir, antes que situarla en Jeréz de la Frontera o Cádiz. 86 La relevancia y atractivo de Tarteso/Gades bastaban para explicar la visita personal de Avieno a estos lugares, al margen de que pudo haber sido procónsul de la Bética o del norte de África, y haber conocido en consecuencia estos parajes. 87 Juba II (50 a. C.- 23 d. C.), rey por concesión de Augusto (en el 25 a. C.) de Numidia -los maurusios o mauritanos-, reino situado en la provincia romana de Mauritania, África noroccidental.
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30 Jun 2009 08:56 |
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 Re: Ora Maritima
Pero el río Tarteso88, fluyendo desde el lago Ligustino89, a campo traviesa, envuelve una isla90 de pleno con el curso de sus aguas. No corre adelante por un cauce único, ni es uno solo en surcar el territorio que se le ofrece al paso, pues, de hecho, por la zona en que rompe la luz del alba, se echa a las campiñas por tres cauces; en dos ocasiones, y también por dos tramos, baña el sector meridional de la ciudad91. Por su parte, el monte Argentario se recorta sobre la laguna; así llamado en la Antigüedad a causa de su belleza, pues sus laderas brillan por la abundancia de estaño y, visto de lejos irradia más luminosidad aún a los aires, cuando el sol hiere con fuego las alturas de sus cumbres. Este mismo río, además, arrastra en sus aguas raeduras de estaño pesado y transporta este preciado mineral a la vera de las murallas92. A partir de aquí una extensa región se aleja de la llanura de aguas saladas, tierra adentro; la raza de los etmaneos la habita. Y después, por otro lado, hasta los labrantíos de los cempsos, se extienden los ileates sobre tierras fértiles; si bien las zonas marítimas las controlan los cilbicenos93. A la ciudadela de Geronte y al cabo del santuario, como hemos explicado antes, los separa la salada mar por medio; y entre altos acantilados se recorta una ensenada. Junto al segundo macizo desemboca un río caudaloso. Luego se yergue el monte de los tartesios, cubierto de bosques94.
88 El Guadalquivir, que, con el concurso de otros ríos menores, arroyos y caños, va formando innumerables marismas y lagunas, en las que hay algunas salinas y arrozales. 89 Las marismas del Guadalquivir, ya desde Coria del Río. 90 La actual Isla Mayor, hacia la desembocadura del Guadalquivir (de 20 millas de longitud por 2 a 6 de anchura). No se refiere aquí a la isla de los cempsos, Cartare, que citó antes. 91 Tarteso. 92 En línea costera, hacia la desembocadura del Guadalquivir/Tarteso, no se divisa con tiempo despejado ningún monte; es de orillas planas que forman horizonte. Tan sólo bajando hacia Cádiz se aprecian alturas (Sierra de Ronda, etc.); tampoco este río arrastra estaño. 93 Los etmaneos ocuparon la llanura situada a la izquierda del río Tarteso/Betis, entre su desembocadura y Sevilla. Los ileates hacia el noroeste, a la orilla derecha del mismo río, entre los cempsos (que se hallaban a su vez hacia el Ana, cf. vv. 195 y 255) y los cinetes (cf. v. 201), llegando hasta Córdoba. Los cilbicenos o selbisenos (cf. v. 422), relacionados con el río Cilbo (cf. v. 320), en la zona costera al sur de los tartesios, aproximadamente en la actual provincia de Cádiz. 94 Nueva descripción de Cádiz, más pormenorizada. Una amplia bahía, que formaba parte del golfo tartésico, separaba la ciudadela o fortaleza de Geronte (Castillo de Sta. Catalina, junto a la que desemboca un río "caudaloso", el Guadalete) del cabo del templo (Cádiz mismo).
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30 Jun 2009 08:59 |
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