Cañoneros para servicio en Cuba

Clase Alvarado

Cañonero Alvarado (desconozco el origen de esta fotografía, tomada posiblemente en Santiago de Cuba)

Ante el estallido de la insurrección cubana en 1895, se hizo necesario adquirir con urgencia cañoneros y lanchas que vigilaran las costas de la isla para evitar la llegada de buques con armas y voluntarios para los rebeldes, y que cooperaran a la vez con las operaciones del ejército. El Ministerio de Ultramar de encargó de financiar toda una escuadrilla de estos buques para Cuba, que se compondría finalmente de siete cañoneros y 18 lanchas cañoneras, cuya adquisición se autorizó el 17 de junio de 1895. Buscando la mayor rapidez en la entrega y el menor coste, todos estos buques se construyeron en astilleros británicos, con la única excepción de media docena de las lanchas, realizadas por Vea Murguía, Noriega y Cía. en Cádiz.

La totalidad de los cañoneros se encargaron a la firma James & George Thomson & Co., en Clydebank, Glasgow (Escocia), una vieja conocida de nuestra Armada, para la que había construido algunos años antes dos buques tecnológicamente punteros en su día, como lo fueron el crucero Reina Regente y el Destructor concebido por Villaamil. El contrato se firmó el 8 de julio, recibiendo todos ellos nombres de conquistadores españoles de América el 11 del mismo mes. No eran iguales, ya que se distribuyeron entre tres tipos o series en función de su tonelaje: tres buques de 300 toneladas (Hernán Cortés, Pizarro y Vasco Núñez de Balboa), dos de 200 toneladas (Diego Velázquez y Ponce de León) y otros dos de 100 toneladas, los que son objeto de este trabajo, el Alvarado y el Sandoval.

Los trabajos se desarrollaron a un ritmo frenético, quedando terminados los siete buques entre septiembre y octubre, lo que permitió que pudieran prestar servicio en el Caribe antes de finalizar el año; esta celeridad sin duda ayudaría al astillero a adjudicarse la construcción de dos “destroyers” en noviembre (los futuros Terror y Furor), seguida de los contratos para otros cuatro a lo largo de 1896 (Osado, Audaz, Proserpina y Plutón).

Unidades:

Alvarado.- Bautizado con este nombre en honor de D. Pedro de Alvarado y Contreras (Badajoz, 1485 – Guadalajara, Nueva España, 4 de julio de 1541). Conquistador español que participó en la conquista de Cuba, en la exploración, por Juan de Grijalva, de las costas de Yucatán y del Golfo de Méjico, y en la conquista de Méjico dirigida por Hernán Cortés.

Sandoval.- Bautizado con este nombre en honor de Gonzalo de Sandoval (Medellín, 1497 – Palos de la Frontera, 1528), el más joven de los capitanes españoles que acompaño a Cortés en la conquista de Méjico.



Caracteristicas generales:

Casco de acero y una sola hélice.

Desplazamiento.- 115,5 toneladas a plena carga.
Eslora.- 33,54 metros.
Manga.- 4,72 metros.
Puntal.- 2,67 metros.
Calado.- 1,50 metros.

Propulsión.- Una máquina vertical de triple expansión que desarrollaba una potencia de 137 cv indicados con tiro natural y casi 300 a tiro forzado.
Velocidad.- 12 nudos.

Armamento.- Un cañón de tiro rápido Nordenfelt de 57 milímetros en el castillo, y un maxim de 37 milímetros en la toldilla.

Tripulación.- 33 hombres. Eran mando de teniente de navío.

Cañonero Alvarado.


La Época, 20 de septiembre de 1895.

<<Un telegrama del jefe de la Comisión de Marina en Londres, participa haberse botado con toda felicidad el cañonero Alvarado>>.

La Correspondencia de España, 8 de octubre de 1895.

<<Ha sido nombrado segundo comandante del cañonero Alvarado el alférez de navío D. José García de Paredes>>.

La Época, 25 de octubre de 1895.

<<Ayer tarde llegó a Queenstown, de arribada forzosa, el cañonero Alvarado, que acaba de ser construido en los astilleros del Clyde, en Glasgow, con destino a la Escuadra de Cuba. El buque entro en el dique para reparar averías que sufrió en un choque con la goleta Jant. Los desperfectos son de poca entidad, y quedarán arreglados en breves días. De este percance solamente es responsable la casa constructora, que está comprometida a entregar la embarcación lista y corriente en aguas de la gran Antilla>>.

La Correspondencia de España, 27 de octubre de 1895.

<<El ministro de Marina ha ordenado telegráficamente al general Cámara, jefe de la comisión de Marina en Londres, el envió inmediato a la Gran Antilla de 14 cañones de 57 milímetros, sistema Nordenfelt, que se encuentran ya disponibles en la casa constructora y que faltaban para completar las dotaciones de artillería de los cañoneros de 300, 200 y 100 toneladas, Hernán Cortés, Vasco Núñez de Balboa, Pizarro, Sandoval, Alvarado, Diego de Velázquez y Ponce de León>>.

<<La casa Thomson exigirá al comandante de la goleta inglesa la responsabilidad debida por el choque con el cañonero Alvarado. Como el constructor inglés ha de entregar el buque en Cuba, a él principalmente afectan las resultas del accidente de mar. Esto viene a justificar la alta previsión del general Beránger contratando el seguro de los cañoneros>>.

La Correspondencia de España, 4 de noviembre de 1895.

<<El Alvarado se está reparando con toda actividad>>.

La Correspondencia de España, 23 de noviembre de 1895.

<<El cañonero Alvarado ha salido de Funchal (Madeira) con rumbo a la Habana>>.

La Época, 3 de diciembre de 1895.

<<El cañonero Alvarado salió ayer de Santa Lucía para Puerto Rico>>.

La Época, 6 de diciembre de 1895.

<<A última hora ha recibido esta tarde el general Beránger un telegrama del comandante general del apostadero de la Habana, dando cuenta de la llegada del cañonero Alvarado, recientemente construido en Inglaterra, y que ha hecho solo el viaje>>.

Revista General de Marina (febrero de 1897).

21 de marzo de 1896.- El Comandante del cañonero Alvarado, teniente de navío Cervera, participa que al dirigirse al puerto de Taco y como a 60 metros de su boca, recibió dos descargas por la banda de estribor que fueron contestadas con metralla y fuego de fusil haciendo huir al enemigo. Al volver para hacer un detenido reconocimiento en dicho puerto junto al cañonero Pinzón, al mando del teniente de navío de primera clase Gálvez, vieron el enemigo, que como costumbre huyo a los primeros disparos, resultado heridos el segundo maquinista Velázquez y el marinero Vila.

Revista General de Marina (febrero de 1897).

6 de abril de 1896.- El Comandante del cañonero Alvarado, teniente de navío Cervera, comunica que al pasar frente a Maravi vio una embarcación cargada de gente que trataba de ocultarse en el manglar a la vista del cañonero, les hizo un disparo y vio que se tiraban al agua, recibiendo dos descargas de fusilería por ambas bandas, a las que contesto con fuego graneado de Mauser y botes de metralla de la pieza hasta que logro apagar los fuegos del enemigo. Al cabo de una hora volvió a ser hostilizado, contestando nuevamente. Al levar el ancla y hacerse a la mar volvió a ser atacado con más ardor que en las ocasiones anteriores, contestando con descargas de fusilería y cañón hasta que ceso el fuego del enemigo, que por estar dentro del manglar se ignora que bajas se le causaron. Fue herido gravemente el marinero Carracela, que demostró gran energía antes y después de su curación, por lo que es especialmente recomendado por su comandante. Una vez en Baracoa, oyó disparos en dirección hacia Duva, por lo que se dirigió a toda máquina para proteger a las fuerzas del ejército que construían un fuerte. Al llegar fue atacado por el enemigo, contestando con fusiles y cañón hasta que se apago el fuego contrario, regresando a Baracoa.

La Época, 9 de abril de 1896.

<<Ataque del cañonero Alvarado a la costa ocupada por los rebeldes.- El cañonero Alvarado, de crucero frente a Puerto Maravi (Baracoa), en la costa de Santiago de Cuba, vio que una embarcación trataba de ocultarse, y al ponerse en seguimiento de ella, observó que la tripulación se arrojaba al agua, ganando la costa.

El Alvarado entró en el puerto y recibió descargas desde ambas orillas de la boca.

Contestó con fuego de fusil y metralla que sostuvo durante una hora, logrando que el enemigo se retirase. Ignóranse sus bajas por estar la orilla cubierta de espeso bosque.

A bordo resultó gravemente herido el marinero Carrocela, a pesar de lo cual siguió batiéndose. El Alvarado sufrió ligeras averías>>.

Revista General de Marina (febrero de 1897).

21 de abril de 1896.- El cañonero Alvarado, estando fondeado en Baracoa el día 13, a eso de las 11 de la mañana sintió varios tiros que pasaron por encima de buque, por lo que se dispuso a hacer fuego, bastando 4 disparos para que cesase el fuego enemigo.

Revista General de Marina (febrero de 1897).

27 de abril de1896.- El Ayudante de Marina de Baracoa da cuenta del reconocimiento llevado a cabo en la mañana del 25 en las inmediaciones del puerto de Maravi por los cañoneros Pizarro y Alvarado, al mando respectivamente del teniente de navío de primera Antón y del teniente de navío Cervera, y fuerzas del ejército embarcadas en ambos buques. Al encontrarse esta expedición cerca del referido puerto fue recibida por nutridas descargas de los insurrectos, sin perder un solo momento contestaron ambos buques con sus piezas y con todos los fusiles de marinería y tropa. No se saben detalles, pero las bajas del enemigo debieron ser muy cuantiosas, teniendo que deplorar por nuestra parte las siguientes, 1 cabo del ejército muerto, 1 oficial y 7 soldados heridos, teniente de navío de primera Antón herido grave en una pierna, 3 marineros heridos graves y 4 leves.

Revista General de Marina (febrero de 1897).

29 de abril de 1896.- El cañonero Alvarado, al mando del teniente de navío Cervera, fue hostilizado por el enemigo al pasar Xigua, contestando con algunos disparos de cañón hasta apagar los fuegos.

El 25 de marzo de 1898, el ministro de la Guerra recibe un telegrama del Capitán General Sr. Blanco en el que se puede leer: “También recomiendo el comportamiento del personal del cañonero Alvarado que ha contribuido al éxito de la operación racionando a las tropas y evacuando heridos”. La operación a la que se refiere Blanco se desarrolló en Sierra Chaparra, donde fuerzas españolas al mando del general Luque (2.000 hombres, 200 caballos y cuatro piezas de artillería), saliendo de Puerto Padre y divididas en cuatro columnas combatieron durante ocho días contra fuerzas rebeldes a las que causaron 48 muertos y 160 heridos y a las que tomaron los campamentos de San Juan, Semillero y Laguna Grande.

A principios de abril de 1898, ante la evidencia de una guerra con los Estados Unidos, el comandante general del Apostadero de la Habana, D. Vicente Manterola, ordena la concentración de los buques de la Escuadra en los diferentes puertos de la isla. El Alvarado, junto con su gemelo Sandoval, y el “inmóvil” crucero Reina Mercedes, quedan como las únicas unidades de combate de la Marina para la defensa de Santiago de Cuba.

El 17 de abril el comandante del Alvarado, teniente de navío D. Mauricio Arauco (que era oficial torpedista) recibe el mando de las defensas submarinas de Santiago. El 21 queda instalada la primera línea de torpedos (estaciones de convergencia en la ensenada de la Estrella y en la Socapa), el 27 la segunda (estaciones de convergencia en la Socapa y cayo Smith).

El 19 de mayo nuestro cañonero es testigo privilegiado de la entrada en la bahía de Santiago de la Escuadra de Operaciones de las Antillas, al mando del contralmirante D. Pascual Cervera. Desgraciadamente para los buques de Cervera, el Alvarado, que hubiera prestado un gran servicio en el transporte de carbón, se encontraba en varadero poniendo planchas nuevas en sus fondos y la obra era larga.

Al anochecer del día 2 de julio, sería nuestro cañonero el que abrió el camino para la salida de la Escuadra (al día siguiente), levantando la línea de 6 torpedos Bustamante del Oeste que obstruía la canal.

Cañonero Sandoval.

La quilla del Sandoval se puso el 24 de julio de 1895, siendo botado al agua el 21 de septiembre y entregado por el astillero en octubre. El buque comenzó a prestar servicio en aguas de Cuba el 13 de diciembre del mismo año.

La Época, 18 de noviembre de 1895.

<<Ha llegado, sin novedad, a Santa Lucía (Antillas menores) el cañonero Sandoval>>.

La Época, 25 de noviembre de 1895.

<<Ha llegado, sin novedad, a Santiago de Cuba, el cañonero Sandoval>>.

La Época, 14 de enero de 1896.

<<El comandante general del Apostadero de la Habana ha dirigido al ministro de Marina el telegrama siguiente………………………Cañonero Sandoval, mandado por Rubio, en Bairtiguiri sostuvo tres horas fuego contra enemigo, destruyéndole trincheras y ranchos, teniendo un contuso. Detalles correo.- Navarro>>.

Revista General de Marina (febrero de 1897).

20 de abril de 1896.- El Comandante del cañonero Sandoval, teniente de navío Rubio, participa de haber desembarcado por 2 veces su trozo de desembarco en las proximidades de Baconao, después de limpiar la costa con 2 disparos de cañón, restos de la presencia del enemigo, que hizo algunos disparos desde las casas de aquel lugar, siendo destruidas.

La Época, 2 de febrero de 1897.

<<Según comunicación del comandante general del apostadero de la Habana, se da cuenta del parte de campaña del comandante del cañonero Sandoval, el cual buque fue hostilizado por fuertes masas de insurrectos en el Aserradero el día 20 de diciembre, de las que recibió numerosas descargas que fueron contestadas por el cañón Maxim, de 37 milímetros, que llevaba el buque, consiguiendo con sus certeros tiros de granada dispersar al enemigo y causarle bajas cuyo número no pudo precisar>>.

La Época, 20 de abril de 1897.

<<El cañonero Sandoval, operando en combinación con el ejército en las costas de Cuba, verificó un desembarco en Nignero (¿Níspero?), donde encontró y batió a los insurrectos, causándoles cinco bajas y destruyéndoles una prefectura, viviendas, salinas, cosechas y ganado>>.

La noticia anterior queda complementada con esta otra del mismo periódico al día siguiente, 21 de abril de 1897:

<<Manzanillo, guerrilla Maquero, en Ensenada, Mora en combinación con cañonero Sandoval, cogió 5 muertos, uno titulado capitán Rodríguez Camisón, y armas>>.

A principios de abril de 1898, ante la evidencia de una guerra con los Estados Unidos, el comandante general del Apostadero de la Habana, D. Vicente Manterola, ordena la concentración de los buques de la Escuadra en los diferentes puertos de la isla. El Sandoval, junto con su gemelo Alvarado, y el “inmóvil” crucero Reina Mercedes, quedan como las únicas unidades de combate de la Marina para la defensa de Santiago de Cuba.

El 23 de abril el Sandoval recibe órdenes de dirigirse a Guantánamo con el objeto de colocar torpedos tipo Bustamante en la bahía. Nuestro cañonero ya no se movería de aquel puerto.

La Época, 20 de mayo de 1898.

<<Habana 19.- Madrid 20.- Capitán general al ministro de la Guerra:

Al amanecer de hoy dos buques americanos hicieron 70 disparos en bahía Guantánamo sobre playa Este y cañonero Sandoval, sin causar daño, siendo contestado por fuerzas del ejército desde punta Caracoles y boca de río Guantánamo, en combinación con Sandoval, que les acosó y persiguió hasta perderlos de vista. Se recomienda comportamiento de cañonero Sandoval.- Blanco>>.

De la estancia de nuestro cañonero en Guantánamo escribe D. Agustín R. Rodríguez, en su libro La Guerra del 98. Las campañas de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, lo siguiente:

<<Ya que el bloqueo iba a ser largo, la escuadra estadounidense necesitaba un fondeadero próximo donde los buques pudieran carbonear, municionarse, reponer provisiones de toda índole y efectuar reparaciones de emergencia.

Tal fondeadero estaba cerca, en la gran bahía de Guantánamo con dos radas, una grande exterior y otra interior, más pequeña y de menos calado.

La bahía había sido minada con 46 artefactos por el cañonero Sandoval de solo 100 toneladas………………………………., y al mando del teniente de navío Scandella. El barquito ya había cruzado el fuego con dos buque enemigos el 19 de mayo.

El 7 de junio volvieron a atacar cuatro buques, y el Sandoval los enfrentó a 3.000 metros para impedir que rastrearan las minas, cosa que logró, aunque no pudo evitar que cortasen finalmente el cable telegráfico.

Los estadounidenses desembarcaron un batallón de “marines” para tomar la bahía interior, donde se había refugiado el cañonero con el apoyo de una pequeña guarnición. Pero nada lograron, ni con esto, ni con los constantes bombardeos. Durante todos estos combates el cañonero no sufrió baja alguna y sólo un cañonazo en la jarcia del trinquete.

Al final, el 25 de julio, sintiéndose acorralado e intimado a la rendición, el comandante ordenó hundir el cañonero, cuando hacía ya nueve días que Santiago había capitulado.

Desgraciadamente tal heroísmo tuvo escasa recompensa, pues las minas fallaron totalmente, incluso cuando quedaron enredadas en las hélices de varios buques americanos, entre ellos el acorazado Texas y el pequeño crucero Marblehead>>.

Una historia triste………………, una historia Yanky.

Con la rendición de Santiago el 17 de julio de 1898 y la entrega de armas por parte del ejército español, el Alvarado pasa a formar parte de la US Navy el 4 de agosto bajo el mando del teniente de navío Victor Blue, convirtiéndose de esta manera en el único buque de guerra que combatió esta contienda bajo dos banderas diferentes.

Durante los últimos días de la guerra el Alvarado patrulla las aguas cubanas y participa, el 12 de agosto, en el bombardeo y toma de Manzanillo.

Finalizada la contienda el cañonero siguió patrullando las aguas cubanas hasta el mes de noviembre. El 6 de noviembre pone rumbo a los Estados Unidos, y tras una serie de paradas arriba a Washington D.C. el 3 de enero de 1899. En la capital Yanky permaneció tres meses, partiendo posteriormente el 3 de abril. El cañonero opero durante aproximadamente un mes en la costa atlántica antes de llegar a Portsmouth, New Hampshire, el 5 de mayo. Cinco días después el buque es dado de baja y atracado en el astillero naval.

El 20 de septiembre de 1900 el Alvarado es comisionado nuevamente y adscrito, probablemente, a la Academia Naval de los Estados Unidos, en Annapolis, Maryland. Existe información que sugiere que en esta época, el buque también recorrió la costa atlántica haciendo visitas a varios puertos con fines de reclutamiento de personal para la Navy. En todo caso, el cañonero sirvió como buque de formación en Annapolis hasta el año 1906.

Cañonero USS Alvarado (fotografía tomada hacia el año 1900)

El 22 de marzo de 1906, el Alvarado es dado de baja una vez más, esta vez en la base naval de Norfolk. El 16 de noviembre es entregado a la Milicia Naval de Louisiana en la que sirvió como buque de formación hasta 1912. El 21 de mayo de 1912 es devuelto a la Navy, y el 10 de junio de ese mismo año vendido en Nueva Orleans.

El cañonero Sandoval corrió una suerte similar. Tras ser reflotado en Guantánamo es tomado a remolque por el USS Potomac y atracado junto al USS Vulcan el 2 de septiembre de 1898. Ese mismo día es nombrado comandante del buque el teniente de navío Edwin C. Anderson.

Tras unas primeras reparaciones el Sandoval es llevado a remolque por el remolcador Manatí, y varado cerca de Punta Pescador (Cuba), donde es carenado y limpiado con vistas a su viaje a los Estados Unidos. Tras su salida del varadero el 1 de octubre, el cañonero realiza ensayos de máquinas el 9 de noviembre, partiendo con rumbo a la bahía de Santiago de Cuba el 3 de noviembre.

El cañonero Sandoval atracado al costado de un buque Yanky, ¿el USS Vulcan?

Después de una pequeña escala en Key West, Florida (9 de noviembre), el Sandoval, junto con su gemelo Alvarado, parte de Jacksonville, Florida, el 13 de noviembre, en un periplo que le lleva hasta Port Royal y Charleston (Carolina del Sur), Wilmington (Carolina del Norte), Hampton Roads (Virginia), llegando a Norfolk (Virginia) el 24 de diciembre de 1898. Posteriormente, y después de una parada en Annapolis (29 de diciembre), el buque llega a Washington D.C. el 3 de enero de 1899, donde sería sometido a diversas reparaciones.

El 3 de abril de 1899 el Sandoval y el Alvarado parten nuevamente, esta vez con una ruta que les llevara hasta Nueva York, Providence (Rhode Island), Boston y Marblehead (Massachussets), para finalmente arribar a Portsmouth, donde el Sandoval es dado de baja y asignado a la reserva el 10 de mayo.

El 14 de octubre de 1900, el Sandoval es asignado, como buque de prácticas, a la Academia Naval de los Estados Unidos, en Annapolis. En la academia permanecería, junto con el Alvarado, hasta 1906, año en el que vuelve a Norfolk para su desmantelamiento (22 de marzo de 1906).

El 16 de noviembre de 1906, el buque es cedido a la Milicia naval de Nueva York, llegando al lago Ontario en septiembre de 1907. Prestaría diversos servicios en los Grandes Lagos desde su base en Charlotte Harbour (Nueva York). Durante la Primera Guerra Mundial el Sandoval continuo prestando servicio en los Grandes Lagos, visitando con frecuencia los puertos Erie (Pennsylvania) y Chicago (Illinois).

Cañonero Sandoval (esta fotografía corresponde, posiblemente, a la época en la que nuestro cañonero sirvió en la Milicia Naval de Nueva York)

Finalizada la Primera Guerra Mundial, el Sandoval es declarado excedente de la Marina. Puesto a la venta el 10 de julio de 1919, el buque es dado de baja en las listas de la Marina el 23 de julio siguiente.

El 30 de septiembre de 1919 el Sandoval es vendido al señor Charles S. Neff, de Milwaukee (Wisconsin), que lo registró como buque de una empresa privada de yates hasta el año 1924.

El cañonero Sandoval transformado (es posible que esta fotografía date de la época en la que nuestro buque fue vendido a una empresa de yates)

Fuentes.

*.- Buques de la Armada Española a través de la fotografía (1849-1900). Agustín R. Rodríguez González y Juan Luís Coello Lillo.

*.- La Guerra del 98. Las campañas de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Agustín R. Rodríguez González.

*.- Wikipedia (en su versión inglesa).

*.- Hemeroteca Digital. Biblioteca Nacional de España:

• El Imparcial.
• La Época.
• La Correspondencia de España.

*.- Revista General de Marina.- Con el título, Escuadra de Operaciones en Cuba , la Revista General de Marina comenzó a publicar en Febrero de 1897 una sección con los extractos de los partes de las Operaciones Navales de los buques de Apostadero Naval de la Habana, en Cuba, desde Marzo de 1896.

*.- Foros amigos:

http://www.elgrancapitan.org/

http://1898.mforos.com/


Uno es como es, y nadie me va a cambiar, más digo, yo no quiero cambiar. Me ha costado Dios y ayuda, un mundo, traer a estas páginas la parte final de este trabajo. Ver a mis barcos arbolando la bandera del “odiado” enemigo ha sido todo un “trago”. ¡Qué la escriba otro!, un Yanky, el que sea, pero yo no. En fín, supongo que al final ha podido más el afán de conocimiento y el convencimiento de que todos nosotros merecemos conocer la historia completa de estos pequeños cañoneros españoles………., nuestros cañoneros, le pese a quien le pese.

Un saludo.

La historia es la historia y habrá que recordarla como fué y en cuanto a los yanquis , aquellos yankis, hace tiempo que andan jugando a los barquitos, papel y lapiz en mano, con nuestros antepasados allá donde se encuentren.

Y es de agradecer el detalle de que conservaran los nombres dandoles un final más digno de lo que hacemos nosotros, incluso ahora.

Además actualmente somos aliados y si les manifestamos inquina y les explicamos la razón, seguramente no lo entenderían. Porque es dificil.

un abrazo y por cierto, muy buen trabajo amigo Cervera.

Precioso, preciso y concienzudo trabajo sobre <esas pequeñas unidades> que toda Armada ha de tener y que poco o casi nada se conoce de ellas, ahora conocemos más de los Cañoneros clase Alvarado.

Saludos

Publicado en la Revista General de Marina, noviembre 2010, título:
"Un marino ilustre de ultramar: El capitán de navío D. Manuel Antón e Iboleón"

"El cañonero Pizarro, a lo largo del año 1896, efectuó diversas misiones por la costa norte de la isla, desde Gibara a Punta Maysi. Cumpliendo órdenes del comandante militar de Baracoa, el 24 de abril de ese año, en compañía del cañonero Alvarado, se dispuso efectuar un reconocimiento en el puerto de Maraví. Fondeados en la costa, a las cuatro de la madrugada embarcó a bordo del Pizarro el coronel Zamora, comandante militar expresado, un jefe, varios oficiales y 120 soldados de tropa, y en el Alvarado, un oficial y 30 soldados. Acto seguido se dirigieron en demanda del puerto de Maraví. No permitiendo el tamaño de la bocana la entrada de los dos cañoneros, el Alvarado se quedó en las inmediaciones, dirigiéndose el Pizarro hacia dentro, después de haber ordenado el comandante Antón zafarrancho de combate. Al embocar, numerosos grupos de insurrectos desde todas las orillas y puntos de la villa, rompieron el fuego contra el buque, que fue inmediatamente contestado con la artillería y fusilería, entablándose un encarnizado combate, avanzando el buque hacia el centro de la poza hondable. Poco después fondeó con un ancla a pique, continuando el combate, y en la difícil y peligrosa maniobra de hacer la ciaboga por lo reducido del espacio, recibió el comandante Antón un “balazo” en su pierna izquierda y al propio tiempo que el timonel caía por otro proyectil que le destrozó el muslo izquierdo, empuñando el comandante la caña del timón para continuar la maniobra, logrando dirigir la proa hacia la boca del puerto.

El Alvarado, desde fuera del puerto hizo continuamente fuego por los flancos, ayudando y contribuyendo al éxito de la operación.

El combate -que se desarrolló durante varias horas-, finalizaría con la derrota total del enemigo, y con el resultado de más de 150 bajas entre muertos y heridos. Por parte del cañonero Pizarro, sólo resultaron un muerto y 27 heridos."

Respecto al cañonero Sandoval, en Franklin (Massachussetts), en el parque “The Franklin Town Common”, hay varios memoriales de guerra con la participación de los residentes, entre ellos el de la guerra hispano-norteamericana. En este memorial, se exhibe un cañón rescatado del cañonero de la Armada española Sandoval, junto con una placa que explica las razones de la guerra y lista los residentes de la ciudad que participaron en ella.

Valientes excusas ponen para justificar su intervención en Cuba...

Especialmente significativas me parecen la primera: "El conflicto de las políticas españolas que amenazaban el poder de los Estados Unidos en el hemisferio occidental" (la doctrina Monroe y el Destino Manifiesto heridos en su orgullo...)

Aunque la última es, directamente, vergonzosa: "La gran pérdida de inversiones americanas en Cuba" (como ya no les dejábamos "invertir" más, la mejor solución es quedarse ellos con la isla y así podrían "invertir" lo que quisieran y un poco más.

Gracias por vuestros comentarios.

Amigo bemaro, muchas gracias por tus aportaciones, siempre al quite, como debe ser.

Estuve a punto de “colgar” la segunda de las placas, pero tras su traducción me negué en redondo. Como a Jorge Juan, me parece bochornoso lo escrito en ella, ¡ojo!, no quiero decir con esto que me parezca mal que tú la hayas “colgado”, al contrario, te lo agradezco. Pero como escribí al final del trabajo: uno es como es.

Un saludo.

Estimado Cervera, creo que siempre es bueno y clarificador ver las "razones" del enemigo, pues te confirma como las mentiras interesadas y sectarias se convierten en razones de una guerra, cuyos verdaderos intereses siempre quedan ocultos.

Además nos dan pie para debatir con rigor sobre las mismas con la conciencia más esclarecida por la perspectiva histórica. Y de ella se deduce que cualquier fútil motivo valía para justificar los actos del naciente "imperialismo norteamericano" (salvo matices, razonamiento válido incluso en nuestros días).

España fue su chivo expiatorio, irremisiblemente condenado a serlo por su debilidad física y moral a la que entre todos la llevaron. Y una vez más en la vida, la ley del más fuerte se impuso.

Ocultos pero solo relativamente..

Aunque solo tuviésemos en cuenta la sesgada e interesada “cultura cinematográfica” esos intereses han sido siempre públicos, no se han ocultado e incluso se han convertido en épica.

Desde la independencia a finales del siglo XVIII (1783) la naciente república comenzó a extenderse colonizando las tierras a su alcance, ganado espacio a costa de quien estuviera.

La primera y principal expansión fue hacia el oeste que comenzó tras la compra de la Luisiana en 1803 que se extendía desde el Golfo de México hasta la actual frontera del Canadá

Siguió la guerra con México en 1846, que supusieron nuevas conquistas territoriales

Tras el paréntesis de la Guerra de Secesión (1861-65) terminaron las guerras contra los indios en 1890, cuyo comienzo se remonta a principios del XVII

¿Y ahora hacia donde? Pues ya se sabe lo que pasó en 1898.

Entonces y antes, lo que no se puede comprar, se conquista, ¿a quien? Al más débil porque ir hacia el norte, Canadá, era más peliagudo y al fin y al cabo ya tenían Alaska desde 1867 (tres veces España)

Luego siguió la cosa pues también intervienen contra Colombia en 1903 para quedarse algo, la franja donde poder construir un paso del Atlántico al Pacífico.

De ahí en adelante y con su intervención en las dos guerras mundiales no consiguieron más espacio pero si que los demás perdieran el que tenían con una descolonización apresurada que ha traído más problemas que soluciones.

En fín unos “angelitos”, que han traido beneficios, indudablemente, pero digamos que como un subproducto del logro de sus objetivos y defensa de sus intereses.

Como todos los imperios que en el mundo han sido.

Un saludo

Antonio

Aunque es poco conocido, también habría que añadir la intervención en Hawai, que acabó siendo anexionado, claro...

Saludos.

En efecto amigo Orfebre, esa política anexionista era evidente. Pero la perversidad era: el interés económico y la expansión y dominio de su capitalismo, realizado de forma torticera, sobre los mercados y recursos mundiales. Y todo ello, enmascarado y escondido, bajo la hipócrita piel de libertad, democracia y valores de occidente.

Y encima, el expoliado siempre queda como el malo de la película: los indios, los españoles, los mejicanos, los hispanos en general...

En su descargo: que no han sido los primeros ni los únicos en dichas prácticas. ¿hasta cuando?

Saludos.

Y no dejemos en el tintero que la primera anexión de territorio del Virreinato de Nueva España fue la compra de Florida.

Por cierto, lo de Hawai es casi simultaneo con el 98.

Amigo jaito, "compra" es decir mucho. Yo diría más bien, robo a mano armada aderezado con una generosa cantidad de chantaje...