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Biografía de don Benito María Spínola.



Teniente general de la Real Armada Española.



Nació hacía el año de 1687.



Era de familia noble genovesa, con parentesco por línea directa con los Dorias.



Comenzó a servir en la Armada Española, en la guerra de sucesión al trono de Felipe V, haciéndolo a su servicio.



Su primera acción, fue con la expedición para la toma de Mallorca, en la escuadra al mando del general don Pedro Gutiérrez de los Ríos, estando compuesta por dieciocho navíos y seis galeras, que protegían un convoy de transportes de ciento setenta buques, saliendo del puerto de Barcelona en el año de 1715, el marqués de Mari era el segundo al mando de la flota y escogió a Spínola como su ayudante; ya en el año de 1713 se había incorporado a la Armada Española.



En el mes de agosto del año de 1717, yendo a las órdenes del marqués de Mari, salió con la flota compuesta de doce navíos y con nueve mil hombres, para la conquista de Cerdeña, acción que resultó un éxito.



Fue ascendido a teniente de navío en el año de 1718, cesando como ayudante del marqués de Mari y embarcando en el navío San Felipe el Real, que era el insignia del general Gaztañeta, a cuyo cargo se había puesto la expedición para la conquista de Sicilia; salieron del puerto de Barcelona el día dieciocho de junio estando compuesta por doce navíos, diez fragatas, cuatro galeras y tres mercantes armados, que daban escolta a una flota de trescientos cuarenta buques mercantes, que a su vez transportaba a un ejército de treinta mil hombres, al mando del marqués de Lede.
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Después de conquistada la isla, la flota se hizo a la mar, pero una de sus divisiones se había separado para cumplir una misión en Malta, por lo que el día nueve de julio, a la altura del cabo Passaro, se encontraron con una británica al mando del almirante Byng y sin estar en guerra, al menos declarada, los españoles fueron atacados; el insignia de Gaztañeta rodeado por siete enemigos, fue el que más sufrió en el combate, a pesar de los ímprobos esfuerzos de la dotación española, incluidos los prodigios de valor de Spínola que fue herido, pero a pesar de ello se batió hasta que, la supremacía de los enemigos obligó a rendir el navío.



Cuando fue canjeado, regresó a la bahía de Cádiz, en la división del general Baltasar de Guevara, en esta travesía tropezaron con una fragata británica, que después de un corto combate cayo presa.



De nuevo embarco en la escuadra de galeones del general Cornejo, con destino a América, estando en La Habana las tripulaciones se sublevaron, por falta del cobro de sus sueldos, siendo Spínola uno de los más distinguidos en sofocarla y en la posterior represión, de acto tan deshonesto.



Regresando a la península en una flota de Indias a las órdenes del general Guevara.



En el mes de agosto del año de 1721, embarcó en el navío Buen Consejo, realizando con el un largo viaje, que primero le llevó al archipiélago de las Filipinas y a continuación otro a Montevideo.



Fue ascendido a capitán de fragata en el mes de mayo del año de 1727.



Con este cargo, poco después embarcó en la escuadra del general Rodrigo de Torres, durante el crucero, transitaron por el canal de la Mancha, donde apresaron a cinco mercantes británicos, de los que realizaban el tráfico ilícito con nuestras colonias de América.
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En el año de 1730 fue ascendido a capitán de navío, embarcado de nuevo en una flota de Indias, con el cargo de mayor general, yendo al mando el marqués de Mari, con destino a las posesiones septentrionales, de donde regresó cargada de caudales a la bahía de Cádiz.



Estuvo en la expedición para la reconquista de Orán a las órdenes del general Cornejo, que protegía a un ejército fuerte al mando del duque de Montemar.



Continuó sus operaciones por el Mediterráneo, realizando algunas presas de buques argelinos.



En el mes de agosto del año de 1737, fue como segundo, ya como jefe de escuadra, en una flota de Indias, al mando del marqués de Torre Blanca, regresando a la península con caudales.



En el año de 1746 fue ascendido a teniente general, embarcando como segundo del general Reggio, con la realizó frente a La Habana, un combate contra la flota británica del almirante Knowles, que era muy superior; acabado el combate entró en el puerto, con el navío de su insignia el Invencible , pero totalmente desarbolado, por lo tenaz de la acción librada.



Desempeño algunos servicios en las costas de las Antillas, así como en Tierra Firme, regresando a España al mando de una flota de Indias, y enarbolando su insignia en el navío Fénix, llegando a la bahía de Cádiz sin novedad, desembarcando nada menos que quince millones ochocientos mil pesos fuertes.



En el año de 1753, se le nombró comandante general del departamento y arsenal de Cartagena, permaneciendo en este puesto hasta el año de 1761, disfrutando de algunas licencias, por intentar recobrar su salud.



En el año de 1761, fue nombrado consejero del Supremo de Guerra, por lo que tuvo que viajar y fijar su residencia en Madrid.



Falleciendo en Madrid en el año de 1774







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Biografía de don Benito María de Spínola


Teniente general de la Real Armada Española.


Marqués de Spínola.


Descendía de una noble familia genovesa, que a su vez estaba emparentada con la de los Doria.


Vino al mundo en la ciudad de Génova, en el año de 1687.


Llevado por su pasión por la mar, comenzó navegando de muy joven con los buques de su familia, al alcanzar la edad correspondiente, pidió al rey Felipe V y se le aceptó su ingreso en la Real Armada, con el grado de alférez de navío en el mes de diciembre del año de 1713.


Se asentó en la ciudad de Barcelona, pues desde aquí se estaba preparando la expedición para la reconquista de Mallorca.


En el mes de junio del año de 1715, zarpó de este puerto la escuadra, que al mando del general don Pedro Gutiérrez de los Ríos, estaba formada por dieciocho buques de guerra y le acompañaban seis galeras, que protegían a un convoy de ciento setenta velas, en el que se trasportaba a un ejército completo, con infantería, caballería y artillería.


Como segundo jefe de la expedición estaba el marqués de Mari y escogió a Spínola como ayudante personal.


Se logró llegar a la isla, las fuerzas fueron desembarcadas y atacaron la ciudad, mientras que la escuadra penetró en la bahía el día veinticuatro, al ser vista por la población y con el ejército rodeándola, se entregó la capital por capitulación, por lo que regreso su posesión la preciada isla a la monarquía española.


Como ayudante del segundo de la escuadra, se le encomendó el llevar la grata noticia al puerto y ciudad de partida, donde hubieron fiestas por su reconquista.


En el mes de agosto del año de 1717, zarpó del mismo puerto, una nueva expedición para la toma de la isla de Cerdeña, pero esta vez estaba al mando su jefe el marqués de Mari y él seguía siendo su ayudante.


La escuadra estaba formada por doce buques de guerra y sus correspondientes de transporte, pues se llevaban a nueve mil hombres para su reconquista y en algo menos de dos meses se apoderaron de ella.
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Al terminas esta campaña regresó a Barcelona y en el mes de mayo del año de 1718 se le ascendió a teniente de navío, por lo que tuvo que dejar el agradecido cargo de ayudante del marqués de Mari, por habérsele ordenado el embarcar en el navío San Felipe el Real, que era el buque insignia del general don Antonio de Gaztañeta.


Se preparaba otra expedición, que zarpó del puerto de Barcelona el día dieciocho de junio del año de 1718, con una escuadra de veintidós buques de guerra, cuatro galeras y tres mercantes armados, que dieron escolta y protección al convoy formado por otras trescientas cuarenta velas, que trasportaban un ejército de 30.000 hombres, con destino a la conquista de la isla de Sicilia, estando el la fuerza de desembarco al mando del marqués de Lede, mientras que la escuadra lo estaba al mando del general don Antonio Gaztañeta.


Se produjo el desembarco a cuatro millas de la ciudad de Palermo, se enfrentaron en varias combates todos muy reñidos, pero por las sucesivas victorias más el apoyo de la población se tomaron Palermo y Messina, por lo que quedó en poder de la corona de España la ansiada isla.


De la escuadra de destacó a una división a la isla de Malta, por lo que quedó disminuida su fuerza, además de que no había una declaración de guerra, pero esto una vez más a los británicos les importaba poco.


Estando cruzando sobre el cabo Passaro el día nueve de julio, se vió venir a una escuadra británica, pero por lo dicho, no se tomaron medidas de protección, pero los vistos si que tenían las intenciones claras, por ello al ir acercándose a los españoles y estar ya bajo el alcance de su artillería, sin previo aviso rompieron el fuego, por ello les resultó una fácil victoria a la escuadra del almirante Bing.


Los buques que más tuvieron que soportar el ataque, fueron el San Felipe y el San Felipe el Real, que era el del destino de Spínola, y aunque realizó verdaderas demostraciones de valor, no puedo evitar el caer prisionero, pues además ya estaba herido.


Hubieron reclamaciones por parte de España, de las cuales se produjo el ser fácilmente canjeados todos los prisioneros, entre ellos Spínola, al regresar se le ordenó embarcar en la escuadra del general don Baltasar de Guevara y con ella entró en la bahía de Cádiz en octubre del año de 1718, pero para no desaprovechar ocasión, en el viaje, se tropezaron con una fragata británica, la cual fue atacada y apresada.
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En el mes de enero del año de 1719, se le ordenó el embarcarse en los galeones del general don Francisco Cornejo, con esta escuadra cruzó el Atlántico, a su zona septentrional, pasando posteriormente a La Habana.


Estando en este puerto, en la escuadra hubo una sublevación, provocada por la falta de recibir sus pagas, teniendo lugar en el mes de septiembre, por lo que contribuyó en gran manera a que ésta no fuera a más, logrando al fin el ser sofocada.


Regresó a España embarcado en la en la flota de Indias al mando del general Guevara, a continuación realizó dos viajes redondos a las Tierra Firme, al regresó del último, ya en agosto del año de 1721 se le ordenó embarcar en el navío Buen Consejo, con el que realizó una viaje a las islas Filipinas, a su regreso, y con el mismo navío, volvió a cruzar el Atlántico con rumbo a Montevideo, estando en esta ciudad recibió la comunicación de haber sido ascendido en el mes de mayo del año de 1727 a capitán de fragata. (Obsérvese que entre una fecha conocida y la siguiente han pasado casi seis años, por lo que los viajes a las islas Filipinas, no eran de corta duración precisamente, aunque se escriban en dos líneas como mucho.)


Regresó a la península y se le dio orden de embarcarse en la escuadra al mando del general don Rodrigo Torres, con ésta realizó un crucero sobre el canal de la Mancha, realizando el apresamiento de cinco buques mercante con pabellón del Reino Unido.


Regresaron a Cádiz con las presas y al llegar, ya corría el año de 1730, recibió la nueva de haber sido ascendido a capitán de navío, pero de nuevo su antiguo jefe, el marqués de Mari, le designo como Mayor General de su escuadra, haciéndose a la vela desde Cádiz con rumbo a América septentrional, y regresando al mismo puerto transportando caudales, en el mes de agosto del año de 1731.


Al desembarcar, recibió la orden de desplazarse a Alicante y en el mes de junio del año de 1732, al mando de uno de los navíos de la escuadra del general don Francisco Cornejo, se levaron anclas y zarparon, con destino a la conquista de Orán, dando protección y apoyo a la expedición del ejército que al mando del duque de Montemar, estaba destinado a esa misión, acción que tuvo su éxito, gracias al apoyo de las fuerzas navales, que en ningún momento dejaron de apoyar al ejército desembarcado.


A su regreso, se puso a las ordenes del general don Gabriel de Alderete, con el que realizó varios cruceros por el Mediterráneo, de regreso a Cádiz, se encontraron en el rumbo con tres buques de la regencia de Argel, que fueron batidos y unos días más tarde, se cruzaron con otro de 16 cañones, que resultó también apresado.
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A su regreso, se le ordenó el pasar a la escuadra de galeones del marqués de Torre Blanca, con la que realizó un tornaviaje a Tierra Firme, regresando en el mes de agosto del año de 1737, con caudales. En el mismo mes se le ascendió a jefe de escuadra. (En esos momentos el grado intermedio de brigadier no existía).


Se le otorgó el mando de una división de tres navíos y tres fragatas, con la que realizó un viaje a Lisboa en el mes de mayo del año de 1740, con pliegos reservados.


Realizó una visita a los puertos del Báltico, visitando por ello a varios de los rusos y de pasada con rumbo a España, visitó los departamentos franceses de Brest y Rochefort, realizando su entrada en la bahía de Cádiz en septiembre del año de 1742.


Se le ascendió en febrero del año de 1746 a teniente general y en el año de 1747, se le nombró como segundo jefe de la escuadra del general don Andrés Reggio.


Con esta escuadra cruzó el Atlántico y comenzando por su parte septentrional, con rumbo Norte fue ascendiendo, hasta el seno mejicano, alcanzando el puerto de La Habana, estando en él, apareció una escuadra británica al mando del almirante Knowles, que hizo ostensibles demostraciones de reto hacía los españoles.


La británica era muy superior, pero Reggio no era un cobarde y a pesar de estar en el conocimiento de su inferioridad, se hizo a la mar con su división, para enfrentarse al británico, por ello el día doce de octubre de 1748 y casi sobre la misma costa, se trabó el pertinaz combate, que fue duro a porfía; Spínola estaba al mando del navío Invencible, con el que se mantuvo firme contra sus enemigos, logrando a pesar de estar totalmente desarbolado, el regresar con su buque al puerto.


Permaneció de apostadero en este puerto, con diferentes misiones llevándolas todas a buen fin, hasta que recibió la orden de arbolar su insignia en el navío Fénix, con rumbo a España y aprovechando el viaje, se trajo 15.847.423 pesos fuertes (plata), llegando a la bahía de Cádiz en el mes de junio del año de 1750, donde se lanzaron las anclas y se desembarcó la preciada carga.


Por su meritoria carrera el Rey le otorgó el privilegio de ser nombrado gentil hombre de Cámara y como símbolo de ello se le entregó la llave.


En el mes de febrero del año de 1753, se le designó como comandante general del departamento de Cartagena, puesto que ocupó alternativamente por motivos de salud, pues ya era muy precaria.


Hasta que en el año de 1761, fue nombrado consejero del Supremo de Guerra, cargo que desempeñó hasta su fallecimiento, que ocurrió a lo largo del año de 1774 en Madrid.





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