“Querida mamá: Cuando recibas esta carta habré dejado de existir. Me he ofrecido voluntario para realizar una peligrosa misión..."

Quince días antes de la Navidad de 1941 el Teniente de Navío LUIGI DURAN de la PENNE que a la edad de 24 años ya se había ganado una sólida reputación por su tenacidad e iniciativa, y que estaba recién casado, había escrito tres cartas a su madre.

Las dos primeras no se atrevió a echarlas. Su acción fue un canto a la audacia y al valor de los comandos submarinos, pertenecientes a la 10ª Flotilla MAS, de La Specia, la más eficaz unidad de la Marina Real Italiana.

Esta renombrada unidad estaba dividida en pequeños equipos que empleaban torpedos manuales como su principal arma y que contabilizó en su haber el hundimiento de 28 grandes buques enemigos. Su valor dejó estupefacto al Almirantazgo Británico. Winston Churchill manifestó que esta hazaña representaba "Un sobresaliente ejemplo de valor y de ingenio".

Mortificados por las humillantes derrotas sufridas en Tarento (Nov. 1940) y en cabo Matapán (Mar. 1941), la Marina Italiana necesitaba el poder naval en el Mediterráneo y elevar la decaída moral de su Flota. Por esta razón el Estado Mayor Naval Italiano, había concebido un atrevido plan:

El Teniente de Navío La PENN, con su equipo de tres patrullas de dos buceadores cada una, a bordo de tres torpedos humanos, infiltrándose entre las defensas de puerto de Alejandría, debía de atacar a dos acorazados de la Marina Británica: los gemelos de 32.700 toneladas, Queen Elizabeth y Valiant, cada uno artillado con 16 cañones de 15 pulgadas y que suponían el orgullo de la Flota Británica del Mediterráneo. El tercer barco a hundir sería el petrolero Sagona.

El submarino SCIRE, al mando del príncipe Valerio Borghese, debía transportar tres grandes contenedores cilíndricos en cubierta con tres SLC’s (Siluro Alenta Corsa) o torpedos submarinos silenciosos que los buceadores llamaban “cerdos" (maiale) y que fueron ideados para acercar una potente carga submarina de 300 kilos, a un blanco naval bien defendido, sin ser detectados.

Estos "cerdos", eran propulsados por un motor y conducidos por una tripulación de dos hombres cada uno (piloto y buceador) sentados a horcajadas. La velocidad del torpedo era de 23 nudos y la profundidad máxima de navegación 28 metros. Llevaban dos tanques de inmersión a proa y popa operados manualmente y contaban con instrumentos cortantes, para atravesar las redes de las defensas enemigas.

En teoría, una vez cumplida su misión, los hombres podrían escapar en su vehículo, pero la realidad fue que pocos pudieron evitar ser capturados. El ataque había sido preparado meticulósamente, haciéndose coincidir con la inundación del Nilo y ensayándose en un modelo construido con todos los detalles de la base naval inglesa. A las 20 horas el 18 de Dic., Borghese situó el Sciré a cota periscópica, hizo una rápida exploración de 360 grados por el periscopio de combate, comprobando que se encontraban a 10 Km. del puerto de Alejandría.

Tras emerger el submarino, los 6 buceadores embarcaron en sus tres "cerdos y enfilaron hacia su objetivo. El objetivo de De la Penne y su acompañante buceador, el marinero Emilio Bianchi, era el Valiant; el capitán Antonio Marceglia y su compañero Spartaco Schergat, debían de hundir el Queen Elizabeth; y el tercer SLC, que transportaba bombas incendiarias y estaba tripulado por el capitán Vicenzo Martelotta y el sargento Mario Marino tenía como misión atacar un petrolero lleno de combustible.

Tras dos horas interminables de navegar por las heladas aguas, llegaron al faro de Ras-al-Tin, orillaron la pared del malecón que bordeaba la entrada del puerto, llegando a las redes de acero que la protegían Un patrullero de vigilancia ,se aproximó lanzando por la borda cargas antibuceador de 10 kg. Una hizo explosión a menos de 50 m. y los SLC saltaron violentamente.

De pronto, el faro y el puerto se iluminan: tres destructores se disponen a entrar. Las redes se apartan para darles paso... -¡Vamos!- ordena La Penne. Sumergiéndose a 5 metros avanzó hacia el centro del casco del Valiant. Con sus manos paralizadas por el frío se encontró incapaz de parar el motor y su SLC se hundió 17 metros hasta el fondo con sus 1200 kg., centímetro a centímetro, tirando con todas sus fuerzas, con un esfuerzo agotador durante casi una hora, pudo al fin situarlo debajo del buque.

Son las tres de la mañana; faltan todavía tres horas para la explosión. Puso en funcionamiento la espoleta, y agotado y medio desmayado, pues había perdido su máscara en el esfuerzo y tragado agua contaminada, luchó por salir a la superficie, produciendo un "flac" casi imperceptible.

Fue recibido por una lluvia de proyectiles y las luces de un proyector. La Penne descubre una boya de fondeo y nada hacia allí para protegerse, donde encuentra a Bianchi.

Recogidos por una chalupa, el oficial de guardia del Valiant procede a su interrogatorio, tras ser atados y tratados sin contemplaciones. Son las 3,30 horas. Los dos prisioneros se niegan a dar informe alguno, siendo encerrados en un pañol de la cubierta inferior... ¡encima de la carga! Ya no le queda más que mirar cómo huyen los minutos en su reloj...:

Las 5,30... las 5,40... Se oye una explosión lejana. El equipo de Martellota asalta el buque cisterna, pero las bombas incendiarias no han estallado. Son las 5,54; sólo faltan once minutos para la explosión del Valiant. La Penne pide ser llevado a presencia del comandante, Capitán de Navío Charles Morgan a quien comunica que el barco va a volar en 10 minutos, sugiriéndole que suba a cubierta toda la tripulación, negándose a dar la situación exacta del SLC, por lo que fue devuelto al depósito de municiones.

Bianchi ya no estaba allí. En la agonía de una espera que nunca podría olvidar, recuerda De la Penne: "Pensé en lo que había hecho y recé muy rápidamente". A las 6,06 se produce la explosión. Cuando recuperó el conocimiento, milagrosamente estaba vivo y más aún la escotilla había saltado por los aires.

En un instante estaba trepando por los escombros hacia la confusión de la cubierta superior. Se encontraba contento de estar vivo y sabiendo que iba ser un glorioso día. El Queen Elisabeth, también había explosionado a las 6,15 horas como estaba planeado por la acción brillante de Marceglia y Schergat.

El barco se posó en el fondo con la cubierta asomando por encima de las aguas. El tercer equipo de torpedos, colocó su carga en el petrolero Sagona, pero para entonces el puerto había sido alertado y Martelota y Marino fueron capturados al desembarcar en el viejo puerto.

En Marzo de 1945, el príncipe heredero de la corona italiana, en presencia de las tropas italianas que desfilaban, asistió a la imposición de la más elevada recompensa, la Medalla de Oro al valor prendida por el Almirante de la Flota Inglesa, en el pecho del Teniente de Navío Luigi de la Penne, "por el muy valeroso ataque que llevó a cabo sobre mi barco, tres años y tres meses antes."

Espero que os haya gustado.

Extraído de la pagina de veteranos de la UOE

Un addendum, con permiso.

Los Maiale o mini submarino italianos
El "Maiale" o SLC ( Siluro Lenta Corsa ), fue una invención del Ingeniero de la Regia Marina Tedeo Tesei y el Capitan Ellios Toschi en 1936.
Crearon los dos una especie de minisubmarino ( más bien un minitorpedo, ya que se basaba en el Torpedo de 533 mm) eléctrico, de baja velocidad, que sirviese de transporte submarino para equipos de buzos especialistas en demoliciones y de la carga de entre 200 y 300 Kgs de explosivo.
Fue equipado de los timones de la profundidad y de la dirección, compás magnético, un profundimetro, un reloj, un voltimetro, dos amperímetros y una manivela para conseguir profundidad o soltar lastre.
Fue constituido a partir de tres secciones:
- Primero las cargas de explosivo ( Tritolital o Tritolite )
- En la parte central las baterias y los mandos, asi como el lugar donde iban los dos buzos.
- Por último se haya el motor eléctrico y el timón.
El cacharro medía unos 7.5 mtrs de largo y unos 50 cm de ancho. Para acercarse al objetivo navegaban a poca profundidad, manteniendo una velocidad máxima de tres nudos. Cada cierto tiempo tenían que sacar la cabeza para asegurarse de su situación.
La parte delantera contenía 200 kilos de explosivo. Una vez alcanzado el objetivo se desprendía esta carga y se sujetaba al casco de la víctima. Un dispositivo de tiempo permitía al sumergible alejarse de la zona.
Al tiempo que se construian los SLC, se habia avanzado sustancialmente en equipos de respiración bajo el agua para buzos, con suficiente autonomia, y lo más interesante: la eliminación de las delatoras burbujas de aire, eliminación de las etapas de descompresión, etc.

No puedo evitar entrar al trapo al hilo de vuecencia y del Sargento D. Bemaro, así que me tomo la libertad con el debido respeto y con su permiso introduzco brevemente la historia del único Maiale "español".

El 30 de Octubre de 1940, a las 0219, el "Scire" alzó el periscopio en la Bahía de Algeciras, frente a la desembocadura del Rio Guadarranque. Portaba en esta ocasión sobre cubierta tres contenedores con otros tantos torpedos humanos, en los prolegómenos de la operación BG.2, nombre clave de la REGIA MARINA para su segundo ataque a la base naval de Gibraltar.

Tres parejas de buceadores Italianos abandonaron en sus medios de asalto el "Scire", de las que solo una consiguió forzar las obstrucciones y defensas de la base Británica, no pudiendo llegar a atacar su objetivo el HMS Barnham, ante la avería de su torpedo que tuvieron que hundirlo a 14 m y detonarlo, para posteriormente ser cogidos prisioneros.

Otro de los equipos no consiguió superar el barraje, y debido a un fallo en el equipo de respiración tuvieron que hundir el torpedo en un fondo de 40 m, despues de activar el mecanismo de autodestrucción que tambien falló.

La tercera pareja, formada por el Capt. Teseo Tesei y el Sgto. Alcide Pedretti, alcanzaron el acceso norte de la darsena de Gibraltar a las 0458 hrs. En ese momento ambos observaron averias en sus medios de respiración, por lo que les resultaba imposible forzar las defensas, motivo por el que decidieron renunciar al ataque.

Tras virar en redondo y una navegación de 15 minutos fondearon la cabeza de combate, para posteriormente embarrancar en la playa occidental de la línea a las 0710 hrs. Despues de destruir los autorespiradores, viraron el torpedo y con las álvulas de inundación abiertas lo pusieron de nuevo en marcha rumbo sur, momento en que ambos buzos se encaminaron a establecer contacto con sus agentes en tierra.

Pero el torpedo tenía averiada o descompensada la aguja, por lo que el torpedo en lugar de seguir el rumbo marcado, tras dar un viraje de 180º, embarrancó de nuevo en la playa de la linea, donde lo localizó la pareja de la Guardia Civil.

Trasladado al arsenal de la Carraca, fué examinado por los técnicos. De la Carraca pasó a la Escuela de Buzos de Cartagena, donde quedó adscito como medio de transporte y prácticas, a lo largo de sus vicisitudes como Unidad Especial de Buceadores de Combate y Centro de Buceo de la Armada.

En la Algameca languideció hasta que en el año 1974 se devolvió a la MARINA MILITARE ITALIANNA.

Hoy se puede admirar en el museo Commemorativo del "Commando Reaggruppamento Subacquei e Incursori Teseo Tesei", en La Spezia.

No estoy seguro, pero es posible que la foto que muestra el addendum de Bemaro, sea la de este último Maiale que estuvo en servicio en nuestra Armada.

Muy interesante esta historia y dato al respecto Jorgilri.
España, después de haber asistido como los famosos tres monos (no ven, no oyen, no hablan) a las operaciones de la Armada Italiana en la bahía de Algeciras, con el buque Olterra como base de operaciones, encallado en Puente Mayorga, tuvo la suerte de encontrarse con este aparato, con lo que efectivamente podemos decir que también nuestra marina tuvo "maiali". Uno.

Interesante continuacion del trabajo compañero, me ha gustado mucho sobre todo la parte españla, jejeje.

Un abrazo