Cañonero para servicio en Cuba

El Dependiente

Donado a la Comandancia General del Apostadero de La Habana por la Asociación de Dependientes del Comercio de La Habana, encargándose su erección a la entidad londinense de Forrest & Sons, solicitándose a la Armada que accediese a nominar el buque ofrecido como El Dependiente, asumiéndose la propuesta hecha mediante real orden del 11 de agosto de 1896, y ordenándose a Forrest & Sons que el cañonero de tercera clase de casco de acero que allí se levantaba y que habría de denominarse El Fulminante mutase su nombre por el de El Dependiente, trasladándose hasta La Habana en el vapor de pabellón británico Cayo Romano, que lo recogió en el puerto de Amberes.

Caracteristicas generales:

Eslora, manga y calado popel y proel, al 1º de mayo de 1898: 23,25 x 3,72 x 1,4 x 1,25 metros.
Compartimientos estancos: cuatro.
Máquina: una de alta y de baja presión, con una caldera de llama en retorno.
Aparejo: un foque.
Artillado: un cañón de 42 milímetros Nordenfelt y un cañón de 37 milímetros Maxim.
Dotación, real y reglamentaria: 18 y 20 hombres.
Botes: uno de remos.

El 8 de agosto de 1896 se recibió un telegrama de la Comisión de Marina en Londres (con fecha día 7) informando que se habían verificado las pruebas de la lancha Dependiente. A este respecto, el periódico La Correspondencia de España con fecha 9 de agosto informa que las pruebas efectuadas han dado el mejor resultado, alcanzando el buque un andar de 10,95 millas a tiro natural y 11, 20 a tiro forzado. El 25 de este mismo mes se informa que el general jefe de la Comisión de Marina en Londres, esta disponiendo todo lo necesario para su más rápida entrega a la Armada.

La Época (27 de agosto de 1896) nos da esta interesante descripción del buque:

<<El cañonero Dependiente.- Escriben de Ferrol que este buque, cañonero de tercera clase, regalado a la patria por los dependientes del comercio habanero, reúne condiciones magníficas para el servicio de la guarda del litoral.

Su andar es de 12 a 14 millas y obedece rápidamente en sus viradas al movimiento del timón.

Es muy fino de corte y sus máquinas desarrollan gran fuerza expansiva. Llevará el numeral 196 y la señal distintiva G.R.B.F., según una Real orden que acaba de dictarse.

Por Ultramar se le asignan 3.500 pesetas anuales de fondo económico.

El reglamento de dotación es el siguiente: un teniente de navío, un tercer contramaestre, un segundo maquinista, un aprendiz maquinista, un cabo de mar de primera, un cabo de mar de segunda, dos artilleros de mar, tres marineros de primera, cinco marineros de segunda, un fogonero de primera y tres fogoneros de segunda. Total 20 plazas>>.

También La Correspondencia de España (26 de julio de 1897) nos ofrece algún dato interesante:

<<Nuevo cañonero.-La Asociación de dependientes de comercio de la Habana ha publicado en un folleto los datos referentes al cumplimiento de su acuerdo de 22 de septiembre de 1895, para regalar a la marina de guerra una lancha cañonera.

Contiene el folleto el acta de entrega del cañonero Dependiente, nombre con que fue bautizada aquella máquina de guerra, acta de recibo del mismo, en que se hace constar su perfecto estado; relación de los efectos y artillado del mismo; contrato de construcción y lista de donantes y donativos.

Se recaudaron 14.215, 19 pesos oro, y pesos plata 13.379,26. Importó el cañonero 3.472 libras esterlinas.

Tiene 76 pies de eslora, 12 de manga, seis pies y seis pulgadas de puntal.

Está provisto de máquinas condensadoras Compound Surface, con cilindros (literal) nueve milímetros y 18 milímetros y 12 milímetros pistón y de 120 libras de presión.

Se construyo en tres meses. Se garantizó una velocidad superior a 10 nudos.

Está armado con un cañón (literal) de 1’37 milímetros, Maxim, de máquina automática, y otro Nordenfelt, de tiro rápido, de 1,42 milímetros, marca A>>.

Para finalizar el asunto de las características del buque, unos últimos datos que figuran en el libro El Buque en la Armada Española (ediciones SILEX):

• El Dependiente (ex Fulminante), 40 toneladas de desplazamiento, botado el año 1896, construido en Londres, prestando servicio con la Armada Española entre los años 1896 y 1898.

Vida Operativa

Muy poca es la información que he podido encontrar del cañonero. Lo más significativo fue su participación en diciembre de 1897 en la gran operación efectuada por el ejército en el río Cauto.

La Correspondencia de España, 30 de agosto de 1896.

<<Noticias de Marina.- Nombrando comandante del cañonero [i]Dependiente al teniente de navío D. Ángel Varela[/i]>>.

La Época, 12 de diciembre de 1897.

<<Convoy a Cauto.- El general Pando ha permanecido tres días en la boca del río Cauto, donde han desembarcado fuerzas para organizar un convoy.

Este iba en grandes barcazas y delante el cañonero [i]Dependiente.

Por ambas orillas marcharon dos columnas que han de proteger la navegación del convoy.

Manda una de ellas el coronel Tejeda y la otra el coronel de Ingenieros Bruna.

El general Pando ha regresado a Manzanillo, donde se le debía unir la columna Segura y el batallón de Zamora[/i]>>.

La Época, 20 de diciembre de 1897.

<<Ampliando las noticias que comunica el anterior despacho, telegrafían a El Imparcial que el día 10 empezó a remontar el río Cauto la expedición organizada por el general Pando y dirigida por este.

El 14 llegó a Guamo, donde se quedaron algunas fuerzas para racionarse. Las demás columnas de operaciones siguieron avanzando por ambas márgenes del río Cauto.

Marchaban por el río, al mando del coronel Bruna, las lanchas cañoneras Lince, Centinela, Dependiente y Guardián; los remolcadores Eulalio, Peralejo y Pedro Pablo y varias goletas cargadas de víveres y de agua potable.

Dos compañías de Ingenieros en esos buques y en varios botes, fueron encargadas de la exploración.

Por tierra iba una columna de 1.000 hombres al mando del coronel Tejeda, repartidos entre ambas orillas, operando y reconociendo extensas zonas, en las que encontraron muchas viviendas de los rebeldes, perfectamente abastecidas, con abundancia de ropas y calzado, mucho ganado vacuno, y en suma, recursos numerosos.

Cuando las tropas llevaban dos días de camino, fueron encontrados por los botes tres enormes torpedos sujetos con alambre de orilla a orilla, y con doble conductor eléctrico, y conteniendo cada uno dos arrobas de dinamita.

Llevados a tierra con grandes precauciones por el coronel Bruna, se les inutilizó>>.

<<Habana 19.- Capitán general a ministro de la Guerra.- Convoy fluvial por Cauto, dirigido personalmente con gran intrepidez, acierto y pericia por general Pando, llegó al Guamo, venciendo hábilmente grandes dificultades y esterilizando cuantas defensas acumuló el enemigo, que comprendiendo la gran transcendencia de aquella línea de operaciones, hizo esfuerzos supremos para impedir nuestro paso.

El movimiento y reconocimientos practicados por las columnas mandadas por los coroneles Bruna y Tejeda, que operaban por ambas márgenes del río tomando posiciones convenientes, permitieron que el convoy no experimentase hasta allí la menor pérdida ni quebranto.

El coronel Bruna tuvo además a su cargo el practicar un escrupuloso reconocimiento en las orillas y fondo del río, con tanto celo como inteligencia, comprobados con resultado feliz, siendo auxiliado eficazmente por cañoneros Dependiente, Luisa (¿?), Centinela y Diego Velázquez; se extrajeron del río tres grandes torpedos, recogiendo embarcaciones menores y pasaderas en gran número, que utilizaba el enemigo, y no tuvo éste tiempo de destruir cuando emprendió la fuga para no ser arrollado por nuestras tropas, que avanzaban con decisión; inutilizó cuantiosos elementos que rebeldes se vieron obligados a abandonar en Ciénagas del Buey y Cayamos, con parques de dinamita, efectos y reses, que quedaron en nuestro poder>>.

La Época, 29 de diciembre de 1897.

<<En honor de los héroes de Guamo.- telegrafían a El Imparcial que anteayer se tributaron en Guamo honores militares al destacamento que defendió heroicamente el fuerte.

El general Pando, a caballo y rodeado de su Estado Mayor, se situó a la puerta del fuerte con una compañía, bandera y la música del batallón de las Navas.

Salió del fuerte la guarnición, se tocó la Marcha Real y desfilaron todas las tropas en columna de honor.

También desfilaron las dotaciones de los cañoneros Lince, Dependiente y Centinela, que han operado en el río Cauto>>.

La Guerra del 98.

El antiguo aviso Fernando el Católico, de 1875, de 500 toneladas, armado con un viejo Palliser de 150 milímetros, y una ametralladora de 25 milímetros, estaba fondeado en Casilda, como inútil pontón almacén de minas, en compañía de la lancha Dependiente. En Casilda se refugió también el mercante Purísima Concepción, donde fue a buscarlo el Yankee el 20 de junio, sufriendo el buque americano un nuevo fracaso (Operaciones Menores en Cuba, 1898).

De este episodio, el periódico La Correspondencia de España (21 de junio de 1898) pública lo siguiente:

<<Habana 20. Capitán general a ministro Guerra.- Un buque enemigo cañoneo hoy Casilda con 150 disparos, calibre 16 y otros menores, durante tres horas; tropas situadas convenientemente para defensa, que fue brillante, por fuegos de pontón Fernando el Católico y cañonero Dependiente, en medio grande entusiasmo, retirándose el buque sin hacer otra cosa que ligeros desperfectos en alguna casa y almacén. Blanco>>.

El 23 de junio, nuevo ataque, ahora protagonizado por el Dixie, de 6.114 toneladas, 16 nudos, diez piezas de 152 milímetros y resto igual al Yankee. Le apoyó el cañonero auxiliar Yankton, de 975 toneladas, 14 nudos, un cañón de 102 milímetros, seis de 47 milímetros y dos ametralladores. Los buques hicieron unos 40 disparos, alcanzando ligeramente al Fernando el Católico y causándole un herido grave (Operaciones Menores en Cuba, 1898)

El periódico La Época (26 de junio de 1898) publicaba el siguiente telegrama del capitán general de Cuba haciendo referencia a este combate:

<<Habana 25. Capitán general a ministro Guerra.- Vapor enemigo disparó ayer sobre Casilda unos 40 proyectiles; brillante defensa cañonero Dependiente y pontón Fernando Católico, teniendo éste alguna avería y un herido grave; fuerzas u poblados sin novedad. Blanco>>.

En el Archivo Don Álvaro de Bazán, se conserva una relación de buques perdidos en Cuba, en la que se consignan los dos buques como echados a pique por sus dotaciones el 18 de julio, por abandono de las fuerzas del Ejército. Como en Nuevitas, al teniente de navío D. José María Goicoechea no se le dejó otra opción (Operaciones Menores en Cuba, 1898).

La Correspondencia de España (31 de julio de 1898), daba el siguiente listado de buques españoles perdidos hasta la fecha en Cuba:

<<Habana (sin fecha). Reexpedido de Londres al 30 a la una de la tarde.-Según relación oficial, desde que se rompieron las hostilidades con los Estado Unidos, España ha perdido en aguas de Cuba, además de los buques de la escuadra de Cervera, los siguientes barcos de guerra:

Reina Mercedes, Jorge Juan, Sandoval, Alvarado, Baracoa, Delgado Parejo, Estrella, Centinela, Guantánamo, María, Guardián, Cuba Española, Pésaro (¿?), Yumurí, Golondrina, Fernando el Católico y Dependiente.

Ninguno de ellos era de gran porte, y la lista se compone de cañoneros, pontones y vaporcitos armados>>.

Para finalizar. Con fecha 18 de agosto de 1898, el corresponsal del periódico La Correspondencia de España, en Cuba, publicaba una serie de cartas narrando los combates navales en los diferentes puertos de la isla. Con respecto a los del puerto de Casilda señala lo siguiente:

<<Nuestro apreciable colega El Diario de Trinidad del 25 del pasado (julio), publica lo que sigue acerca del bombardeo de Casilda. Oigámosle:

Como a las doce del 23 continuando por cuarta vez la brutal fiesta bélica, empezaron a destacarse sobre las aguas del mar las dos moles de guerra americanas que nos vienen importunando con sus diarias visitas.

Fijaron los buques americanos posiciones en lugar donde sin riesgo pudieran tomar la ofensiva y como a la una empezaron el bombardeo, enfilando los disparos principalmente sobre el pontón defendido por el valiente oficial de nuestra Armada, señor Medrano, y sobre el pequeño cañonero Dependiente que gobierna el intrépido oficial de la Marina, Sr. Moreno.

Las azoteas y tejados de la ciudad se hallaban coronados de gente que presenciaba la desigual lucha agresiva iniciada por los buques americanos protegidos por la impunidad que ofrece una plaza indefensa para ese género de ataques.

Momentos hubo en que los espectadores de esa riña deshonrosa para los yankis creímos ver desaparecer hecho astillas el pontón, asediado por una lluvia de bobas que saludaba la valiente dotación con entusiastas vivas a España.

En estos momentos, los más críticos, una granada de 12 centímetros reventó al costado de estribor, a flor de agua del pontón, destrozando la parte baja del reducto del mismo y parte de la plataforma, lesionando levemente al practicante.

Otro proyectil de 57 milímetros de tiro rápido atravesó la caseta del puente, por debajo del lugar que ocupa el comandante, sin causar novedad ninguna, y tres granadas que estallaron a popa y aleta de babor muy próximas, ocasionando, por fortuna, solamente el embarque a bordo del pontón de grandes columnas de agua.

La situación de nuestros animosos e indefensos marinos no podía ser más crítica, y es probable hubieran perecido víctimas de los afinados disparos del buque americano, que tuvo sobrado tiempo de enmendar la puntería sin riesgo de ser ofendido, a no haber tomado el comandante del cañonero Dependiente la resolución heroica de estorbar la catástrofe jugándose en ese peligroso albur la vida propia, juntamente con la de su valiente dotación de a bordo.

Tomando la boca del puerto navegó el cañonero Dependiente al encuentro del buque americano, que al verse sorprendido por la atrevida maniobra, tuvo que distraer la atención del pontón para defenderse y ofender a nuestro pequeño barco. Una nube de disparos cayeron sobre el Dependiente, disparos que despertaron suma ansiedad e inquietud en los numerosos espectadores que desde los lugares elevados presenciábamos la sublime escena, representando la fuerza bruta, abrumadora, de una parte, y de la otra el sacrificio heroico en aras del patriotismo y del deber.

Con esa arriesgada maniobra logró el valiente comandante del Dependiente en objeto después de haberse visto el pequeño barco envuelto en las numerosas columnas de agua que levantaban las granadas que caían a su costado en distintas direcciones.

Desde los primeros momentos, nuestras fuerzas de tierra mandadas por el bizarro coronel Areces, ganosas de ocasión para repeler al invasor si por acaso osaba desembarcar, se pusieron sobre las armas, hasta que al aproximarse el crepúsculo vespertino, se replegó el enemigo después de haber cesado el fuego.

Felicitamos entusiasta y calurosamente a los intrépidos marinos, que con su proceder heroico se han hecho justamente acreedores a que la Patria compense sus esfuerzos, y felicitamos a las fuerzas armadas por su espíritu quieto y levantado, a la vista del enemigo. El corresponsal>>.

D. Agustín R. Rodríguez nos dice en su trabajo que el mando del buque lo ostentaba el teniente de navío D. José María Goicoechea. Sin embargo, en el último artículo de La Correspondencia de España, se dice que el mando era del teniente de navío Sr. Moreno. No tengo idea si se refieren a la misma persona (Moreno Goicoechea o Goicoechea Moreno), o bien son dos oficiales diferentes, en cuyo caso tendremos que seguir investigando.

Como ya me paso con el cañonero Delgado Parejo, me ha sido imposible encontrar algún tipo de material gráfico que nos dé una idea de cómo era El Dependiente. De todas maneras, por su desplazamiento y por el armamento que portaba, debió ser muy parecido a las cañoneras de la clase Alerta, Estrella y Almendares.

Un saludo.

Fuentes:

*.- Operaciones Menores en Cuba, 1898 (Agustín R. Rodríguez).

*.- Buques donados a la Armada Española (José Ramón García Martínez).

*.- El Buque en la Armada Española (ediciones SILEX).

*.- Hemeroteca Digital. Biblioteca Nacional de España:

• La Época.
• La Correspondencia de España.